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NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").
Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏
CAPITULOS:
PARTE DOS: NUEVA ERA
RENESMEE:
77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78. EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html
79. EN MEDIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-79-en-medio.html
80. LICÁNTROPO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-80-licantropo.html
81: DECISIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-81-decision.html
82. CUMPLEAÑOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-82-cumpleanos.html
IRRUPCIÓN
¿Qué… qué hacía Renée aquí?
Automáticamente, mi vista se fue con urgencia a mis padres, pero estos ya habían
desaparecido como por arte de magia. La boca de Charlie se cayó al suelo cuando
la vio. La música seguía sonando, pero, de repente, a mí me pareció que todo se
había detenido.
―Hola ―saludó ella, un poco sorprendida de verme allí―. Tú… eres
Nessie Clearwater, ¿verdad? Soy Renée Dwyer, ¿te acuerdas de mí?
Como para no acordarme.
Sus pupilas me estudiaban de la misma forma que habían hecho el día en
que nos conocimos, y empecé a sentirme muy violenta e incómoda, por la
situación, claro está.
―S-sí, sí, claro ―le respondí nerviosamente―. Bueno, ya soy Nessie
Black ―le maticé, porque eso de Nessie
Clearwater que se había inventado mi abuelo…
―Es cierto, ibas a casarte con Jacob ―recordó, mostrándome una
sonrisa.
Y sus ojos azules volvieron a repasar mi rostro con frenetismo.
Charlie no tardó en
acercarse.
―Renée, ¿qué… haces aquí? ―le preguntó, también con nervios.
―¿Y tú? ¿Qué haces aquí?
―invirtió ella, extrañada de verle a él en esa casa.
―¿Yo? ¿Que qué hago aquí?
―repitió Charlie, buscando una respuesta, casi neurótico perdido.
―Estamos celebrando mi
cumpleaños ―intervine yo―. Mi tía Sue y él también están invitados.
―Ah, ¿es tu cumpleaños? Qué casualidad, el de Bella es dentro de dos
días ―espetó Renée, cambiando la mirada a Charlie como si supiera que aquí se
celebraba algo más.
―¿Qué haces aquí? ―volvió a
preguntarle mi abuelo.
―Ya lo sabes ―le respondió ella, cambiando su rostro amable y
sonriente por uno serio. Y sus pupilas se fueron para rebuscar en el interior
del salón.
―No está aquí ―declaró Charlie, también serio.
―Sé que los Cullen han vuelto ―afirmó ella, empujándole con su hombro
para pasar.
―Pero Bella no ha venido ―mintió mi abuelo en un intento de detenerla.
Fue inútil. Renée pasó al salón como un huracán que lo arrolla todo,
buscando a su hija con frenetismo entre todos esos altos y corpulentos
quileutes.
―¡¿Dónde está mi hija?! ¡Quiero verla! ―gritó―. ¡Bella! ¡Bella!
La música no dejó de sonar, pero todo el mundo se quedó en estado de
shock, inmóvil, incluso mis tíos y mis abuelos vampiros se quedaron quietos,
tanto, que parecían estatuas. Jake y yo cruzamos una mirada que lo decía todo:
peligro. Mi abuelo y yo corrimos para seguirla, pero ella estaba demasiado enfadada
y se movía con rapidez.
―¡Renée, por favor, cálmate! ―procuró pararla Charlie, cogiéndola del
brazo, por detrás.
―¡No! ¡Llevo sin verla muchos años! ―chilló, zafándose de un bandazo―.
¡Sé que ella está aquí! ¡Lo sé! ¡Bella!
Renée estaba demasiado furiosa, y a mi abuelo humano le fue totalmente
imposible detenerla. En un abrir y cerrar de ojos que fue extremadamente
rápido, incluso para mí, Renée se plantó delante de Carlisle.
―¡¿Dónde tenéis a Bella?! ―le increpó, empujándole con fuerza.
