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sábado, 3 de septiembre de 2011

NUEVA ERA. CAPITULO 79: EN MEDIO



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NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").

Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏


CAPITULOS:

PARTE DOS: NUEVA ERA

RENESMEE:

77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78: EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html


EN MEDIO


Mi pulsera comenzó a vibrar con insistencia al instante, avisándome del peligro que se cernía sobre nosotros, y acto seguido diferentes crujidos de menor intensidad se fueron sucediendo con precipitación, cada vez se oían más cerca. Hasta que por fin pararon.
Entonces, los leños se me cayeron al suelo automáticamente cuando vi lo que vi, y Jacob tiró los suyos, poniéndose delante de mí súbitamente para protegerme, aunque no se transformó.
De entre las sombras de la copa de un árbol, apareció un ser monstruoso de ojos amarillos reflectantes, un ser con la forma de un humano descomunal cuyo cuerpo estaba bastante cubierto de un largo pelaje gris y cuya ropa estaba hecha trizas. No me lo podía creer. Era un licántropo.
Mis ojos ya no podían estar más abiertos, y mi cuerpo se puso a temblar de inmediato, del pavor que ese monstruo me producía. Ya habíamos combatido con seres mucho peores, pero el recuerdo que tenía de aquel horrible licántropo que me había acosado hace años todavía me congelaba el alma. Jacob lo notó y me cubrió más.
Ese monstruo pegó un ágil salto y aterrizó junto al tronco del árbol, a unos metros de nosotros.
―No te separes de mí ―murmuró Jacob.
―No ―conseguí musitar, con una respiración entrecortada.
El licántropo se quedó quieto, observándonos con esos ojos que brillaban en la oscuridad como los de un gato, aunque su repulsivo labio se alzaba para mostrar parte de sus colmillos y su respiración se asemejaba a unos incipientes gruñidos. Jake aguardó, expectante, y esperó a la siguiente reacción del monstruo para ver si se transformaba o no.
Durante ese transcurso de tiempo, me di cuenta de que este licántropo era del mismo tipo que el de Nahuel. Sus semejanzas físicas eran más que evidentes, pero había algo más. No había luna llena, y la noche todavía no había cubierto el cielo del todo. Los licántropos normales solo se transformaban en la noche, y solo cuando había luna llena, sin embargo, el licántropo mutado de Nahuel siempre seguía siendo licántropo de día, y sin luna llena por la noche. Pero tampoco se me pasó otra diferencia, y esta era la que me producía escalofríos. Los licántropos normales solamente perpetuaban su especie a través del contagio por mordedura, como los vampiros, sin embargo, estos otros licántropos podían hacerlo reproduciéndose. Recordé todo aquello sobre mis genes que nos había explicado Carlisle hace años y volví a sentir un rayo frío que atravesó mi cuerpo de arriba abajo. ¿Sería eso lo que quería este licántropo?
―Eres el Gran Lobo ―habló esa criatura de pronto con una voz grave y profundamente gutural que hizo que incluso me sobresaltase.
Ya se me había olvidado que estos licántropos podían hablar, por eso me tomó por sorpresa. Era cierto, el licántropo de Nahuel también había hablado una vez, aunque solo lo había hecho en una ocasión, y su voz había sonado enlatada y vieja, por no haberla usado en muchos años. En cambio, se notaba que este licántropo hablaba con más asiduidad.
Jacob se tomó su tiempo para contestar. Pero finalmente lo hizo.
―Sí, soy yo ―respondió, alzando la barbilla con autoridad y dominio―. ¿Cómo lo sabes? ―exigió que le revelase.
―Tu mirada es especial ―afirmó el licántropo.
―No me digas ―le dijo Jake, usando ese sarcasmo tan suyo―. ¿Y qué es lo que quieres?
Los repugnantes ojos de ese monstruo oscilaron hacia mí y mi cuerpo se vio invadido por otro escalofrío. Jake se agazapó un poco automáticamente.
