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viernes, 29 de julio de 2011

NUEVA ERA. CAPITULO 52: HAY QUE VER LAS VUELTAS QUE DA LA VIDA



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NO DUDEIS EN DEJAR VUESTROS COMENTARIOS, PREGUNTAS, ETC, YO CONTESTARE A TODO GUSTOSAMENTE ^^




NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA. PROFECÍA")
Para leer este fic, primero tienes que leer "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, y "Nueva Era I. Profecía". Si no, no te enteraras de nada 😉


CAPITULOS:

PARTE UNO: COMIENZO:

RENESMEE:

43. DESPEDIDA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-43-despedida.html
44. COMIENZO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-44-comienzo.html
45. CELEBRACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-45-celebracion.html
46. FUEGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-46-fuego.html
47. NADAR: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-47-nadar.html
48. EXTRAÑO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/este-es-el-segundo-capitulo-de-hoy-para_26.html
49. REY Y REINA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-49-rey-y-reina.html
50. EN CASA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-50-en-casa.html
51. BUSQUEDA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-51-busqueda.html


= JACOB =


PREFACIO

Sin saber cómo, empecé a sentir otra energía nueva, una energía cargada de adrenalina que me recorrió entero y que explotó en lo más hondo de mis entrañas de forma súbita e indomable. Sí, fue un Big Bang que se apoderó de todo mi organismo, haciéndolo estallar, y que se llevó por delante a todos esos gusanos que me estaban carcomiendo por dentro, purificándome al instante. Mi convalecencia había terminado. Me puse en pie con rapidez para proteger a mi ángel al tiempo que un brillo fulgurante y cegador radió de todos los puntos de mi cuerpo cuando eso explosionó, envolviéndome con una onda expansiva extremadamente luminosa que se extendió a la velocidad de la mismísima luz. 


