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jueves, 14 de julio de 2011

NUEVA ERA. CAPITULO 33: SI DIESEN PREMIOS A LA ESTUPIDEZ, YO QUEDARIA EL PRIMERO EN EL PODIUM, SEGURO



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NUEVA ERA (Continuacion de "DESPERTAR")
Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog. Si no, no te enterarás de nada XDD


CAPITULOS:

2. SAGRADOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-2-sagrados.html
3. PRACTICAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-3-practicas.html
4. HELEN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-4-helen.html
5. ANIVERSARIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-5-aniversario.html
6. EXCURSION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-6-excursion.html
7. ENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-7-encuentro.html
8. RYAM: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-8-ryam.html
9. MAL PRESAGIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-9-mal-presagio.html
10. ENTREGA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-10-entrega.html
11. OTRA PREOCUPACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-11-otra-preocupacion.html
12. VIAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-12-viaje.html
13. PREMONITORIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-13-premonitorio.html
14. CONVERSACION PENDIENTE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-14-conversacion.html
15. MENSAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-15-mensaje_23.html
16. ANTIDOTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/todos-los-apitulos-registrados-en.html
17. PLANTACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-17-plantacion.html
18. SOMBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-18-sombra.html
19. VISPERA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-19-vispera.html
20. SORPRESAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-20-sorpresas.html
21. MAGIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-21-magia.html
22. ATRAPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-21-atrapada.html

PARTE DOS: PROFECIA:

23. ENCIERRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-23.html
24. UNA SEMANA: CAMBIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-24-una-semana-cambio.html
25. DOS SEMANAS: ESPEJO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-25-dos-semanas.html
26. CINCO MESES: PROFECIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-26-cinco-meses.html
27. DIEZ MESES: ¡CORRE!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-27-diez-meses-corre.html
28. DIEZ MESES Y MEDIO: VERDAD: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-28-diez-meses-y.html
29. ONCE MESES Y TRES SEMANAS: RESCATE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-29-once-meses-y-tres.html
30. PLAZO: UNA SEMANA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-30-plazo-una-semana.html

JACOB:

31. VER RELUCIR A UN ANGEL PUEDE CEGARTE DEL TODO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-31-ver-relucir-un.html
32. OH, SI, GENIAL. ESTO ES PARA VOLVERSE LOCO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-32-oh-si-genial-esto.html



