SEPHIS Y SOKA.
«Sephis no era feliz conmigo… Esta vez tuve que esforzarme al máximo para que mis lágrimas no se fugaran por mis mejillas. Pero, una vez más, Sephis estaba en lo cierto. Yo había estado prometida con él porque mis padres y los suyos así lo habían acordado, al igual que él. Y daba lo mismo que a mí me gustara Sephis o no, si me hubieran prometido con otro, lo habría aceptado.
Me tragué el lazo que oprimía mi garganta.
―Supongo… que tienes razón ―le otorgué, agachando la cabeza.
Los ojos de Sephis oscilaron hacia mí con algo de enfado.
―¿Es que no vas a reprocharme nada? ―resopló.
―No tengo nada que reprocharte.
―Estamos… Estábamos prometidos y besé a tu hermana. ¿No tienes nada que decirme? ―insistió.
―No ―le sonreí con indulgencia.
La boca de Sephis soltó una repentina risa amarga.
―Sí, definitivamente eres demasiado buena ―me miró con un sentimiento extraño. Parecía decepcionado, pero, aun así, me sonrió con dulzura―. Eres increíble, Soka. Tu prometido se besó con tu hermana y ni siquiera eso te impide ir a buscarla. Eres la persona más bondadosa que conozco.
Volví a sentirme muy halagada por su comentario, pero no se me escapó ese tinte crítico que se le fugó a él.
―¿Te sorprende que quiera a mi hermana?
―No, por supuesto que no, es tu hermana, es normal que la quieras. Pero…
―No importa lo que pase entre nosotras, Nala es y siempre será mi hermana, sangre de mi sangre ―afirmé, cortando lo que fuera a decirme―. Y ahora está lejos, con el terrorífico Jedram. No quiero ni pensar lo que ese… monstruo degenerado puede estar haciéndole en estos momentos ―el nudo que atravesó mi laringe al pensarlo fue tan fuerte, que sentí que me la quebraba en dos.
Sephis se puso más serio.
―No te preocupes, la sacaré de allí ―aseguró, clavándome una mirada convencida.
Mi corazón sufrió un agudo pinchazo y sentí cómo se desangraba. Me había dicho que el beso no había sido por Nala, sin embargo, ¿podía ser que sí le gustara? ¿O que le empezara a gustar después de ese beso?
Intenté que eso no me afectara, como hacía siempre, pero esta última conversación con Sephis me había dejado muy desconcertada y confusa. Aun con todo, Nala seguía siendo mi prioridad absoluta.
―¿Lo harás? ―musité, casi suplicándoselo con la mirada.
Las pupilas de Sephis se fijaron a las mías con vehemencia y honorabilidad.
―Sí ―juró».
PRÓXIMAMENTE...
Estoy deseando leer tu nuevo libro. Lo espero con ansias!!
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EliminarTambién yo... Felicidades eres muy buena escribiendo.
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