NUEVA ERA (Continuacion de "DESPERTAR")
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CAPITULOS:
PARTE UNO: HORIZONTE:
RENESMEE:
1. MAS HUMANA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-1-mas-humana.html
RENESMEE:
1. MAS HUMANA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-1-mas-humana.html
2. SAGRADOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-2-sagrados.html
3. PRACTICAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-3-practicas.html
4. HELEN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-4-helen.html
5. ANIVERSARIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-5-aniversario.html
6. EXCURSION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-6-excursion.html
7. ENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-7-encuentro.html
8. RYAM: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-8-ryam.html
9. MAL PRESAGIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-9-mal-presagio.html
10. ENTREGA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-10-entrega.html
11. OTRA PREOCUPACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-11-otra-preocupacion.html
12. VIAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-12-viaje.html
13. PREMONITORIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-13-premonitorio.html
14. CONVERSACION PENDIENTE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-14-conversacion.html
15. MENSAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-15-mensaje_23.html
16. ANTIDOTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/todos-los-apitulos-registrados-en.html
17. PLANTACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-17-plantacion.html
18. SOMBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-18-sombra.html
19. VISPERA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-19-vispera.html
20. SORPRESAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-20-sorpresas.html
21. MAGIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-21-magia.html
22. ATRAPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-21-atrapada.html
PARTE DOS: PROFECIA:
23. ENCIERRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-23.html
24. UNA SEMANA: CAMBIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-24-una-semana-cambio.html
25. DOS SEMANAS: ESPEJO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-25-dos-semanas.html
26. CINCO MESES: PROFECIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-26-cinco-meses.html
27. DIEZ MESES: ¡CORRE!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-27-diez-meses-corre.html
28. DIEZ MESES Y MEDIO: VERDAD: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-28-diez-meses-y.html
29. ONCE MESES Y TRES SEMANAS: RESCATE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-29-once-meses-y-tres.html
30. PLAZO: UNA SEMANA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-30-plazo-una-semana.html
JACOB:
31. VER RELUCIR A UN ANGEL PUEDE CEGARTE DEL TODO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-31-ver-relucir-un.html
32. OH, SI, GENIAL. ESTO ES PARA VOLVERSE LOCO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-32-oh-si-genial-esto.html
33. SI DIESEN PREMIOS A LA ESTUPIDEZ, YO QUEDARIA EL PRIMERO EN EL PODIUM, SEGURO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-33-si-diesen-premios.html
34. ¡UF, UF, UF! PELIGRO, PELIGRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-34-uf-uf-uf-peligro.html
35. SI, DEFINITIVAMENTE ME HABIA VUELTO CHIFLADO, MAJARETA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-35-si.html
36. ¿POR QUÉ DEMONIOS TODO EL MUNDO ME GUARDA SECRETITOS Y ME OCULTA LAS COSAS? NO LO ENTIENDO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-36-por-que-demonios.html
37. A VECES PASAN COSAS INEXPLICABLES, COMO LA MAGIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-37-veces-pasan-cosas.html
3. PRACTICAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-3-practicas.html
4. HELEN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-4-helen.html
5. ANIVERSARIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-5-aniversario.html
6. EXCURSION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-6-excursion.html
7. ENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-7-encuentro.html
8. RYAM: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-8-ryam.html
9. MAL PRESAGIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-9-mal-presagio.html
10. ENTREGA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-10-entrega.html
11. OTRA PREOCUPACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-11-otra-preocupacion.html
12. VIAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-12-viaje.html
13. PREMONITORIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-13-premonitorio.html
14. CONVERSACION PENDIENTE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-14-conversacion.html
15. MENSAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-15-mensaje_23.html
16. ANTIDOTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/todos-los-apitulos-registrados-en.html
17. PLANTACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-17-plantacion.html
18. SOMBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-18-sombra.html
19. VISPERA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-19-vispera.html
20. SORPRESAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-20-sorpresas.html
21. MAGIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-21-magia.html
22. ATRAPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-21-atrapada.html
PARTE DOS: PROFECIA:
23. ENCIERRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-23.html
24. UNA SEMANA: CAMBIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-24-una-semana-cambio.html
25. DOS SEMANAS: ESPEJO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-25-dos-semanas.html
26. CINCO MESES: PROFECIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-26-cinco-meses.html
27. DIEZ MESES: ¡CORRE!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-27-diez-meses-corre.html
28. DIEZ MESES Y MEDIO: VERDAD: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-28-diez-meses-y.html
29. ONCE MESES Y TRES SEMANAS: RESCATE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-29-once-meses-y-tres.html
30. PLAZO: UNA SEMANA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-30-plazo-una-semana.html
JACOB:
31. VER RELUCIR A UN ANGEL PUEDE CEGARTE DEL TODO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-31-ver-relucir-un.html
32. OH, SI, GENIAL. ESTO ES PARA VOLVERSE LOCO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-32-oh-si-genial-esto.html
33. SI DIESEN PREMIOS A LA ESTUPIDEZ, YO QUEDARIA EL PRIMERO EN EL PODIUM, SEGURO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-33-si-diesen-premios.html
34. ¡UF, UF, UF! PELIGRO, PELIGRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-34-uf-uf-uf-peligro.html
35. SI, DEFINITIVAMENTE ME HABIA VUELTO CHIFLADO, MAJARETA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-35-si.html
36. ¿POR QUÉ DEMONIOS TODO EL MUNDO ME GUARDA SECRETITOS Y ME OCULTA LAS COSAS? NO LO ENTIENDO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-36-por-que-demonios.html
37. A VECES PASAN COSAS INEXPLICABLES, COMO LA MAGIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-37-veces-pasan-cosas.html
¿QUERÍA QUE ME ENTREGASE A ELLA? ¿ERA ESO? PUES SI ESO ES LO QUE QUERÍA, LO HARÍA SIN DUDARLO
NI UN INSTANTE
No me dio tiempo ni a
gritar. Una gruesa grieta se abrió justo donde sus pies y la placa de hielo que
pisaba se quebró en dos, hundiéndola en ese agua congelada junto con los trozos
que se habían roto.
―¡NESSIE! ―grité,
provocando otro quejido en las montañas.
No podía ir hasta allí, si
yo pisaba la placa, se rompería del todo, y había mucha distancia, aunque mi
temperatura corporal era muy alta, no podría resistir ese agua durante mucho
tiempo, así que no podía sacarla de allí nadando, me quedaría a mitad de camino
y ella… moriría. Ni pensar en esa palabra podía.
