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NUEVA ERA (Continuacion de "DESPERTAR")
Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog. Si no, no te enterarás de nada XDD
CAPITULOS:
2. SAGRADOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-2-sagrados.html
3. PRACTICAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-3-practicas.html
4. HELEN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-4-helen.html
5. ANIVERSARIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-5-aniversario.html
6. EXCURSION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-6-excursion.html
7. ENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-7-encuentro.html
8. RYAM: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-8-ryam.html
9. MAL PRESAGIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-9-mal-presagio.html
10. ENTREGA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-10-entrega.html
11. OTRA PREOCUPACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-11-otra-preocupacion.html
12. VIAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-12-viaje.html
13. PREMONITORIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-13-premonitorio.html
14. CONVERSACION PENDIENTE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-14-conversacion.html
15. MENSAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-15-mensaje_23.html
16. ANTIDOTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/todos-los-apitulos-registrados-en.html
17: PLANTACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-17-plantacion.html
3. PRACTICAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-3-practicas.html
4. HELEN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-4-helen.html
5. ANIVERSARIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-5-aniversario.html
6. EXCURSION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-6-excursion.html
7. ENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-7-encuentro.html
8. RYAM: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-8-ryam.html
9. MAL PRESAGIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-9-mal-presagio.html
10. ENTREGA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-10-entrega.html
11. OTRA PREOCUPACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-11-otra-preocupacion.html
12. VIAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-12-viaje.html
13. PREMONITORIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-13-premonitorio.html
14. CONVERSACION PENDIENTE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-14-conversacion.html
15. MENSAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-15-mensaje_23.html
16. ANTIDOTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/todos-los-apitulos-registrados-en.html
17: PLANTACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-17-plantacion.html
SOMBRA
Sonreí con satisfacción
cuando entré en el pequeño invernadero. En solo dos semanas y media, la mayoría
de las semillas habían germinado y las jóvenes plantas cada vez crecían más,
cada día eran unos milímetros más altas.
―¿Qué temperatura hay? ―quiso
saber Helen, agachándose para mirar las plantas.
―Voy a mirarlo ―contestó
Brenda, cogiendo el medidor de la mesita que habíamos puesto junto a la
plantación para dejar todos los útiles de jardinería.
El día era lluvioso, pero
dentro de la lona de plástico hacía una temperatura muy agradable gracias al
poco sol que había lucido ayer.
―Cada día están más bonitas
―sonreí, agachándome yo también para observarlas.
De pronto, me entró un conocido
y enorme sofoco y tuve que levantarme para quitarme la chaqueta, aunque al poco
rato se me pasó. Ya esa mañana, en el instituto, me había dado otro golpe
repentino de calor que se había ido a los pocos minutos. Y esto solo podía ser
una cosa, esos golpes de fiebre precedían y anunciaban algo. Mañana era
uno de abril, y mi reloj biológico no fallaba: mi semana de celo ya se
acercaba.
―Todo está bien ―reveló
Brenda, que estaba mirando el medidor.
―Esto…, chicas ―interrumpí,
pasándome la mano por el pelo con un poco de apuro―, ¿podéis hacerme un favor? ―mis
amigas alzaron los rostros para mirarme―. ¿Os importaría encargaros vosotras de
las plantas esta semana? Sería a partir de mañana.
―¿Y eso? ¿Qué pasa? ―preguntó
Helen, extrañada.
―Nada, es que estos días no
voy a poder ―expliqué vergonzosamente.
―Ya, tu… alergia,
¿no? ―adivinó Brenda con una risita.
Mi cara se torció en una
mueca que ya la mataba.
―Claro, se me olvidaba que ya
es primavera, ¿es que ya notas que te vas a encontrar mal estos días? ―interrogó
Helen, preocupada, con ignorancia.
Si ella supiera lo mal
que me iba a encontrar…
―No te preocupes, no creo
que se vaya a encontrar muy mal ―soltó Brenda por esa bocaza.
Mi amiga explotó en un
ataque de risa que, lógicamente, Helen no comprendió, y yo miré a la primera
matándola directamente.
Ahora Helen sí que no
entendía nada.
―Bueno, vamos a regar las
plantas ―dije para cambiar de conversación.