No lo movió ni un milímetro, claro, y Renée también se percató de lo
pétreo que era el torso de ese hombre que, aun con ese empujón, se mostraba afable
y tranquilo. Sus azules ojos también se pusieron a estudiar a Carlisle, no sé
si con cierto horror o simplemente con estupor. Ese doctor no había envejecido
nada en doce años, y ella parecía estar dándose cuenta de eso.
Oh, no, las gemelas. Mis ojos se fueron súbitamente hacia ese lado de
la barra cuando me acordé de ellas, pero, afortunadamente, ya no estaban.
También faltaban Isaac y Shubael, así que mi rápida mente enseguida dedujo que
ellos, hábilmente, se habían encargado de sacarlas de allí con alguna excusa.
Una mirada con Jacob me lo ratificó.
Suspiré, pero solo fue por un brevísimo instante.
―¡¿Qué…?! ¡¿Qué es esto?! ¡¿Una secta o algo así?! ―siguió gritando
Renée, sin poder evitar que las lágrimas se le escapasen. Mi corazón sufrió un
vuelco cuando la vi llorar de esa manera―. ¡¿Dónde está mi hija?! ¡Quiero verla
ahora!
―Por favor, Renée, cálmese ―le rogó Carlisle, que cambió su semblante
tranquilo por uno de tristeza.
Yo no sabía qué hacer. ¡Qué frustración! Me sentía una inútil, una
completa inútil, porque, ¿qué se le podía decir a una madre que llevaba doce
años “buscando” a su hija, a una hija que hablaba con ella casi todos los días,
de la que sabía que estaba bien, pero con la que no se veía físicamente? En
honor a la verdad, no sé por qué nos sorprendíamos de verla aquí. Renée no
debía de haber dejado de investigar nunca, y eso que lo de las piernas rotas de
Phil le había tenido entretenida bastantes meses. Pero otros tres años dan para
mucho, y algo debía de haberla traído hasta aquí, alguna investigación secreta
que ni el propio Charlie conocía. Mamá llevaba doce largos años esquivando esta
situación insostenible, doce años dándole largas y más largas, poniendo excusas
ya imposibles, “huyendo” de los sitios a los que sabía que se dirigiría Renée, incluso
marchándose de Anchorage cuando su madre había ido hasta allí, y todos sabíamos
lo mal que lo estaba pasando ella también por esta situación. Esta precisamente
había sido una de las causas de aquella turbación que le había dado en el
pasado. Ahora mismo tenía que estar sufriendo infinitamente al tener que
escuchar de primera mano la agonía de Renée. Se me aferró un nudo enorme en la
garganta, y a punto estuve de llorar yo también.
―¡¿Cómo voy a calmarme, si tenéis retenida a mi hija?! ―voceó Renée de
nuevo, entre lágrimas desesperadas.
―Renée, por favor ―le imploró Charlie, sujetándola por los hombros
para que se diera la vuelta, otra vez sin éxito.
Se notaba que él también lo estaba pasando mal. Bueno, en realidad
todos lo estábamos pasando fatal. Sue retenía las manos en la boca, abrumada
por unas emociones que debía de comprender muy bien, como madre; Alice había
quitado la música; los ojos dorados de Esme no podían estar más tristes, así
como los de Teresa; Jasper tenía cara de concentración, intentando hacer algo
para tranquilizar a Renée; el rostro de Rosalie mostraba unos labios caídos, al
igual que todos los presentes, hasta Emmett estaba serio. Sin embargo, hubo
alguien que llamó más mi atención. Los chicos y chicas quileute miraban al
suelo, cabizbajos, pero Jacob apretaba los dientes con rabia, y su mirada
reflejaba lo injusto que le parecía todo esto.
―Le aseguro que nadie la tiene retenida ―afirmó Carlisle, usando su
tono suave y comedido de siempre, para ver si así la calmaba un poco.
―¡Pues exijo verla! ¡Ahora! ―gritó, tragándose las lágrimas.