HAY QUE VER
LAS VUELTAS QUE
DA LA VIDA


Los sonidos comenzaron a llegar a mis oídos con eco, perdiéndose en un fondo extraño, enlatado. No es que se oyera mucho, la verdad, tan solo algunas voces lejanas y algún ruido que otro, pero, poco a poco, todo eso se iba abriendo paso por mi cavidad auditiva, mandándole señales a mi cerebro para que se despertase.
Lo primero que apareció en mi cabeza fue la imagen de mi ángel. Era una imagen vaga y borrosa, pero lo suficientemente fuerte como para ya no marcharse de allí. También se empezaba a añadir ese punzante dolor de estómago, cada vez hacía más acto de presencia, y no hacía más que ratificarme que la habían alejado de mí.
―Nessie… ―intenté decirlo más alto, pero mi perezosa garganta todavía estaba en otro sitio y solo salió un suspiro sordo.
Tenía que despejarme, como fuera, tenía que correr junto a ella. Estrujé los párpados con fuerza mientras gemía y obligué a mi cerebro a que se despertase un poco más.
Y eso hizo, lentamente mi mente fue entrando en este mundo de lo consciente, hasta que mis párpados consiguieron abrirse, eso sí, necesitaron de varios intentos para lograrlo del todo.
Todavía me encontraba desorientado y mis ojos solo conseguían ver cosas abstractas y granuladas, pero sabía que estaba tirado en una superficie fría y dura, y el tarro me dolía que no veas, aunque no era lo único. Tenía el cuerpo machacado, parecía que me hubiesen dado una paliza, y este sitio apestaba a chupasangres por todas partes, ese ácido se metía por mi nariz, quemando toda mi fosa nasal. Tardé un buen rato hasta que mis ojos pudieron ver con claridad y la cabeza dejó de darme vueltas.
Entonces, pude incorporarme un poco y ver dónde estaba.
Era una especie de mazmorra. Sí, mazmorra. Las paredes que me rodeaban eran de piedra, y la puerta, que tenía todo el aspecto de ser muy pero que muy pesada, era de hierro y tenía una rejilla en la parte superior que ahora mismo estaba tapada, como esas que salen en las películas de presos.
¡¿Dónde demonios estaba?! ¡¿Y Nessie?! ¡¿Dónde estaba ella?! ¿Y mi manada? ¿Y los Cullen?
Lo único que recordaba es que estaba con Quil y Embry en el bosque que bordeaba al claro, que me transformé para avisar al resto de lo que habíamos encontrado y que, de repente, sentí un montón de pinchazos en el cuerpo. Acto seguido alguien de hielo me atrapó desde atrás, su mano me tapó la boca, me mareé y todo se quedó a oscuras.
Y ahora me encontraba en este sitio extraño. Mierda. Y mi Nessie, mi ángel, ¡¿dónde estaba?! ¡Tenía que ir junto a ella ya!
Estaba echado boca abajo, y ya me había incorporado un poco para mirar dónde diablos estaba, así que me erguí del todo con la intención de levantarme para ir en su busca, pero, maldita sea, todavía estaba algo mareado y solo conseguí caerme sentado. Fue entonces cuando escuché el tintineo de unas cadenas y sentí esos incómodos grilletes en mis muñecas y mis tobillos.
¡¿Pero, qué mierda era esto?! Encima, estaba encadenado de pies y manos. Eso hizo que mi cabeza enseguida reaccionara y me miré el tobillo izquierdo con precipitación.
Uf. Mi cinta de cuero seguía allí, y, con ella, mi anillo. Sí, vale, puede que en este momento eso no pareciera lo más importante, lo sé. Pero para mí sí que lo era, ese anillo simbolizaba mi vida. La cinta había quedado por encima de ese grueso y molesto grillete, así que el anillo colgaba de la misma sin problemas.
Pero mi ángel… ¡¿Dónde estaba?! Tenía que ir a buscarla, donde fuera, como fuera. Me transformaría y tiraría esa puerta de hierro abajo, si hacía falta.
―¡Tengo que ir a por ella! ―mascullé ya con ira.
Intenté levantarme de nuevo, pero mis piernas seguían sin responderme bien y no conseguí hacerlo.
―Quienquiera que sea ella, no está aquí ―habló una voz de pronto, a mis espaldas.
Me giré con precipitación, algo sobresaltado, y vi que había un tipo sentado en el suelo, con la columna apoyada en la pared, y que también estaba encadenado, aunque él solamente lo estaba por las muñecas. Era humano, pero, entre lo atontado que estaba todavía y lo confuso de la situación, ni siquiera me había dado cuenta del ritmo cardíaco que me acompañaba.
¿Quién diablos era ese? ¿Qué hacía aquí? ¿Y cómo narices sabía que Nessie no estaba en este mugriento sitio? ¿Acaso la conocía?
―¿Cómo lo sabes? ―le pregunté en tono monocorde, un poco a la defensiva.
