¡No te pierdas el tren que va al NORTE!
«Mi pierna izquierda se dobló para que mi pie descansase de puntillas, mientras la otra pierna quedaba a merced de la estabilidad de Nathan, cuya oscilación me mecía de un lado a otro. Mi pie derecho solo tenía que dejarse girar por el mismo movimiento. Me pareció increíble. Estaba bailando. Sí, por primera vez en mi vida estaba bailando. Este era mi primer baile. Y era con Nathan, con mi ángel...
―¿Lo ves? Lo haces genial ―me sonrió.
Mis mejillas se ruborizaron otra vez.
―Solo gracias a ti ―admití con una sonrisa tímida.
Mantuvo la ligera curvatura de su boca un poco más, pero esta se fue esfumando progresivamente. Se quedó mirándome con embobamiento, aunque con una mirada que no me gustó nada. Era una mirada que intentaba retener mi imagen, que trataba de grabarla en su retina. Mi sonrisa también desapareció.
―Estás preciosa ―musitó, estudiando mi rostro―. Eres… eres tan preciosa.
―No me mires así ―le pedí con un murmullo nervioso―. Lo haces como si ya no fueras a volver a verme.
Y eso me rasgaba el alma.
Su mirada volvió a no gustarme.
―July… ―empezó a hablar, cabizbajo.
Solté el aire, pero en esta ocasión con una agonía que me traspasó entera.
―No ―protesté sin apenas voz.
Tragó saliva.
―Es mejor que no sigamos siendo amigos ―se obligó a articular, y se notó cuánto le había costado.
―Me lo prometiste ―le recordé, a punto de echarme a llorar―. Dijiste que jamás dejarías de ser mi amigo.
―Ojalá pudiera, pero yo no soy libre, me debo a mi pueblo, a los míos.
―Pues vuelve a casa, por favor ―le supliqué―. Aquí eres libre, podemos… podemos ser amigos.
Y aquí podría seguir viéndole, James no podría amenazarme con nada, no tenía ninguna autoridad en este mundo. Era lo único que se me ocurría en este momento.
Se quedó un momento en silencio.
―¿Conoces esta canción de Evanescence? ―me preguntó, arrastrando las palabras con un suave susurro.
No me había percatado de que acababa de empezar una nueva canción hasta que no me paré a escuchar un segundo. La lenta y dulce melodía estaba comenzando sus primeros acordes.
―No ―contesté con la garganta anudada.
―Se llama Swimming Home. Seguramente la letra querrá decir otra cosa, pero escúchala, July».
Swimming Home: https://www.youtube.com/watch?v=J9IVfLnPl_E
NORTE Bubok: http://www.bubok.es/libros/219589/Los-Cuatro-Puntos-Cardinales-Norte-1-novela-de-la-saga
NORTE Amazon: https://www.amazon.es/dp/B01NBPCL89/ref=pd_rhf_gw_p_img_1?_encoding=UTF8&psc=1&refRID=2HYZPR4FDZGKR63QX4G4
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