TODOS LOS CAPITULOS ESTAN REGISTRADOS EN SAVECREATIVE PARA EVITAR PLAGIOS
NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").
Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏
CAPITULOS:
PARTE DOS: NUEVA ERA
RENESMEE:
77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78: EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html
EN MEDIO
Mi pulsera comenzó a vibrar
con insistencia al instante, avisándome del peligro que se cernía sobre
nosotros, y acto seguido diferentes crujidos de menor intensidad se fueron
sucediendo con precipitación, cada vez se oían más cerca. Hasta que por fin
pararon.
Entonces, los leños se me
cayeron al suelo automáticamente cuando vi lo que vi, y Jacob tiró los suyos,
poniéndose delante de mí súbitamente para protegerme, aunque no se transformó.
De entre las sombras de la
copa de un árbol, apareció un ser monstruoso de ojos amarillos reflectantes, un
ser con la forma de un humano descomunal cuyo cuerpo estaba bastante cubierto
de un largo pelaje gris y cuya ropa estaba hecha trizas. No me lo podía creer. Era
un licántropo.
Mis ojos ya no podían estar
más abiertos, y mi cuerpo se puso a temblar de inmediato, del pavor que ese
monstruo me producía. Ya habíamos combatido con seres mucho peores, pero el
recuerdo que tenía de aquel horrible licántropo que me había acosado hace años
todavía me congelaba el alma. Jacob lo notó y me cubrió más.
Ese monstruo pegó un ágil
salto y aterrizó junto al tronco del árbol, a unos metros de nosotros.
―No te separes de mí
―murmuró Jacob.
―No ―conseguí musitar, con
una respiración entrecortada.
El licántropo se quedó
quieto, observándonos con esos ojos que brillaban en la oscuridad como los de
un gato, aunque su repulsivo labio se alzaba para mostrar parte de sus
colmillos y su respiración se asemejaba a unos incipientes gruñidos. Jake
aguardó, expectante, y esperó a la siguiente reacción del monstruo para ver si
se transformaba o no.
Durante ese transcurso de
tiempo, me di cuenta de que este licántropo era del mismo tipo que el de
Nahuel. Sus semejanzas físicas eran más que evidentes, pero había algo más. No
había luna llena, y la noche todavía no había cubierto el cielo del todo. Los
licántropos normales solo se transformaban en la noche, y solo cuando había
luna llena, sin embargo, el licántropo mutado de Nahuel siempre seguía siendo
licántropo de día, y sin luna llena por la noche. Pero tampoco se me pasó otra
diferencia, y esta era la que me producía escalofríos. Los licántropos normales
solamente perpetuaban su especie a través del contagio por mordedura, como los
vampiros, sin embargo, estos otros licántropos podían hacerlo reproduciéndose.
Recordé todo aquello sobre mis genes que nos había explicado Carlisle hace años
y volví a sentir un rayo frío que atravesó mi cuerpo de arriba abajo. ¿Sería
eso lo que quería este licántropo?
―Eres el Gran Lobo ―habló
esa criatura de pronto con una voz grave y profundamente gutural que hizo que
incluso me sobresaltase.
Ya se me había olvidado que
estos licántropos podían hablar, por eso me tomó por sorpresa. Era cierto, el
licántropo de Nahuel también había hablado una vez, aunque solo lo había hecho
en una ocasión, y su voz había sonado enlatada y vieja, por no haberla usado en
muchos años. En cambio, se notaba que este licántropo hablaba con más
asiduidad.
Jacob se tomó su tiempo
para contestar. Pero finalmente lo hizo.
―Sí, soy yo ―respondió,
alzando la barbilla con autoridad y dominio―. ¿Cómo lo sabes? ―exigió que le
revelase.
―Tu mirada es especial
―afirmó el licántropo.
―No me digas ―le dijo Jake,
usando ese sarcasmo tan suyo―. ¿Y qué es lo que quieres?
Los repugnantes ojos de ese
monstruo oscilaron hacia mí y mi cuerpo se vio invadido por otro escalofrío. Jake
se agazapó un poco automáticamente.