―Lamentablemente, Bella no está aquí ―repitió mi abuelo vampiro.
―¡Sé que está aquí! ―reveló ella, voceando una vez más―. ¡He estado
investigando y sé que habéis venido todos! ¡Estáis celebrando su cumpleaños! ―soltó,
otra vez entre lágrimas. Noté cierto reproche en su frase. Un reproche lleno de
dolor y rabia, por no haber sido invitada al aniversario del nacimiento de su
propia hija―. ¡Quiero verla!
―La verás ―intervino Jacob de pronto, acercándose a nosotros.
Automáticamente, todos
giramos la cabeza para mirarle, sorprendidos. Jacob llegó a nuestra altura y se
posicionó junto a Renée, que se volteó para verle mejor. Esta entrecerró los
ojos, estudiándole, y Charlie casi le mata con la mirada. Jasper seguía muy
concentrado, y los efectos de su don parecían empezar a hacer más efecto desde
que Jake había dicho esa corta frase.
―Tú… eres Jacob, ¿verdad? ―adivinó, observándole casi como quien ve a
un profeta o algo así―. Bella me hablaba tanto de ti… ―entonces, le miró con
ojos suplicantes y le habló con una ansiedad que ya imploraba por ella sola―.
Tienes que ayudarme, por favor. Tengo que ver a Bella, lo necesito.
―Primero tengo que advertirte ―le dijo Jake, serio.
―Jake… ―murmuró Charlie, temiéndose lo peor.
Seguramente todavía tenía en la cabeza la manera en que Jacob le hizo
saber que existía otro mundo paralelo.
―Jacob, ¿qué vas a hacer? ―le avisó Rosalie, hablando entre dientes―.
Maldito chucho ―murmuró acto seguido con una voz que solamente un oído más
agudo podía escuchar.
En cambio, Carlisle no dijo nada, sino que se mantuvo a la
expectativa, observando a Renée.
Pero Jacob no escuchó a nadie, solo se limitó a fijar su vista en Renée,
infundiéndole confianza. Renée le miró fijamente durante un momento, respirando
hondo, y después asintió, ya preparada para escuchar.
―Bella no es la misma que era ―empezó a explicarle, hablándole con
precaución.
―¿Está… enferma? ¿Le ha… pasado algo malo? ―inquirió Renée con un hilo
de voz.
―No, no, no es eso. Está como una rosa, créeme ―le calmó Jacob,
hablándole con más naturalidad. Renée suspiró, más relajada―. Verás, es un
cambio físico ―Charlie miró a otro lado y murmuró algo entre dientes que no llegué
a entender, pero Jake siguió a lo suyo―. Ella no es la misma chica de hace años.
Bueno ―de repente, se quedó pensando―, en realidad…, sí que lo es, aunque no
del todo ―dijo para sí mismo, haciendo una mueca. Luego, volvió en sí otra vez
y la miró con seriedad de nuevo―. Mira, Renée, tienes que saber que las cosas
no son como tú crees.
―Jacob ―protestó Jasper.
Sin embargo, Carlisle alzó la mano para que permitiese que Jake
siguiera hablando, sin dejar de observar ni valorar a Renée. Esta miraba a mi chico
con determinación.
―Te estoy hablando de algo nuevo, un mundo que la mayoría de la gente
desconoce. No puedo decirte más, pero es un mundo sobrenatural que es lo
suficientemente peligroso para ti, por eso Bella ha estado tanto tiempo
rehuyéndote. No quiere ponerte en peligro.
Charlie volvió a farfullar algo entre dientes y su semblante se
transformó para decir no pensar, no pensar.
―¿En peligro? Ella está…
―No, ella está bien, y es feliz, muy feliz ―le reveló él, mirándola
con resolución―. Edward cuida muy bien de ella.
―¿Y dices que me rehuye para protegerme? ―Renée apenas tenía voz.