Le quité el medidor a
Brenda mientras esta seguía riéndose y lo posé en la mesita. Cogí las tres
regaderas y le di una a cada una. Salimos de la plantación por la abertura de
la lona de plástico transparente y las llenamos de agua con la manguera que
estaba enganchada en el garaje. Volvimos al invernadero y comenzamos a regar
planta por planta, distribuyéndonos por el pequeño jardín.
Teníamos que tener cuidado,
ya que no podían recibir más agua de la estipulada por el dossier que nos había
entregado Carlisle, aunque ya le habíamos cogido la medida y más o menos nos
apañábamos bastante bien.
Cuando terminamos con esas
tareas, dejamos las regaderas en su sitio y salimos una vez más de la
plantación. La lluvia caía con más fuerza esta vez.
―¿Vamos a tomar un café al Olympic?
―propuso Helen.
El Olympic era una
cafetería nueva que ahora estaba muy de moda entre la gente joven de Forks.
―Sí ―aceptó Brenda.
―Yo no puedo, tengo que
hacer unos recados ―declaré.
―¿Seguro? ¿No quieres venir
un rato? ―insistió Helen.
―No, no puedo, de verdad ―sonreí.
―Venga, vamos, que me estoy
mojando ―azuzó Brenda, meneando el brazo de Helen.
―Sí ―asintió esta―. Bueno,
Nessie, a ver si te libras de la alergia y no tienes nada. A lo mejor, con este
mal tiempo no te afecta tanto.
―No creo que quiera eso… ―murmuró
Brenda muy bajito.
Por suerte, Helen no lo
escuchó.
―No sé ―reí por educación,
aunque fruncí el ceño para Brenda―. Ya veremos.
―Venga, vamos ―repitió
Brenda, tirando de Helen.
―Hasta pronto ―se despidió esta,
acompañada por los gestos de la mano y las risillas pícaras de Brenda.
―Hasta pronto ―respondí, sonriendo.
Ambas se montaron en el
coche de Brenda, este arrancó y se marcharon por el camino sin asfaltar que
pasaba por delante de la casa de Billy y que llevaba a la carretera.
Caían chuzos de punta, así
que corrí hacia mi preciosa casita roja y pasé al interior. Me sacudí un poco
el pelo mojado con la mano y me dirigí a la cocina.
Arranqué una hoja del bloc
de notas que colgaba de la nevera por medio de un imán, cogí el bolígrafo que
sostenía el mismo bloc y me senté en la mesa para escribir la lista de la
compra. Cuando ya no se me ocurrió más que apuntar, hice un presupuesto mental
aproximado de todos los artículos y me levanté para dirigirme a uno de los
armarios. Abrí la puertecita y cogí el bote donde guardábamos el dinero para
comprar la comida y otras cosas. Lo destapé y saqué un poco más de dinero del
que mi cerebro había calculado para tener un margen de error, por si acaso
había subido algún precio. Estos presupuestos eran importantes, puesto que
nuestra economía no era nada boyante, que digamos. Guardé el bote en su sitio,
la nota en el bolsillo de mi chaqueta, cogí el bolígrafo de la mesa y me
acerqué a la nevera otra vez.
Jake,
he ido al supermercado a
hacer
la compra. Volveré pronto.
Te
quiero.
Nessie.
No sabía si Jacob llegaría
antes que yo de patrullar con la manada, así que le dejé esa nota en la nevera.
Dejé el bolígrafo en su
sitio y salí de la cocina. Cerré la puerta de casa con un portazo y corrí hacia
mi forito para no mojarme más de lo que ya estaba. Entré en mi vehículo con
celeridad, arranqué y puse ese CD de ACDC en el estéreo para iniciar la
marcha con algo de caña.
Recorrí la distancia que
había entre nuestra casa y la de Billy, di dos bocinazos a modo de saludo y
salí a la carretera, viendo por el espejo retrovisor cómo mi futuro suegro
sonreía tras su ventana.
Sonreí yo también y seguí
mi recorrido escuchando ese rock que tanto me gustaba, canturreando.
No tardé mucho en llegar al
supermercado. Aparqué justo delante, apagué el motor y me bajé corriendo.
Cogí un carro en la entrada
y me interné en los pasillos del pequeño establecimiento. Saqué la nota de mi
bolsillo y comencé a recopilar los artículos que había apuntado. Casi todo era
comida, y todo en cantidades industriales, pues un hombre lobo come por tres y
tenía que llegar para toda la semana.
