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martes, 13 de septiembre de 2011

NUEVA ERA. CAPITULO 83: IRRUPCIÓN



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NO DUDEIS EN DEJAR VUESTROS COMENTARIOS, PREGUNTAS, ETC, YO CONTESTARE A TODO GUSTOSAMENTE ^^



NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").

Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏


CAPITULOS:

PARTE DOS: NUEVA ERA

RENESMEE:

77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78. EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html
79. EN MEDIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-79-en-medio.html
80. LICÁNTROPO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-80-licantropo.html
81: DECISIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-81-decision.html
82. CUMPLEAÑOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-82-cumpleanos.html


IRRUPCIÓN


¿Qué… qué hacía Renée aquí? Automáticamente, mi vista se fue con urgencia a mis padres, pero estos ya habían desaparecido como por arte de magia. La boca de Charlie se cayó al suelo cuando la vio. La música seguía sonando, pero, de repente, a mí me pareció que todo se había detenido.
―Hola ―saludó ella, un poco sorprendida de verme allí―. Tú… eres Nessie Clearwater, ¿verdad? Soy Renée Dwyer, ¿te acuerdas de mí?
Como para no acordarme.
Sus pupilas me estudiaban de la misma forma que habían hecho el día en que nos conocimos, y empecé a sentirme muy violenta e incómoda, por la situación, claro está.
―S-sí, sí, claro ―le respondí nerviosamente―. Bueno, ya soy Nessie Black ―le maticé, porque eso de Nessie Clearwater que se había inventado mi abuelo…
―Es cierto, ibas a casarte con Jacob ―recordó, mostrándome una sonrisa.
Y sus ojos azules volvieron a repasar mi rostro con frenetismo.
Charlie no tardó en acercarse.
―Renée, ¿qué… haces aquí? ―le preguntó, también con nervios.
―¿Y tú? ¿Qué haces aquí? ―invirtió ella, extrañada de verle a él en esa casa.
―¿Yo? ¿Que qué hago aquí? ―repitió Charlie, buscando una respuesta, casi neurótico perdido.
―Estamos celebrando mi cumpleaños ―intervine yo―. Mi tía Sue y él también están invitados.
―Ah, ¿es tu cumpleaños? Qué casualidad, el de Bella es dentro de dos días ―espetó Renée, cambiando la mirada a Charlie como si supiera que aquí se celebraba algo más.
―¿Qué haces aquí? ―volvió a preguntarle mi abuelo.
―Ya lo sabes ―le respondió ella, cambiando su rostro amable y sonriente por uno serio. Y sus pupilas se fueron para rebuscar en el interior del salón.
―No está aquí ―declaró Charlie, también serio.
―Sé que los Cullen han vuelto ―afirmó ella, empujándole con su hombro para pasar.
―Pero Bella no ha venido ―mintió mi abuelo en un intento de detenerla.
Fue inútil. Renée pasó al salón como un huracán que lo arrolla todo, buscando a su hija con frenetismo entre todos esos altos y corpulentos quileutes.
―¡¿Dónde está mi hija?! ¡Quiero verla! ―gritó―. ¡Bella! ¡Bella!
La música no dejó de sonar, pero todo el mundo se quedó en estado de shock, inmóvil, incluso mis tíos y mis abuelos vampiros se quedaron quietos, tanto, que parecían estatuas. Jake y yo cruzamos una mirada que lo decía todo: peligro. Mi abuelo y yo corrimos para seguirla, pero ella estaba demasiado enfadada y se movía con rapidez.
―¡Renée, por favor, cálmate! ―procuró pararla Charlie, cogiéndola del brazo, por detrás.