―Solo te han traído a ti ―aseguró sin mirarme, solamente se limitaba a observar la pared que tenía enfrente. Encima, esos pelos alborotados que llevaba me impedían verle la cara―. Se lo oí decir a un miembro de la guardia.
Eso me lo desveló todo.
―¿De la guardia? ¿Te refieres a la guardia de los Vulturis? ―quise saber, volviéndome del todo hacia él―. ¿Quieres decir que estamos en Volterra?
―Exacto ―me ratificó escuetamente.
Con el movimiento de girarme, noté un tirón en mi cuello. Volteé la cabeza al frente y llevé las manos hacia mi gaznate para comprobar de qué se trataba. No podía verlo, claro, pero mis dedos se dieron cuenta de que se trataba de una especie de cordón fino que rodeaba mi garganta. Parecía de metal y, no es que me estrangulase, pero se ceñía bastante a mi piel.
¡¿Qué mierda era eso?!
Mis manos se afanaron en romperlo, juro que tiré con todas mis fuerzas, sin embargo, mis dedazos no entraban en el pequeño espacio que quedaba entre mi cuello y el cordón, y lo único que conseguí fue hacerme sangre. Menos mal que las rozaduras se cerraban instantáneamente, y más aquí, este agujero tenía que estar infestado de chupasangres.
―Mierda ―murmuré, apretando los dientes con rabia.
―Te lo han puesto para que no puedas transformarte ―habló ese tío otra vez.
―¿Cómo? ―le miré.
―También les oí decir que ese cordón estaba hecho de una aleación especial que es irrompible ―explicó sin dejar de observar esa pared―. Si se te ocurre transformarte, te cortará la cabeza.
―¿Esto va a cortarme la cabeza? ―cuestioné, alzando las cejas.
―Yo que tú, no lo comprobaba.
Genial. No sé por qué, pero le creí. Esos viejos decrépitos eran capaces de eso y más.
Bueno, me importaba una mierda que no me pudiese transformar. Tenía que salir de aquí como fuera. No sabía si habían atrapado también al resto y los tenían en otra parte, si habían conseguido escapar o qué, pero yo tenía que regresar con Nessie como fuera. Esto de no saber si estaba bien y de no poder protegerla, me mataba. Además, ella estaría sufriendo por no saber de mí, estaría muy preocupada.
Esta vez, conseguí ponerme en pie, eso sí, tuve que apoyarme en la pared con la mano para no espatarrarme en el suelo.
―No vas a poder escapar ―dijo ese extraño compañero de celda, siguiendo con esa manía de no mirarme.
¿Tan feo le parecía o qué?
―Eso ya lo veremos ―objeté, un poco irritado por esa desconfianza tan de buenas a primeras.
Caminé hacia la puerta, ya totalmente despejado. Las cadenas siguieron mis movimientos, arrastrándose por el suelo con ese tintineo quejumbroso, hasta que noté los tirones en mis extremidades. Y todavía me faltaban dos metros hasta la puerta. Me giré, clavando el ceño en los ojos, y comprobé cómo mis cuerdas metálicas se tensaban desde las dobles y gruesas arandelas que estaban ancladas a la pared de piedra.
―Es imposible, te aviso ―siguió ese tipejo―. Yo ya lo he intentado y no se puede.
Pasé olímpicamente de su estúpido comentario y tiré con todas mis fuerzas, intentando sacar de la pared las arandelas que tensaban las cadenas de mis brazos. Nada. Volví a tirar, esta vez con tirones continuos y más fuertes, pero nada, no había manera. ¡Mierda!
―Te lo dije. No vas a poder salir de aquí ―reiteró ese pesado.
Este listillo ya estaba empezando a tocarme mucho las narices, y yo no tenía el día para bondades, la verdad.
―¿Y a ti qué te importa? ―le bufé a la cara, hundiendo las cejas en los ojos un poco más―. ¿Es que no tienes nada mejor que hacer? Cuenta esas piedras de la pared y déjame en paz.
―Ya las he contado, son 127 ―soltó, sin mirarme, claro.
Maldito gusano… Ya me estaba hinchando lo que no me tenía que hinchar…
―Pues cuéntalas otra vez, a lo mejor se te ha pasado una, mira a ver―le espeté con acidez, girándome hacia delante para seguir con mis planes de escapada.
―Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete…
Esto era el colmo. Me giré hacia él, despacio, clavándole una mirada que ya lo decía todo.
―Oye, te lo advierto, hoy no tengo el día para bromas, así que no me tomes el pelo o terminaremos muy mal ―gruñí.
Cerró la bocaza, aunque por poco tiempo. Por fin, se volvió hacia mí para mirarme con cara de malas pulgas.
―No te tengo miedo, yo también soy un gigante ―afirmó.