No tardé nada en llenar el
carro. Entre carne, pescado, fruta, verdura y otros alimentos básicos, ya
estaba a rebosar.
Pagué en la caja, satisfecha
de no haberme pasado de mi presupuesto, lo metí todo en bolsas de papel y lo
volví a depositar en el carro para poder llevarlo al coche.
Seguía lloviendo a
cántaros.
Galopé hacia la parte
trasera de mi forito, abrí el maletero y miré a ambos lados. No había moros en
la costa, así que fui colocando las bolsas en el maletero a mi velocidad de
medio vampiro y bajé la puerta. Después tuve que correr como humana hacia el
supermercado, ya que llegó otro coche, y dejé el carro en su sitio.
Ya en el forito, puse mi
música de nuevo y arranqué para dirigirme a casa.
Los limpiaparabrisas
trabajaban sin descanso; cuando acababan de realizar una pasada por el cristal,
el agua ya chorreaba de nuevo por él.
Los árboles eran vapuleados
por una brisa que comenzó a agitar sus verdes hojas, esta también arrojaba la
lluvia contra el parabrisas, aunque no era lo único, las pequeñas flores que ya
habían nacido en los árboles y que eran arrancadas por el viento también se
estampaban contra el cristal, haciendo que la visión fuera muy escasa y nada
nítida.
Desde luego, el tiempo se
estaba poniendo realmente feo, y cada vez peor.
Empecé a preocuparme por mi
Jacob. Por supuesto, sabía que él no iba a pasar ni una gota de frío por mucho
que lloviera, y ya podía nevar como en Anchorage, pero, como imprimada, la
pulsión de sentir esa necesidad de protegerle y de dotarle de completo
bienestar era imposible de frenar.
Recordé esa pelea de bolas
de nieve de Anchorage y mi labio se curvó en una risilla. ¿Cómo iba a pasar
frío?
De repente, una extraña
sombra negra pasó por delante de mi coche en forma de borrón y me asusté. Mi
pie se clavó en seco en el pedal del freno y el vehículo se caló, haciendo que
el mismo diera una embestida hacia delante bruscamente.
El cinturón me apresó
contra el asiento y estranguló mi pecho, aunque eso no consiguió que mi
respiración dejase de salir agitadamente cuando logré que mis pulmones
volvieran a coger aire.
Mi cabeza se giró instantáneamente
al ver a la sombra entre los árboles y un calambre helado recorrió mi cuerpo,
atravesándolo como una estaca de hielo. Había algo en ella que no me gustaba
nada, algo oscuro y maléfico que no escapó a mi intuición.
La sombra era un individuo
que iba entero de negro, me pareció que vestía una especie de capa con capucha
que le tapaba el rostro completamente. Estaba observándome, aunque no pude vislumbrar
su semblante, los limpiaparabrisas se habían quedado bloqueados y el agua que
chorreaba por el cristal apenas me dejaba distinguir su silueta.
Mis bronquios pasaron a
soltar el aire con virulencia al ver cómo la sombra se movía, pero fui capaz de
reaccionar para bajar los pestillos y arrancar el coche. Pegué un pequeño bote
en el asiento cuando la alta música irrumpió en el habitáculo repentinamente, y
apagué el estéreo. Sin embargo, la sombra no se desplazó hacia mí, sino que
desapareció súbitamente entre los árboles del bosque.
Me quedé a la espera,
quieta, mientras escuchaba el sonido de la lluvia restallando con fuerza en el
capó y azotando todas las partes de mi coche, así como mi asustada respiración
y el traqueteo del motor.
Agucé el oído para ver si captaba
más allá, pero lo único que ese sentido escuchaba era la lluvia golpeando las
hojas, la vegetación y la tierra.
Respiré hondo para
tranquilizarme un poco e inicié la marcha de nuevo, haciendo chirriar las
ruedas sobre el asfalto. Esta vez me moví con más velocidad por la carretera,
hasta los limpiaparabrisas parecía que iban más deprisa. Llegué al desvío que
daba a mi casa y en pocos minutos aparqué frente al garaje.
Salí de mi coche, saqué las
bolsas del maletero, ahora utilizando toda mi fuerza y maña de medio vampiro
sin tapujo alguno, y corrí hacia casa a todo lo que daban mis piernas.
