MI HOMENAJE A LOS MALOS 6
SAGA LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES
ORFEO
Atención, contiene SPOILERS para todo aquel que no haya leído los libros.
Si hay un villano que ha causado un especial odio en los lectores en Los Cuatro Puntos Cardinales, junto con Kádar, ese es sin duda Orfeo. Su enorme inteligencia, su falta total de escrúpulos y su ambición ilimitada e insaciable, hacen de él un ser maquiavélico, astuto, sádico, cruel y retorcido al que no le importa absolutamente nada utilizar cualquier método para lograr su objetivo.
Orfeo le hará la vida imposible a Nathan y Juliah, interponiéndose entre ellos continuamente durante toda la saga, en una carrera inagotable cuya única meta es el poder total. Sin embargo, hay otros personajes con los que también tiene que enfrentarse y otros a los cuales también traiciona.
_El pasado de Orfeo. Orígenes.
Orfeo se crió con sus padres en el reino del Sur, en las Cuatro Tierras. Hijo único, siempre perteneció a la clase media de la época. Su padre era muy estricto e implacable con su madre y él, llegando a maltratarlos psicológica y físicamente. Era cruel y frío, un hombre calculador que inculcó en su hijo la soberbia del poder. Sin embargo, en la adolescencia, la dulzura y las buenas intenciones todavía sobrevivían en Orfeo.
A la edad de dieciséis años, su padre le obliga a estudiar para consejero del reino, pues quiere que su hijo sea la mano derecha de la que era reina entonces: la Reina Ethellion, la sirena que gobierna en todo el reino del Sur, tanto en tierra como en el agua. El padre de Orfeo sabe que Ethellion necesita de alguien que se encargue del reino en tierra, puesto que ella, al ser una sirena, no puede ocuparse de todo personalmente, sabe que esa persona gozará de un estatus muy superior, casi de la realeza, que le otorgará la toma de ciertas decisiones que le beneficiarán a él mismo. Es por eso que obliga a su hijo a estudiar día y noche para el puesto.
Orfeo se dedica a ello sin descanso, ansioso y temeroso al mismo tiempo por no defraudar a su progenitor. Pero su padre no sabe que aparecerá un contratiempo: Orfeo se enamora.
_Orfeo y Gälion. Empieza el reinado.
Un día, mientras Orfeo está estudiando en la llamada caverna del lago salado, en Isla Sur, algo llama su atención en el agua. Cuando al fin levanta la cara de su grueso libro para observar qué ocurre, se queda asombrado. El chapoteo procede de una sirena joven, de la misma edad que él, una sirena extremadamente bella y sensual. Orfeo se queda prendado de ella al instante, aunque el sentimiento es mutuo por parte de Gälion, también. El flechazo inicia una relación a escondidas que se prolonga durante tres años.
Pero todo empieza a cambiar el último año. Orfeo lleva cinco intentos para pasar la prueba a consejero del reino y no lo consigue, a los consejeros que forman el jurado no termina de convencerles, y su padre cada vez se pone más nervioso y violento, pues su hijo tiene que ser ese consejero sea como sea. Poco a poco, el odio que Orfeo siente por su padre va hinchando su propio orgullo. Ya no es un niño. Ya no es un adolescente. Ahora, con diecinueve años, ya es un hombre, y va a demostrárselo a su padre. También va a demostrarles su valía a los consejeros del jurado, a los que ha ido cogiendo una fuerte inquina. Gälion ve, frustrada e impotente, cómo la mirada de Orfeo, esa mirada dulce y cariñosa que la enamoró al principio, va cambiando paulatinamente, oscureciéndose, endureciéndose por una extraña ambición que jamás había visto en él. Orfeo cambia, y también cambia su trato hacia ella. Empieza a menospreciarla y a despreciarla, al igual que hace su padre con su madre, a pesar de los intentos de Gälion y la demostración definitiva de una sirena hacia su amor.
Orfeo empieza, así, a engañar a Gälion y a manipularla, utilizando su relación para hacerse con el don de rey y con la inmortalidad, hasta que Ethellion lo descubre todo e interviene. Iracundo, y ya mostrando su verdadera faz, Orfeo reta a la reina vigente a un duelo a muerte en el que el ganador se quedará con la monarquía del reino. Ethellion se ve obligada a aceptar por su honor, pero en mitad de la pelea Orfeo, con su juego sucio, le saca una gran ventaja. Aterrada por perder a su madre, y destrozada por descubrir la verdad del que creía que era su amor, Gälion media en la pugna para salvarla. De esta forma Orfeo también logra hacerse con el reino de las Tierras del Sur. Desde entonces, Gälion y él tienen un acuerdo: la misma Gälion le entrega el trono a cambio de que le perdone la vida a su madre y les ceda un pequeño territorio en el océano, a lo que añade la servidumbre eterna de las sirenas para su protección. Pero a cambio hay una petición justa: que Orfeo jamás se lleve su Caracola de las Sirenas, un objeto valiosísimo, sagrado y vital para ellas. Orfeo acepta y desde entonces reina en el Sur.
Con su orgullo y maldad a rebosar, y eufórico por su triunfo, lo primero que hace Orfeo son dos cosas. Primero, manda asesinar a todos los consejeros del reino de Ethellion, aniquilándolos a todos para que no quede ni un vestigio de la antigua monarquía. Lo segundo que hace es matar a su padre, si bien no lo hace él personalmente, sino que, al igual que con los consejeros, envía a unos sicarios que hacen el trabajo por él. Aunque ya no le quedan buenos sentimientos en su interior, libera a su madre de su maltratador, pero jamás quiere volver a saber de ella. Y así es.