SI DIESEN PREMIOS
A LA ESTUPIDEZ, YO QUEDARÍA EL PRIMERO EN EL PÓDIUM, SEGURO

No pegué ojo en toda la noche. A la mañana siguiente me levanté hecho trizas, los muelles de ese sofá se me habían clavado en el costado y en la espalda continuamente, recreándose en mi patético dolor para que sufriera más. De nada me sirvieron mis inútiles intentos por evitarlos, y, encima, ese asqueroso gusano que ya estaba dentro de mis sesos no me había dejado en paz durante mi desconcertado insomnio.
Tuve que esperar a que ella terminase de ducharse y se secara el pelo con ese secador que Rachel había dejado aquí, para pasar al cuarto de baño, ya que se había levantado muy temprano y se me había adelantado. En cuanto pasó a mi dormitorio, me levanté y entré.
Cuando terminé de ducharme y salí de allí para dirigirme a la sala, Billy ya había terminado de preparar el desayuno y estaba sentado a la mesa, junto a ella.
Me quedé trabado como un tonto al verla. Mantenía una animada charla con Billy y sus labios dejaban ver esa sonrisa tan dulce. Se percató de mi presencia enseguida y dirigió sus preciosos ojos hacia mí.
―Buenos días, Jake ―me sonrió.
Cogí una buena bocanada de aire para que mi pulso se controlase y todo en mi organismo volviese a la normalidad.
―Buenos… buenos días ―murmuré, enfurruñado.
Me obligué a mover los pies y me acerqué a la mesa para sentarme, eso sí, lo más alejado de ella que pude.
Pasé de charlar con los dos, no me apetecía, así que estuve todo el desayuno con la vista clavada en el plato. La verdad es que todavía tenía la cabeza como un bombo, y lo único que deseaba es que ella se fuera lo más pronto posible de aquí para seguir con mi vacía y patética vida, que se largase de una vez para, después, volver a reconstruir mis ruinas lo antes posible. Sí, porque eso es lo que era yo sin ella, las ruinas de algo, y ella había aparecido para patearlas una vez más, desperdigándolas por todos sitios en trocitos aún más pequeños.
El horizonte que se me planteaba a partir de este día en el que ella se marcharía otra vez era desolador. Ahora tendría que empezar de nuevo, tendría que volver a construir ese rascacielos infinito y cochambroso que no se terminaba nunca, que era incapaz de levantar y que estaba cimentado en arenas movedizas. Eso es lo que era yo. Sin embargo, en este año no había puesto ni la primera piedra, y con su segunda marcha ahora los cachitos eran más pequeños, prácticamente se habían pulverizado. Y las arenas movedizas seguían engulléndome, ya me llegaban al cuello.
Me levanté el primero de la mesa. Recogí mi plato, lo llevé a la cocina y me dirigí al baño para lavarme los dientes. Mi pericia con la pasta dentífrica hizo que me manchase la camiseta.
―Mierda ―mascullé, escupiendo el último enjuague de mi boca.
Intenté limpiarlo con la toalla, pero el blanco de la pasta se quedó bien incrustado en el negro de la tela.
Guay.
Suspiré y salí de allí para entrar en mi habitación. Me dirigí al armario, cogí otra camiseta limpia y me cambié. Iba a salir de nuevo, cuando algo captó mi atención, y me detuve.
Ella había dejado varias cosas sobre la cama para guardarlas después en su mochila. Había algo de ropa, entre la que se incluían esos shorts rosa pastel, una caja metálica, un monedero pequeño y el recipiente de lo que parecía ser un medicamento.
Mis ojos se abrieron como platos y mi respiración comenzó a escapárseme con agitación cuando vi de qué se trataba ese medicamento. No era un medicamento. Ese recipiente lo conocía muy bien. Era ese pastillero de forma elíptica, con los días de la semana marcados en el borde. Eran esas píldoras anticonceptivas que Carlisle le conseguía.
Mis manos se cerraron en puños apretados y la camiseta que sostenía una de ellas se cayó al suelo.
No… no podía ser… Ella… se… con ese…
Noté su presencia en la habitación, detrás de mí, y me giré lentamente. No pude evitar que mis pupilas se clavasen en ella con esa mezcla de angustia y reproche. Sus ojos, en cambio, parecían alertados por mi descubrimiento, casi diría que con una gran preocupación.
―Jake, no… no es lo q... ―alegó con voz queda, suplicándome con la mirada.
Pero mi mente ya comenzaba a crear su propia película. Llevé mis manos a mi pelo con nerviosismo y rabia, y mis pies empezaron a moverse de aquí para allá, tratando de que esa maldita imagen se largase de mi cabeza. No podía soportarlo, no podía soportarlo…
―Jake, por favor, escúchame ―se acercó hacia mí y llevó su mano a mi brazo.
―¡No me toques…! ―mascullé, apretando los dientes con furia y esquivándola con brusquedad mientras la miraba con esa condena inevitable, con esa acusación, esa rabia, esa ira que ya empezaba a carcomerme con voracidad.
No, no podía soportarlo.
Salí de la habitación con urgencia, tenía que pirarme de allí, alejarme todo lo posible, sin embargo, ella empezó a seguirme.
―¡Jake! ―sollozó mientras caminaba detrás de mí―. ¡Jake, escúchame! ¡No es…! ¡Son para…! ¡Las tomo para nuestra lu…! ―las frases se le quedaban colgando en la garganta―. ¡Jake! ―lloró.
―¿Qué pasa? ¿Adónde vas? ―preguntó Billy en mi trayecto.
Abrí la puerta de casa de un bandazo y eché a correr a toda velocidad hacia el bosque. No sé por qué coño no me transformé, bueno, sí, porque lo único que quería era destrozar algo, destrozarlo como un hombre.
―¡Jake, espera! ―gritó ella a mis espaldas.
No, no podía soportarlo. Esto era demasiado doloroso para mí, demasiado, era una tortura, me quemaba por dentro. Porque la sola idea de que otro hombre pudiese gozar de su piel, de que le tocase uno solo de sus cabellos, me volvía completamente loco, la ira que se encendía en mí me cegaba.
¡No! ¡No lo soportaba!