―¡Jake! ―le llamé, por si
ya había llegado, cerrando la puerta a mis espaldas.
Pero Jacob no estaba en
casa.
En cuanto posé la compra en
la meseta de la cocina, salí disparada de la misma para cerrar la puerta con
llave.
Llevé mis manos a mi cabeza
y metí los dedos entre el pelo de mi frente, nerviosa, mientras mis pies me
hacían moverme de aquí para allá. Jake no había llegado aún, seguramente no
tardaría mucho más, pero sin él, yo me sentía tan desprotegida.
Intenté relajarme, haciendo
profundas inspiraciones, y pareció funcionar. Poco a poco, a medida que notaba
el aire llenando mis pulmones, mis nervios se iban templando.
¿Qué había sido eso? Mejor
dicho, ¿quién? Recordé ese escalofrío que había recorrido todo mi ser y volví a
sentirlo. Era lo mismo que había notado cuando vi a Razvan la primera vez, sin
embargo, no podía ser él, era imposible.
La manada estaba demasiado
atenta, olerían su efluvio y enseguida lo detectarían, tenían ese olor grabado
a fuego, así como el de cualquiera de sus secuaces. Y el hecho de que no se
hubiera acercado a mí me había desconcertado. Si hubiese sido Razvan, habría
hecho mi coche pedazos para sacarme de allí, pues ya había visto que yo era
amiga de Helen. Sin embargo, se había dado la vuelta y se había ido.
Exhalé. Lo más seguro es
que fuera algún vampiro nómada que había conseguido colarse en los bosques de La
Push. Y seguramente ahora mismo ese vampiro fuera presa de las fauces de alguno
de mis amigos los lobos. Aunque, si fuese un vampiro nómada, ¿por qué no me
había atacado? ¿Acaso no había olido mi sangre?
Otro golpe de calor
repentino hizo que mi organismo sintiese que tenía fiebre. Menudo momento para
eso. Me quité la chaqueta con celeridad y la dejé en la barandilla de la
escalera a la vez que mi mano intentaba abanicarme para aliviar ese asfixiante
ardor.
Volví a suspirar y me
dirigí a la cocina para abrir el congelador. Saqué la cubitera y eché unos
cuantos hielos en un paño para envolverlos con el mismo. Metí la cubitera en el
congelador de nuevo y utilicé el trapo a modo de bolsa para pasarlo por mi piel
y aliviar mi tremendo calor.
Ni con esas. Esto parecía
que se estaba adelantando. Puede que fuera porque toda la casa estaba
impregnada del efluvio de Jacob, esa fragancia que ya empezaba a volverme loca;
ya comenzaba a notar esos matices diferentes que destacaban sobre el resto y
que me llamaban.
Para mi alivio, el calor se
fue con la misma rapidez con la que había venido, la temperatura de mi
organismo regresó a su estado normal, aunque en esta ocasión el intervalo en
que había estado encendido había durado más que las veces anteriores, por lo
que sabía que la entrada de mi celo era inminente.
Sin embargo, el regreso a
la normalidad de mi organismo hizo que también volviera el susto de antes. Y
Jacob estaba ahí fuera…
Empecé a guardar todo lo
que había comprado. Pensé que, hasta que llegara Jake, lo mejor era tener la
mente ocupada en otras cosas. Organicé el congelador para que me cupiese la
carne y el pescado, y almacené el resto de alimentos en la nevera y los
armarios de la cocina.
Una vez que terminé de
almacenarlo todo, me dirigí al saloncito con mi bolsa de hielo improvisada, por
si me volvía a dar otro golpe de calor.
Fue posarla en la mesita
roja, cuando el cerrojo de la puerta me avisó de la llegada de mi chico.
Corrí hacia el vestíbulo.
―¡Jake! ―voceé.
Jacob pasó al interior y
cerró la puerta. Solo vestía unos viejos pantalones cortos de color negro y
estaba completamente empapado.
―¿Por qué has cerrado con
llave? ―le dio tiempo a preguntar, extrañado, antes de que me abalanzara sobre
él para abrazarle con fuerza.
―Jake… ―murmuré, todavía
con el miedo en el cuerpo, apretando mi abrazo.