―No se te ocurra ni el
amago de pensarlo, ni siquiera te atrevas a mirarla ―masculló Jacob con ira
contenida, haciendo que el licántropo apartase la vista de mí al instante y sus
pupilas regresasen a las suyas. No podía ver sus ojos, porque estaba detrás de
él, pero por el tono de su voz y por la cara de ese licántropo sabía que eran
extremadamente amenazadores y agresivos―. Si la tocas, si la miras, te mataré
ahora mismo, ¿entendido?
―Dicen que eres inmune a
nuestra mordedura ―más que una afirmación parecía que el licántropo estaba
haciendo una pregunta.
―Veo que en el mundo de los
licántropos las noticias también vuelan ―le corroboró Jake, siguiendo con la
misma postura.
El licántropo se quedó mudo
durante un par de segundos, mirando a Jacob fijamente, como con resignación.
―No he venido a por ella
―declaró ese monstruo finalmente―. Me he encontrado con vosotros por
casualidad.
Parecía sincero. Pero mi
pulsera seguía vibrando con insistencia, cosa que me desconcertó bastante.
―¿Entonces, a qué has
venido? ―quiso saber mi chico en un tono monocorde y claramente amenazador.
De pronto, se escuchó el
quejido de una rama pisada, a lo lejos, y el licántropo giró su cabeza
precipitadamente, en esa dirección.
Nosotros no giramos el
rostro, pero también desviamos la mirada hacia allí durante un mínimo instante,
para ver de qué se trataba. Entonces, de una forma completamente súbita y rápida,
ese monstruo echó a correr en la dirección contraria, perdiéndose por las copas
de los árboles con un gran salto.
Antes de que nos diese
tiempo ni a pestañear, aparecieron unos borrones supersónicos, pasando de largo
a la velocidad de la luz, delante de nuestras narices, y se fueron para
perseguir al licántropo. No parecieron percatarse de nuestra presencia, y si lo
hicieron, parecía ser más importante ese monstruo. El olor no nos engañaba,
pero por lo deprisa que iban ya había deducido que eran vampiros, y pude contar
hasta cinco.
―Jake, se dirigen a donde
están todos ―me di cuenta de repente, poniéndome frente a él con presteza. Le
miré a los ojos con preocupación―. Y las gemelas no saben nuestro secreto ―le
recordé.
―Vamos ―apremió,
apartándose a un lado―. Pero no te separes de mí.
Se dejó caer hacia delante,
extendiendo los brazos, y explotó mientras caía, de modo que aterrizó en el
suelo con sus cuatro enormes patas, en la forma de mi precioso y espectacular
lobo rojizo. Mientras tanto, yo aproveché para llevar la lengua de fuego por
toda mi espalda y también me transformé.
No esperé a que se tumbase,
salté sobre Jacob casi en el mismo instante en que él se enderezaba, no
podíamos perder más tiempo. Acto seguido, mi lobo echó a correr a toda
velocidad, en la misma dirección que los vampiros y el licántropo.
Mi aro de cuero seguía
vibrando, cosa que ya me extrañaba más, porque la cosa ahora no iba con
nosotros. Entonces, ¿por qué seguía vibrando? En estos tres años nunca había
vibrado, ¿estaría confuso o algo así?
Jacob emitió un aullido a
una frecuencia muy baja, cerciorándose de que era totalmente inaudible por un
oído humano, a fin de llamar a sus hermanos.
Ya deberían de haber
aparecido por allí, pero no parece que lo hayan hecho. Puede que se hayan
desviado, aunque no podemos correr riesgos, afirmó mientras esquivaba todo como un cohete.
Se conectó con el resto de
la manada y la respuesta que esperaba no tardó en hacer acto de presencia en su
cabeza. Shubael, Isaac y Cheran aparecieron con rapidez.
Jake, ¿qué pasa?, quiso saber Shubael, algo alertado.