Vaya, ¿era un gigante? Pues por su aspecto, nadie lo diría. Al igual que yo, iba descalzo y no llevaba camiseta, y solamente vestía unos pantalones vaqueros de color negro, rasgados. Bueno, aunque estaba bastante delgado, se le veía fuerte, sus finos músculos se notaba que eran fibrosos y nervudos, pero su altura era la de un chico normal. Llevaba esos pelos morenos y enmarañados a la altura de la barbilla, aunque creo que estaban peinados así deliberadamente, como hacen las estrellas de rock para fingir un aspecto desaliñado. Eso sí, su frase hizo que me fijase en sus ojos. Eran de color fucsia, como los de Helen cuando no llevaba esas lentillas doradas. Si no fuera por eso, lo hubiera dudado, la verdad.
―Yo no soy un gigante ―le revelé, todavía enfadado.
Eso pareció llamarle más la atención y me observó con más detenimiento.
―¿No eres un gigante? ―inquirió, parándose a detallar mi altura y mi escasa indumentaria. También pareció darse cuenta de mi fuerte físico―. Entonces, ¿qué eres?
―Eso no te incumbe. No soy un gigante y punto ―contesté, tengo que reconocer que de malas formas.
Lo siento, pero el secreto de la tribu es el secreto. Y tampoco me fiaba de él, no sabía si era de los buenos o de los malos, la verdad. Podía ser una trampa de Aro o algo así.
Volví a mis quehaceres, intentando ignorar esa estúpida mirada examinadora que tenía sobre mí, y me acerqué a la pared de piedra que sustentaba las arandelas, entre aquel ruido de cadenas que acompañaba a cada uno de mis movimientos, por mínimos que estos fueran.
Agarré una de las arandelas de arriba con las dos manos y tiré con todas mis fuerzas. ¡Maldita sea! No había quién la sacara de allí, ni siquiera se movía un poco. La condenada estaba bien anclada a la pared. Apoyé uno de mis pies en el paramento para que ayudase a mi cuerpo a coger más impulso, pero, mierda, era completamente inútil.
―Un momento ―dijo ese tipo de pronto en tono de sorpresa mientras se levantaba lentamente―. Ya sé quién eres. Tú eres Jacob Black, el Gran Lobo ―mierda, genial―. Ya decía yo que era muy raro que te hubiesen puesto eso en el cuello. A mí no me lo pusieron.
Dejé la dichosa arandela y le miré, limpiándome las manos en la parte trasera del pantalón.
―Vaya, veo que en este asqueroso agujero las noticias vuelan ―mascullé con acidez―. ¿Eso también se lo has oído decir a la guardia?
―No sé de ti por estar aquí ―me contradijo―. Lo sé por Helen, ella me ha hablado mucho de ti y de Nessie.
Solo escuchar el nombre de mi chica ya aceleró el ritmo de mi corazón, pero el nombre de Helen hizo que me diese cuenta de quién era él y me quedé boquiabierto.
―¿Tú eres Ryam? ―pregunté, sorprendido.
―Sí ―asintió―. Ryam Winton.
Qué idiota había sido. Claro, ahora me daba cuenta. A ver, Jake, si él te dijo que era un gigante y ves que no es como aquellos que te describió Nessie que tenía Razvan, este chico tenía que ser Ryam, ¿no? Él era el único gigante, junto con Helen y Mercedes, que no eran gigantes todo el tiempo, sino que también eran humanos.
―¿Y qué haces aquí? ―inquirí, aún sin creérmelo.
―Es evidente que me han pillado, ¿no? ―me respondió con retintín.
―Ya, eso ya lo veo, no soy idiota ―le contesté, irritado―. Pero, ¿cómo ha sido? ¿Cómo has terminado aquí? ¿No estabas investigando el asunto de los gigantes de Razvan?
Ryam me miró durante un instante y luego optó por sentarse en el suelo otra vez, señal de que esto iba para largo. Suspiré y me senté yo también, llevando ese pesado tintineo conmigo y apoyando mi espalda en esa pared de piedra.
Odiaba tener que quedarme quieto sin hacer nada, pero es que era así, no podía hacer nada. Los eslabones de las cadenas eran demasiado gruesos y las arandelas no había quién las sacase de la pared, así que opté por esperar. En algún momento vendría alguien para llevarme ante Aro, y esa sería mi oportunidad para ajustar cuentas con él.
Los pinchazos de mi estómago ya empezaban a perforarlo con ganas, y no podía quitarme a Nessie de la cabeza, pero traté de poner atención a la alocución de Ryam, aunque fuera por un momento.
―Sí, estaba siguiendo una pista muy buena sobre los gigantes de Razvan ―empezó a contarme―. Como me imagino que ya sabrás, el primer sitio al que fui para buscar a esos gigantes fue su castillo. Cuando llegué allí, los gigantes ya no estaban, y tampoco ningún vampiro de su guardia, todo parecía haberse esfumado. Pero encontré señales de una batalla.
―¿Una batalla? Pero nosotros terminamos con todos los chupasangres que habían ido a aquella iglesia cercana, y los que no estaban allí escaparon, eso fue lo que le dijiste a Helen, ¿no es así?