Qué bien se estaba entre
sus brazos, me hacían sentir tan segura. Automáticamente, me sentí más relajada
solo con tenerle a mi lado…
―¿Qué pasa? ―inquirió al
verme asustada, despegándome de su cuerpo con delicadeza para mirarme―. ¿Es que
ha pasado algo?
Las palabras comenzaron a
salir por mi boca atropelladamente.
―Fui al supermercado,
porque quería llenar la despensa, ya que mi celo está al caer, y cuando
regresaba a casa, vi una sombra en la carretera. No le pude ver bien por culpa
de la lluvia, pero me dio muy mala espina, y él se quedó quieto, mirándome, y
después se marchó, y…
―Para, tranquilízate,
preciosa ―me calmó, llevando sus aún húmedas pero cálidas manos a mi rostro
para acariciar mis mejillas con los pulgares. Me quedé algo embobada al ver mis
adorados ojos negros tan de cerca, aunque terminé asintiendo―. Ahora, dime,
¿qué fue exactamente lo que viste? ¿Una sombra? ¿Una sombra de qué?
No sabía cómo explicárselo
con palabras, así que llevé mi mano a su rostro y le dejé ver mis recuerdos. El
semblante de Jacob se puso más serio al ver las imágenes que mi mente le
mostraba, y, por supuesto, también percibió ese sentimiento frío que me
atravesó al ver a ese individuo extraño. Sus ojos se quedaron fijos por un
momento en los míos, que los buscaban asustados.
―¿Ese tipo te atacó? ―quiso
saber.
Pasé a mostrarle cómo la
sombra se daba la vuelta súbitamente y se perdía entre los árboles, sin
acercarse a mí siquiera.
Jacob asintió, tranquilo.
―No tienes de qué
preocuparte ―murmuró, repasando mi rostro con el dorso de su mano―, ya hemos
acabado con él.
―¿Ya… habéis acabado con
él? ―repetí, asombrada.
―Era un chupasangres nómada
que se nos había escapado ―explicó―, pero lo alcanzamos cerca del río Dickey.
Mi
mano seguía en su mejilla, así que instantáneamente mi cerebro le plantó la
imagen de esa especie de capa negra al pensarlo yo misma.
―Era una sudadera con capucha ―me aclaró, llevando sus manos a mi cintura―, y también vestía unos pantalones negros.
Suspiré, completamente
aliviada, y sonreí.
Mis brazos rodearon su
cuello y volví a abrazarle con fuerza, acto que él correspondió de la misma
forma.
―¿Estabas asustada? ―susurró.
―Sí.
―La próxima vez que te
asuste algo llama a cualquiera de la manada para que se transforme y me avise,
¿vale? Yo vendré enseguida ―murmuró con voz dulce―. No quiero que estés sola.
―No se me había ocurrido ―declaré,
dándome cuenta en ese instante de que podía haber hecho eso.
Me despegó de nuevo con
mimo y enganchó sus preciosas y brillantes pupilas en las mías.
―Yo siempre te protegeré ―murmuró,
deslizando las suaves yemas de sus dedos por mi mejilla.
Me quedé sin aire por un
instante y luego este salió en un suspiro precipitado cuando su rostro comenzó
a acercarse al mío. Empecé a hiperventilar al notar el roce de su frente sobre
la mía y mis párpados cayeron, rindiéndose a todo ese remolino de sensaciones y
sentimientos que me embargaban y que me hacían volar. Esa energía espiritual y
mágica emergió de nosotros al instante, envolviéndonos como una ligera y cálida
brisa. Jacob llevó su mano hacia mi nuca y por fin sentí el roce de sus labios
sobre los míos.
Mi boca se entreabrió con
la suya al sentir cómo estos se mezclaban lentamente, y un suave jadeo se
escapó de mis pulmones. Su abrasador aliento también besaba mis labios, los
acariciaba como tórridos susurros.
Ya empecé a arder, mi
cuerpo entró en combustión y su efluvio comenzó a llamarme. Sus pausadas
respiraciones ya me encendían con desenfreno, solo notar el ardor de su piel,
de su aliento, de sus manos, su cuerpo, su boca, ya me ponía todo el vello de
punta y me volvía completamente loca.
Pero entonces, sus labios
se separaron de los míos, aunque no se fueron muy lejos.