―No se te ocurra ni el amago de pensarlo, ni siquiera te atrevas a mirarla ―masculló Jacob con ira contenida, haciendo que el licántropo apartase la vista de mí al instante y sus pupilas regresasen a las suyas. No podía ver sus ojos, porque estaba detrás de él, pero por el tono de su voz y por la cara de ese licántropo sabía que eran extremadamente amenazadores y agresivos―. Si la tocas, si la miras, te mataré ahora mismo, ¿entendido?
―Dicen que eres inmune a nuestra mordedura ―más que una afirmación parecía que el licántropo estaba haciendo una pregunta.
―Veo que en el mundo de los licántropos las noticias también vuelan ―le corroboró Jake, siguiendo con la misma postura.
El licántropo se quedó mudo durante un par de segundos, mirando a Jacob fijamente, como con resignación.
―No he venido a por ella ―declaró ese monstruo finalmente―. Me he encontrado con vosotros por casualidad.
Parecía sincero. Pero mi pulsera seguía vibrando con insistencia, cosa que me desconcertó bastante.
―¿Entonces, a qué has venido? ―quiso saber mi chico en un tono monocorde y claramente amenazador.
De pronto, se escuchó el quejido de una rama pisada, a lo lejos, y el licántropo giró su cabeza precipitadamente, en esa dirección.
Nosotros no giramos el rostro, pero también desviamos la mirada hacia allí durante un mínimo instante, para ver de qué se trataba. Entonces, de una forma completamente súbita y rápida, ese monstruo echó a correr en la dirección contraria, perdiéndose por las copas de los árboles con un gran salto.
Antes de que nos diese tiempo ni a pestañear, aparecieron unos borrones supersónicos, pasando de largo a la velocidad de la luz, delante de nuestras narices, y se fueron para perseguir al licántropo. No parecieron percatarse de nuestra presencia, y si lo hicieron, parecía ser más importante ese monstruo. El olor no nos engañaba, pero por lo deprisa que iban ya había deducido que eran vampiros, y pude contar hasta cinco.
―Jake, se dirigen a donde están todos ―me di cuenta de repente, poniéndome frente a él con presteza. Le miré a los ojos con preocupación―. Y las gemelas no saben nuestro secreto ―le recordé.
―Vamos ―apremió, apartándose a un lado―. Pero no te separes de mí.
Se dejó caer hacia delante, extendiendo los brazos, y explotó mientras caía, de modo que aterrizó en el suelo con sus cuatro enormes patas, en la forma de mi precioso y espectacular lobo rojizo. Mientras tanto, yo aproveché para llevar la lengua de fuego por toda mi espalda y también me transformé.
No esperé a que se tumbase, salté sobre Jacob casi en el mismo instante en que él se enderezaba, no podíamos perder más tiempo. Acto seguido, mi lobo echó a correr a toda velocidad, en la misma dirección que los vampiros y el licántropo.
Mi aro de cuero seguía vibrando, cosa que ya me extrañaba más, porque la cosa ahora no iba con nosotros. Entonces, ¿por qué seguía vibrando? En estos tres años nunca había vibrado, ¿estaría confuso o algo así?
Jacob emitió un aullido a una frecuencia muy baja, cerciorándose de que era totalmente inaudible por un oído humano, a fin de llamar a sus hermanos.
Ya deberían de haber aparecido por allí, pero no parece que lo hayan hecho. Puede que se hayan desviado, aunque no podemos correr riesgos, afirmó mientras esquivaba todo como un cohete.
Se conectó con el resto de la manada y la respuesta que esperaba no tardó en hacer acto de presencia en su cabeza. Shubael, Isaac y Cheran aparecieron con rapidez.
Jake, ¿qué pasa?, quiso saber Shubael, algo alertado.
Tenemos a un licántropo y a unos chupasangres por aquí, le reveló, siguiendo el olor que los cinco vampiros y ese monstruo habían dejado en el ambiente. Tú e Isaac veniros conmigo, el resto que se queden con las chicas en su forma humana. Ah, y procurad que no se enteren de esto, anda.
Entendido, acató Shubael. Isaac, le llamó acto seguido.
, obedeció este.