Los dientes me rechinaron tanto, que la mandíbula hasta me dolía, de lo que apretaba, casi se me parte en dos. Le di un fuerte puñetazo a una rama que se interpuso en mi camino, la cual salió despedida en astillas, y aceleré. No tardé mucho en sacarle ventaja y en esquivarla.
No era tan idiota como para pensar que ese desgraciado con el que estuviera no la besaba, y sabía de sobra que habría más cosas, sin embargo, algo dentro de mí siempre me había dicho que ella no se iba a entregar a él, que ella jamás sería completamente suya, que eso era imposible. No, no podía creerlo, ella no. Era imposible. Eso me había mantenido más o menos cuerdo todos estos meses. ¡Estúpido! ¡Estúpido de mí! Jamás me había imaginado que iba a chocar con esto de morros y tan directamente, tan claramente. Era como un escupitajo en la cara.
Intenté evitar que esa sucia y cruel imagen se proyectase en mi más que martirizado cerebro, porque la vaga idea me hacía perder el control, llevaba esta lengua de fuego por todo mi cuerpo y llenaba mi cabeza de cosas innombrables, pero fue inútil. La película de otro hombre osando a poner sus sucias manos sobre mi ángel me cegó del todo.
Me lié a golpes y patadas con todo lo que encontré a mi paso, ramas, troncos, rocas… Todo, todo me servía para sacar esta cólera rabiosa y celosa que llevaba dentro y que me quemaba. Ardía, mi sangre ardía. Mis nudillos ya estaban en carne viva, pero me importaba una maldita mierda, antes de que la sangre que resbalaba por mis manos consiguiera tocar tierra, ya se estaban curando. Además, ese dolor no era nada comparado con el que afligía a mi corazón. Estúpido corazón, todavía latía por ella.
Quebré varios árboles y le hice una poda a otros cuantos, hasta que ya me quedé sin fuerzas y me detuve, agotado.
Apoyé mis ensangrentadas manos en el tronco de un pino y me incliné hacia delante para calmar mi rabiosa respiración, estrujando los párpados y los dientes.
Las heridas de mis manos ya se habían curado, aunque la sangre seguía en ellas, sin embargo, la herida de mi corazón se había abierto de par en par, este sí que sangraba a chorros.
Escuché sus pisadas detrás de mí y se detuvo a mis espaldas, quedándose en silencio. Podía notar su mirada clavada en mi nuca.
No podía creerlo. ¿Por qué me seguía? ¿Por qué no me dejaba en paz? ¿Es que le divertía seguir torturándome?
―Lárgate ―mascullé, rechinando los dientes con rabia.
―Jake, quiero explicarte…, pero no… ―se lamentó con un evidente nudo en la garganta mientras recogía las manos en puños apretados.
Hablaba como si estuviese desesperada. ¿Desesperada? ¿Y cómo tenía que estar yo?
Me giré con brusquedad para quedarme delante de sus narices.
―No quiero explicaciones ―le respondí igual que antes―, quiero que te vayas.
―Tienes que creerme ―imploró con los ojos llorosos―. No hay… ―su voz se quedó atascada―. Tú eres el…
¿Qué le pasaba? ¿Es que le había comido la lengua el gato?
―¿A qué has venido a La Push? ―inquirí más que enfadado, sacando todo el reproche que llevaba dentro―. ¿Has venido a regodearte? ¿A ver lo infeliz que es Jacob Black?
Su rostro se retorció en dolor.
―Claro que no ―respondió―. Yo te… No quiero que sufras.
―Es demasiado tarde para eso, ¿no crees?
―Si me dejaras explicarte que… ―y enmudeció de nuevo―. No es lo que… Yo también…
Sus manos subieron a su cabello con agitación y ansiedad.
―No hay nada que explicar ―afirmé, dando paseíllos de aquí para allá, irritado―. Me abandonaste, me dejaste tirado como a un perro a dos días de la boda.
―No fue… Eso no… ―su rostro se retorció más, cerrando los párpados.
Me paré en seco frente a ella.
―¿Quieres saber por lo que pasé? ―le solté, preparando mi arsenal de reproches. Ya puestos, iba a desahogarme―. Fui a buscarte ―le confesé, enrabietado. Abrió los ojos de sopetón para mirarme sorprendida―. Me pasé llorando dos días, sentado en First Beach por si aparecías, por si te arrepentías. Pero no apareciste. Y aun así, salí en tu busca, soy un imbécil ―reconocí, llevando mi mano a mi nuca mientras miraba hacia otro lado y rechinaba los dientes―. Adivina cuál fue el primer sitio al que fui a buscarte ―y giré el careto para mirarle. No me contestó, se limitó a observarme con esos ojazos llenos de una mezcla entre horror e incredulidad―. Exacto, a Anchorage.
―Eso… eso es imposible ―murmuró, confundida―. Mi padre… ―y miró al suelo, como si hubiese caído en algo.
―En mi forma lobuna es muy fácil deshacer las ondas que desprende tu padre, mi don espiritual las pulveriza como si fuesen humo ―declaré con un poco de altivez ácida. Ella alzó la vista, asombrada―. Así que él no podía hurgar en mi mente y no notó mi presencia. Adivina qué se cocía en la casa ―seguí con mi juego de las adivinanzas, pero ella tampoco respondió esta vez―. Estaban hablando de tu boda ―mi boca se negaba a pronunciar ese vocablo que ahora era tan amargo―, de tu boda con ese tipejo con el que estés ―no pude evitar matizar la palabra con ira.
―¿Qué? ―musitó sin creérselo.
No se esperaba que yo me hubiese enterado, eso se notaba.
―Me dejaste para casarte con él ―mascullé con rabia.
Pronunciarlo en voz alta me dolió como si me hubiesen sacado el hígado de cuajo.
Su lengua se quedó parada en el paladar.
―Jake, escucha… ―murmuró después con voz trémula, acercándose a mí con ansiedad.
La esquivé y seguí con mi monólogo de patéticas confesiones, entre paseos intranquilos.
―Después de escuchar eso, me largué durante meses ―revelé, dolido y enfadado.
―Cinco meses ―acertó.
Me paré para mirarla, alucinado. ¿Cómo sabía eso? Bueno, aunque enseguida supe la razón. Billy debía de habérselo dicho en algún momento, mientras me estaba duchando o algo. ¿Sería bocazas?
―Sí, cinco meses ―reconocí, cabreado―. Cinco malditos meses. Hasta que regresé. Este año ha sido un infierno para mí, no te puedes imaginar cuánto.
―Lo… lo siento ―se aproximó a mí, otra vez con los ojos suplicantes y llenos de ansiedad―. No te imaginas lo que me… Verte así me… ―llevó la mano a la frente, parecía frustrada por algo.