―Tenemos toda la semana
para nosotros… ―susurró en mi boca―. Ya lo he arreglado con el señor Farrow. Me
ha costado un poco, pero en cuanto le he dicho que era el jefe de mi tribu y
que tenía que arreglar algunos asuntos locales, me ha dado la semana sin
problemas. No sé qué ha debido de creer que soy ―rio con una risa silenciosa―.
Eso sí, la semana que viene tendré que echar horas por un tubo.
―Pensaba que mi celo
entraría mañana, pero creo que ya está aquí… ―revelé entre suspiros mientras
una de mis manos se aferraba a su pelo.
Su olor pasó a ser algo
extremadamente intenso, de modo que esa llamada se transformó en un deseo
salvaje e incontrolable.
―Lo sé… ―murmuró él con
ansias―. Esta mañana ya olías algo diferente, pero ahora empiezas a volverme
completamente loco, nena…
Abalanzó su boca contra la
mía con una pasión exagerada y la mía le respondió del mismo modo. Nuestros
labios se movían con auténtico frenetismo, al igual que la energía, mientras el
vestíbulo se llenaba con los ansiosos jadeos. Me arrimé a él con tanto afán,
que estampé su espalda contra la pared que tenía detrás.
No perdí el tiempo. Llevé
mis manos a su torso y empecé a acariciárselo con avidez, parándome a sentir
bien sus impresionantes y fuertes músculos, con esa piel sedosa y tersa, ardiente,
aromática. Hoy era más aromática que nunca. La respiración de Jacob se agitó
aún más cuando desabroché su pantalón y arrastré mi mano dentro para deleitarme
un rato. Sus manos pasaron a moverse por mi espalda y mi pelo con fervor, ya
estaba completamente encendido y su boca exhalaba gemidos sordos, eso me excitó
el triple.
Mi lengua se abrió paso y
se enredó con la suya entre jadeos salvajes, hasta que la dejé libre. Separé mi
boca y subí mi mano para que se uniera a la otra. Volví a acariciar su pecho y
pasé mi lengua por sus labios lentamente; una, dos, tres veces, eso le volvía
loco. Los dos jadeábamos incesantemente y sus pupilas ya llevaban esa llama de
fuego flameando en ellas. Le miré con ojos más que hambrientos y mi boca bajó
para besar la línea de su mandíbula. Descendí por su cuello, resollando con
ansia, y seguí descendiendo por su pecho, lamiéndolo y besándolo con fervor.
Pero yo quería más.
Mi boca continuó bajando,
besando su abdomen, junto con mis manos, hasta que le quité los pantalones y
por fin llegué a mi objetivo. Jacob gimió y su cabeza se apoyó en la pared a la
vez que sus manos se metían por mi pelo para acariciarme con efusividad.
Mientras mi lengua gozaba, notaba cómo se estremecía; alcé la vista y él bajó
el rostro para mirarme. Eso nos excitaba el doble a los dos, así que le dediqué
más tiempo.
En cuanto me levanté, Jacob
me estampó en la pared. Nuestras bocas volvieron a encontrarse con salvajismo y
mis manos se perdieron por su fuerte espalda y sus amplios hombros. Me quitó la
camiseta con un arrebato desmedido y lo mismo hizo con mi sostén. Llevó su boca
por mi cuello con desenfreno y mis manos se aferraron a su pelo, aunque lo
hicieron con fervor cuando pasó a recorrer todo mi pecho con su tórrida lengua.
Ahora fui yo quien apoyó la cabeza en la pared, con mis pulmones trabajando sin
parar.
Su boca se unió a la mía de
nuevo para besarla con pasión. Bajó sus manos y abrió el cierre de mis
pantalones. Con un movimiento enérgico, me los arrastró hacia abajo y estos
cayeron al suelo junto con mi ropa interior. Su mano se deslizó por el interior
de mi muslo y llegó justo a donde yo quería que llegase. Gemí en sus labios y
mis manos se aferraron a su pelo con más ansia mientras mi cuerpo acompasaba
sus movimientos, completamente desbocada. Él también jadeó con intensidad,
excitado.
Cuando terminó, me quité
las playeras con los mismos pies y me abalancé hacia él para besarle,
haciéndole caminar de espaldas. Nos dirigimos al saloncito dando tumbos,
besándonos y acariciándonos sin control. Soltó mi boca y me dio la vuelta,
arrimándose a mí por detrás a la vez que su mano apartaba mi pelo a un lado y
sus labios recorrían mi cuello.