―Sí ―le confirmó Jake. Renée agachó la cabeza, buscando respuestas en
el suelo, y tragó saliva―. Pero no es solo por eso ―siguió, llamando la
atención de mi abuela humana otra vez―. Bella tiene mucho miedo a que la
rechaces, debido a su cambio.
―¿Tanto ha cambiado? ―quiso saber Renée, algo sobrepasada―. ¿Acaso ha
tenido un accidente y se ha quedado…?
―No, no ha sido un accidente ―le desveló él, cortándole―. Solo es un
cambio físico, y ha… ―recapacitó y modificó su frase―. No ha sido a peor,
digamos, está cambiada, nada más, aunque ella sigue siendo la misma Bella de
siempre ―mi abuela humana cerró los ojos y respiró de nuevo―. Escucha, no te
puedo decir más. Las normas de este otro mundo me obligan a callar. Pero si tú
lo adivinas por tu cuenta, todos los que estamos aquí haremos la vista gorda.
―¿Todos los que estáis aquí lo sabéis? ―interrogó Renée, mirando a su
alrededor. De pronto, su vista se topó con la de Charlie―. ¿Tú también lo
sabes? ―le preguntó.
Mi abuelo se quedó un par de segundos mirándola, en silencio.
―Sí ―reconoció finalmente―. Desde el principio.
Renée le observó durante un rato. No sabría decir qué era lo que más
predominaba en su mirada, si era el enfado, la decepción, el disgusto, el
reproche, las ganas de arrojarse a su cuello para rompérselo… Sin embargo,
después Renée volvió a mirar a Jake.
―Si él lo ha soportado, yo también puedo hacerlo. Me gustaría verla
ahora ―pidió Renée.
―Este no es el momento adecuado. Ni para ti, ni para ella ―opinó
Jacob―. Además, hay demasiada gente alrededor. Mira, vamos a hacer una cosa.
Piénsatelo bien esta noche, ¿vale? Recapacita en todo lo que te he dicho y
trata de relajarte. Si todavía quieres seguir adelante con esto, ven mañana.
Habrá menos gente, y las aguas estarán más calmadas.
Mi abuela humana estudió el asunto cerca de un minuto.
―¿Seguro que veré a Bella? ¿Vendrá? ―inquirió al final.
―Te doy mi palabra ―juró Jacob con esa mirada solemne de la que solo
goza la gente honesta como los indios.
Renée bajó los párpados otra vez, respiró hondo y asintió.
―De acuerdo ―aceptó, abriéndolos para mirarle de nuevo―. Vendré
mañana.
―Bien ―asintió Jacob.
Mi abuela humana le observó por última vez y se dio la vuelta para
marcharse, pero, de repente, sus ojos se encontraron con los míos y ella detuvo
su marcha. Los entrecerró, buscando algo en mí con ese frenetismo de siempre.
Volví a sentirme incómoda y aparté la mirada y el rostro al suelo. Entonces,
reanudó sus pasos y se marchó por la puerta.
En cuanto se escuchó cómo su coche arrancaba y se alejaba, un borrón
supersónico bajó súbitamente por las escaleras.
―¡¿Qué has hecho, estúpido chucho?! ―chilló mamá, arrojándose a por
Jacob con furia.
―¡Bella! ―le siguió mi padre.
―¡No! ―protesté, intentando interponerme.
Pero fue demasiado tarde. Mi madre consiguió llegar a él y le empujó
con cólera. En una milésima de segundo estampó su espalda contra la pared con
sus manos aún aferradas a sus hombros. Los paneles de madera que revestían el
paramento quedaron hechos trizas, y todos los metamorfos de la sala no pudieron
evitar el acto reflejo de adoptar unas posturas amenazantes al tiempo que ya
comenzaban a gruñir.
―¡Jake! ―voceé, horrorizada, corriendo hacia él.
Pero Jacob alzó la mano para calmarnos a todos y, de pronto, mis pies
se pararon en seco, así como los de mi padre.
―¡¿Qué has hecho?! ―mamá se sujetó a su camiseta con fuerza y rompió a
llorar en su pecho, expulsando toda esa tensión y dolor acumulados durante
tantos años.