―Bueno, omití algunas cosas para no ponerla en peligro. Cuanto menos sepa de mis investigaciones, mejor.
Suspiré. Desde el momento en que ella se convirtió en un gigante, iba a estar en peligro igual, pero pasé de decirle nada, no era asunto mío.
―¿Y quién luchó allí? ―quise saber.
―Descubrí que un bando estaba relacionado directamente con los Vulturis ―cuchicheó el muy idiota, como si así no nos fueran a escuchar. Todos los chupasangres que nos rodeaban, seguro que ya llevaban un buen rato escuchándonos―, pero el otro bando no sé quiénes fueron, ni siquiera sé si tenían algo que ver con Razvan, Nikoláy o Ruslán.
―Qué raro ―murmuré, mordiéndome el labio.
―Lo único que sé es que los gigantes ya no estaban allí ―siguió―, y tampoco había restos de vampiros quemándose ni nada por el estilo. El castillo estaba desértico.
―Entonces está más que claro que los que iban perdiendo se dieron el piro y que los vencedores se llevaron a los gigantes ―manifesté―. Y, sinceramente, no me imagino a la guardia de los Vulturis huyendo de ningún sitio.
―No fue su guardia ―afirmó.
―¿Ah, no? ―fruncí el ceño con extrañeza.
―Fue Thiago y su grupo ―me reveló.
―¿Quién es ese Thiago? ―mi ceño se hundió más.
Estrujó los labios y resopló por las napias mientras ladeaba la cabeza a ambos lados, incómodo. Sí, claro, había chupasangres por todas partes. Después de ese tiempo perdido a lo tonto, se decidió y me lo contó.
―Él es el jefe de los matones de Aro ―bisbiseó con una voz muy bajita para él, pero lo suficientemente alta para mí y para las sanguijuelas de este agujero, que si no habían venido ya para cerrarnos la bocaza era porque les importaba un bledo lo que supiésemos, cosa que me mosqueó bastante, porque eso significaba que no tenían intención de dejarnos salir de aquí, al menos, con vida―. Los Vulturis no solo disponen de su guardia, tienen a ese grupo mafioso que se encarga del trabajo sucio.
Eso de grupo mafioso y matones, me recordó algo, mejor dicho, a alguien: el chupasangres que nos había estado vigilando en la luna de miel. Y yo tenía razón, eran sicarios.
―¿Ese tal Thiago es moreno y tiene una coleta baja y muy larga? ―le pregunté, aunque sabía de sobra la respuesta.
―Sí ―me confirmó, extrañado―. ¿Cómo lo sabes? ¿Le conoces?
―Digamos que nos hemos visto por ahí ―mascullé, apretando los dientes al volver a recordarlo―. Así que son los matones de los Vulturis, ¿eh?
―Sí, bueno, en realidad, son nómadas sin escrúpulos, maleantes, ya eran asesinos en su vida humana. Aro se encargó de encontrarles, enviando a Demetri para ello.
―¿Y tú cómo sabes tanto de ellos? ―interrogué, sorprendido.
―Yo también me he visto por ahí con Thiago y sus matones ―declaró―. Fue en el primer encuentro que tuvimos con Razvan y sus secuaces Helen y yo, en los bosques del Parque Nacional de Olympic, el día en que Razvan me ofreció que me uniera a ellos ―de repente, bajó la mirada al suelo y se quedó mudo durante un instante, aunque después volvió a hablar, eso sí, con pesadumbre―, el día en que contagié a Helen ―uf, se notaba que todavía estaba tocado por eso. Luego, me miró de nuevo para seguir su explicación―. Cuando Razvan se dio cuenta de que yo no le servía para nada y ya estaban a punto de atacarnos, llegaron otros cinco vampiros.
―Sí, eso ya me lo contó Nessie ―recordé―. Se pusieron a pelear entre ellos y vosotros dos conseguisteis escapar.
―Exacto ―asintió―. En aquel entonces no lo sabía, pero he descubierto que se trataba de Thiago y su grupo. Ahora sé que ya andaban detrás de Razvan para impedir la creación de gigantes, al parecer, Aro estaba al corriente de todo.
―Y por eso Aro mandó a Thiago y a su grupo a Bulgaria, para que fueran a por esos gigantes ―concluí yo.
―Eso creo. A los Vulturis no les gusta nada las nuevas especies, y esos gigantes pueden ser lo suficientemente peligrosos para ellos, ya que se regeneran y son totalmente inmortales. Lo que no sé es si se han deshecho de ellos o si los tienen confinados en algún sitio, bueno, suponiendo que los que ganaran esa batalla en el castillo fueran Thiago y su grupo, claro. Por eso vine a Volterra ―me reveló―. No tenía ninguna pista del otro bando y decidí seguir esta, para comprobar si los Vulturis tenían a los gigantes o no. Lo malo es que no llegué muy lejos ―suspiró―. Terminaron pillándome.
―Idiota. Eso te pasa por ir a tu bola ―le espeté en todo el careto―. Si hubieras dejado que nosotros te hubiésemos ayudado, no estarías aquí ahora.
