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domingo, 31 de julio de 2011

NUEVA ERA. CAPITULO 54: ¡¿Y AHORA ME PIDE ESTO?! INCREIBLE



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NO DUDEIS EN DEJAR VUESTROS COMENTARIOS, PREGUNTAS, ETC, YO CONTESTARE A TODO GUSTOSAMENTE ^^




NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA. PROFECÍA")
Para leer este fic, primero tienes que leer "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, y "Nueva Era I. Profecía". Si no, no te enteraras de nada 😉


CAPITULOS:

PARTE UNO: COMIENZO:

RENESMEE:

43. DESPEDIDA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-43-despedida.html
44. COMIENZO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-44-comienzo.html
45. CELEBRACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-45-celebracion.html
46. FUEGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-46-fuego.html
47. NADAR: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-47-nadar.html
48. EXTRAÑO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/este-es-el-segundo-capitulo-de-hoy-para_26.html
49. REY Y REINA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-49-rey-y-reina.html
50. EN CASA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-50-en-casa.html
51. BUSQUEDA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-51-busqueda.html

JACOB:

52. HAY QUE VER LAS VUELTAS QUE DA LA VIDA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-52-hay-que-ver-las.html
53. DIOS, ESTO ES PARA TIRARSE UN TIRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-53-dios-esto-es-para.html