Jake la rodeó con sus brazos para consolarla y sus intensos ojos se
dirigieron a los míos, buscando mi complicidad. La encontraron, por supuesto, y
mi boca también le sonrió ligeramente.
―¿Qué voy a hacer? ―sollozó mamá en su pecho.
―Todo saldrá bien, ya lo verás ―le susurró Jake, acariciando su
espalda.
Todo el mundo se quedó petrificado, y nadie dijo ni pío. Charlie no
pudo contener las lágrimas, y también fue alentado por Sue.
―Esto… Creo que será mejor que nos vayamos ―dijo Seth, caminando hacia
mí, con Brenda de su mano―. Hasta mañana, Nessie. Ya te llamaremos ―y me dio un
cálido beso en la mejilla.
―De acuerdo ―acepté.
El salón comenzó a llenarse de despedidas mudas y gente que se marchaba
en bandada. La fiesta se había terminado, claro. Incluso tuve que salir un
momento al porche para despedirme de las gemelas, que seguían tosiendo sin
parar. Al parecer, habían estado paseando con Isaac y Shubael, a los cuales
agradecí todo lo que habían hecho. Cuando regresé, la estancia ya no tenía
ningún invitado, y mi madre seguía igual que como la había dejado.
Mamá se quedó un buen rato
entre los brazos de Jake, llorando sin lágrimas. Hasta que se calmó.
―¿Ya estás mejor? ―le murmuró Jacob, separándola por los brazos para
mirarla.
Mi madre todavía era incapaz de hablar, por lo que solamente asintió y
se separó de él totalmente. Jacob por fin pudo despegar su espalda de esa pared
destrozada.
―¿Te he hecho daño? ―quiso saber mamá, ahora preocupada por él.
―No, pero esta noche creo que necesitaré uno de los masajes de Nessie
en la espalda ―le contestó, mirándome a mí con una sonrisa.
―Cuenta con ello ―le sonreí, acercándome a él.
Entonces, mi madre miró hacia atrás, donde se encontraba Charlie con
Sue, y cambió un torso por otro, dejándome pista libre a mí con mi chico. Me
pegué a él y me adosé en un abrazo que él correspondió con gusto.
―Lo siento tanto, papá ―lloró de nuevo mi madre.
Charlie tuvo que tragar mucha saliva para poder musitar algo.
―Todo se arreglará, hija, ya lo verás ―intentó consolarla―. Tu madre
es más fuerte que yo, y si yo lo he superado…
Su frase se quedó inconclusa cuando se paró a pensar en si realmente
lo había hecho y luego su rostro adoptó su típica expresión de no pensar, no
pensar.
―Anda, ve con Edward ―le instó Charlie, separándola―. Yo estoy bien.
Mamá asintió una vez más, le dio un beso en la mejilla y se fue a los
brazos de mi padre.
―Estoy muerta de miedo ―afirmó ella.
―Ya verás cómo todo sale bien, tranquila ―le animó Jacob―. Ya hay
bastante gente que conoce nuestro secreto, y todos se lo han tomado bien. ¿Por
qué no iba a hacer lo mismo tu madre? Además, las madres siempre aceptan a sus
hijos tal y como son.
―Sí, pero sus hijos no son lo que somos nosotros ―discutió Rosalie,
que estaba con los brazos cruzados.
―Creo que me voy a tomar un poco de aire ―declaró Charlie, ya andando
hacia la puerta.
―Te acompaño ―le siguió Sue.
―Renée la aceptará ―aseguró Jake al mismo tiempo que la puerta se
cerraba―. Bella sigue siendo la misma persona. En cuanto vea eso, ya no habrá
problema.
―¿Y si no lo resiste? ―dudó mi madre, llena de temor―. ¿Y si no acepta
lo que soy y no quiere volver a verme?
