MI HOMENAJE A LOS MALOS 9. VLAKIR EN SOL Y LUNA

 MI HOMENAJE A LOS MALOS 9

SOL Y LUNA

VLAKIR

«El tumulto de soldados que rodeaban a su rey no era nada en comparación con lo que se extendía en derredor. Miles y miles de soldados impolutos, junto a sus caballos blancos, formaban alrededor como los anillos de un árbol centenario, congregándose inmutables y férreos, sin moverse ni un ápice. Era tal el número, que bien abarcaba un kilómetro a la redonda. La vegetación, cómplice adrede o no, los ocultaba con sus tupidos techos y sus gruesos y entramados ramajes.

En el epicentro, Vlakir se erguía orgulloso mientras uno de los miembros de su séquito le limpiaba las botas. Su cabello blanco, largo hasta sobrepasar los hombros, destellaba intermitentemente cuando le alcanzaban los rayos del sol, aunque otro sirviente se afanaba en proporcionarle sombra con una esterilla circular. Seguramente lo hacía para no llamar la atención. Él también vestía el dorado, si bien sus ropas eran lujosas, brillantes y muy  ornamentadas. El viento acarició su larga cabellera, dejando un rostro hermoso al descubierto.

Me sorprendió su juventud, no sé por qué estaba convencida de que alguien como él tenía que ser mucho mayor».

Esta es la carta de presentación de Vlakir. Este semidiós es el hermano gemelo de Jedram y conforma un vértice muy importante preñado de incógnitas en la trama. Aunque su presencia física no es muy extensa, sí está presente indirectamente a lo largo de toda la novela, podría decirse que se trata casi de otro personaje principal. Al contrario que Jedram, Vlakir es elegante, refinado, pulcro y selecto, no en vano ha sido educado por los mejores y más cultos maestros, pero también es orgulloso, vanidoso, egocéntrico y muy, muy ambicioso. Él, así como su hermano, guarda un secreto con respecto a Nala que le lleva a ir tras ella. Como todo en la novela (también con las dos protagonistas), ambos personajes están llenos de contrastes. Jedram es luna, mientras que Vlakir es sol.

Atención, contiene SPOILERS para todo aquel que no haya leído los libros.

_Orígenes de Vlakir.

Hablar de Vlakir es, inevitablemente, también hablar de Jedram. Vlakir y Jedram, gemelos, nacen a raíz de un romance entre la diosa Sol (gentil y buena, madre y protectora de las criaturas de la Tierra) y el dios Luna (menos bondadoso y benévolo, padre severo, y protector de las criaturas de la noche y la oscuridad), quienes se enamoran a primera vista a pesar de sus diferencias. Como sus progenitores, los dos hermanos son polos opuestos. Vlakir, aparentemente, hereda el físico y las buenas cualidades de su madre, es sol; Jedram, por el contrario, hereda las malas de su padre, es luna. Ya cuando son niños, sus padres se dan cuenta de las enormes diferencias de los gemelos, y de que, a pesar de necesitarse mutuamente para su supervivencia, la convivencia entre ambos es imposible, por lo que deciden seguir sus vidas por separado, llevándose cada uno a un niño. La diosa Sol opta por llevarse a Vlakir y Jedram se queda con su padre.

La educación que recibe Vlakir es exquisita, digna de un príncipe como él. Aleccionado por los mejores maestros, el niño se convierte en alguien muy culto, educado y refinado, distinguido, delicado y fino. Pero tiene un defecto enorme, y es que está extremadamente mimado. Siempre goza de todo lo que quiere y se vuelve muy ambicioso, llegando a encapricharse en poseerlo absolutamente todo, incluso el cielo y la tierra. Aun siendo un crío, Vlakir se vuelve tan caprichoso que llega a perfeccionar su magia a un nivel tan maquiavélico y alto que ni siquiera su madre y los hechiceros más expertos y sabios son capaces de persuadirlo ni controlarlo. Vlakir no soporta perder, sobre todo contra su hermano Jedram. La rivalidad contra ellos crece cada día, hasta el punto en que se va desarrollando un profundo odio y enemistad entre los dos. 

_Vlakir y Jedram.

La relación entre los hermanos es nefasta ya desde su nacimiento, pero va empeorando a lo largo de los años hasta que esa enemistad se transforma en odio puro y duro. Para Vlakir, Jedram es un ser abominable por pertenecer a la noche y a lo oscuro, lo ve algo sucio que no debe existir, pero esa aversión que en un principio debía ser bien enfocada por estar en contra de un ser maquiavélico, que debía centrarse en hacer el bien, va apoderándose de Vlakir. Eso, unido a su carácter caprichoso, egocéntrico, vanidoso y egoísta, le convierte a él mismo en otro ser perverso capaz de hacer cualquier cosa para su propia complacencia. Sin embargo, Vlakir no puede matar a Jedram, ya que el bien no existe sin el mal, el sol no existe sin la luna, el día no existe sin la noche. Para desgracia de los dos, se necesitan mutuamente para vivir. Si uno muere, el otro también lo hará automáticamente. Solo hay una forma de acabar con el otro y sobrevivir, y tanto Jedram como Vlakir moverán sus cartas.

 _Vlakir, Jedram y Nala.

Nala, sin quererlo, se convierte en la mecha que hace explotar la dinamita que envuelve a los dos hermanos. Nala nace durante un eclipse, que es el único momento en que el dios Luna yace con la diosa Sol. Los dos dioses se dan cuenta enseguida de que hay algo especial en ella, se percatan del vínculo que la une a ellos, y por esa razón la bendicen. Tanto Vlakir como Jedram también la ven nacer y, con la bendición, se dan cuenta de lo especial que es. Ambos la necesitan para sus planes, pero hay un problema: ambos se enamoran de ella. Cuando Nala conoce a Vlakir y descubre los secretos que los dos gemelos esconden, todas sus dudas afloran, llegando a cuestionarse quién es realmente ese chico misterioso al que solo le ha visto los ojos cuando le da ese primer beso que recuerda de sus doce años. Este particular triángulo amoroso estalla del todo al final de la novela, donde Vlakir y Jedram luchan por ella y por sus propósitos, culminando esa tensión que siempre ha existido entre los dos con un estallido brutal en el que los dos lucharán a muerte. Ahora bien, ¿la amarán realmente? 

Hasta aquí el especial de Vlakir, espero que os haga gustado. La próxima semana concluiremos esta tanda de villanos con Rebast, el malo malísimo de mi última saga El Árbol de los Elfos. ¡Hasta la próxima, mis lob@s!

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