Volví a apartarme de ella. No quería mirarla.
―Lo teníamos todo, creía que éramos felices ―seguí, paseando frenéticamente a la vez que mi mano se aferraba a mi corto pelo.
―Jake, no lo entiendes, no es… Yo te… ―miró a un lado con nerviosismo y giró su rostro hacia mí de nuevo―. Anchorage. ¿Te acuer…? Recuer… lo que te… La pro…
Ella también llevó la mano a su cabello con desesperación. ¿Qué le pasaba? ¿Acaso no tenía agallas para decirme la verdad?
―Recuer… la pesa… ―cerró los ojos como esforzándose y los volvió a abrir para seguir hablando―. Los mal… Los sueños a veces se cumplen ―y se quedó mirándome, esperando algo.
―Los sueños ―repetí, expulsando el aire por la boca con enfado―. Seguro que los tuyos se han cumplido del todo, ¿verdad?
―No es eso a lo que me… ―y su lengua se detuvo otra vez.
―Pues los míos se han roto del todo ―confesé, dolido, preguntándome a mí mismo por qué era tan estúpido por rebajarme a este nivel―. No tienes ni idea de lo que he pasado. ¿Y ahora apareces otra vez, pidiéndome que te lleve a no sé qué mierda de montaña de Canadá? ―bufé.
―Sí, ya… ya sé que suena muy raro ―asintió nerviosamente, cerrando los ojos. Luego, los abrió para clavarlos en los míos con prisas―. Pero tienes que confiar en mí, no queda mucho tiempo.
―¿Confiar en ti? ―cuestioné con una acidez que me raspó hasta la garganta―. ¿Después del daño que me has hecho?
―Te juro que yo no… ―su desesperada voz se paró abruptamente.
Sus pies comenzaron a moverse de aquí para allá mientras estudiaba el suelo como si estuviese buscando algún tipo de respuesta en él.
No entendía su actitud, estaba rara, se la veía muy nerviosa.
De pronto, se detuvo y se quedó frente a mí.
―Mira esto ―y alzó la mano para ponerla en mi mejilla.
¡Uf! Eso sí que no. No quería más recuerdos, los pocos que yo mismo me atrevía a insinuar ya me hacían demasiado daño. No podría soportar que apareciese ese… cretino en alguna de sus imágenes. No quería saber cómo era, quién era. Eso haría que perdiese la cabeza del todo.
―No, apártate ―rechiné los dientes, moviéndome a un lado para esquivar su mano―. No quiero que me toques.
―Por favor, Jake ―suplicó, mirándome con unas pupilas ansiosas y húmedas―. Tienes que llevarme a esa montaña, y tenemos que partir ya mismo. Es muy urgente.
―No, no pienso llevarte ―me negué, hablando con rabia―. Lo único que quiero es que te largues de aquí y me dejes en paz.
―Jake, por favor ―siguió, lloriqueando―. Ojalá pudiera…, pero no… Solo te pido que confíes en mí.
Pero, ¿por qué me hacía esto? Y encima, se ponía a lagrimear. Eso me hería más, porque, para colmo, no soportaba verla llorar. Sí, eso hacía que mi corazón se ablandase, y no podía permitirlo, era demasiado peligroso. Mi confuso miedo produjo en mí una reacción antagónica, mi mecanismo de defensa saltó como un automático eléctrico y me hizo responder con cólera. Solté las palabras casi sin pensar.
―¡He dicho que no! ―grité, furioso―. ¡¿Es que no lo entiendes?! ¡No quiero tenerte delante! ¡No quiero olerte, no quiero verte, no quiero notar tu presencia! ¡Me dan náuseas! ¡Quiero que te largues, que salgas de mi vida ya! ¡No te soporto! ¡Te odio, ¿me oyes?! ¡Te odio!
En cuanto terminé esa parrafada, ya me arrepentí.
Su hermoso rostro fue barrido por el dolor que mis crueles y falsas palabras le causaron. Sus ojos desbordaron más lágrimas mientras hacía negaciones con la cabeza y, cuando me quise dar cuenta, ya estaba echando a correr entre los árboles, perdiéndose de mi vista.
Mi corazón saltó, tocado y angustiado. El sentimiento de culpabilidad me barrió de arriba abajo como un tsunami imparable.
―Mierda ―masculle en voz alta, enfadado conmigo mismo por espetar esas frases que no sentía de verdad―. ¡Mierda! ¡No, espera!
Y ahí me tenías, corriendo detrás de ella como un auténtico idiota. ¡Arg, sí, era idiota, idiota! Porque estaba herido de muerte, pero, aun así, de pronto sentí que no podía dejarla marchar, y encima se había ido ella sola.
La busqué ansiosamente entre los árboles, ella me había sacado algo de ventaja y ya no la veía. Corrí como un poseso, guiándome por su maravilloso aroma.
¡¿Por qué había sido tan ruin?! Eso había sido un golpe bajo, demasiado mezquino, demasiado. Y demasiadas mentiras juntas.
Su olor se concentró en una zona más boscosa y aceleré.
La divisé entre los árboles y, entonces, mis ojos se abrieron como platos, haciendo que mi fuego saltara como un resorte rabioso.
―¡No! ―gritó, cayéndose hacia atrás.
Fue imparable, instantáneo, no lo dudé ni un solo instante.
Salté en esa dirección y me transformé en pleno vuelo, aterrizando justo delante de los tres vampiros para interponerme entre ellos y mi ángel, rugiéndoles en la misma cara como una fiera salvaje. Nadie la tocaría. ¡NADIE!
―Es él ―habló uno de ellos.
Parecían asombrados por mi presencia, como si no se la esperasen.
Volví a rugir con cólera incontrolada, provocando la escapada de varios animales, y noté cómo ella se levantaba para quedarse detrás de mí. Eso me tranquilizó, estaría más segura en mi retaguardia. Aunque tampoco entendí por qué no se transformaba. Bueno, estos tres no eran nada para mí, así que, pensándolo bien, lo prefería.
Ese trío lucía sus asquerosas almas putrefactas de color malva, y también percibí un ligero vaho que me mostraba el temor que les infundía, pero algo me extrañó de ellos. No olían absolutamente a nada.
Más o menos me di cuenta del porqué. Debajo de la segunda piel de sus condenadas almas, había otro envoltorio de color grisáceo. Este les cubría completamente, y era apagado, no brillaba. No entendía muy bien a qué se debía esto, pero estaba más que claro que eso era lo que anulaba su repelente olor.