―Te recuerdo que tú tienes a tu manada y también estás aquí ―rebatió, algo molesto.
―Es totalmente diferente ―le discutí―. Para cogerme a mí han tenido que ingeniárselas, en cambio tú te has entregado en bandeja.
―Me gusta trabajar solo.
―Mira, no quiero quitarte mérito. No voy a negar que lo has hecho muy bien y que has descubierto muchas cosas, pero siempre es mejor trabajar en equipo ―afirmé―. Aunque tú no lo creas, todos necesitamos que alguien nos cubra las espaldas. Nadie es invencible, ¿sabes?
―Te equivocas, no es que yo quiera trabajar solo porque sí ―me contradijo―. Prefiero hacer las cosas solo porque no quiero poner en peligro a nadie más, ya tengo bastante con que Helen sea un gigante por mi culpa.
―Nos subestimas ―le critiqué―. Nosotros somos muy fuertes, estamos hechos para luchar contra cualquier tipo de chupasangres.
―No estoy diciendo que no, pero Helen es lo más importante para mí, y si vosotros os entretenéis conmigo, ella quedará más desprotegida. Cuantos más lobos la protejáis, mejor.
―Vuelvo a decir que nos subestimas ―desaprobé, un poco ofendido por sus dudas―. Sabemos organizarnos muy bien, trabajamos en equipo y nos coordinamos perfectamente, y mis lobos saben hacer su trabajo perfectamente.
―Yo me las arreglo mejor solo ―insistió ese cabezota.
―Bueno, haz lo que te dé la gana, tú verás lo que haces, a mí me da igual ―resoplé.
Se hizo un silencio en el que los dos nos quedamos pensativos. Mi mente volvió a centrarse en lo más importante: Nessie. Esto de quedarme aquí sentado sin hacer nada de nada me ponía del hígado, pero sí, vale, Ryam tenía razón, era imposible escapar de aquí. La única opción que me quedaba era esperar, justo lo que a mí más me gustaba, genial.
Llevé mi vista hacia mi anillo y lo cogí con la mano para verlo. Que quowle, leí una vez más. Mi dedo reclamaba esa alianza, pero no podía ponérmela, tenía que estar preparado por si conseguía deshacerme de este cordón de mi cuello y ya me podía transformar, así que me conformé con acariciarla con el dedo índice.
―Ella está bien ―habló Ryam de pronto, intentando animarme―. Los guardas dijeron que solo te cogieron a ti.
―¿Estás seguro? ―inquirí, mirándole expectante.
―Sí, tranquilo ―aseguró.
Eso me calmaba un poco, ella estaba bien, pero los pinchazos de mi estómago seguían siendo igual de fuertes.
―¿Cuánto llevo aquí? ―quise saber.
―No mucho. Te tiraron ahí y a los cinco minutos te despertaste ―me reveló―. Según iban diciendo por el pasillo, tuvieron que pincharte cada pocos minutos para que no te despertases durante el viaje.
Ya, claro, la temperatura de mi organismo seguro que quemaba esa maldita anestesia o lo que fuera con rapidez.
―¿Helen está bien? ―me preguntó―. No he podido llamarla desde hace días, debe de estar muy preocupada.
―Sí, está bien ―le ratifiqué―. Nosotros cuidamos de ella.
―Aunque vaya en solitario, quiero daros las gracias por protegerla a ella ―me dijo, sincero, o eso parecía, vamos―. Habéis hecho mucho por nosotros, y los Cullen también.
―De nada.
Iba a decirle que Carlisle y Louis ya estaban trabajando en el antídoto, pero me callé. Esto no quería que lo escuchase ningún chupasangres, por si acaso. Además, pensándolo bien, seguro que Helen se lo habría contado ya.
―Por cierto, ¿cuánto llevas tú aquí? ―interrogué.
―Cuatro días ―suspiró.
¿Cuatro días? ¿Y no se lo habían cargado ya? Qué raro.
―¿Y qué es lo que quieren de ti?
―No lo sé ―se encogió de hombros―. Supongo que pensarán que les puedo ser útil para algo.
Sí, porque si no ya hubiera sido el aperitivo de la mañana.
―Escucha, todavía no sé cómo voy a hacer para pirarme de aquí, pero saldremos los dos juntos, ¿de acuerdo? ―le dije.
―Te repito que es imposible ―reiteró con un aire cansado.
―Bueno, eso ya lo veremos ―resoplé, otra vez ofendido.
De repente, escuché unos débiles pasos que se acercaban por el pasillo. Parecían tres personas, bueno, mejor dicho, tres chupasangres, y venían claramente hacia esta celda.
Por fin, por fin sabría de las intenciones de Aro, y por fin podría verme cara a cara con él.
Rechiné los dientes.
Ryam no podía escucharlo, pero yo ya me estaba poniendo en pie, a la defensiva, llevando conmigo el quejido de las cadenas.
―¿Qué pasa? ―quiso saber, levantándose también.
―Ya vienen ―le anuncié sin quitarle la vista a la puerta.
Y acto seguido, se escuchó el sonido de unas llaves.