―¡No! ¡Llevo sin verla muchos años! ―chilló, zafándose de un bandazo―. ¡Sé que ella está aquí! ¡Lo sé! ¡Bella!
Renée estaba demasiado furiosa, y a mi abuelo humano le fue totalmente imposible detenerla. En un abrir y cerrar de ojos que fue extremadamente rápido, incluso para mí, Renée se plantó delante de Carlisle.
―¡¿Dónde tenéis a Bella?! ―le increpó, empujándole con fuerza.
No lo movió ni un milímetro, claro, y Renée también se percató de lo pétreo que era el torso de ese hombre que, aun con ese empujón, se mostraba afable y tranquilo. Sus azules ojos también se pusieron a estudiar a Carlisle, no sé si con cierto horror o simplemente con estupor. Ese doctor no había envejecido nada en doce años, y ella parecía estar dándose cuenta de eso.
Oh, no, las gemelas. Mis ojos se fueron súbitamente hacia ese lado de la barra cuando me acordé de ellas, pero, afortunadamente, ya no estaban. También faltaban Isaac y Shubael, así que mi rápida mente enseguida dedujo que ellos, hábilmente, se habían encargado de sacarlas de allí con alguna excusa. Una mirada con Jacob me lo ratificó.
Suspiré, pero solo fue por un brevísimo instante.
―¡¿Qué…?! ¡¿Qué es esto?! ¡¿Una secta o algo así?! ―siguió gritando Renée, sin poder evitar que las lágrimas se le escapasen. Mi corazón sufrió un vuelco cuando la vi llorar de esa manera―. ¡¿Dónde está mi hija?! ¡Quiero verla ahora!
―Por favor, Renée, cálmese ―le rogó Carlisle, que cambió su semblante tranquilo por uno de tristeza.
Yo no sabía qué hacer. ¡Qué frustración! Me sentía una inútil, una completa inútil, porque, ¿qué se le podía decir a una madre que llevaba doce años “buscando” a su hija, a una hija que hablaba con ella casi todos los días, de la que sabía que estaba bien, pero con la que no se veía físicamente? En honor a la verdad, no sé por qué nos sorprendíamos de verla aquí. Renée no debía de haber dejado de investigar nunca, y eso que lo de las piernas rotas de Phil le había tenido entretenida bastantes meses. Pero otros tres años dan para mucho, y algo debía de haberla traído hasta aquí, alguna investigación secreta que ni el propio Charlie conocía. Mamá llevaba doce largos años esquivando esta situación insostenible, doce años dándole largas y más largas, poniendo excusas ya imposibles, “huyendo” de los sitios a los que sabía que se dirigiría Renée, incluso marchándose de Anchorage cuando su madre había ido hasta allí, y todos sabíamos lo mal que lo estaba pasando ella también por esta situación. Esta precisamente había sido una de las causas de aquella turbación que le había dado en el pasado. Ahora mismo tenía que estar sufriendo infinitamente al tener que escuchar de primera mano la agonía de Renée. Se me aferró un nudo enorme en la garganta, y a punto estuve de llorar yo también.
―¡¿Cómo voy a calmarme, si tenéis retenida a mi hija?! ―voceó Renée de nuevo, entre lágrimas desesperadas.
―Renée, por favor ―le imploró Charlie, sujetándola por los hombros para que se diera la vuelta, otra vez sin éxito.
Se notaba que él también lo estaba pasando mal. Bueno, en realidad todos lo estábamos pasando fatal. Sue retenía las manos en la boca, abrumada por unas emociones que debía de comprender muy bien, como madre; Alice había quitado la música; los ojos dorados de Esme no podían estar más tristes, así como los de Teresa; Jasper tenía cara de concentración, intentando hacer algo para tranquilizar a Renée; el rostro de Rosalie mostraba unos labios caídos, al igual que todos los presentes, hasta Emmett estaba serio. Sin embargo, hubo alguien que llamó más mi atención. Los chicos y chicas quileute miraban al suelo, cabizbajos, pero Jacob apretaba los dientes con rabia, y su mirada reflejaba lo injusto que le parecía todo esto.