No sé qué hicieron después, solo vi a través de sus ojos cómo Cheran corría para adoptar su forma humana con el fin de regresar con los demás y cómo los otros dos lobos se internaban más en el bosque para venirse con nosotros. Luego, Cheran desapareció.
¿Necesitáis ayuda?, preguntó Sam desde La Push.
Como es lógico, habían escuchado toda la conversación.
De momento, no, le respondió Jacob. Ya os aviso si veo que la cosa se pone fea. Estad atentos.
De acuerdo.
¿Cómo va todo por ahí?, quiso saber sin dejar de correr y escudriñar el bosque.
Ya ha terminado, desveló el lobo negro. Hemos acabado con unos cuantos, y el resto de la basura ha huido. No creo que se atrevan a volver por aquí, han recibido un buen escarmiento.
Bien, aprobó mi lobo. Tú y tu grupo id a casa, ¿vale?, ya habéis hecho bastante. Llama a Quil y pásales el relevo a él y a su grupo para que sigan patrullando, les toca el turno de noche. Cuéntales toda esta movida, para que estén atentos.
De acuerdo, aceptó Sam. Hasta mañana.
Hasta mañana, se despidió Jacob.
Y se desconectó de esa parte de la manada, dejándonos dentro de su cabeza solamente a mí y a los dos lobos que venían de camino a toda prisa.
¡El rastro sigue por aquí!, le dije, señalando la zona con el dedo. ¡Jake! ¡Ryam y Helen!
Sí, lo sé, se dio cuenta, y escuché el rechinar de sus fauces.
Los cinco vampiros y el licántropo habían virado y el olor se dirigía precisamente al lugar donde Ryam y Helen habían ido a recoger leños. Recé para que ya lo hubiesen hecho y hubieran regresado con el resto.
¡Están ahí!, exclamé al ver a los vampiros.
No sé por qué lo hice, porque sus almas malvas ya se habían visto justo antes, rezumando entre la vegetación, y Jacob ya se había enterado de sobra, pero no lo pude evitar.
Mis ojos se abrieron como platos cuando conseguimos tenerles bien visibles. Ahora, en mi condición de vampiro casi completo, podía verles y distinguir sus siluetas y aspectos con más facilidad. No daba crédito. Eran…
Thiago y su grupo, masculló Jacob con rabia, siguiendo el hilo de mi pensamiento.
Los mencionados corrían a la velocidad del sonido entre el boscaje, siguiendo a ese hombre lobo que volaba por las copas de los árboles con la misma rapidez. Thiago iba en cabeza, por supuesto. Su larga coleta negra azotaba su espalda, igual que si de un fuerte látigo de cuero se tratase.
¿Qué hacen persiguiendo a ese licántropo?, pregunté, atónita.
No lo sé, pero no deberían de estar aquí, gruñó, acelerando aún más para ponerse a su altura.
El tal Thiago se percató de nuestra presencia y giró su rostro levemente para mirarnos de soslayo, aunque no nos hizo más caso y volvió la vista arriba para seguir persiguiendo al que parecía ser su único objetivo. Pero los otros cuatro vampiros eran otro cantar. Uno de ellos giró medio cuerpo mientras continuaba corriendo y nos dedicó un rugido que anunciaba su propósito de atacarnos de inmediato.
―Déjales ―le ordenó Thiago sin ni siquiera dirigirle la mirada―. Es el Gran Lobo.
No hizo falta que dijera más. El vampiro que nos amenazaba guardó su dentadura al instante y nos observó con cara de susto, fijándose mejor en mi colosal lobo rojizo. Inmediatamente, se giró hacia delante y siguió con sus otros menesteres.
No pueden atacarnos, caí, sorprendida por ese recordatorio.
Si lo hacen, vulnerarán el tratado, ratificó mi lobo. Ya saben lo que les espera, de ser así.
Con el tratado, ellos no podían tocarnos, pero nosotros a ellos tampoco, a no ser que incumplieran alguna de las normas, así que de momento tenían las espaldas bien guardadas, de ahí su tranquilidad para con nosotros. Sabían que Jake no podría hacerles nada mientras no incumplieran el tratado. Escuché otro rechinamiento rabioso en las muelas de mi lobo al ver mi pensamiento. Ups.
¡Ya estamos aquí!, anunció Isaac, y por el rabillo del ojo vimos que los teníamos detrás.