Malditos chupasangres. Siempre buscando trucos baratos para confundirnos.
No les di opción a charlas, y tampoco me fijé en ellos mucho más, para mí eran todos iguales, solamente en que iban completamente de negro. Esas sanguijuelas formaban parte de aquellos que la estaban persiguiendo. Eso era más que suficiente para que mi furia explosionara como la lava de un volcán.
Me abalancé hacia ellos sin un atisbo de duda, rugiendo con más que ira. Dirigí mi primer ataque al que rezumaba más vaho. Miedica. Su impresión y su terror fue su perdición. Nunca dejes que un lobo te huela el miedo, eso es toda una invitación. Le arranqué la cabeza de cuajo en pleno vuelo y la lancé con saña hacia un lado. El cuerpo se desplomó en el suelo, pero la cabeza chocó con el tronco de uno de los árboles que nos rodeaban, provocando en el mismo una enorme fisura, y se quedó a unos pocos metros, con ese patético horror todavía dibujado en el careto.
Los otros dos intentaron asaltarme de frente, pero yo no vacilé en ningún momento. Me lancé a por ellos con la misma rabia, sin embargo, uno de ellos pegó un elevado brinco y saltó por encima de mí, pasándome de largo.
―¡No! ―volvió a gritar ella a mis espaldas.
¡No la toques!, rugí con cólera, dándole un fuerte empujón al que tenía delante para poder darme la vuelta e ir a por el otro.
Llegué a ese chupasangres y le destrocé el brazo de una dentellada antes de que él consiguiera agarrarla para llevársela. El vampiro empezó a bramar de dolor mientras se retorcía y se sujetaba lo que quedaba de su asquerosa extremidad.
Y, entonces, me quedé a cuadros cuando me fijé en ella.
Su alma refulgía con esa luz dorada, pero ella también estaba envuelta con algo debajo. Su envoltorio no era esa capa grisácea que lucían esos chupasangres, sino que se trataba de una especie de red negra más parecida a una telaraña cuyo epicentro se concentraba en la boca, distribuyéndose a partir de ahí hacia el resto del cuerpo.
¿Qué demonios…?
―¡Jake, cuidado! ―chilló de pronto.
Noté un fuerte impacto en mi lomo, una apisonadora que me empujó y me arrojó al suelo, arrastrándome varios metros.
―¡Jake! ―gritó ella, horrorizada.
Mierda, eran más buenos de lo que creía. Estos no eran como esos vampiruchos nómadas que venían en busca de emociones fuertes. Estos estaban preparados, bien preparados.
Me quedé sin respiración durante un par de segundos, sin embargo, enseguida reaccioné. Pude ponerme en pie antes de que el vampiro del muñón llegara hasta mí con un salto para aplastarme y continuara así el ataque de su compañero.
Pero no desaproveché esa acción suya. Ni hablar.
Cuando estaba aterrizando, mis fauces le sujetaron por los pies con un movimiento súbito y tiré hacia un lado. El vampiro del muñón se estampó de morros en el terreno y aproveché ese preciso momento para lanzarme hacia él con rapidez.
Sus gritos fueron estremecedores, tanto, que podía notar el vaho de su compañero rezumando en el ambiente con frenetismo. Intentó luchar, pero fue inútil. Lo desmembré con una saña rayana en el sadismo puro y duro, hasta que su destrozada cabeza también terminó rodando unos metros.
Me erguí con poder y autoridad y me planté delante del otro chupasangres, rugiéndole en la misma cara. Su vaho húmedo, frío y azulado casi llegaba hasta el cielo.
Se dio la vuelta con un movimiento casi imperceptible y echó a correr repentinamente. Sin embargo, yo no le di cuartel.
Salí despedido detrás de él y, de un potente salto, lo abatí como si de un tigre me tratase, arrojándolo al suelo para despedazarlo entre mis gruñidos y sus gritos de delirio.
Dejé esa porquería en el suelo cuando terminé del todo, escupiendo el último trocito.
―Jake ―murmuró ella ansiosamente, acercándose a mí para abrazarme.
Di un paso hacia atrás para apartarme y ella se detuvo. Observé frenéticamente esa telaraña que la envolvía y le eché un vistazo a los cuerpos destrozados que se repartían por el suelo. Sus oscuras almas aún relumbraban, estas estaban llamando a los trocitos para revivirlos de nuevo, y esos envoltorios grisáceos seguían rodeando cada parte de sus cuerpos.
No sabía qué era, pero todo esto me daba muy, muy mala espina. Podía oler el inminente peligro, lo intuía. Entonces, esas palabras de Bella vinieron a mi cabeza para repetirse con urgencia, rebotando con todas las partes viscosas de mi cerebro: “por favor, Jacob, Renesmee se morirá si no la llevamos allí antes de seis días”.
Alcé la cabeza y mis ojos se toparon con los de ella, que me miraban implorantes, suplicantes.
No, no quería llevarla a esa montaña, pero, ¡mierda, mierda, mierda! Era esta estúpida pulsión. ¡Maldita sea! Ahora que había visto el serio peligro que corría, no podía dejarlo estar. ¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí? Sí, definitivamente era un idiota, un tonto. Porque daba igual que me hubiese dejado por otro, yo siempre la protegería. Siempre, hasta la muerte. Acababa de hacerlo ahora mismo.
Además, ese imbécil con el que estuviera no debía de servir ni para ayudarla a cruzar un charco.
Eso sí, no pensaba ir solo con ella. Lo mejor era que alguien de la manada nos acompañase, cuantos más mejor. Mejor para protegerla, y mejor para no estar a solas con ella. Iba a tener que verla a todas horas, pero por lo menos…
Mis rapidísimos y neuróticos pensamientos enseguida se toparon con otro detalle, uno muy importante. Solo tenía cinco días para llevarla a esa montaña, quien quiera que la estuviese persiguiendo ya había dado con ella aquí, y era alguien muy peligroso. Ahora mismo no teníamos tiempo para explicaciones, tenía que sacarla de aquí ya.
Vámonos de aquí, le dije con ansiedad, empujándola con el hocico para que echase a andar.
―Tengo que coger la mochila ―me indicó, interpretando perfectamente mis gestos―. Es importante.