―Le aseguro que nadie la tiene retenida ―afirmó Carlisle, usando su tono suave y comedido de siempre, para ver si así la calmaba un poco.
―¡Pues exijo verla! ¡Ahora! ―gritó, tragándose las lágrimas.
―Lamentablemente, Bella no está aquí ―repitió mi abuelo vampiro.
―¡Sé que está aquí! ―reveló ella, voceando una vez más―. ¡He estado investigando y sé que habéis venido todos! ¡Estáis celebrando su cumpleaños! ―soltó, otra vez entre lágrimas. Noté cierto reproche en su frase. Un reproche lleno de dolor y rabia, por no haber sido invitada al aniversario del nacimiento de su propia hija―. ¡Quiero verla!
―La verás ―intervino Jacob de pronto, acercándose a nosotros.
Automáticamente, todos giramos la cabeza para mirarle, sorprendidos. Jacob llegó a nuestra altura y se posicionó junto a Renée, que se volteó para verle mejor. Esta entrecerró los ojos, estudiándole, y Charlie casi le mata con la mirada. Jasper seguía muy concentrado, y los efectos de su don parecían empezar a hacer más efecto desde que Jake había dicho esa corta frase.
―Tú… eres Jacob, ¿verdad? ―adivinó, observándole casi como quien ve a un profeta o algo así―. Bella me hablaba tanto de ti… ―entonces, le miró con ojos suplicantes y le habló con una ansiedad que ya imploraba por ella sola―. Tienes que ayudarme, por favor. Tengo que ver a Bella, lo necesito.
―Primero tengo que advertirte ―le dijo Jake, serio.
―Jake… ―murmuró Charlie, temiéndose lo peor.
Seguramente todavía tenía en la cabeza la manera en que Jacob le hizo saber que existía otro mundo paralelo.
―Jacob, ¿qué vas a hacer? ―le avisó Rosalie, hablando entre dientes―. Maldito chucho ―murmuró acto seguido con una voz que solamente un oído más agudo podía escuchar.
En cambio, Carlisle no dijo nada, sino que se mantuvo a la expectativa, observando a Renée.
Pero Jacob no escuchó a nadie, solo se limitó a fijar su vista en Renée, infundiéndole confianza. Renée le miró fijamente durante un momento, respirando hondo, y después asintió, ya preparada para escuchar.
―Bella no es la misma que era ―empezó a explicarle, hablándole con precaución.
―¿Está… enferma? ¿Le ha… pasado algo malo? ―inquirió Renée con un hilo de voz.
―No, no, no es eso. Está como una rosa, créeme ―le calmó Jacob, hablándole con más naturalidad. Renée suspiró, más relajada―. Verás, es un cambio físico ―Charlie miró a otro lado y murmuró algo entre dientes que no llegué a entender, pero Jake siguió a lo suyo―. Ella no es la misma chica de hace años. Bueno ―de repente, se quedó pensando―, en realidad…, sí que lo es, aunque no del todo ―dijo para sí mismo, haciendo una mueca. Luego, volvió en sí otra vez y la miró con seriedad de nuevo―. Mira, Renée, tienes que saber que las cosas no son como tú crees.
―Jacob ―protestó Jasper.
Sin embargo, Carlisle alzó la mano para que permitiese que Jake siguiera hablando, sin dejar de observar ni valorar a Renée. Esta miraba a mi chico con determinación.
―Te estoy hablando de algo nuevo, un mundo que la mayoría de la gente desconoce. No puedo decirte más, pero es un mundo sobrenatural que es lo suficientemente peligroso para ti, por eso Bella ha estado tanto tiempo rehuyéndote. No quiere ponerte en peligro.