¿Quiénes son este Thiago y su grupo?, inquirió Shubael.
Luego os lo cuento, le contestó Jake.
¡Ryam y Helen están ahí!, les comuniqué con frenetismo cuando les vi, gracias al fulgor de sus almas doradas, que me avisaron incluso antes de que mi aguda vista consiguiera divisarles.
La pareja estaba sentada en el tronco de un árbol, bastante acaramelados, por cierto. Ni siquiera se percataron de lo que se les venía encima.
Mierda, ¡¿qué narices hacen ahí?!, gruñó Jacob.
Pues lo mismo que harías tú si estuvieses ahí con Nessie, respondió Isaac en un tono un tanto burlón.
Di gracias de que en estos momentos fuera un vampiro casi completo y mi sangre fluyera por mis venas con esa lentitud más parecida al estado inmóvil, porque de lo contrario me hubiera puesto roja como un tomate.
Ese idiota, farfulló mi lobo. Por eso insistía en irse por ese lado, ya sabía que yo querría ir por el otro. Tanto decirme a mí, y es él quien quería irse con ella para retozar.
¡El licántropo los ha visto y va a lanzarse a por ellos!, le avisé al ver cómo ese monstruo ya se preparaba para saltar sobre mis amigos con el fin de llevárselos como presa.
Estaba claro que, si podía, no iba a desaprovechar la ocasión de cazar algo por el camino. Este era un comportamiento muy normal en los licántropos, dado que eran muy variables e impredecibles, no se regían por pautas fijas, ni siquiera en momentos como este, y ni siquiera ellos podían controlarlo.
¡Cárgatelo!, le propuso Shubael a Jacob.
¡No puedo interferir así por culpa de ese maldito tratado!, se quejó él.
¡Jake!, grité mentalmente cuando vi que el licántropo ya iba a impulsarse.
¡Agárrate fuerte, Nessie!, me ordenó Jacob, y así lo hice.
Mi impresionante lobo rojizo no se lo pensó dos veces. Apretó el paso y pegó un salto hacia allí, plantándose delante de Ryam y Helen, que dejaron de morrearse, sobresaltados.
―¡¿Pero qué…?! ―la protesta de Ryam se cortó de sopetón cuando vio el peligro que se les venía encima: un enorme hombre lobo arrojándose hacia ellos mientras Jake se interponía, rugiendo con furia.
Mi pulsera no había dejado de vibrar, pero ahora lo hizo con contundencia y se preparó para erigir su burbuja protectora. Entonces lo vi todo claro. Por eso seguía vibrando. Desde que Jacob había desarrollado todo su poder, mi aro de cuero era más poderoso, puesto que siempre iba en consonancia con el Gran Lobo. Ahora no solo me avisaba de los peligros que se cernían sobre nosotros dos y que afectaban a nuestra relación de pareja, sino que también lo hacía con las personas queridas que nos rodeaban, y me advertía de cualquier peligro, actuando, además, cuando se le necesitaba.
Pero no hizo falta que mi pulsera trabajase, ese licántropo era listo, y le tenía respeto al Gran Lobo, con lo que decidió cambiar de planes y de dirección. Se enganchó a una rama con esas manos peludas que morían en sus largos brazos, igual que si fuera un mono, e hizo que sus pies chocasen contra el tronco de un árbol para propulsarse hacia otro lado, evitando así un encontronazo con Jacob y conmigo.
El licántropo cambió de dirección, los cinco vampiros hicieron lo mismo para continuar persiguiéndolo y nosotros cuatro dejamos a Ryam y a Helen detrás, todavía con las bocas colgando de la sorpresa y el susto. Ahora nos encontrábamos en medio de esta trifulca que no tenía nada que ver con nosotros, pero teníamos que cerciorarnos de que no iban a la zona de las tiendas de campaña.
Diles que vayan con el resto. Estarán más seguros allí, me pidió Jake al tiempo que galopábamos detrás de ese huracán formado por el licántropo y los cinco vampiros de Aro. Ah, y que no les digan nada a las chicas.
―¡Id con los demás! ―les retransmití a nuestros amigos―. ¡Y no les contéis nada de esto a las chicas!
Por el rabillo del ojo vi cómo Ryam por fin reaccionaba y cogía a su novia de la mano para salir pitando de allí.