Mi respiración ya no podía
ser más agitada, giré mi rostro y su boca bebió de la mía una vez más. Me friccioné
contra él y me pegué a su cuerpo con ansia, ya no aguantaba más, pero lo hice
con tanta, que Jacob se cayó sentado en el sofá, arrastrándome con él.
Mi espalda estaba pegada a
su pecho, pero eso no pareció importarle en absoluto, me apretó contra él y siguió
besándome el cuello con desenfreno mientras sus manos pasaron a acariciar mis
senos. Su lengua ya me estremecía, pero su tacto me entusiasmó enormemente, mis
bronquios trabajaban sin cesar. Apoyé la cabeza en su hombro y me dejé hacer a
su antojo. Yo era suya, y lo sería para siempre.
Me ayudó a alzarme un poco.
Pude sentir cómo su poderosa hombría se unía a mí despacio, lentamente,
saboreándolo bien. El placer invadió todo mi ser y mi rostro se giró hacia el
suyo para gemir en sus labios. Mi mano se alzó para retener su pelo y nuestras
bocas se pegaron del todo, aunque permanecieron quietas.
Con sus manos en mis
caderas, empezó a moverse para deslizarse dentro de mí al tiempo que mi pelvis
le seguía el compás y la excitación llegó a su punto álgido. La energía que nos
rodeaba se convirtió en algo desenfrenado. Lo hacia con ese ritmo pausado, sin
prisa, disfrutando de cada roce, y nuestros labios continuaban juntos,
acariciándose, intercambiándose el aliento. Mis jadeos ya eran en voz alta y
los suyos eran tan ardientes como él.
Mientras se movía, sus
suaves palmas volvieron a tocar mi pecho y sus labios besaron a los míos muy
despacio, aunque espirando con un deseo desenfrenado. Mi cuerpo se estremecía
con intensidad y el placer ya comenzaba a ser impaciente. Una de sus manos bajó
por mi estómago y llegó más allá de mi vientre. Entonces, todo enloqueció.
Mis piernas se abrieron más
y mi cuerpo se unió a todos sus movimientos de una forma febril. El fuego me
invadió como si una llamarada me hubiese prendido y ambos respiramos con mucha
más fuerza. La mano que estaba en mi pecho se aferró a mi pelo para que mi boca
no se alejara ni lo más mínimo de la suya y su cadencia aumento de ritmo.
El enorme placer que ya
sentía se volvió mas intenso y la energía explotó del todo. Note cómo esa brisa
prodigiosa, maravillosa y cálida tomaba todo mi cuerpo, era su alma, que se unía
a la mía, y eso hizo estallar ese clímax que tomó todo mi ser, llevándome a
otro mundo que no era terrenal. Gemimos más fuerte con el orgasmo, sin despegar
nuestros labios en ningún momento, y esa mezcla de sensaciones indescriptibles
hizo que dos lágrimas rodaran a ambos lados de mi cara mientras mi mano
encerraba su corto cabello en un puño ansioso.
Nos quedamos quietos,
mirándonos a los ojos a la vez que nuestros pulmones trabajaban sin descanso, y
después nos besamos con dulzura durante un rato. Pero sabíamos que esto ni
mucho menos había acabado. Esto era el principio, el principio de nuestra
fabulosa luna de miel. Jacob pasó su brazo por debajo de mis piernas, se
levantó conmigo y me llevó en brazos a nuestro dormitorio.
¡Hola a todos! Soy JACOB&NESSIE!
ResponderEliminarBueno, como Alecita me lo ha pedido, tratare de poner 1 capi al dia, ¿vale? Estoy bastante ocupada, porque entre el trabajo y escribir no doy a basto, jaja, pero lo intentare ;)
Lo unico que el libro no esta terminado y todavia lo estoy escribiendo, asi que cuando se me terminen los capis que ya tengo hechos, tendreis que esperar a estos 3 dias de la semana ;)
Bueno, espero que alguien me lea, jaja.
Un lameton enorme para el que lo haga!!!!
Hola!! el capitulo como siempre sin palabras. Y gracias por intentar subir un capitulo al dia =)
ResponderEliminarbss
Eres realmente incribleeee!
ResponderEliminarmiles y miles de gracias
por hacer el intento de publicar
todos los días! eso me pone muy contenta!