Corrí como un misil hacia
el primer árbol que encontré y arranqué dos ramas largas, las cuales enganché vertiginosamente
con un improvisado machihembrado para hacer de ellas una sola con el doble de
tamaño. Regresé hacia mi posición inicial, ya estirándola hacia ella.
―¡Nessie, coge la rama! ―grité con nerviosismo.
Ella consiguió salir a la
superficie y tiró la dichosa caja en el hielo, aunque volvió a hundirse,
agitando los brazos sin parar. ¡¿Pero por qué demonios salvaba a esa estúpida
caja antes que salvarse a ella?!
―¡JAKE! ―chilló, intentando
salir a la superficie para tomar aire.
―¡Coge la rama!
Si no lo hacía, me tiraría
al lago de cabeza.
Consiguió agarrarla, pero sus
movimientos se volvieron más lentos y torpes, señal de que el frío gélido ya
estaba haciéndole efecto, y justo cuando estaba sacándola del agujero, la rama
se le escapó de la mano, hundiéndose de nuevo en el agua, aunque se sujetó con
los dedos en el propio hielo y no llegó a sumergirse del todo.
¡No, maldita sea! ¡Maldita
sea!
―¡Dios, Nessie, coge la
rama! ―repetí, neurótico perdido.
―No… pppuuuedo ―murmuró,
claramente fatigada y helada.
―¡Claro que puedes,
preciosa! ¡Vamos, cielo, cógela!
No, iba a por ella YA. Era
un suicidio, pero prefería morirme con ella a dejar que se helase allí.
Sin embargo, estas palabras
parecieron surtir un especial efecto en ella, y cuando ya iba a tirar la rama
para tirarme yo en el hielo, Nessie hizo un último esfuerzo y la sujetó con una
mano.
―¡Sí, así, muy bien, cielo!
¡Agárrala todo lo fuerte que puedas!
Sus dedos llenos de
convulsiones se agarrotaron en la rama, de lo que apretó.
Tiré despacio, puesto que
si lo hacía demasiado deprisa o con mucha potencia, la placa podía volver a
romperse y ella se caería en el agua de nuevo, lo cual iba a ser catastrófico,
ya que sufría una fuerte hipotermia y estaba agotada, ya no podría salir a la
superficie.
―Aguanta, preciosa ―le dije
mientras le sacaba, para calmarla.
Su cuerpo salió del agujero
y seguí tirando con suavidad, acercándola hacia mí.
―Eeel cccoorazzzón ―dijo de
pronto, estirándose para coger la caja.
―¡No, vamos, Nessie! ―le
regañé, frenético.
Pero ella logró alcanzarla,
la arrastró hacia su cuerpo a duras penas y la cogió, apretándola contra su
pecho con esa mano temblorosa.
Volví a tirar, esta vez un
poco más deprisa, y después de unos segundos que se me hicieron más que eternos,
llegó hasta mí.
Dejé caer la rama y la cogí
en brazos vertiginosamente para echar a correr de igual forma hacia la cueva.
―Jjjjjaaakkkeee… ―susurró,
llena de convulsiones, intentando aferrar esa mano que casi no era capaz de quedarse
quieta a mi camiseta.
Sus labios y su rostro ya
eran de color azulado.
―Ya estoy aquí, cielo ―murmuré,
apretándola contra mi cuerpo con mimo a la vez que ya comenzaba a subir esos
peldaños de piedra a toda velocidad.
―Mmme haasss llaaammadddo
pppor mmi nnnoombre ―volvió a musitar sin apenas voz.
Sí, era la primera vez
desde que había aparecido en La Push que la había llamado por su nombre, pero,
¿cómo podía darle importancia a eso en un momento así?
―Sí, preciosa ―admití,
entrando en la caverna con precipitación.
Giré la esquina y la posé
en el suelo, de pie, sosteniéndola con mi propio cuerpo.
Su mano apretaba esa caja
contra su pecho con tanto ahínco y estaba tan agarrotada, que me costó un
triunfo quitársela. Pero lo conseguí, así que la dejé junto al saco.
Cuando me erguí, sus ojos
se cerraban y su cuerpo quería desplomarse para dormir un profundo y eterno
sueño.
¡No, ni hablar!
―¡Nessie, escucha! ―le
pedí, agarrando su congelado y tembloroso rostro entre mis manos. Ella abrió
los párpados y me miró con los ojos cansados―. No te duermas, ¿me oyes? Ante
todo no cierres los ojos.
Asintió levemente, medio
adormilada, y luchó con sus párpados para que no se cerrasen.
Tenía que hacer que entrase
en calor con urgencia, así que lo primero era quitarle esa ropa mojada. Así lo
hice, y con rapidez. Empecé por el plumas y continué con la camisa, abriéndola
de un solo tirón, arrastrándosela hacia atrás para tirarla en el suelo, al lado
del abrigo. La cogí en brazos de nuevo y la dejé sobre el saco con delicadeza,
aunque con prisas, tumbada. Este estaba junto a la hoguera, así que el calor
llegaba hasta allí. Le quité las botas y los calcetines con precipitación y le
desabroché el botón de los pantalones del mismo modo, tirando de ellos para
sacárselos. Ella todavía parecía darse cuenta de las cosas y me ayudó, doblando
sus temblorosas piernas para que pudiese quitárselos del todo.
La alcé un poco para poder
abrir el saco completamente y dejé el mismo extendido. Me senté en ese hueco,
junto a ella, me descalcé con los propios pies y me quité la camiseta,
arrojándolo todo al suelo. Después, me eché y llevé la tela superior del saco
hacia nosotros para taparnos, dejando la parte abierta de mi lado.
Me puse de costado y la
agarré por la cintura, ladeándola hacia mí y arrimándola contra mi cuerpo para
que entrase en calor. Me dio un pequeño escalofrío al sentir ese frío, pero lo
superé al instante. Su piel estaba helada y sus convulsiones eran bastante
fuertes, aunque pareció notar el calor enseguida.
―Jjjjaake… ―susurró, algo
más aliviada.
―Estoy aquí, cielo ―murmuré,
retirándole el cabello de la frente con mis dedos.