Tenemos a un licántropo
y a unos chupasangres por aquí, le
reveló, siguiendo el olor que los cinco vampiros y ese monstruo habían dejado
en el ambiente. Tú e Isaac veniros conmigo, el resto que se queden con las
chicas en su forma humana. Ah, y procurad que no se enteren de esto, anda.
Entendido, acató Shubael. Isaac, le llamó acto seguido.
Sí, obedeció este.
No sé qué hicieron después,
solo vi a través de sus ojos cómo Cheran corría para adoptar su forma humana con
el fin de regresar con los demás y cómo los otros dos lobos se internaban más
en el bosque para venirse con nosotros. Luego, Cheran desapareció.
¿Necesitáis ayuda?, preguntó Sam desde La Push.
Como es lógico, habían
escuchado toda la conversación.
De momento, no, le respondió Jacob. Ya os aviso si veo que la
cosa se pone fea. Estad atentos.
De acuerdo.
¿Cómo va todo por ahí?, quiso saber sin dejar de correr y escudriñar el
bosque.
Ya ha terminado, desveló el lobo negro. Hemos acabado con unos
cuantos, y el resto de la basura ha huido. No creo que se atrevan a volver por
aquí, han recibido un buen escarmiento.
Bien, aprobó mi lobo. Tú y tu grupo id a casa, ¿vale?,
ya habéis hecho bastante. Llama a Quil y pásales el relevo a él y a su grupo
para que sigan patrullando, les toca el turno de noche. Cuéntales toda esta
movida, para que estén atentos.
De acuerdo, aceptó Sam. Hasta mañana.
Hasta mañana, se despidió Jacob.
Y se desconectó de esa
parte de la manada, dejándonos dentro de su cabeza solamente a mí y a los dos
lobos que venían de camino a toda prisa.
¡El rastro sigue por
aquí!, le dije, señalando la zona con
el dedo. ¡Jake! ¡Ryam y Helen!
Sí, lo sé, se dio cuenta, y escuché el rechinar de sus fauces.
Los cinco vampiros y el
licántropo habían virado y el olor se dirigía precisamente al lugar donde Ryam
y Helen habían ido a recoger leños. Recé para que ya lo hubiesen hecho y
hubieran regresado con el resto.
¡Están ahí!, exclamé al ver a los vampiros.
No sé por qué lo hice,
porque sus almas malvas ya se habían visto justo antes, rezumando entre la
vegetación, y Jacob ya se había enterado de sobra, pero no lo pude evitar.
Mis ojos se abrieron como
platos cuando conseguimos tenerles bien visibles. Ahora, en mi condición de
vampiro casi completo, podía verles y distinguir sus siluetas y aspectos con
más facilidad. No daba crédito. Eran…
Thiago y su grupo, masculló Jacob con rabia, siguiendo el hilo de mi
pensamiento.
Los mencionados corrían a
la velocidad del sonido entre el boscaje, siguiendo a ese hombre lobo que
volaba por las copas de los árboles con la misma rapidez. Thiago iba en cabeza,
por supuesto. Su larga coleta negra azotaba su espalda, igual que si de un
fuerte látigo de cuero se tratase.
¿Qué hacen persiguiendo
a ese licántropo?, pregunté, atónita.
No lo sé, pero no deberían
de estar aquí, gruñó, acelerando aún
más para ponerse a su altura.
El tal Thiago se percató de
nuestra presencia y giró su rostro levemente para mirarnos de soslayo, aunque
no nos hizo más caso y volvió la vista arriba para seguir persiguiendo al que
parecía ser su único objetivo. Pero los otros cuatro vampiros eran otro cantar.
Uno de ellos giró medio cuerpo mientras continuaba corriendo y nos dedicó un
rugido que anunciaba su propósito de atacarnos de inmediato.
―Déjales ―le ordenó Thiago
sin ni siquiera dirigirle la mirada―. Es el Gran Lobo.
No hizo falta que dijera
más. El vampiro que nos amenazaba guardó su dentadura al instante y nos observó
con cara de susto, fijándose mejor en mi colosal lobo rojizo. Inmediatamente,
se giró hacia delante y siguió con sus otros menesteres.