Gruñí con desaprobación, pero si íbamos a ir a una montaña, necesitaría ropa de abrigo.
Bueno, está bien, bufé, cambiando de dirección. Vamos a por esa dichosa mochila.
Ella solamente escuchó mis gañidos y resoplidos, pero fue suficiente para que supiera lo que quería decir.
Galopé un poco más despacio para que ella pudiera seguir mi ritmo y comenzamos a dirigirnos a mi casa.
Me conecté para pedir ayuda automáticamente.
Quil, Embry, necesito que organicéis un grupo ahora mismo, les pedí. Tenéis que venir conmigo.
Algo captó mi atención en las imágenes que comencé a distinguir, pero Quil se adelantó a mi pregunta.
¡Ahora mismo no podemos! ¡Estamos luchando con unos chupasangres!
Malditos nómadas…, gruñí.
¡No, no son nómadas!, me aclaró mientras seguía peleándose con uno. ¡Estos saben luchar bien, y van completamente de negro! ¡No sabemos quién demonios son, pero estaban por todas partes, Jake, y ni siquiera les habíamos olido!
Mi mandíbula se cerró audiblemente cuando escuché eso. Ya estaban aquí, y eran muchos.
Son ellos, mascullé con rabia, para mí mismo.
¡Tendrás que ir tú solo a esa montaña con Nessie!
¿Pero qué…? ¿Ya estaban al tanto?
¿Cómo demonios sabes de qué se trata?, quise saber.
Vi cómo le arreaba un golpe a uno de ellos para quitárselo de encima.
¡Los Cullen han estado aquí esta mañana y nos lo han contado! ¡Fue gracias a ellos que descubrimos a todas estas sanguijuelas!
¡¿Los Cullen han estado ahí?! ¡¿Han vulnerado el tratado?!
Genial. Habían estado esta mañana, y seguro que ya se habían largado para dejarme a mí todo el marrón.
¡No, bueno, no han sido ellos exactamente, pero no tengo tiempo de explicártelo!, le metió una buena dentellada a otro y lanzó su brazo a un lado. ¡Al parecer, estos miserables llevaban una larga temporada…!, su pensamiento se quedó trabado, como si tuviese interferencias o algo así. Mierda, no puedo ni pens…, resopló y siguió pensando. ¡Ve yendo tú con ella, nosotros te alcanzaremos más adelante, cuando nos libremos de estos vampiros!
No me gustaba esa idea. No me gustaba nada. Pero, mierda, lo primero era su seguridad, y estaba claro que esos chupasangres que la perseguían lo hacían con mucho ahínco, puesto que ya habían dado con ella, y eso que solamente llevaba una noche aquí.
Gruñí con desagrado.
¡Está bien!, acepté de mal humor. ¡Me adelantaré yo con ella, pero tú y Embry organizaos con un grupo lo más pronto posible! ¡Ah, y por aquí también hay porquería que quemar! ¡No tardéis!
¡Entendido! ¡Bueno, ya estaremos en contacto! ¡Te dejo, que tengo jaleo!
Volví a gruñir y me desconecté.
―¿Qué pasa? ―quiso saber ella, que no se le escapaba ni uno de mis gestos.
Nada, resoplé, sacando el aire por las narices.
También entendió eso.
Y seguimos galopando. No mucho más, ya que en un momento estábamos en mi casa.
No hizo falta ni que se lo insinuara. Yo me quedé fuera, esperando, ella entró, se asomó a la ventana de mi dormitorio y me lanzó unos pantalones.
En cuanto me transformé y me los puse, pasé dentro.
―¿Qué pasa? ¿Qué es esta revolución? ―inquirió Billy.
―No tengo tiempo de explicártelo ―le contesté, apartando las cortinas para echar un vistazo al exterior. Después me alejé de la ventana para caminar hacia mi cuarto―. Me la llevo de aquí ―me asomé por la puerta para ver si ella ya había terminado de una maldita vez―. ¿Te queda mucho? ―resoplé.
―Ya casi estoy ―respondió ella, que ya estaba cerrando esa dichosa mochila.
―Así que finalmente vas a llevarla a esa montaña ―adivinó mi viejo con una cara de satisfacción y aprobación enorme.
Me giré hacia él con las cejas hundidas sobre los ojos.
―Será mejor que se te borre esa estúpida sonrisa de la cara ―le advertí―. Parte de la manada vendrá con nosotros.
―No ―desaprobó, sorprendido.
―Sí ―aprobé yo.
―Recuerda lo que hablamos ―cuchicheó.
―El resto de la manada se quedará aquí para proteger a la tribu, por si acaso, así que estaréis seguros ―disimulé yo, pasando de esas palabras que alimentaban a mi gusano.
―Ya estoy ―irrumpió ella, saliendo de mi dormitorio con la mochila a la espalda.
―Bien, vamos ―apremié, caminando hacia la salida con prisas.
Ella me siguió sin rechistar.
―Hasta luego, Billy ―se despidió―. Muchas gracias por todo.
Mi viejo se rio entre dientes.
―Suerte ―nos deseó él cuando abrí la puerta, aunque supe que ese suerte iba dirigido a mí.
El muy idiota…
Le dediqué una última mirada asesina y salí de allí, seguido otra vez por ella.
Corrimos hacia el bosque, mientras yo vigilaba los alrededores, y nos introdujimos entre los árboles.
―Voy a cambiar de fase ―le anuncié.
―No, ¿por qué? ―rebatió―. Tengo dinero, podemos ir en coche hasta la frontera y alojarnos en algún motel allí.
¡Uf! No, no, ni hablar.
―Eso ya nos llevaría doce horas, y sin hacer ninguna parada para descansar. Llegaremos más pronto si viajamos con mis cuatro patas ―declaré, echando a andar hacia el tronco de un árbol para ocultarme.
―Vale ―aceptó ella, aunque no parecía muy conforme.
Me quité esos pantalones negros, los até a esa dichosa cinta y me transformé en lobo.
Sacudí un poco mi pelaje y salí de mi escondite, echándome delante de ella.
En fin, esto tampoco es que fuera de mi agrado, ya que también hacía que esos recuerdos que ahora eran tan dolorosos quisieran plantarse en mi más que tarado cerebro, pero cuanto antes llegásemos a esa mierda de montaña, mejor.
Sí, estaba tarado, chiflado, no sé por qué hacía esto.
Dio un paso atrás para coger impulso y saltó sobre mi lomo. Se acomodó entre mis paletas, y cuando noté que se agarraba bien, estiré mis patas para levantarme.
No perdí más tiempo. Primero empecé con un trote, seguí con un suave galope, cerciorándome de que ella estaba bien sujeta, y metí la quinta, saliendo disparado por los interiores del bosque para iniciar esa carrera hacia las montañas de Canadá.