Apoyó su congelada mejilla
en mi pecho, llevó sus frías y temblorosas manos a mi espalda y se apretó más
contra mí mientras su boca exhalaba el aire entrecortadamente. Mis palmas se
afanaron en frotar su coronilla, su nuca y su espalda para secarle algo el pelo
y que el calor hiciese efecto lo más pronto posible.
―¿Por qué has hecho eso,
eh? ―le regañé un poco, aunque sin estar enfadado, solo susurrándole mientras
seguía frotándole con mis manos―. No sé qué porquería es esa, pero no tenías
que haber ido a por ella.
―El cccorazzzón es… ―su
lengua se quedó trabada―. Tttenía qque cccogerlo.
No entendía para qué quería
esa asquerosidad, pero ahora lo que me urgía era que se le quitase esa
hipotermia, así que dejé el tema momentáneamente y seguí frotándole para
calentarla.
Mis caricias parecieron
funcionar.
Su cuerpo se fue caldeando
poco a poco, conforme pasaban los minutos, y las convulsiones fueron
desapareciendo progresivamente, hasta que su piel pasó a ser cálida y ella dejó
de temblar. Mi susto se pasó del todo y pude relajarme.
―¿Estás mejor? ―le pregunté
con un murmullo.
―Estoy muy bien ―susurró,
despegando su mejilla de mi pecho para hundir el rostro en el mismo. Luego, inspiró
profundamente―. No te imaginas cuánto ―añadió con otro susurro.
Eso provocó que mi estómago
se llenase de esas chispas que producían ese cosquilleo insistente. Fue
entonces cuando me paré a pensar en que Nessie estaba entre mis brazos, en que
ella estaba en ropa interior, en que ambos estábamos semidesnudos, en que
solamente nos separaba un par de prendas, en que su sedosa piel estaba pegada a
la mía del todo, en que su cuerpo casi se fundía con el mío…
Mis privilegiadas manos
seguían acariciando su espalda desnuda, metiéndose entre su precioso y largo
cabello húmedo. No pude evitar bajar un poco el rostro para mirarla y apoyar la
nariz en su cabeza para inspirar su maravilloso aroma.
―Me has llamado preciosa ―murmuró,
deslizando sus manos por mi espalda lentamente.
Todo mi cuerpo se
estremeció solo con eso.
―Porque… eres… eres
preciosa ―admití con un susurro.
Separó su precioso rostro
de ángel de mi pecho y lo alzó para mirarme. El calor ya teñía sus mejillas y
sus carnosos labios eran de color rosado.
―¿Crees que soy preciosa? ―musitó,
clavándome esos ojazos sin piedad.
Como la noche anterior, el
fuego se reflejaba en esos preciosos ojos grandes de pestañas kilométricas y
teñía su rostro de efectos anaranjados que bailaban una danza arrítmica pero
constante. Su largo cabello estaba húmedo, pero seguía siendo igual de hermoso.
Ya no pude apartar la vista
de ella. Sus preciosos ojos me reclamaban, me hipnotizaban, y su rostro estaba
muy cerca del mío, tanto, que notaba su respiración en mi barbilla. Eso me
ponía todo el vello de punta. Todo, toda ella estaba muy cerca, estaba pegada a
mí. Su voluptuoso pecho estaba adosado a mi piel, podía sentir su corazón
latiendo en mi torso, justo al doble que el mío, muy cerca el uno del otro, los
dos totalmente acompasados.
Ese algo que fluía a
nuestro alrededor empezó a hacerse de notar, era una fuerza que me atraía hacia
ella aún más, sin remedio, intensa, irresistible. Era completamente imposible
no dejarse llevar, y no pude resistirme, aunque no hubiera hecho falta para
perderme del todo.
―Sí, eres… eres preciosa ―susurré.
Llevé mis trémulos dedos a
su mejilla para acariciársela con el dorso, deslizándolos despacio por esa piel
de algodón. Nessie cerró los ojos y ladeó su rostro para que mis dedos llegasen
a sus labios, que soltaron un estimulado suspiro.
El cosquilleo de mi
estómago cada vez era más fuerte.
Repasé su preciosa y sedosa
boca con mis yemas y los dos empezamos a hiperventilar.
―Y me has llamado cielo… ―murmuró
con deseo, acercando esos labios a mi cuello.
Comenzó a deslizarlos con
suavidad, exhalando su cálido y agitado aliento sobre mi piel. Las chispas se
movieron con frenetismo y mi corazón aumentó el ritmo de sus latidos. Mi
respiración también empezó a agitarse, no podía dejar de estremecerme.
―Porque tú siempre serás mi
cielo, tú siempre serás mi ángel… ―confesé con un murmullo.
Era imposible no
confesarlo.
Llevó sus palmas con calma desde
mi espalda, pasando por mis costados, hasta la parte de mis abdominales,
mientras dejaba mi cuello para hipnotizarme con sus preciosos ojos de nuevo.
Eso ya me estremecía con locura, pero cuando las subió, deslizándolas
lentamente por todo mi torso para acariciarme, ya no pude evitar encenderme
como una mecha. Jadeé y pegué mi frente a la suya con vehemencia. Su boca
también dejó salir un intenso jadeo y la respiración de ambos subió de tono.
¿Qué era lo que quería de
mí? ¿Quería que me entregase a ella? ¿Era eso?
―¿Qué es lo que quieres de
mí…? ―susurré en sus labios con deseo―. ¿Por qué haces esto…?
―Lo sabes… ―contestó del
mismo modo, sin dejar de acariciar mi estremecido pecho.
Sí, lo sabía, claro que lo
sabía, no era tan idiota, ya me había dado cuenta con sus insinuaciones en la
habitación de ese motel. Había intentado rehuir de eso, porque no quería que terminara
haciéndome más daño. Pero ahora ya era demasiado tarde. Si eso es lo que
quería, lo haría sin dudarlo ni un instante. Sí, maldita sea. Porque ahora que
la tenía conmigo, así, ya no podía dejarla. Ahora mi piel ya había vuelto a
probar el increíble tacto de la suya, de sus manos, de sus sedosos labios, de
su aliento… El infinito deseo que sentía por ella pasaba las fronteras de lo
racional, siempre había sido así, y ahora estaba más vivo que nunca. Nessie era
mi droga, y había probado una sola gota, suficiente para hacerme recaer de
nuevo, para entregarme a ella ciegamente, para siempre. Ahora ya no podía
parar, era completamente imposible. No. Ahora ya no quería parar.