No pueden atacarnos, caí, sorprendida por ese recordatorio.
Si lo hacen, vulnerarán
el tratado, ratificó mi lobo. Ya
saben lo que les espera, de ser así.
Con el tratado, ellos no
podían tocarnos, pero nosotros a ellos tampoco, a no ser que incumplieran
alguna de las normas, así que de momento tenían las espaldas bien guardadas, de
ahí su tranquilidad para con nosotros. Sabían que Jake no podría hacerles nada
mientras no incumplieran el tratado. Escuché otro rechinamiento rabioso en las
muelas de mi lobo al ver mi pensamiento. Ups.
¡Ya estamos aquí!, anunció Isaac, y por el rabillo del ojo vimos que
los teníamos detrás.
¿Quiénes son este Thiago
y su grupo?, inquirió Shubael.
Luego os lo cuento, le contestó Jake.
¡Ryam y Helen están ahí!, les comuniqué con frenetismo cuando les vi, gracias
al fulgor de sus almas doradas, que me avisaron incluso antes de que mi aguda
vista consiguiera divisarles.
La pareja estaba sentada en
el tronco de un árbol, bastante acaramelados, por cierto. Ni siquiera se
percataron de lo que se les venía encima.
Mierda, ¡¿qué narices
hacen ahí?!, gruñó Jacob.
Pues lo mismo que harías
tú si estuvieses ahí con Nessie,
respondió Isaac en un tono un tanto burlón.
Di gracias de que en estos
momentos fuera un vampiro casi completo y mi sangre fluyera por mis venas con
esa lentitud más parecida al estado inmóvil, porque de lo contrario me hubiera
puesto roja como un tomate.
Ese idiota, farfulló mi lobo. Por eso insistía en irse por
ese lado, ya sabía que yo querría ir por el otro. Tanto decirme a mí, y
es él quien quería irse con ella para retozar.
¡El licántropo los ha
visto y va a lanzarse a por ellos!,
le avisé al ver cómo ese monstruo ya se preparaba para saltar sobre mis amigos con
el fin de llevárselos como presa.
Estaba claro que, si podía,
no iba a desaprovechar la ocasión de cazar algo por el camino. Este era un
comportamiento muy normal en los licántropos, dado que eran muy variables e
impredecibles, no se regían por pautas fijas, ni siquiera en momentos como
este, y ni siquiera ellos podían controlarlo.
¡Cárgatelo!, le propuso Shubael a Jacob.
¡No puedo interferir así
por culpa de ese maldito tratado!, se
quejó él.
¡Jake!, grité mentalmente cuando vi que el licántropo ya iba
a impulsarse.
¡Agárrate fuerte,
Nessie!, me ordenó Jacob, y así lo
hice.
Mi impresionante lobo
rojizo no se lo pensó dos veces. Apretó el paso y pegó un salto hacia allí,
plantándose delante de Ryam y Helen, que dejaron de morrearse, sobresaltados.
―¡¿Pero qué…?! ―la protesta
de Ryam se cortó de sopetón cuando vio el peligro que se les venía encima: un
enorme hombre lobo arrojándose hacia ellos mientras Jake se interponía,
rugiendo con furia.
Mi pulsera no había dejado
de vibrar, pero ahora lo hizo con contundencia y se preparó para erigir su
burbuja protectora. Entonces lo vi todo claro. Por eso seguía vibrando. Desde
que Jacob había desarrollado todo su poder, mi aro de cuero era más poderoso,
puesto que siempre iba en consonancia con el Gran Lobo. Ahora no solo me
avisaba de los peligros que se cernían sobre nosotros dos y que afectaban a
nuestra relación de pareja, sino que también lo hacía con las personas queridas
que nos rodeaban, y me advertía de cualquier peligro, actuando, además, cuando
se le necesitaba.