―Eso no ocurrirá. Nadie rechaza a una flor ―manifestó mi padre,
acariciándola en la mejilla con dulzura.
―Vamos, Bells, sabes que eso no será así ―alegó mi chico, usando otra
entonación y otras formas―. Renée es muy fuerte.
―Ya lo sé, pero necesito ponerme en lo peor ―continuó mamá, mirándoles
a los dos―. Necesito hacerlo, tengo que estar preparada para cualquier cosa.
―Bueno, pues, poniéndonos en lo peor, como tú dices, al menos Renée
sabrá la verdad y ya no seguirá buscándote atormentada ―afirmó Jacob―. Podrá
vivir más tranquila, porque ya sabrá lo que hay, sabrá que tú estás bien,
bueno, más o menos ―Rose puso los ojos en blanco―. Eso sí, tenemos que dejarle
muy claro lo feliz que eres. Si tú eres feliz, ella lo será también.
―Si no la acepta, Renée no será feliz nunca ―rebatió Rose de nuevo―.
Además, estamos ignorando el peligro al que se verá expuesta a partir de ahora.
―Pero tiene derecho a saberlo, ¿no te parece? ―le contestó mi chico,
algo molesto por su negatividad―. Hay gente aquí que lo sabe todo, y ni
siquiera son familia. Renée es la madre de Bella, qué menos que lo sepa.
Carlisle carraspeó, poniendo un poco de orden a todo esto.
―En mi humilde opinión, creo que Jacob tiene razón ―declaró, hablando
con un tono conciliador. Jake le dedicó una sonrisita a Rosalie y esta
entrecerró los ojos―. Ya han pasado muchos años y Renée no ha dejado de
insistir en ver a Bella ni un solo día. Creo que esto no solo la está afectando
a ella psicológicamente, como es obvio, sino que Bella también está sufriendo
por ello. Y eso nos afecta a todos. Es más, nos pone en peligro. Renée no
dejará de investigar nunca, no hasta que no sepa la verdad, y eso, más tarde o
más temprano, la pondrá en peligro a ella, con lo cual, nosotros tendremos que
terminar interviniendo ―mi madre apretó la mano de papá―. Ya lo hemos visto
hace tres años, con aquella visión que Alice había tenido. En aquél entonces
conseguimos evitarlo, pero llegará un día en que nos será imposible. Es mejor
que lo sepa ahora, que nos conozca tal y como somos. Eso evitará problemas
mayores. Si ella lo descubre por su cuenta, nos tomará por asesinos
sanguinarios, en cambio, si se lo decimos nosotros, tendremos la oportunidad de
explicarle bien las cosas, eso, además de evitar malinterpretaciones, se lo
pondrá más fácil. No obstante, la decisión no está en mi mano. Bella, ¿estás
dispuesta a decírselo? ―le preguntó, pidiéndole su consentimiento para tomar
una decisión.
―¿Y el tema de Renesmee? ―quiso saber mi madre.
Oh, ya no me acordaba de eso…
―Iremos poco a poco ―dijo mi abuelo―. No creo que sea bueno
sobrecargarla. Primero le explicaremos lo tuyo, y después veremos cómo se
presenta la situación. Dependiendo de su reacción, valoraremos si le contamos
lo de Renesmee ahora o más adelante.
Ahora la que estaba algo nerviosa también era yo.
Mi madre miró a papá, buscando su consejo, y él asintió, infundiéndole
confianza con otro apretón de mano.
―De acuerdo ―asintió ella, suspirando con nervios.
―Pues está decidido ―confirmó Carlisle―. Mañana Renée se enterará de
la verdad.
¡Hola a todos! Soy JACOB&NESSIE ^^
ResponderEliminarMUCHISIMAS GRACIAS A VOSOTROS, COMO SIEMPRE!!!! ES GRACIAS A VOSOTROS QUE SIGO ESCRIBIENDO. ME DAIS MUCHOS ANIMOS!!!!
Por cierto, ¡BIENVENIDOS A LOS NUEVOS! ¡YA FORMÁIS PARTE DE LA MANADA!