Ya no podía más. Estaba
cansado de luchar contra mi corazón, harto de dejarme llevar por esta estúpida rabia
y este rencor absurdo y doloroso que siempre me dominaba. Le perdonaría, le
perdonaría todo, cualquier cosa. Si me cortaba un brazo, le perdonaría. Si me
seccionaba la lengua, le perdonaría. Si me arrancaba el corazón, le perdonaría.
Si después me dejaba para irse con ese imbécil, le perdonaría. Todo con tal de
estar a su lado. No. No iba a dejarme dominar nunca más por ese rencor. Ella
quería que ahora fuese suyo, y lo sería, lo sería siempre que ella quisiese, para
siempre. No me importaba, podía utilizarme si quería, a su antojo, porque yo
era suyo, solo suyo, y lo sería eternamente. Podían pasar cien años sin verla,
yo me entregaría a ella al ciento uno, esperaría por ella cada día, cada hora,
cada minuto. Sería su mejor amigo, sería su esclavo, sería su amante secreto si
quería, no me importaba en absoluto. ¿Quería que le hiciese el amor? Se lo
haría. ¿Quería que matase a alguien por ella? Lo mataría. ¿Quería que me
arrastrase como un perro? Me arrastraría. Lo único que me importaba era tenerla
a mi lado, hacerla feliz, la manera en que fuera me daba exactamente igual.
Y no era solo la
imprimación. Había intentado retenerlo en mi cabeza, ocultarlo con otros
sentimientos, pero ahora era incontenible. Sí, mierda, yo la amaba, seguía
amándola con toda mi alma, estaba locamente, perdidamente enamorado de ella,
jamás había dejado de estarlo, y jamás dejaría de estarlo. Ella era la mujer de
mi vida, el amor de mi vida, la única.
―Nessie… ―susurré,
rindiéndome del todo.
Pasé una de las manos que
tenía en su espalda hacia delante y la arrastré segura por su abdomen,
ascendiendo despacio para sentir mejor esa sedosa piel. Y ella se dejó. Jamás
me imaginé que iba a poder hacer esto de nuevo, ni en mis mejores sueños. La
respiración de ambos se agitó aún más, pero la suya se volvió loca cuando mi
mano llegó a su pecho. El sujetador era muy fino y dejaba que se notase todo su
seno. Solo lo acaricié con el pulgar, pero eso fue suficiente. Su mano se
aferró en mi nuca, su pierna se alzó, abriéndose y apoyándose en mi cadera, y
su rostro se separó del mío cuando su cuerpo se arqueó hacia atrás entre jadeos
alocados.
Eso me puso como una moto.
Dejé su pecho y llevé ambas
manos hacia su espalda más baja para apretarla contra mí con pasión y arrebato.
Su rostro se unió al mío de nuevo, nuestros cuerpos se pegaron y los dos
gemimos en silencio, ya casi en nuestras bocas.
―Jake… ―jadeó, suplicante, con
sus dedos aferrados a mi pelo.
Los dos acercamos nuestros labios
y exhalamos intensamente solo con notar ese tacto. No llegaron a ser besos, nuestras
bocas solamente se rozaban la una a la otra, una y otra vez, con suavidad, mientras
nuestros alientos jadeaban, ansiosos.
Sí, la amaba, la amaba con
toda mi alma. Y esa fuerza que nos envolvía cada vez era más intensa, más
potente, sumándose al fuerte cosquilleo de mi estómago.
Mi mano reptó por su muslo
a la vez que la suya lo hacía por mi pecho y mi cuello.
―Jake… ―susurró,
maravillada, sin dejar de rozar mi boca.
Ya no había marcha atrás.
Deslicé mis labios por los
suyos para besarla lentamente, esta vez entremezclándolos del todo, despacio, una,
dos, tres veces, quería sentirlos bien; ese alocado cosquilleo estaba a punto
de hacer estallar a mi estómago. Jamás me había imaginado que iba a volver a
saborear esa sedosa boca, ese dulce aliento que se mezclaba con el mío. Sí, lo
eran, tal y como los recordaba. Sus carnosos labios eran suaves y tersos, su húmedo
aliento, azucarado, su piel era de terciopelo y su cuerpo era espectacular,
propio de una diosa.
No me lo podía creer. Mi
privilegiada boca la estaba besando.
Ya no pude parar, la miel
de sus labios era irresistible para mí, y lo que sentía por ella era
irrefrenable, era un huracán, un tornado que destruía todo a su paso. Lo demás
ya no importaba, nada más importaba. La besé con toda mi alma, entregándome del
todo, con este intenso amor que sentía por ella y que dominaba todo mi ser
hasta la locura.
Y entonces, noté unas
cálidas gotas que se fundieron con mi cara. Me quedé de piedra. No me lo podía
creer, Nessie estaba llorando. Pero sus labios también se movían con los míos,
los dos juntos, totalmente acompasados, sincronizados. Sí, ella me
correspondía, me correspondía. Me correspondía como si fuera lo último que
fuese a hacer en su vida, me correspondía con amor, poniendo su alma en cada
beso, como siempre había sido, como no hacía tanto tiempo… Lloraba, sí, pero
lloraba de felicidad, por mis besos.
Eso descolocó mis esquemas totalmente.
Nessie… Nessie me quería, me amaba, por eso llevaba mi pulsera de compromiso,
por eso no había podido quitársela, al igual que me había pasado a mí con la
cinta de mi tobillo. Ella sí me había amado, siempre me había querido. Puede
que quisiese a ese idiota con el que estuviera, pero a mí también, y no había
conseguido olvidarse de mí.
El que ella aún siguiera
amándome, rompió la poquísima oposición que podía quedar en mí. Era imposible
describir lo que sentí en ese momento, solo sé que no pude contener mi emoción
y mis ojos también dejaron escapar unas lágrimas.
―Nessie… ―susurré yo
también, entre sus labios.
Sí, porque esto que estaba
pasando era increíble, mágico, un milagro, un sueño, mi sueño. Mis labios
volvían a sentir a los suyos, mis manos podían tocar su cuerpo a su antojo, y
ella se estaba entregando a mí, a mí.
Esto cambiaba las cosas
totalmente. No, yo no sería su amante. No, ni hablar, no la dejaría para nadie.