Charlie volvió a farfullar algo entre dientes y su semblante se transformó para decir no pensar, no pensar.
―¿En peligro? Ella está…
―No, ella está bien, y es feliz, muy feliz ―le reveló él, mirándola con resolución―. Edward cuida muy bien de ella.
―¿Y dices que me rehuye para protegerme? ―Renée apenas tenía voz.
―Sí ―le confirmó Jake. Renée agachó la cabeza, buscando respuestas en el suelo, y tragó saliva―. Pero no es solo por eso ―siguió, llamando la atención de mi abuela humana otra vez―. Bella tiene mucho miedo a que la rechaces, debido a su cambio.
―¿Tanto ha cambiado? ―quiso saber Renée, algo sobrepasada―. ¿Acaso ha tenido un accidente y se ha quedado…?
―No, no ha sido un accidente ―le desveló él, cortándole―. Solo es un cambio físico, y ha… ―recapacitó y modificó su frase―. No ha sido a peor, digamos, está cambiada, nada más, aunque ella sigue siendo la misma Bella de siempre ―mi abuela humana cerró los ojos y respiró de nuevo―. Escucha, no te puedo decir más. Las normas de este otro mundo me obligan a callar. Pero si tú lo adivinas por tu cuenta, todos los que estamos aquí haremos la vista gorda.
―¿Todos los que estáis aquí lo sabéis? ―interrogó Renée, mirando a su alrededor. De pronto, su vista se topó con la de Charlie―. ¿Tú también lo sabes? ―le preguntó.
Mi abuelo se quedó un par de segundos mirándola, en silencio.
―Sí ―reconoció finalmente―. Desde el principio.
Renée le observó durante un rato. No sabría decir qué era lo que más predominaba en su mirada, si era el enfado, la decepción, el disgusto, el reproche, las ganas de arrojarse a su cuello para rompérselo… Sin embargo, después Renée volvió a mirar a Jake.
―Si él lo ha soportado, yo también puedo hacerlo. Me gustaría verla ahora ―pidió Renée.
―Este no es el momento adecuado. Ni para ti, ni para ella ―opinó Jacob―. Además, hay demasiada gente alrededor. Mira, vamos a hacer una cosa. Piénsatelo bien esta noche, ¿vale? Recapacita en todo lo que te he dicho y trata de relajarte. Si todavía quieres seguir adelante con esto, ven mañana. Habrá menos gente, y las aguas estarán más calmadas.
Mi abuela humana estudió el asunto cerca de un minuto.
―¿Seguro que veré a Bella? ¿Vendrá? ―inquirió al final.
―Te doy mi palabra ―juró Jacob con esa mirada solemne de la que solo goza la gente honesta como los indios.
Renée bajó los párpados otra vez, respiró hondo y asintió.
―De acuerdo ―aceptó, abriéndolos para mirarle de nuevo―. Vendré mañana.
―Bien ―asintió Jacob.
Mi abuela humana le observó por última vez y se dio la vuelta para marcharse, pero, de repente, sus ojos se encontraron con los míos y ella detuvo su marcha. Los entrecerró, buscando algo en mí con ese frenetismo de siempre. Volví a sentirme incómoda y aparté la mirada y el rostro al suelo. Entonces, reanudó sus pasos y se marchó por la puerta.
En cuanto se escuchó cómo su coche arrancaba y se alejaba, un borrón supersónico bajó súbitamente por las escaleras.
―¡¿Qué has hecho, estúpido chucho?! ―chilló mamá, arrojándose a por Jacob con furia.
―¡Bella! ―le siguió mi padre.
―¡No! ―protesté, intentando interponerme.
Pero fue demasiado tarde. Mi madre consiguió llegar a él y le empujó con cólera. En una milésima de segundo estampó su espalda contra la pared con sus manos aún aferradas a sus hombros. Los paneles de madera que revestían el paramento quedaron hechos trizas, y todos los metamorfos de la sala no pudieron evitar el acto reflejo de adoptar unas posturas amenazantes al tiempo que ya comenzaban a gruñir.