13 comentarios:

  1. soos una genia...!!! graaias por el capitulo..!!!! =)
    Leonella, Argentina

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  2. ¡Hola a todos! Soy JACOB&NESSIE ^^

    Bueno, aqui teneis otro capi, he sido buena =P
    Pero a ver, la situacion es esta. Tengo 27 capitulos mas escritos. Eso quiere decir que si pongo 2 al dia, en menos de 15 dias esto se acabara y tendreis que esperar a martes, jueves y sabado ;) Si pusiera 1 al dia, tendriamos casi 30 dias de historia mas continuada.

    Kelly, me has dado una idea muy buena, y es la de poner 2 capis al dia, por ejemplo, martes y jueves, y 1 capi al dia los demas. ¿Que os parece? Creo que es mas ecuanime, ¿no? Bueno, ya me decis ;)

    andres: me preguntabas si iba a haber alguna pelea o batalla, ¿verdad? Ya habia visto ese mensaje tuyo, pero luego me lie a explicar lo de la imprimacion y eso... perdoname ^^
    Pues si, vamos a tener bastante accion en este libro, y no habra una batalla, habra varias ;), entre las que esta una con Razvan, Nikolay y Ruslan, pero no quiero desvelar mas, jajaja.

    ¿Un amor entre Alec y Nessie? JAJAJAJAJA, eso tiene mucha gracia, me he reido muchisimo con esto XDD Por Dios, Alec es un niño!!!! Se supone que tiene como unos 15 años, ¿no? Y ya no es eso, es que tiene un aspecto aniñado, asi lo describe Bella en Luna Nueva, asi que no me pega con Nessie NI CON COLA!! jajaja, que bueno XDD Y, encima, es un guardia Vulturis, vamos anda... jaja.
    Y, por Dios, ¿como va Nessie a odiar a Jake? O-O Eso es lo que algunos quisieran ¬¬ , pero se van a quedar con las ganas XDD A ver, en Amanecer, Nessie ya queria a Jake ^^, por supuesto era una niña y todavia no es algo romantico del todo, aunque hay algunas escenas, que no se, parece lo contrario, como cuando le dice a Bella que Jacob es suyo *-* ¡Ains, que amor de niña! La adoro, de verdad. Y ella siempre esta con el, siempre quiere estar con el, y en sus sueños Jacob aparecia a la par con Bella, incluso un poquito mas que ella y, por supuesto, mucho mas que su propio padre O-O , asi que creo que es evidente que cuando ella crezca, se va a enamorar perdidamente de nuestro Jake *-* Jacob siempre esta en su mente, por algo es ;)

    Muchas gracias por vuestros apoyos sobre la imprimacion!!! Me alegro de que penseis lo mismo XD Pues si, la imprimacion es amor absolutamente altruista, nada egoista, es una entrega total e incondicional, si eso no es bonito, que baje Dios y lo vea.