Ahora ya no tenía ninguna duda. Tenía una oportunidad y no pensaba
desaprovecharla. Me tiraba de cabeza y sin casco, pero me importaba una mierda,
ella tenía que ser mía de nuevo. Y lo sería, lo sabía, lo sentía. La
necesitaba, ella era mi droga, mi dulce droga, mi ángel, mi dulce y precioso
ángel. Y estaba loco por ella, la amaba con toda mi alma. Lucharía por ella
como un tigre salvaje, con quien fuera, me daba completamente igual quién fuese
ese bastardo que creía que la tenía, porque ella jamás sería suya. Ella era
mía, mía, solo mía.
Comencé a besarla con
efusividad, sin dudas, sin titubeos, sin temores ni miedos. Pero no fui el
único. Sus manos se aferraron con ansia a mi pelo y a mi espalda para pegarme
más a ella y entonces la locura se desató. Nuestros labios empezaron a
entremezclarse con un deseo y una pasión desmedidos, rayanos en la locura, mientras
ya jadeábamos salvajemente.
Chispas, chispas, chispas.
Estas ya no solo se movían por mi estómago, ahora invadían todo mi organismo de
una forma alocada e indómita, encendiéndolo todavía más. Pasé de cero a cien en
una milésima de segundo, ahora estaba completamente excitado, mi cuerpo radiaba
fuego por todos los costados, pero Nessie no se quedó atrás. Sus dedos se afanaban
en que mi cuerpo no se separase del suyo ni un solo milímetro mientras
respiraba con un fervor que podía prenderle fuego a la montaña entera.
Nuestras bocas se mezclaban
frenéticamente, así como nuestros ardientes alientos, y nuestras manos se
movían ávidamente por nuestra piel. No, no pensaba dejársela a nadie, ella
tenía que ser mía del todo.
Ambos nos giramos
sincronizadamente, de modo que pude ponerme entre sus largas y preciosas
piernas con facilidad. Sí, ese rincón estaba hecho para mí, solo para mí. La
hipotermia de antes pasó a ser un fuego candente, ahora su cuerpo ardía como
una llama, como el mío, y Nessie nos destapó de un solo bandazo para que
tuviéramos mayor libertad de movimientos.
Acaricié sus caderas y sus
muslos con avidez a la vez que sus manos lo hacían con mi espalda y mi pelo, y
nuestras bocas siguieron besándose con esa pasión desmedida. El fuego de la
hoguera se quedaba corto comparado con las llamas que desprendíamos nosotros.
Esto no hacía más que
ratificar lo que ya sabía: ella aún no se había entregado a ese bastardo que
había intentado arrebatármela. Nessie solamente se entregaría a mí, solo a mí, jamás
lo haría con otro hombre, lo sabía. Esas largas piernas solo se abrían para mí,
y lo que se albergaba entre ellas me pertenecía a mí, solo a mí, era mío,
exclusivamente mío. Podía sentirlo en cada fibra de mi cuerpo, de mi virilidad,
de mi instinto, de mi ser.
Sí, ella tenía que ser mía,
solo mía. Le haría el amor toda la noche, haría que gritase mi nombre, que me
suplicase que no parase jamás, que me implorase que no la dejase nunca, que
gimiese de delirio en mis labios, que sus uñas se clavaran en mi piel…
Me friccioné contra ella,
haciendo que sus jadeos ya pasasen a ser gemidos, eso provocó que me excitase
el triple y yo también gemí en su boca.
Dios, me moría por
arrancarle la poca ropa que llevaba, la mía y unirme a ella ya mismo para
moverme dentro de su cuerpo como una bestia salvaje. Sabía que eso también la
volvía loca, pero me contuve. Porque esto tenía que ser especial y único, tenía
que ser como otra primera vez, tenía que ser más que inolvidable.
Dejé su boca, pero solo
para deslizar mis labios por su cuello y su garganta mientras mi mano se metía
por su cabello. Su piel era tan extremadamente suave, cuánto la había echado de
menos…
―Jake… ―jadeó con
intensidad, moviéndose debajo de mí con excitación a la vez que sus dedos se introducían
por mi corto pelo con ansia.
Sentía que lo nuestro nunca
se había roto, jamás, seguíamos estando juntos, lo sabía, sí, lo sentía. Yo
seguía teniendo pleno derecho sobre ella, sobre su cuerpo, su alma, así como
ella seguía teniendo pleno derecho sobre mí, sobre mi cuerpo, mi alma. Sí, ella
siempre sería mía, y yo siempre sería suyo. Siempre, eternamente.
Esa fuerza que nos envolvía
ya era frenética, inmensa, incontenible, mágica.
Haría que viese que no
había otro hombre como yo, no para ella, que viese que yo era su alma gemela,
que estábamos hechos el uno para el otro, que habíamos nacido para estar juntos...
Entonces, me di cuenta de
una cosa, una cosa en la que no había caído antes. No. No es que no hubiese
caído, es que no la había querido recordar, o mejor dicho, ese estúpido rencor no
me la había dejado recordar. Y no solo esto. No me había dejado recordar nada
de nuestros maravillosos años juntos. Ese absurdo rencor había bloqueado mis
recuerdos en cierto modo, por culpa de esa rabia, había ocultado esos recuerdos
en alguna parte de mi cerebro. Idiota de mí. Eso había hecho que desistiera de
luchar por mi ángel. Pero ahora que me había rendido a ella empezaba a verlos
con más claridad.
Y lo primero que vino a mi
mente fue que estábamos hechos el uno para el otro, habíamos nacido para estar
juntos, pero no solo por mi parte. Nessie también había nacido para mí, ella
también estaba hecha para mí, ella era mi alma gemela, mi complemento, la pieza
perfecta que completaba mi espíritu. Ella… ella estaba imprimada de mí.
En cuanto mi cerebro
recordó esto, sentí algo en mi corazón, era como una brisa cálida que lo
traspasaba, lo limpiaba, y noté cómo se aligeraba de alguna carga, una gran
carga. No sabía lo que era, pero me sentí mucho mejor, y además, hizo que ahora
todo lo viese con más claridad, con clarividencia.
Despegué mis labios de su
cuello y me alcé súbitamente.
―¿Qué… qué pasa? ―preguntó
Nessie, extrañada ante mi reacción.
Mis perdidos ojos
encontraron sus preciosas pupilas y se quedaron quietos en ellas para mirarlas,
sorprendidos por mi descubrimiento.
¿Cómo…? ¿Cómo había podido
olvidarme de algo así? ¿Cómo no había podido recordar que ella estaba imprimada
de mí, en todo un año?