―¡Jake! ―voceé, horrorizada, corriendo hacia él.
Pero Jacob alzó la mano para calmarnos a todos y, de pronto, mis pies se pararon en seco, así como los de mi padre.
―¡¿Qué has hecho?! ―mamá se sujetó a su camiseta con fuerza y rompió a llorar en su pecho, expulsando toda esa tensión y dolor acumulados durante tantos años.
Jake la rodeó con sus brazos para consolarla y sus intensos ojos se dirigieron a los míos, buscando mi complicidad. La encontraron, por supuesto, y mi boca también le sonrió ligeramente.
―¿Qué voy a hacer? ―sollozó mamá en su pecho.
―Todo saldrá bien, ya lo verás ―le susurró Jake, acariciando su espalda.
Todo el mundo se quedó petrificado, y nadie dijo ni pío. Charlie no pudo contener las lágrimas, y también fue alentado por Sue.
―Esto… Creo que será mejor que nos vayamos ―dijo Seth, caminando hacia mí, con Brenda de su mano―. Hasta mañana, Nessie. Ya te llamaremos ―y me dio un cálido beso en la mejilla.
―De acuerdo ―acepté.
El salón comenzó a llenarse de despedidas mudas y gente que se marchaba en bandada. La fiesta se había terminado, claro. Incluso tuve que salir un momento al porche para despedirme de las gemelas, que seguían tosiendo sin parar. Al parecer, habían estado paseando con Isaac y Shubael, a los cuales agradecí todo lo que habían hecho. Cuando regresé, la estancia ya no tenía ningún invitado, y mi madre seguía igual que como la había dejado.
Mamá se quedó un buen rato entre los brazos de Jake, llorando sin lágrimas. Hasta que se calmó.
―¿Ya estás mejor? ―le murmuró Jacob, separándola por los brazos para mirarla.
Mi madre todavía era incapaz de hablar, por lo que solamente asintió y se separó de él totalmente. Jacob por fin pudo despegar su espalda de esa pared destrozada.
―¿Te he hecho daño? ―quiso saber mamá, ahora preocupada por él.
―No, pero esta noche creo que necesitaré uno de los masajes de Nessie en la espalda ―le contestó, mirándome a mí con una sonrisa.
―Cuenta con ello ―le sonreí, acercándome a él.
Entonces, mi madre miró hacia atrás, donde se encontraba Charlie con Sue, y cambió un torso por otro, dejándome pista libre a mí con mi chico. Me pegué a él y me adosé en un abrazo que él correspondió con gusto.
―Lo siento tanto, papá ―lloró de nuevo mi madre.
Charlie tuvo que tragar mucha saliva para poder musitar algo.
―Todo se arreglará, hija, ya lo verás ―intentó consolarla―. Tu madre es más fuerte que yo, y si yo lo he superado…
Su frase se quedó inconclusa cuando se paró a pensar en si realmente lo había hecho y luego su rostro adoptó su típica expresión de no pensar, no pensar.
―Anda, ve con Edward ―le instó Charlie, separándola―. Yo estoy bien.
Mamá asintió una vez más, le dio un beso en la mejilla y se fue a los brazos de mi padre.
―Estoy muerta de miedo ―afirmó ella.
―Ya verás cómo todo sale bien, tranquila ―le animó Jacob―. Ya hay bastante gente que conoce nuestro secreto, y todos se lo han tomado bien. ¿Por qué no iba a hacer lo mismo tu madre? Además, las madres siempre aceptan a sus hijos tal y como son.
―Sí, pero sus hijos no son lo que somos nosotros ―discutió Rosalie, que estaba con los brazos cruzados.
―Creo que me voy a tomar un poco de aire ―declaró Charlie, ya andando hacia la puerta.