Pero no hizo falta que mi
pulsera trabajase, ese licántropo era listo, y le tenía respeto al Gran Lobo,
con lo que decidió cambiar de planes y de dirección. Se enganchó a una rama con
esas manos peludas que morían en sus largos brazos, igual que si fuera un mono,
e hizo que sus pies chocasen contra el tronco de un árbol para propulsarse
hacia otro lado, evitando así un encontronazo con Jacob y conmigo.
El licántropo cambió de
dirección, los cinco vampiros hicieron lo mismo para continuar persiguiéndolo y
nosotros cuatro dejamos a Ryam y a Helen detrás, todavía con las bocas colgando
de la sorpresa y el susto. Ahora nos encontrábamos en medio de esta trifulca
que no tenía nada que ver con nosotros, pero teníamos que cerciorarnos de que
no iban a la zona de las tiendas de campaña.
Diles que vayan con el
resto. Estarán más seguros allí, me
pidió Jake al tiempo que galopábamos detrás de ese huracán formado por el
licántropo y los cinco vampiros de Aro. Ah, y que no les digan nada a las
chicas.
―¡Id con los demás! ―les
retransmití a nuestros amigos―. ¡Y no les contéis nada de esto a las chicas!
Por el rabillo del ojo vi
cómo Ryam por fin reaccionaba y cogía a su novia de la mano para salir pitando
de allí.
El monstruo era tan
impredecible, que una vez más, cambió de rumbo, y la nueva dirección no me
gustaba nada.
¡Se dirige hacia el
lago!, se percató Isaac.
¡Maldita sea!, masculló mi lobo.
Dos de los vampiros
saltaron y se engancharon a las ramas para seguir al licántropo por las mismas
alturas que recorría él. El resto continuamos esa marcha frenética por el
suelo, persiguiendo a Thiago y sus dos vampiros.
¡Tenemos que hacer algo!
¡El claro ya se ve desde aquí!,
exclamé.
Jake apretó los dientes y
pegó un acelerón considerable. Consiguió llegar a ellos y se puso a galopar a
su lado, con Shubael e Isaac pisándonos los talones. Le dedicó un rugido al
licántropo y consiguió que este se desviase hacia otro lado, haciendo que los
cinco vampiros le siguieran en esa dirección, unos desde el suelo y los otros
dos desde las ramas. Como si de una manada de ovejas se tratase, Jacob les fue
conduciendo a una zona más alejada.
Pareces un perro pastor,
tío, bromeó Shubael.
Ja, ja, muy gracioso, ironizó mi lobo. Anda, cerrad el pico y haced
algo.
¡A la orden!, exclamó Isaac con alegría.
Nunca entendería por qué
les gustaba tanto este tipo de acción.
El lobo marrón claro corrió
hacia el otro lado para cercar al licántropo y a sus cinco vampiros
perseguidores, limitando aún más sus movimientos. Shubael se quedó en la retaguardia,
por si volvían a cambiar de dirección. Ahora parecíamos unos vaqueros que
llevasen su ganado vacuno a alguna parte.
Thiago miró a Jake de
reojo, levantó un lado de su labio, pero no protestó. Esto le venía bien para
cazar al hombre lobo.
Uno de sus vampiros
consiguió moverse en zigzag por las ramas y se arrojó hacia el licántropo, con
las manos por delante. Sin embargo, ese monstruo también era muy ágil, aparte
de rápido, y pegó un bote altísimo que le salvó de las garras de su opresor, al
cual no le quedó más remedio que engancharse a otra rama para no caerse de
morros en el suelo.
De repente, el licántropo
se apoyó en un tronco y cambió de dirección para lanzarse hacia Isaac en forma
de torpedo rabioso.
¡Cuidado!, grité, horrorizada.
¡Mierda!, protestó Jacob.
Isaac no era como Jake. Si
ese licántropo le mordía, le contagiaría la rabia y terminaría muriéndose con
una muerte lenta y dolorosa.