    Bueno, guapisimos, muchas gracias a todos!!!
    Mañana mas, ya me decis si os gusta la propuesta de Kelly ^^

    Lametones para todos!!

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  3. Me parece genial la propuesta de kelly.. muchisimo mejor..!! obvio que prefiero leer todos los dias..!!! estoy tan ansiosa por saber que pasa que no se si me aguantaria esperar 30 dias hasta ver el final.!! Me parece buenisima idea subir dos capitulos martes y jueves y el resto de los dias solo uno.

    Gracias por tu historia sos una genia..!!

    leonella, argentina

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  4. si apoyo la idea de kelly...mas cuando la historia ya se puso re interesante ...gracias por estar pendiente de la propuestas de tus fans..gracias jacobynessie por acceder...y kelly por dar la idea....salu2

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  5. Amiga Querida!!! sencillamente eres GENIAL y muy buena con tus FANS!!!

    Te Queremos Mucho!!!!

    La idea de Kelly es PERFECTA!!! Muy Buena.... viendolo así la apoyo... voto por eso!!! GENIAL MIL VECES GENIAL!!! Seremos todos y todas MUY FELICES con la Historia y contigo!!!

    SUPER GUAY!!!!

    TOTALMENTE DE ACUERDO EN ESA PROPUESTA!!!

    Abrazos!!! Anita de Venezuela

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  6. Me parece muy buena la idea!... te digo que me gusto mucho este capitulo, pobre Jacob si se la esta pasando mal pero todo se solucionara de una vez por todas... quiero matar a ese maldito chupasangre ¬¬. Bueno me voy satisfecha con este maravilloso capitulo! gracias
    Besos!

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  7. Que increíble capitulo y ami me encanto la idea de Kelly así nos adelantaras un poquis ya que esta súper interesante ojala que Jake se de cuenta del hechizo Wow por favor continua así. Me encanto el capitulo no sabia que pondrías dos pero como lo reviso varias veces al día para leer tu comentario pues encontré un capi nuevo y me parece sensacional ojala pongas los días martes, jueves y sábado doble capitulo los esperare con muchas ganas. Saludos a Kelly por la fantástica idea pero mas para ti por ser tan buena escritora.
    Deberías tratar de localizar a sthephany Meyer para que lea tus libros estoy segura que le encantaran como a nosotros solo es mi humilde comentario.
    Cuidate y sigue así Cathy

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  8. Muy bueno el capitulo....en verdad eres muy pero muy buena....me encanta como me atrapa la historia con cada capitulo es adictivo......y como subas los capitulos esta bien ,solo no dejes de hacerlo.... GRACIAS por ser asi de atenta

    elsa

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  9. HOLLLA , SIIIIII totalmente de acuerdo con la propuesta yo mas que encantada con recibir capi extra martes y jueves ......apoyo lo moción .... millon gracias por todo....

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  10. Awwwwwwwwwwwwwwwwww ♥ Estoy enamorada.
    De la historia. Me llega al corazon.
    Que bonitoo..
    UFF! para ya me tengo que dormir. Mña tengo parcial GRR!
    No se que mas decir.. Fabuloso como siempre.
    Me encanat xq pienso What the fuck? cuando cambio todo tanto. LA historia dio un giro de 360º Me encante.. Xq de alguna forma.. es como u nuevo comienzo de amor entre ellos, en donde por primera vez hay una conquista se entiende? Antes, el hecho de que los dos estuvieran imprimados le quitaba eso de.. conquistarla, la posibilidad de perderla por otro ((No es que fuera a ser cierto eso ultimo,pero jake lo cree asi) Y eso que mis expectativas, mi emocion, mi miedo a que se separen se haga mas grande.. se agigante. Estoy totalmente embobada..

    Ah! que libro de Dioses.. Nueva Era! =)
    Sol*

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  11. JAjaja! Lei el comentario.. Y me exprese mal (Estoy re zombi por eso) Quiero decir, no quiero que se separen.. Peero si lo hacen, la expectativa a que se reencunetren es tan.. GRANDE!
    no es lo mismo.. cuando estan juntos tantos tiempos. OBvio que pone feliz.. pero ahora estoy deseando leer que JAke se entere de todo para que vuelvan a estar juntos, tanto.. que ya estoy de los nervios! Bue.. ME voy a dormir, antes de que siga escribiendo mal :P
    UHH! mña rindo. Se supone que tengo que terminar de estudiar.. igual se supone no?^xD

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  12. jajajaja, te entendi de sobra Sol xD
    Me alegro mucho de que te este gustando tanto, y te doy mil gracias por leerme y por ponerme esas cosas tan preciosas que me pones =º)
    Ya veras, ya... tu sigue leyendo ;)

    Ah, por cierto, yo, personalmente, me imagino a Nessie sin flequillo, pero bueno, habia esa foto por ahi de una posible Nessie y la colgue, simplemente eso ;)

    Bueno, preciosa, duerme y estudia algo, jajaja.
    Lametones para ti!

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  13. ¡HOLA! SOY NOVIEMBRE:
    ESTE CAPÍTULO Y EL ANTERIOR ME PARECEN MUY INTERESANTES, ME A GUSTADO MUCHO A VER SI POCO A POCO SE VAN ACERCANDO UNO AL OTRO BUENO VOY A SEGUIR LEYENDO QUE ESTOY INTRIGADA . BESOTES

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