―Te acompaño ―le siguió Sue.
―Renée la aceptará ―aseguró Jake al mismo tiempo que la puerta se cerraba―. Bella sigue siendo la misma persona. En cuanto vea eso, ya no habrá problema.
―¿Y si no lo resiste? ―dudó mi madre, llena de temor―. ¿Y si no acepta lo que soy y no quiere volver a verme?
―Eso no ocurrirá. Nadie rechaza a una flor ―manifestó mi padre, acariciándola en la mejilla con dulzura.
―Vamos, Bells, sabes que eso no será así ―alegó mi chico, usando otra entonación y otras formas―. Renée es muy fuerte.
―Ya lo sé, pero necesito ponerme en lo peor ―continuó mamá, mirándoles a los dos―. Necesito hacerlo, tengo que estar preparada para cualquier cosa.
―Bueno, pues, poniéndonos en lo peor, como tú dices, al menos Renée sabrá la verdad y ya no seguirá buscándote atormentada ―afirmó Jacob―. Podrá vivir más tranquila, porque ya sabrá lo que hay, sabrá que tú estás bien, bueno, más o menos ―Rose puso los ojos en blanco―. Eso sí, tenemos que dejarle muy claro lo feliz que eres. Si tú eres feliz, ella lo será también.
―Si no la acepta, Renée no será feliz nunca ―rebatió Rose de nuevo―. Además, estamos ignorando el peligro al que se verá expuesta a partir de ahora.
―Pero tiene derecho a saberlo, ¿no te parece? ―le contestó mi chico, algo molesto por su negatividad―. Hay gente aquí que lo sabe todo, y ni siquiera son familia. Renée es la madre de Bella, qué menos que lo sepa.
Carlisle carraspeó, poniendo un poco de orden a todo esto.
―En mi humilde opinión, creo que Jacob tiene razón ―declaró, hablando con un tono conciliador. Jake le dedicó una sonrisita a Rosalie y esta entrecerró los ojos―. Ya han pasado muchos años y Renée no ha dejado de insistir en ver a Bella ni un solo día. Creo que esto no solo la está afectando a ella psicológicamente, como es obvio, sino que Bella también está sufriendo por ello. Y eso nos afecta a todos. Es más, nos pone en peligro. Renée no dejará de investigar nunca, no hasta que no sepa la verdad, y eso, más tarde o más temprano, la pondrá en peligro a ella, con lo cual, nosotros tendremos que terminar interviniendo ―mi madre apretó la mano de papá―. Ya lo hemos visto hace tres años, con aquella visión que Alice había tenido. En aquél entonces conseguimos evitarlo, pero llegará un día en que nos será imposible. Es mejor que lo sepa ahora, que nos conozca tal y como somos. Eso evitará problemas mayores. Si ella lo descubre por su cuenta, nos tomará por asesinos sanguinarios, en cambio, si se lo decimos nosotros, tendremos la oportunidad de explicarle bien las cosas, eso, además de evitar malinterpretaciones, se lo pondrá más fácil. No obstante, la decisión no está en mi mano. Bella, ¿estás dispuesta a decírselo? ―le preguntó, pidiéndole su consentimiento para tomar una decisión.
―¿Y el tema de Renesmee? ―quiso saber mi madre.
Oh, ya no me acordaba de eso…
―Iremos poco a poco ―dijo mi abuelo―. No creo que sea bueno sobrecargarla. Primero le explicaremos lo tuyo, y después veremos cómo se presenta la situación. Dependiendo de su reacción, valoraremos si le contamos lo de Renesmee ahora o más adelante.
Ahora la que estaba algo nerviosa también era yo.
Mi madre miró a papá, buscando su consejo, y él asintió, infundiéndole confianza con otro apretón de mano.
―De acuerdo ―asintió ella, suspirando con nervios.
―Pues está decidido ―confirmó Carlisle―. Mañana Renée se enterará de la verdad.