De repente, mi mente se
llenó de recuerdos e imágenes que pasaban a una velocidad supersónica,
barriéndola como un huracán enfurecido.
Mi frente cayó junto a su
cabeza mientras mis dientes rechinaban, de lo que me dolía el tarro, y mi
garganta gemía de dolor.
―¡Jake, Jake! ―murmuró
Nessie, asustada, llevando sus manos a mi rostro para levantarlo―. ¡Jake, ¿qué
te pasa?!
―Mi cabeza… ―me quejé,
apretando los párpados y las muelas, y estrujando parte del saco en un puño.
Apoyé la frente en su pecho
mientras su mano se esforzaba en acariciar mi coronilla para aliviarme el
dolor, pero esos recuerdos se clavaban por todas partes.
Esto me recordaba aquellos
extraños y horribles pinchazos que me había dado en el corazón cuando ella se
había ido, claro que eso había sido por nuestra separación, estar lejos el uno
del otro nos hacía daño, hasta tal punto, que lo sentíamos físicamente.
Eso hizo que recordase otra
cosa que se clavó en mi cerebro como un arpón ardiente y todos esos recuerdos
explotaron en mi cabeza, rellenando aquellos huecos que el gusano había dejado,
para rebosarlos de completa certidumbre.
Nuestra sincronización casi
telepática, nuestra complicidad, esa fuerza que nos atraía, los pinchazos
cuando estábamos separados… ¿Cómo podía no haberlo recordado? Todo se debía a nuestro
enorme vínculo.
Por fin recordé de qué se
trataba esa fuerza que fluía a nuestro alrededor y que nos atraía aún más. Era
esa energía que siempre nos rodeaba cuando nos besábamos y cuando nos
entregábamos el uno al otro completamente. También se debía a nuestro enorme
vínculo, a nuestro extremadamente fuerte e indestructible vínculo. Y nadie ni
nada podía romperlo.
Todo vino a mí como si me
echasen un cubo de agua helada encima para despertarme, y cuando lo hice, me
quedé estupefacto.
Para empezar, estaba lo de
ese “imbécil”. Sí, “imbécil” entre comillas, porque era así. Idiota, ¡idiota!
Ese otro hombre no existía, nunca había existido. ¿Sería estúpido? Me sentí raro,
era como si hubiera estado viviendo en una especie de pesadilla, de repente
hubiese despertado, y aun así no terminara de creer que todo había sido un mal
sueño. Como una de esas veces que te despiertas después de un sueño horrible,
en la que tardas un rato en reaccionar y se pasan un buen rato diciéndote que solo
ha sido una pesadilla, pero tú sigues pestañeando como un idiota, ¿sabes lo que
te digo?, porque no te crees que todo ha sido un asqueroso sueño.
Recordé toda la escena en
la que ella me abandonaba y, Dios, ahora la veía tan absurda. ¿Cómo había
podido creerme algo así? Era totalmente imposible que ella me dejase, y menos
por otro hombre. Porque ella estaba enamorada de mí, estaba imprimada de mí, me
quería, me amaba, me deseaba. Jamás nadie podría interponerse entre nosotros.
Estábamos locamente enamorados e imprimados, los dos. Ambos nos amábamos con
locura. Lo nuestro nunca se había roto, jamás, seguíamos estando juntos,
siempre habíamos estado juntos y jamás habíamos dejado de amarnos.
¿Cómo me había creído esa
patraña? ¿Cómo iba Nessie a hacerme algo así? Era imposible.
De pronto, me acordé de
otra cosa. Otra escena. Aquella en la que estábamos en Anchorage. La pesadilla
de Nessie. Recordé la pesadilla y su frase: “prométeme que jamás olvidarás que
te quiero”, y otra: “pase lo que pase, aunque no te lo pueda decir, quiero que
recuerdes que yo siempre seré tuya, que te amo, y que siempre, siempre te amaré”.
“Aunque no te lo pueda
decir”, se repitió en mi dolorido cerebro con una voz muy alta. Y la imagen de
esa red que la envolvía se clavó en mi mente, junto a las palabras.
Nessie ya me lo había
advertido.
Una vez más, me sentí como
un estúpido por haber caído en esa maldita trampa. Sí, trampa. Estaba claro que
ella había sido manipulada con algún truco, y era evidente con qué. Era ese
hechizo que la envolvía en forma de telaraña. Esta no solo impedía que hablase
de quien le hizo algo así, también le impedía revelar sus sentimientos hacia
mí, le impedía contar lo que le pasaba en realidad, por eso no me lo había
dicho antes. Qué idiota había sido, lo había tenido delante todo el tiempo y no
lo había visto.
Pero había algo más.
Recordé cómo yo había ido creyendo cada una de esas absurdas palabras. Al
principio había ofrecido resistencia, pero luego, sin saber por qué, ni cómo,
me había creído cada una de esas ilógicas y espantosas frases, demasiado
espantosas para su dulce y honesta boca. Una mentira demasiado evidente como
para que yo me la creyese así como así. Ahora lo veía todo claro, ahora todas
las piezas del puzzle encajaban, ahora todo este rollo de la magia de los
cuentos de hadas empezaba a no tener secretos para mí. Sí, tenía que ser así,
¿cómo si no? Cada vez que volvía a reponer esa escena en la cabeza, me daba más
cuenta. La habían utilizado a ella, hechizándola, para que soltase esas
mentiras, y de algún modo que todavía no comprendía, me habían hechizado a mí
para que las creyese. Sí, tenía que ser eso.
Rechiné los dientes con
rabia.
Sin embargo, todavía había
más. Maldita sea, sí, había más. Me acordé, además, de cómo después ese rencor y
esa rabia habían ido naciendo en mí para invadirme completamente a lo largo de
los meses. De que en lo único que podía pensar era en que ella me había dejado
por otro, qué absurdo, pero solo tenía eso en la cabeza, no había sitio para
nada más, estaba totalmente cegado por eso, y ese rencor se había ocupado en
hacer que yo me empeñase en tapar todo recuerdo maravilloso hasta casi
despojarlo de mi cerebro, para, así, hacerme olvidar nuestro vínculo, hacerme
olvidar que Nessie también estaba imprimada de mí, que me amaba, y así
conseguir que no luchase por ella. No solo mi ángel había sido manipulada y
hechizada, yo también.