Mi aviso no sirvió para que
a Isaac le diese tiempo a reaccionar, pero el poder espiritual de Jake actuó. Este
erigió su burbuja brillante protectora al instante y la envió con rapidez hacia
el lobo marrón claro. Al desplegarse, la burbuja empujó a Thiago y a los dos
vampiros que le acompañaban, lanzándolos hacia delante con fuerza, como si una
mina les hubiese explotado en los mismos pies. Los tres se cayeron de bruces en
el terreno al tiempo que la brillante burbuja impelía a los dos vampiros de las
ramas, arrojándolos sobre la hierba, y al que era su única diana: el
licántropo, que por supuesto no pudo llegar a Isaac. Eso sí, la suerte estaba
de su lado y quiso que este lograra engancharse a una rama, por lo que no se
cayó.
Esta burbuja era
protectora, no ofensiva, por lo que ellos salieron totalmente ilesos. Otra cosa
hubiera sido que Jacob la hubiese calentado y la volviera de fuego, entonces la
burbuja hubiese pasado a ser ofensiva y ellos habrían salido calcinados de
inmediato, puesto que las almas de todos ellos eran malvas.
Ese monstruo no perdió el
tiempo y aprovechó su oportunidad. Con un movimiento rapidísimo y urgente, pegó
un enorme salto que le llevó directamente tres árboles más allá, y, de esa
guisa, siguió recorriendo el entramaje arbóreo hasta que desapareció en un
segundo.
Los tres lobos se
detuvieron al ver la escena.
Guau, mira eso, dijo Shubael, pestañeando.
Sí, el maldito es muy
rápido, reconoció Jake, aunque con
enfado.
Thiago y su grupo se levantaron
del suelo con precipitación y rechinaron las muelas cuando vieron que el
licántropo había escapado.
Entonces, el líder del
grupo se giró para mirarnos y el resto le imitó.
Hola a todos!! Soy JACOB&NESSIE =P
ResponderEliminarMuchisimas gracias por seguir ahí, sois los mejores!!! Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!
Kiara: espero que te recuperes pronto =) Y ya sabes, poco a poco ^^ Así que te gustó la foto anterior, ¿eh? ¿Y qué me dices de esta de hoy? *-*
Muchas gracias a todos!!! Espero que os guste el capi!!! Uy, uy, uy... problemas a la vista ;)
Lametones para todos!!!
hola....muy lindo capi...lleno de...accion gracias jacobynesie por las palabras de animo sos la mejor....tenes razon esos momentos pasan hay que ser optimista....gracias el martes espero el otro capi...
ResponderEliminarelsa:gracias a ti tambien....por las palabras y si para mi sos una gran amiga...no tengo problema...gracias gracias!!!!!!!!
ResponderEliminarWoooaaauuu JACOB&NESSIE empezamos con la accion ,....te digo eres bueniiisima....me encanta simplemente me encanta ....leerte es mi adiccion...y la imaguen de hoy .....muy muy muuuuy bien...gracias por alegrarme la pupila
ResponderEliminargracias
elsa
Andres: amigo espero en verdad que ya no estes como digo yo apachurrado, que te sientas mas animado ,mas optimista , sabes que desde aqui te hecho porras.....un abrazo con cariño
ResponderEliminarelsa
saludos a todos y cada uno que lee esta super historia......elsa
Jacob & Nessie me encanto el capitulo lastima que no los dejen relajarse un rato, creo que habrá mas acción seguro alguna pelea entre los vampiros matones y el gran lobo... Que pasara espero ansiosa el capi de los martes.
ResponderEliminarGracias por los buenos deseos ya estoy bien solo me quedo el dolor físico y el susto y una pierna tamaño elefante pero bien supongo que pudo ser peor.
La imagen me gusto aunque prefiero las de cuerpo completo y en color también sin playera ja.
Andrés estoy segura que sea lo que sea que te haya pasado lo vas a superar y recuerda que tus amigos estamos contigo sigue adelante y mantén una gran sonrisa eso ayudara bastante Ok. u_u Kiara. =)
gracias amigas.... ya toy mejor gracias por sus palabras de animo gracias....
ResponderEliminarkiara:espero que te mejores...y te puedas recuperar de ese dolor fisico..salu2
ResponderEliminar