_Orfeo y Juliah.
Ya han pasado algunos siglos desde que Orfeo es rey en las Tierras del Sur, pero su ambición ha ido a más y quiere llegar a ser el rey de las Cuatro Tierras. Para ello, debe hacerse con el Fuego del Poder, el elemento de las Tierras del Norte, el elemento más poderoso que es capaz de otorgar el máximo poder. Sin embargo, hay un inconveniente, y es que solo una persona puede controlarlo: la sacerdotisa más poderosa de las Cuatro Tierras.
Orfeo cuenta con una gran ventaja de la que carecen el resto de reyes, debido a su don. Él es rey por un don, no por linaje, por lo que, gracias a este, puede entrar y salir al mundo paralelo a su antojo. Y sabe que allí está la niña que acaba de nacer, Juliah, la heredera de Elizabeth, quien fue la sacerdotisa más poderosa de las Cuatro Tierras hasta el día de su muerte, en el parto. Su padre, Dick, el guerrero del Norte con quien esta fue infiel, la tiene a salvo en el mundo de fuera, pero Orfeo goza de un servicio de espionaje excepcional y todo lo que sucede en la vida de Juliah llega a sus oídos. El rey del Sur también es muy calculador, y espera pacientemente su momento, hasta que le llega otra noticia: Dick ha muerto y Juliah se ha marchado a Boston con sus abuelos, alejándose de Nathan, destrozada y traumatizada. Sin dudarlo ni un instante, se aprovecha de la situación y viaja hasta Boston personalmente.
Juliah conoce a Orfeo en el instituto. Es un chico educado, aplicado, deportista, dulce, atento y con un futuro prometedor, el novio que toda madre quiere para su hija, así que cuando Orfeo, al que Juliah conoce como James, le pide salir, ella acepta. Juliah lo hace en un intento de olvidarse de Nathan, pero lo que no sabe es que Orfeo la está manipulando continuamente, maquinando bajo la sombra de ese personaje para conseguir su máximo objetivo: casarse con ella, que es la nueva sacerdotisa más poderosa de las Cuatro Tierras, para que domine el Fuego del Poder para él.
_De James a Orfeo.
Enterarse de que James en realidad es Orfeo resulta todo un shock para Juliah, y más cuando empieza a vislumbrar la verdadera personalidad de ese chico al que ella creía conocer bastante bien. James durante sus dos años de relación ha sido un apoyo para ella en Boston, pues, aunque no era demasiado cariñoso ni afectuoso, siempre había sido un chico dulce y atento con ella, servicial y galante. Orfeo ha estado espiándola toda su vida y la conoce muy bien, sabe cómo conquistarla, pero sobre todo sabe que Juliah lo único que quiere es olvidarse de Nathan Sullivan, y él estará ahí haciendo todo lo posible para que así sea. Nathan representa un peligro para él, porque entonces Juliah no se casará con él ni podrá seguir manipulándola. Esta es una relación muy cómoda para Juliah, ya que con James no siente ese terror a perderle que sí siente con Nathan. Sin embargo, Juliah regresa a Wilmington por la recomendación de su psicólogo. Orfeo se opone totalmente, alegando que quiere protegerla de tanto dolor, pero los abuelos de Juliah insisten y deciden que tiene que afrontar y superar su trauma de una vez por todas. Es entonces cuando, una vez más, la verdadera personalidad de Orfeo aflora a la superficie. Orfeo se pone muy nervioso, empieza a ver y a notar que el comportamiento de Juliah ya no es el mismo, y sospecha cuál puede ser la razón: Nathan. Su verdadero yo empieza a relucir, y Juliah se queda totalmente desconcertada por su comportamiento, ya que James jamás se ha comportado, ni de lejos, de ese modo. Al principio July lo achaca a que es el primer año en la universidad para James, a que está estresado por el cambio y los rigurosos exámenes, pero después la verdad sale a relucir cuando es llevada a las Tierras del Sur, cuando descubre que James, en realidad, es Orfeo, el rey de las Tierras del Sur. Tendría que decir mucho al respecto, porque, cómo no, también se ha criticado mucho la actitud de July sobre esto (mi pobrecita July, no se puede ser imperfecta ni cometer errores, porque si no… Y eso que ella lo va explicando paso a paso, cada pensamiento, en fin), pero aquí ya entra en juego asuntos como el maltrato psicológico, la manipulación enmascarada en amor, el papel que ha tenido la mujer en el sexo y para con el hombre durante siglos, las relaciones tóxicas y dependientes, etc., y requeriría mucho tiempo, así que ya le dedicaré un post especial un día de estos…
_Las alianzas de Orfeo y la utilización de personas para sus planes.
Si Orfeo es especialista en algo, es en manipular a las personas. Ya lo demostró con Gälion, y más tarde con Juliah, pero también lo hace con más gente. Es astuto, no tiene ningún tipo de escrúpulo, y conoce bien la psicología y la mente. Gracias a eso, también consigue alianzas imposibles. Una de ellas es con Kádar, otro temible villano del que hablaré mañana, aunque ambos saben que es solo una alianza temporal que se romperá en cuanto uno de ellos se haga con el Fuego del Poder.
Y por fin tenemos el post de Orfeo. Pido disculpas por la tardanza, pero espero que esto os haya compensado un poco. Como acabo de decir, mañana hablaremos de Kádar, el peor de los villanos de Los Cuatro Puntos Cardinales con una vida muy, muy interesante. ¡Nos vemos aquí mañana, mis lob@s!
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