No me dio tiempo a volver a
rechinar los dientes.
La misma brisa cálida de
antes volvió a traspasar mi corazón en cuanto terminé de discernir todo esto, y
noté cómo este era limpiado y quedaba totalmente libre de cargas. La cabeza
dejó de dolerme y sentí una paz interior inmensa, noté cómo mi alma encontraba
su sitio de nuevo. Sí, era ese rencor, por fin se había ido del todo, por fin
había sido liberado. Pero ahí no terminó la cosa.
Una fulgurante luz llamó mi
atención e hizo que mi rostro se alzase para mirar en esa dirección. Nessie
también giró su hermoso rostro para observarlo maravillada.
Los halos de esa brillante
luz salían de la caja metálica, escapándose por las ranuras que la tapa dejaba.
―¿Qué es eso? ―pregunté con
un murmullo, mirando la caja atónito.
―Jake… ―susurró Nessie con
emoción, llevando sus dedos a mi mejilla―. Has roto… ―su voz se cortó y no pudo
terminar la frase.
Me giré hacia ella para
mirarla. Sus preciosos ojos me observaban encandilados, sonreía, y unas
lágrimas ya rodaban a ambos lados de su hermoso rostro.
No pude evitar emocionarme
yo también y me eché sobre ella para abrazarla con fuerza. Sus brazos rodearon
mi cuello y mi espalda, y me apretó contra su pecho mientras ambos llorábamos
como críos. Mierda, no quería que ella me viese así de frágil y vulnerable,
pero no pude hacer nada para controlarlo. Este año sin ella había sido un
completo infierno, los peores meses de toda mi vida, y ahora me daba cuenta de
que seguía teniéndola, de que siempre la había tenido, de que todo había sido
una gran mentira para separarnos, de que lo nuestro jamás se había terminado,
de que todo había vuelto a su sitio, y de que era el hombre más feliz del
universo.
Dejé su cuello y me alcé
para observar ese hermoso rostro que tanto había echado de menos.
―Nessie, lo… lo siento ―empecé
a disculparme, enjugando sus lágrimas con mis pulgares―. Tenía que haberme dado
cuenta de todo, pero el idiota de mí…
―Shhhh ―me interrumpió,
poniendo las yemas sobre mi bocaza―. Eso no importa ―y me secó las mejillas con
sus suaves dedos.
―Sí, sí que importa, porque
si me hubiese dado cuenta desde un principio, no hubiéramos estado un año
separados ―de pronto, mi enorme felicidad empezó a verse enturbiada por otro
sentimiento. Una profunda ira iba aflorando poco a poco, porque el que nos
hubieran separado, mas el que alguien la hubiese podido hacer daño, ya me hacía
enloquecer―. Quiero saber quién ha hecho esto ―mascullé, apretando los dientes―,
juro que los aniquilaré a todos, uno por uno, hasta que no queden ni sus
asquerosas cenizas.
Podía notar cómo el fuego
ya quería subir por mi espalda, aunque fui capaz de controlar el temblequeo de
mis manos.
―Ha sido… ―su voz se quedó
atascada, por supuesto.
―Deja, ya me enteraré de
quién ha sido ―mascullé, apretando los dientes con furia contenida.
―Lo importante ahora es que
ya no tienes el primer…
―Hechizo ―continué yo
cuando la lengua se le quedó quieta otra vez. Sonrió al ratificar que ya me
había pispado de todo. Entonces, reparé en algo de esa frase―. Espera, ¿has
dicho primer?
La sonrisa se le borró de
la cara al instante y su semblante fue sustituido por uno de preocupación.
―Tienes… ―cerró los
párpados con desazón.
―¿Más… más hechizos? ―seguí
yo, estupefacto.
Los abrió para mirarme.
―Solo… ―su garganta se
volvió a callar abruptamente.
―¿Cuántos? ¿Uno? ¿Dos? ¿Tres
más? ―continué. No podía negar ni asentir, pero solo sus ojos ya hablaban para
mí―. ¿Uno? Uno más… ―adiviné, sorprendido―. ¿Qué hechizo es?
Porque yo no me notaba nada
raro…
―Es… Es el… Eso que… ―su
boca se peleaba por intentar contármelo, pero no había forma.
Ni siquiera podía hacerme
un gesto, no podía mover la cabeza, y su rostro de frustración lo decía todo.
―Bueno, cielo, no pasa
nada, ya lo sabré ―le calmé, acariciando sus sonrosadas mejillas.
No podía creerme que
pudiera acariciarla y tocarla con esta libertad. Aún me sentía como si
estuviese parpadeando después del mal sueño. No me lo creía. No me creía que
todo hubiera sido una horrible pesadilla.
Sin embargo, me había
despertado, sí, pero todavía no había terminado, pues ella seguía sin poder
hablar.
―Lo malo es que tú sigues
hechizada, malditos chupasangres… ―murmuré, otra vez rabiado―. Juro que me la
pagarán.
―Shhhh ―me cortó otra vez,
acariciando mis mejillas para calmarme, lo cual ya surtió algo de efecto―. Eso
puede esperar. Ahora lo único que quiero es que termines lo que habías empezado
antes ―susurró, mirándome con deseo, mientras su mano ya se desplazaba por mi
pecho hasta llegar a mi nuca para reclamarme como nunca.
Sí, había pasado un año. Un
año sin besarnos, sin abrazarnos, sin tocarnos… Y ahora por fin estábamos
juntos de nuevo, bueno, quiero decir, sin que ningún rencor estúpido me dejase
cegato y se interpusiese entre nosotros. Ahora estábamos a solas en esta cueva
perdida, en esta montaña lejana, completamente solos... Y teníamos toda la
noche para recuperar el tiempo perdido…
El inmenso deseo que sentía
por ella le dio un fuerte empujón a ese sentimiento de venganza y lo echó
rápidamente de mi cabeza.
Pero había algo que quería
hacer primero.
―Te quiero ―murmuré,
mirándola a los ojos―. Siempre te he querido, incluso cuando creía que me
habías abandonado. Nunca, jamás he dejado de amarte.
―Lo sé ―sonrió―. Yo… ―su
frase quedó inconclusa―. Yo tam…
―Lo sé ―sonreí, y ella sonrió
conmigo.
Ahora sí.
