«No podía describir lo que sentía, era demasiado intenso como para hacerlo con palabras, ni siquiera con pensamientos. Sólo sé que mi organismo era todo un torbellino frenético, alocado, en el que se conjugaban un millón de sensaciones y sentimientos que revoloteaban juntos, todos maravillosos, excepcionales, que abarcaban desde el estremecimiento sexual puro y duro hasta otro estremecimiento emocional mucho más penetrante y agudo que también alcanzaba todas las partes de mi cuerpo. Sólo sé que le amaba, que le amaba con toda mi alma, con todo mi ser. Unas lágrimas se desbordaron de mis ojos, porque al fin le sentía, al fin era suya, al fin le tenía».
JULIAH - Los4PC. SUR
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