15 comentarios:

  1. genial este capitulo....sos una genia la historia se pone mas interesante ....gracias y te felicito.....salu2

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  2. tenian que ser los Vulturis que horros como se hacen coger fastiado estos..... lo bueno es que jake tiene compañia o mas bien un aliado.... no esta solo....pero donde estan los demas edward,bella, jasper y alice incluso renne oki oki oki mejor me tranquilizo y espero a que continues con la historia.... es que me fascina tanto que me desepero ... muchas gracias por no fallarnos y seguir con los capis..... CUIDATE MUCHO Y SALUDOS

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  3. Noooooooo!!!! Esos chiflados Vulturis no saben lo que es dejar tranquilos a los demas y como se atreven a llevarse a jake espero que nessie lo rescate pronto. Quisiera saber si ellos tienen también a los cullen y a renee o si solo los utilizo para pillar a el gran lobo. Mira que pensé que se había terminada todo ese enredo de la profecía pero leo que no ya me estaba imaginando un cachorrito de lobo semivampiro hahaha. Gracias por todos los capítulos están increíbles espero el próximo y disculpa mi fLta de comentarios pero estaba algo ocupada así que solo los leía pero ya estoy aquí para hecarte porras y de irte que eres la mejor escritora o: saludos y cuidate Kelly

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  4. Gracias por tan buenos capítulos realmente son muy interesantes y las imágenes están perfectas. Quisiera saber si jake no puede sacar su espíritu de gran lobo como lo hizo en la pelea con los magos ahí lo hizo sin transformarse. Espero puedas contestadme y si no pues que aparezca en algún capitulo. Gracias y un beso. Kiara

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  5. wuuaau tienes una imaginacion realmente extraordinaria , buena eres realmente muy buena, mas que felicitarte agradecerte por esta exelente historia ,me hace muy feliz leerla ......
    ADICTIVA si que lo es!!!!!!
    gracias
    elsa

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  6. Aaaaa esos malditos vulturi nunca los dejaran a ellos en paz!! aa tengo ganas de matarlos!!! muajajaja ( exagere :$) bueno me encantoo! por fin Ryan lo encontraron! espero que si salgan da ahi pronto aa ya quiero leer el otro cap escribes genial!! es adictivo como dice Elsaa! :D
    Besos.