Acerqué mi rostro al suyo,
ayudado por el empuje de su mano, y dejé que nuestras bocas ya se besaran con
efusividad, ambas lo estaban deseando. Sus manos se deslizaron por la piel de
mi espalda, estremeciéndome completamente.
Dejé su boca para seguir
por la perfecta línea de su mandíbula y descendí por su precioso cuello,
besándolo con auténtico fervor.
¡Uf! Una vez más pasé de
cero a cien en una milésima de segundo. Comencé a deslizar mis labios por su
piel con más que pasión a la vez que mi mano subía por su muslo y ascendía por
su vientre. Con rapidez, dobló sus brazos hacia arriba, sobre el saco, así que
repté por su cuello un poco más, jadeando con intensidad, y mi mano acarició su
pecho.
Quería bajar hasta este,
pero lo dejé para después, primero quería besar esos labios un poco más, ya los
echaba de menos. Llevé mi boca a la suya y empecé a besarla con auténticas
ganas.
Pero, de repente, noté algo
extraño. El único que jadeaba era yo, que lo hacía como un loco. Su aliento
salía agitado, sí, pero parecía estarlo por otra cosa, no era por pasión o
deseo. Pero había algo más. Sus labios no se entrelazaban con los míos, no se
mezclaban, qué digo, ni siquiera se movían, era como si estuviese besando a un
maniquí. Un maniquí cálido, pero un maniquí.
Y entonces, me fijé en sus
manos. Se apoyaban en el saco por medio de sus dorsos, y los dedos estaban
agarrotados hacia arriba, tensos, como si sus manos tratasen de despegarse y no
pudiesen.
¿Qué demonios era eso?
Separé mi boca de la suya al instante y me incorporé un poco para verlo mejor.
Nessie estaba pegada al
saco y no podía moverse, era como si algo la sujetase por las muñecas, y ella
luchaba contra esa extraña fuerza para poder despegarse, pero también para poder
hablar, por eso su aliento salía agitado, del esfuerzo.
―¡Nessie, ¿qué… qué te
pasa?! ―pregunté, alarmado, acariciando su rostro con mi mano ansiosamente―.
¡¿Qué te han hecho ahora?!
Sus ojos se movieron hacia
mí y comenzaron a descargar lágrimas desesperadas.
¡Hola a todos!! Soy JACOB&NESSIE ^^
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS POR SEGUIR LEYENDOME!! ME ALEGRO MUCHO DE QUE OS SIGA GUSTANDO LA HISTORIA!! XD
Ini narvel: bueno, Ezequiel dijo que Jake no podia tener contacto con el corazon, que no debia tocarlo, pero no dijo nada de verlo ;) Lo que pasa que Nessie lo escondia por si acaso ;) para evitar posibles problemas.
Sobre Renee y Bella, esto se vera mas adelante en la historia, no te preocupes ;)
Bueno, muchisimas gracias a todos!!! Espero que os gusten estos dos capis =)
Lametones para todos!!
Vaya que lindo capitulo me hiciste llorar :')
ResponderEliminarPorfin Jacob se dio cuenta de lo que paso, si no lo hacia me iba a meter ahi y le iba a dar un zape en la cabeza!
Me encanto el cap. y de nuevo te felicito por como escribes cada vez me impresionas mas te lo aseguro tu tienes un don! sigue asi y ya quiero mas capitulos :D
Besos.
Ya estoy de vuelta leyendo tu libro y realmente me dejaste sin palabras una vez mas todos los capítulos han estado increíbles gracias. De hecho creo que tu eres la increíble por escribir así tan hechizante y envolvente de verdad gracias.
ResponderEliminarSaludos de Kelly
Primero y antes que nada graciiiiiiias muchas gracias por regalarnos esta hermosa historia , tiene accion ,suspenso, drama, y sobre todo muchooooooo amor, eres INCREIBLEMENTE BUENA ,
ResponderEliminarCuando deja de luchar ,deja el rencor a un lado , todo lo que piensa lo que siente , en verdad es HERMOSO ,eso es AMOR .
a sido uu SUPER capitulo
gracias en verdad mil gracias por esta maravillosa forma de escribr=))
elsa
Siii...al fin jake ha podido darse cuenta de todo! El amor siempre es más fuerte! jeje
ResponderEliminarbien, a ver que pasará después de esto! El capitulo increiblee, como ya nos tienes acostumbrados! Te deseo mucha fuerza para seguir escribiendo! B E S O S =)
M encanto este capitulo.. Poder ver los sentimientos de Jake en cada momento.. Esa lucha entre los mismos hasta llegar a ver Como iba rindiendose en su totalidad.. Totalmente entregado. Ya sin importarle nada.. Pero leer este proceso.. Por el que atravezo toda su mente y su corazon! Era tan magico.. Increible de verdad!
ResponderEliminarPerfecto en su totalidad.
(( No habia podido comentar antes, pero me parecio que valia hacerlo.)) Ame este capitulo. Casi era palpable todas las emociones de Jake. Felicitaciones!
Sol*
Muchas gracias, Sol!!!
ResponderEliminarPues sí, poco a poco se iba rindiendo a lo inevitable, y es que él sigue amando a Nessie, a pesar de lo que ha sufrido por ella, a pesar de creer que ella le ha engañado y todo eso, sigue enamorado de ella, y lo va viendo poco a poco, hasta que ya no puede resistirse xD
Me alegro de que te gustase ;) A mí también me encanta este capitulo, tengo que reconocerlo. Es uno de mis favoritos en este libro ^^
Lametones!!
JACOB&NESSIE
¡HOLA! SOY NOVIEMBRE.
ResponderEliminarCUANDO NO TE PONGO COMENTARIO ES POR NO ENTRETENERME Y SEGUIR LEYENDO PORQUE ESTOY EN EL PUNTO MÁS INTERESANTE Y NO PUEDO RESISTIR EN ENTERARME DE LO QUE VA A PASAR.
ESTE CAPÍTULO ESTABA DESEANDOLO LEER. NECESITABA QUE ELLOS DIERAN RIENDA SUELTA A SU AMOR Y DESEO, YA NO PODIA SER DE OTRA MANERA; HEMOS LLORADO YA BASTANTE CON EL AÑO QUE HAN ESTADO SEPARADOS.
LAMETONES Y UN ACHUCHÓN
Holas, aquí leyéndote de nuevo cada vez que puedo, la verdad, lo que dice Jacob me trae muchas emociones juntas... Un amor asi, por Dios debe existir en algun lado...
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