El monstruo era tan impredecible, que una vez más, cambió de rumbo, y la nueva dirección no me gustaba nada.
¡Se dirige hacia el lago!, se percató Isaac.
¡Maldita sea!, masculló mi lobo.
Dos de los vampiros saltaron y se engancharon a las ramas para seguir al licántropo por las mismas alturas que recorría él. El resto continuamos esa marcha frenética por el suelo, persiguiendo a Thiago y sus dos vampiros.
¡Tenemos que hacer algo! ¡El claro ya se ve desde aquí!, exclamé.
Jake apretó los dientes y pegó un acelerón considerable. Consiguió llegar a ellos y se puso a galopar a su lado, con Shubael e Isaac pisándonos los talones. Le dedicó un rugido al licántropo y consiguió que este se desviase hacia otro lado, haciendo que los cinco vampiros le siguieran en esa dirección, unos desde el suelo y los otros dos desde las ramas. Como si de una manada de ovejas se tratase, Jacob les fue conduciendo a una zona más alejada.
Pareces un perro pastor, tío, bromeó Shubael.
Ja, ja, muy gracioso, ironizó mi lobo. Anda, cerrad el pico y haced algo.
¡A la orden!, exclamó Isaac con alegría.
Nunca entendería por qué les gustaba tanto este tipo de acción.
El lobo marrón claro corrió hacia el otro lado para cercar al licántropo y a sus cinco vampiros perseguidores, limitando aún más sus movimientos. Shubael se quedó en la retaguardia, por si volvían a cambiar de dirección. Ahora parecíamos unos vaqueros que llevasen su ganado vacuno a alguna parte.
Thiago miró a Jake de reojo, levantó un lado de su labio, pero no protestó. Esto le venía bien para cazar al hombre lobo.
Uno de sus vampiros consiguió moverse en zigzag por las ramas y se arrojó hacia el licántropo, con las manos por delante. Sin embargo, ese monstruo también era muy ágil, aparte de rápido, y pegó un bote altísimo que le salvó de las garras de su opresor, al cual no le quedó más remedio que engancharse a otra rama para no caerse de morros en el suelo.
De repente, el licántropo se apoyó en un tronco y cambió de dirección para lanzarse hacia Isaac en forma de torpedo rabioso.
¡Cuidado!, grité, horrorizada.
¡Mierda!, protestó Jacob.
Isaac no era como Jake. Si ese licántropo le mordía, le contagiaría la rabia y terminaría muriéndose con una muerte lenta y dolorosa.
Mi aviso no sirvió para que a Isaac le diese tiempo a reaccionar, pero el poder espiritual de Jake actuó. Este erigió su burbuja brillante protectora al instante y la envió con rapidez hacia el lobo marrón claro. Al desplegarse, la burbuja empujó a Thiago y a los dos vampiros que le acompañaban, lanzándolos hacia delante con fuerza, como si una mina les hubiese explotado en los mismos pies. Los tres se cayeron de bruces en el terreno al tiempo que la brillante burbuja impelía a los dos vampiros de las ramas, arrojándolos sobre la hierba, y al que era su única diana: el licántropo, que por supuesto no pudo llegar a Isaac. Eso sí, la suerte estaba de su lado y quiso que este lograra engancharse a una rama, por lo que no se cayó.
Esta burbuja era protectora, no ofensiva, por lo que ellos salieron totalmente ilesos. Otra cosa hubiera sido que Jacob la hubiese calentado y la volviera de fuego, entonces la burbuja hubiese pasado a ser ofensiva y ellos habrían salido calcinados de inmediato, puesto que las almas de todos ellos eran malvas.
Ese monstruo no perdió el tiempo y aprovechó su oportunidad. Con un movimiento rapidísimo y urgente, pegó un enorme salto que le llevó directamente tres árboles más allá, y, de esa guisa, siguió recorriendo el entramaje arbóreo hasta que desapareció en un segundo.
Los tres lobos se detuvieron al ver la escena.
Guau, mira eso, dijo Shubael, pestañeando.
Sí, el maldito es muy rápido, reconoció Jake, aunque con enfado.
Thiago y su grupo se levantaron del suelo con precipitación y rechinaron las muelas cuando vieron que el licántropo había escapado.
Entonces, el líder del grupo se giró para mirarnos y el resto le imitó.