Ya sabes que me fascina tu historia!
y este capitulo simplemente HERMOSO!
mucho amooor y pasioon! jaja
Mucha fuerza para seguir escribiendo pero seguro lo haras perfecto y te saldra increible!
Besitos! =)
si hermoso este capitulo.... un amor salvaje y pasional....segui subiendo capis... fuerzas tus FANS Seguiremos aguardando mas capitulos te felicito jacobynessie....de andres...
ResponderEliminarSoy JACOB&NESSIE ^^
ResponderEliminar¡Muchas gracias a todos! =ºº) Me haceis muy feliz con vuestros comentarios y me animais mucho!!
Mañana colgare otro capi ;)
Lametones para todos!
gracias por esstar pendientes de tus fans... pregunta que paso con ryam nose sabe nada ..espero si te es posible una respuesta...de andres
ResponderEliminarhola jacobynesie soy andres sabes algo..por que S.M(pongo asi las iniciales)esta pensando hacer la pelicula de jake y nessie sera cierto?????si podes responder gracias...salu2 y felicitaciones por tu blog y tu historia hermosa.... de andres
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarhola jacobynessie he podido crear una cunta google ahora en mas ya no escribire en anonimo...
ResponderEliminar¡Hola andres! Soy JACOB&NESSIE ^^
ResponderEliminarQue bien, ahora ya te veo mejor, jaja. A mi no me deja identificarme, no se por que >.<
Bueno, respecto a tu 1ª pregunta, te dire que Ryam ira saliendo poco a poco en la historia, y que mas adelante hara acto de presencia y ya se aclararan muchas cosas ;)
Y respecto a tu 2ª pregunta, bueno, lo que yo he leido es que SM (yo tb lo pongo asi, jaja ^^)ya esta preparando un spinoff que va a tratar de Jacob y Nessie. Un spinoff es como una continuacion ^^ , pero ella ha declarado que ya no van a estar Bella y Edward, puesto que, segun SM, ellos ya han tenido su final en Amanecer, y que los protagonistas absolutos seran Jacob y Nessie, por supuesto. Se entiende que se refiere a que los Cullen no van a salir continuamente en la historia, pero yo me imagino que algo tendran que salir, porque son la familia de Nessie, asi que creo que se refiere a que no entrara en detalles con estos personajes y eso ;) que seran personajes secundarios, como Billy o Charlie ^^
Lo que no se es si sera una pelicula o un libro, pero me imagino que tendra que sacar el o los libros y despues ya veremos si hay pelicula y si Taylor la protagoniza, claro. Esperemos que si.
¿Te imaginas si saliera la peli? Ains, quien veria a Taylor...
Bueno, guapisimo, espero que te haya aclarado tus dudas, de todos modos, esa noticia debe de seguir por internet, asi que puedes buscarla y mirarla, si quieres ^^
En fin, un lameton muy gordo para ti!!!
gracias por contestar estoy ancioso por que salga la pelicula si es asi...o el libro...ademas jacob y nessie se lo merecian ...es una historia de amor para mi mejor que la de edward y bella..gracias espero capitulos mañana salu2
ResponderEliminarMira, andres, te pongo dos direcciones donde vi la noticia ;)
ResponderEliminarhttp://www.weblogers.net/index.php/2011/04/04/taylor-lautner-tendra-su-propia-pelicula-junto-a-renesmee-cullen
http://twilight-attack.blogspot.com/2011/04/nuevos-capitulos-para-crepusculo-la.html
Un lameton para ti!!
gracias por la ayuda...te lo agradesco
ResponderEliminar¡HOLA! SOY NOVIEMBRE. MADRE MIA, ESTAMOS COMO NESSIE, COMO UNA MOTO CON EL CELO. VALLA SEMANA DE PASIÓN Y ENVIDIA, ¡QUIEN FUERA NESSIE!, PARA ESTAR CON MI LOBO. LO DE LA PLANTACIÓN DEL INVERNADERO,POR PARTE DEL ABUELO, Y EL AMIGO, ESTÁ INTERESANTE. BUENO SEGUIRE LEYENDO.BESOTES
ResponderEliminarNo lo puedo creer de la preucupasion a la pasión :3
ResponderEliminarQ vida Nessie
Te quiero
K=D