11 comentarios:

  1. ¡Hola a todos! Soy JACOB&NESSIE ^^

    MUCHISIMAS GRACIAS A VOSOTROS, COMO SIEMPRE!!!! ES GRACIAS A VOSOTROS QUE SIGO ESCRIBIENDO. ME DAIS MUCHOS ANIMOS!!!!

    Por cierto, ¡BIENVENIDOS A LOS NUEVOS! ¡YA FORMÁIS PARTE DE LA MANADA!

    En fin, espero que os guste el capi ^^ Pobrecita Renée... =º(

    Lametones para todos!!!

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  2. el mejor capi...no le podian ocultar por tanto tiempo a renee.ja ya vamos a veer como se lo toma...ja sos grandiosa jacobynessie(tamara)segui...asi...aprovecho tambien de saludar a mis amigas de las distancia elsa.ini narvel..cathy kelly... gracias ...ahora el jueves el siguiente capi

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  3. Hola Tamara.
    El capitulo esta emocionante y con un poco de suspenso por saber de la reacción de Reene.
    Os pido disculpas por no haber comentado el pasado capi pero ya volví igualmente estubo muy bien hecho y divertido gracias por el esfuerzo y dedicación que pones para con la historia y por regalarnos esta hermosa historia tus fans lo agradecemos un abrazo y muchas porras de Kiara.
    Andrés saludos para fi aunque me hayas omitido te considero un amigo al igual que todos los demas lectores del fic Jacob&nessie. u_u. =)

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  4. huy...perdon...no te kise omitir...kiara..no me acorde disculpa...sos una gran amiga..perdon saLU2 A TI TAMBIEN!!!!

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  5. hola!!!! tamara por fin pude segir el rictmo de los demas capitulos ya q encontre tu blog!!! :) los capitulos estan buenisimos segi asi. besos emormes de buenos aires argentina.. YANINA :)

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  6. TAMARA!!!!
    Pon mas capitulooooooooos jajajaja esque me encanta! desde que subiste el cap 82 llevo entrando todos los dias a todas las horas para ver cuando subias este capitulo, y esta buenisimo!!! me encanta me encanta!!
    Tu fan Isabeu Galan!

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  7. holap tamara...me gustan mucho tus imagenes..jajaja stan buenisimos..
    y el capi...ufff tmb..porfa publica mas seguido..!!!

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  8. Buen capitulo....buena decision de jacob de decirle a renee creo que si lo merece saber ...eso si a ver como reacciona??......con ansias espero el siguiente
    gracias
    elsa

    kelly : como sigue cathy ? dale un abrazo cariñoso y mucho animo


    muchos saludos y un abrazo a todos

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  9. hollllaaaaa a todos, sorry pero ayer ha estado lento el internet.....acabo de leer....bueno buenisimo el capi Tamara la verad ya era hora que Rene lo conozca todo-creo que va a reaccionar muy bien ya que ella es de una mente abierta....y Saludos y abrazos tipo Emmet a Tammara, Andres,Cathy,Kelly,Kiara...:) y a todos los mis amigos a la distancia ...nos estamos leyendo chicos

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  10. ¡Hola a todos! Soy JACOB&NESSIE, o Tamara, como me llamáis algunos ^^

    Actualizo martes, jueves y sábados, para aquellos que no lo sepan!!! Ojalá pudiese escribir más deprisa, pero mi cerebro no da a más xDD

    Saludos a toda mi manada. Sois los mejores!!!
    Mañana toca capi ;)

    Lametones para todos!!!!!

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  11. ¡HOLA! SOY NOVIEMBRE:
    PERDONA POR NO PONER COMENTARIOS EN LOS ÚLTIMOS CAPITULOS LEIDOS, PERO ESTABAN TAN INTERESANTES "COMO LA ACAMPADA O EL SUEÑO DE NESSIE" ,QUE SOLO QUERIA LEER Y LEER. NO QUIERE DECIR QUE ESTE NO ESTÉ INTERESANTE ESTÁ Y MUCHO HASTA ME HE PUESTO A LLORAR DE PENA. Y YO ESTOY DE ACUERDO CON JACOB
    " QUE MEJOR QUE UNA MADRE PARA ENTENDER NUEVAS SITUACIONES". BUENO TE DEJO QUE QUIERO SABER LO QUE PASA. LAMETONES

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