8 comentarios:

  1. Hola a todos!! Soy JACOB&NESSIE =P

    Muchisimas gracias por seguir ahí, sois los mejores!!! Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!

    Kiara: espero que te recuperes pronto =) Y ya sabes, poco a poco ^^ Así que te gustó la foto anterior, ¿eh? ¿Y qué me dices de esta de hoy? *-*

    Muchas gracias a todos!!! Espero que os guste el capi!!! Uy, uy, uy... problemas a la vista ;)

    Lametones para todos!!!

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  2. hola....muy lindo capi...lleno de...accion gracias jacobynesie por las palabras de animo sos la mejor....tenes razon esos momentos pasan hay que ser optimista....gracias el martes espero el otro capi...

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  3. elsa:gracias a ti tambien....por las palabras y si para mi sos una gran amiga...no tengo problema...gracias gracias!!!!!!!!

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  4. Woooaaauuu JACOB&NESSIE empezamos con la accion ,....te digo eres bueniiisima....me encanta simplemente me encanta ....leerte es mi adiccion...y la imaguen de hoy .....muy muy muuuuy bien...gracias por alegrarme la pupila
    gracias
    elsa

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  5. Andres: amigo espero en verdad que ya no estes como digo yo apachurrado, que te sientas mas animado ,mas optimista , sabes que desde aqui te hecho porras.....un abrazo con cariño
    elsa

    saludos a todos y cada uno que lee esta super historia......elsa

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  6. Jacob & Nessie me encanto el capitulo lastima que no los dejen relajarse un rato, creo que habrá mas acción seguro alguna pelea entre los vampiros matones y el gran lobo... Que pasara espero ansiosa el capi de los martes.
    Gracias por los buenos deseos ya estoy bien solo me quedo el dolor físico y el susto y una pierna tamaño elefante pero bien supongo que pudo ser peor.
    La imagen me gusto aunque prefiero las de cuerpo completo y en color también sin playera ja.
    Andrés estoy segura que sea lo que sea que te haya pasado lo vas a superar y recuerda que tus amigos estamos contigo sigue adelante y mantén una gran sonrisa eso ayudara bastante Ok. u_u Kiara. =)

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  7. gracias amigas.... ya toy mejor gracias por sus palabras de animo gracias....

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  8. kiara:espero que te mejores...y te puedas recuperar de ese dolor fisico..salu2

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