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  7. Pobre jake!... por lo menos no se encuentra solito! jaja Como siempre el capi increiblemente emosionante! jeje Mucha fuerza para seguir escribiendo! Ojalá que todavia no se terminEn tus capis ahora que se viene la parte más intrigante!... jaja B E S O S! =)

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  8. uh! Se invierte la historia. Ahora estan Jake y Ryam encerrados.. Mm.. amabas parejas parecen tener mas en comun, de lo que uno creia. ja!
    Ah! Por cierto. que mal que Jake sea taaaa... Impaciente por utilizar un termino suave. quiero decir, es muy agresivo. Pobre Ryam. bueno, supongo que es le caracter que tiene qe tener el Gran Lobo.. pero. Me acordaba de el.. mas tierno. Nada! Ideas locas mia..
    ah! no se xq.. pero habia pensando en su momento que el encapuchado que andaba con Razvan era Ryam. No se xq. Imagine un misterio. Pero al final fue mi loca imaginacion. Igual me alegro que no. xD
    sol*

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  9. jaja, ya ves que la sombra no es Ryam!! xD

    Me alegro de que te esté gustando la historia, Sol ^^

    Pues no es que Jake sea agresivo xD Tienes que ponerte un poco en su situación. Le han encerrado, le han separado de Nessie una vez más, y creo que cualquiera estaría ya un poquito harto, ¿no? xD Y Ryam, bueno, si te fijas tb es un poco picotero, como decimos aquí, está chinchándole continuamente xD Es divertido ;)

    Pero ya veo que te gusta, y me alegro =)

    Bueno, muchos lametones, guapa!!!
    JACOB&NESSIE

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  10. [JA! Me encanta el lunfardo de ustedes , qe por cierto sigo sin saber de donde sos :p] Mexico? Algun pais de centroamerica? Mas bien al Sur?
    Ya si, es una verguenza que no lo sepa pero.. Lo busque! Y no lo encontre. :(
    Si, si.. A veces me olvido de contextualizar.. ES verdad! tenes razon!
    SOl*

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  11. jajajaja, pues soy Española xD , asturiana, para más señas ^^ Soy de Asturias, una región que queda al norte de España, por si no lo sabes. Se parece mucho a Forks, jajaja, muy verde, llueve mucho y todo eso ;)

    ¿Y tú?

    Muchos lametones para ti!!!
    JACOB&NESSIE

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  12. Ah! España! Aahh! Ya me voy para alla! si se parece a Forks! A ver si encuentro un lobo. Bah! aunqe en un lugar como ese, mas probable es que habite algun vampiro. xD
    Ja! Yo de Argentina. De San Luis. Una provincia del centro del pais. Extraño mi Buenos Aires! :(
    AAh! Pense que me delataba el "VOS" o el "SOS" o el "CHE" xD Creo que los argentinos somos los unicos que hblamos asi. :P
    bueno.. Nada Tama! Queria saber un poquito de vos. Es que me parece una re buena persona! y copada por lo poco que puedo leerte en los comentarios. sigo leyendo alucinada.. Me voy al capi donde lo deje! xD
    sol*

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  13. eeeh soy sara de ceuta,tengo familia en asturias y oviedo,tienes rason ai muchas zonas verde,aunque me acuerdo de poco ya que fui de pequeña,una vez mas digo que eres genial,si tienes me gustaria tenerte en mi facebook,claro si quieres...

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  14. soy sara otra vez jejej,mi facebook es sariita abdeselam castro

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    Respuestas
    1. Hola, Sara!!

      Ya vi tu comentario en el capítulo "Fuego", así que con tu pareja, ¿eh? jejeje.

      ¿Tienes familia en Asturias? Qué bien!! Y, además, en Oviedo, de donde soy yo!! Tienes que volver, así seguro que recuerdas más cosillas ;)

      Muchas gracias por darme una oportunidad y leerme!!! Me encanta tener lectores nuevos =)

      Lametones!!!

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