En fin, espero que os guste el capi ^^ Pobrecita Renée... =º(
Lametones para todos!!!
el mejor capi...no le podian ocultar por tanto tiempo a renee.ja ya vamos a veer como se lo toma...ja sos grandiosa jacobynessie(tamara)segui...asi...aprovecho tambien de saludar a mis amigas de las distancia elsa.ini narvel..cathy kelly... gracias ...ahora el jueves el siguiente capi
ResponderEliminarHola Tamara.
ResponderEliminarEl capitulo esta emocionante y con un poco de suspenso por saber de la reacción de Reene.
Os pido disculpas por no haber comentado el pasado capi pero ya volví igualmente estubo muy bien hecho y divertido gracias por el esfuerzo y dedicación que pones para con la historia y por regalarnos esta hermosa historia tus fans lo agradecemos un abrazo y muchas porras de Kiara.
Andrés saludos para fi aunque me hayas omitido te considero un amigo al igual que todos los demas lectores del fic Jacob&nessie. u_u. =)
huy...perdon...no te kise omitir...kiara..no me acorde disculpa...sos una gran amiga..perdon saLU2 A TI TAMBIEN!!!!
ResponderEliminarhola!!!! tamara por fin pude segir el rictmo de los demas capitulos ya q encontre tu blog!!! :) los capitulos estan buenisimos segi asi. besos emormes de buenos aires argentina.. YANINA :)
ResponderEliminarTAMARA!!!!
ResponderEliminarPon mas capitulooooooooos jajajaja esque me encanta! desde que subiste el cap 82 llevo entrando todos los dias a todas las horas para ver cuando subias este capitulo, y esta buenisimo!!! me encanta me encanta!!
Tu fan Isabeu Galan!
holap tamara...me gustan mucho tus imagenes..jajaja stan buenisimos..
ResponderEliminary el capi...ufff tmb..porfa publica mas seguido..!!!
Buen capitulo....buena decision de jacob de decirle a renee creo que si lo merece saber ...eso si a ver como reacciona??......con ansias espero el siguiente
ResponderEliminargracias
elsa
kelly : como sigue cathy ? dale un abrazo cariñoso y mucho animo
muchos saludos y un abrazo a todos
hollllaaaaa a todos, sorry pero ayer ha estado lento el internet.....acabo de leer....bueno buenisimo el capi Tamara la verad ya era hora que Rene lo conozca todo-creo que va a reaccionar muy bien ya que ella es de una mente abierta....y Saludos y abrazos tipo Emmet a Tammara, Andres,Cathy,Kelly,Kiara...:) y a todos los mis amigos a la distancia ...nos estamos leyendo chicos
ResponderEliminar¡Hola a todos! Soy JACOB&NESSIE, o Tamara, como me llamáis algunos ^^
ResponderEliminarActualizo martes, jueves y sábados, para aquellos que no lo sepan!!! Ojalá pudiese escribir más deprisa, pero mi cerebro no da a más xDD
Saludos a toda mi manada. Sois los mejores!!!
Mañana toca capi ;)
Lametones para todos!!!!!
¡HOLA! SOY NOVIEMBRE:
ResponderEliminarPERDONA POR NO PONER COMENTARIOS EN LOS ÚLTIMOS CAPITULOS LEIDOS, PERO ESTABAN TAN INTERESANTES "COMO LA ACAMPADA O EL SUEÑO DE NESSIE" ,QUE SOLO QUERIA LEER Y LEER. NO QUIERE DECIR QUE ESTE NO ESTÉ INTERESANTE ESTÁ Y MUCHO HASTA ME HE PUESTO A LLORAR DE PENA. Y YO ESTOY DE ACUERDO CON JACOB
" QUE MEJOR QUE UNA MADRE PARA ENTENDER NUEVAS SITUACIONES". BUENO TE DEJO QUE QUIERO SABER LO QUE PASA. LAMETONES