¡¿Y AHORA ME PIDE ESTO?!
INCREÍBLE


Después de atravesar un montón de pasadizos de piedra gris que eran tan tenebrosos y espeluznantes como los cuatro chupasangres que me acompañaban, el Zanahorio se detuvo frente a una puerta de madera.
Suspiré, cansado, ya que no habíamos hecho más que subir escaleras y caminar por túneles sombríos y oscuros que giraban en una esquina y después en otra. Esquina, pasillo, esquina, pasillo, esquina, pasillo… ¡Uf!
El pelirrojo abrió la puerta, que estaba cerrada con llave, corrió una especie de mampara de madera y mantuvo la puerta abierta para que pasase la Pitufina. Esta ladeó la cara arrogantemente y pasó por el hueco, haciendo sonar sus tacones con brío. Las dos sanguijuelas que me escoltaban lo hicieron bien pegados a mí cuando me tocó mi turno, y eso que tuve que agacharme un poco para poder pasar, y Enguerrand pasó detrás de nosotros, cerrando la puerta con llave y corriendo la madera de nuevo para ocultarla.
Ya no estaba encadenado, pero esos dos desgraciados no se separaban de mí ni un instante. Malditos…
Al otro lado de la puerta, el decorado se transformó por completo.
Salimos a un pasillo ancho muy adornado, pijo y hortera cuyas paredes estaban revestidas de paneles de madera ―uno de esos paneles era lo que había corrido el pelirrojo―. Estas sostenían unos cuadros con paisajes que estaban iluminados con luces fuertes, seguramente los muy estrambóticos los habían colgado para simular las inexistentes ventanas. Sí, menudos horteras. Y no contentos con eso, mis pies descalzos pisaban unas moquetas verdes más feas que Picio. En fin, no entendía mucho de decoración, pero esto estaba tan pasado de moda como los propios Vulturis, incluso llegué a preguntarme de qué siglo serían todos estos elementos decorativos.
Al final del corredor se encontraban dos puertas revestidas de lo que supuse era oro, pero no nos dirigimos hacia ellas. Enguerrand se detuvo en mitad del pasillo y desplazó otro panel que escondía otra puerta de madera. Esta no estaba cerrada con llave, así que simplemente la abrió y esperó a que la canija sádica pasara otra vez.
Detrás de ella lo hicimos el resto, y una vez más, yo tuve que agacharme un poco. El vestíbulo diáfano al que fuimos a dar volvía a ser lúgubre y tenebroso, al igual que esos pasadizos por los que habíamos pasado antes, cuyas paredes de piedra eran de esa tonalidad cenicienta y ennegrecida. Esa antesala no era muy grande, así que no tardamos nada en salir a otra estancia redonda que era mucho más amplia y sombría. Lo único que la decoraba eran tres tronos de madera maciza que se distribuían a lo largo de la curva de la pared que los precedía. La forma y la pared de piedra de la habitación hacían que me recordara a esas torres de los castillos que salen en las películas, sí, esas donde encierran a las princesas.
Un reflejo involuntario me hizo rechinar los dientes, porque ese mismo pensamiento me hizo recordar el encierro de mi ángel. Ella había estado encarcelada en una torreta, seguro que como esta, aunque mucho más pequeña…
―¡Jacob! ¡Mi querido amigo! ―exclamó de pronto una voz en la oscuridad de esa habitación, haciéndome salir súbitamente de ese negro pensamiento.
¿Amigo? ¿Pero de qué iba? Otra vez aplasté las muelas.
La tenue luz exterior tan solo entraba por las rendijas de una ventana que quedaba en lo alto de la pared arqueada, así que el lugar estaba lleno de sombras. De ellas emergió el líder de los Vulturis, caminando con paso presto hacia mí.
Me contuve. Me moría de ganas de aniquilarle allí mismo, pero no era tan idiota. Tenía todas las de perder. No me podía transformar y estaba solo; y tenía que volver. Mi prioridad absoluta era Nessie, tenía que regresar con vida para estar a su lado. Eso sí, no pensaba callarme nada.
―Aro ―sonreí de manera sombría―. Si pudiera transformarme, te arrancaría la cabeza ahora mismo ―declaré con furia contenida.
Automáticamente, los dos chupasangres que me escoltaban se agazaparon, a la defensiva. Los únicos que se quedaron inmóviles fueron la Pitufina y el pelirrojo.
Aro les hizo un pequeño asentimiento con la cabeza y esos dos idiotas se relajaron al instante, adoptando una postura prácticamente militar.
―Lo sé ―rio con una risa musical, dando una suave palmada con esas manos tísicas y secas―. Por eso hemos tomado precauciones ―en ese momento, sentí ese cordón de mi cuello como si fuera de fuego―. Has de perdonarme, pero no podía exponerme a semejante peligro, como comprenderás.
Bueno, por lo menos era sincero; al menos, en esto.
De pronto, revoloteó y se plantó a mi lado, pero no para dirigirse a mí. Los dos guardias que me controlaban lo hicieron con más atención.
―¡Jane, estás muy hermosa esta mañana! ―exclamó ese viejo chiflado, agarrando a la canija de las manos para abrirle los brazos y observarla mejor.
―Gracias, maestro ―sonrió ella, muy complacida.
―Verdaderamente bella, ¿no te lo parece, Jacob? ―y giró su semblante momificado hacia mí, haciendo ladear el cuerpecillo de la canija para esperar una respuesta.
La Pitufina hizo lo mismo, alzando una ceja con encopetamiento.
―No ―respondí sin más.
La ceja de la rubia enana cayó en picado.
―Oh ―murmuró Aro, soltando las manos de la Pitufina.
―¿Dónde está mi mujer? ―exigí saber, furioso. Los temblores de mi cuerpo ya eran evidentes―. Si la habéis hecho daño, juro que…
―Jane, querida ―me interrumpió, sin despegar sus lechosos ojos de mí―, dejadnos a solas.
La aludida le miró un tanto sorprendida. Osciló sus ojos un segundo para observarme a mí como si no se creyese que Aro le estuviese pidiendo eso, momento que aproveché para dedicarle una mirada de odio, y los regresó a su maestro, llenos de resignación.
―Sí, maestro ―aceptó finalmente, haciendo una pequeña reverencia.
Les hizo un gesto con la cabeza al resto y los cuatro se marcharon por donde vinieron. Ni siquiera me giré para mirar, pero se escuchó cómo cerraban la puerta del vestíbulo a sus espaldas.
―No he tenido oportunidad de darte mi más sincera enhorabuena por tu matrimonio ―dijo.
―¿Dónde está Nessie? ―exigí de nuevo.
Usé ese nombre, ya que ese vejestorio loco había hurgado en mi mente en nuestro último encuentro y sabía de sobra que yo la llamaba así.
―Ella está bien, supongo ―afirmó, dándose la vuelta para dar un paso hacia esos anticuados tronos.
―¿Supones? ―percibí, enfadado.
Sus pies se detuvieron y se giró hacia mí, quedándose justo al frente.
―Solamente fuimos a buscarte a ti, así que me imagino que ella estará bien ―se explicó.
No, aunque no la hubieran cogido, Nessie no estaría bien. Su estómago estaría lleno de pinchazos, como estaba el mío en estos momentos, y estaría muy, muy preocupada por mí. Su agonía era mi agonía, su espera era mi espera, su desesperación era mi desesperación. Y tan solo imaginármela llorando de preocupación por mí, hacía que la ira ya desgarrara mis entrañas.
―Por tu bien espero que me estés diciendo la verdad ―le avisé, clavándole una mirada amenazadora―. Puede que ahora no pueda transformarme por culpa de esta porquería de cordón, pero en cuanto pueda, juro que si la hacéis el mínimo roce os aniquilaré a todos.
El chupasangres se quedó mirándome durante un instante.
―No has de dudar de mí, mi querido amigo ―aseguró, enseñándome esos asquerosos dientes a modo de sonrisa falsa―. Yo siempre digo la verdad ―sí, claro, y yo me lo tragaba―. Además, he de corregirte, si me permites. Más bien es una pequeña aclaración ―hizo una pausa y yo le miré expectante―. No dudo que terminaras con todos nosotros si pudieras transformarte, de hecho, como ya dije antes, hemos tomado nuestras precauciones, como ves. Pero nosotros podríamos hacerlo contigo antes de que pudieras convertirte en lobo. En realidad, podíamos haberte matado ya y no lo hemos hecho ―y su barbilla se levantó, sosteniendo esa estúpida sonrisa arrogante.
El que hizo la pausa ahora fui yo, sin apartar mis amenazadores ojos de los suyos.
―¿Qué quieres decir? ―pregunté en tono monocorde.
―No estás aquí como prisionero ―declaró―. Eres mi invitado.
―¿Tu invitado? ―alcé las cejas con incredulidad por lo que estaba escuchando―. ¿Me arrancáis de Forks, separándome de mi mujer, me traéis hasta aquí sedado y me encarceláis, y me dices que soy tu invitado? ¿Así es como tratáis a los invitados aquí?
―Sí, lo sé, lo sé, no sabes cuánto lo lamento ―se disculpó, arrugando su careto de papel cebolla en una mueca de fingido malestar―. Te pido disculpas por esas formas tan poco ortodoxas, sin embargo, no teníamos opción, mi querido amigo, tú jamás hubieras accedido a venir de otro modo.
―Deja de llamarme amigo ―mascullé, apretando los dientes―. Me habéis puesto cadenas, y, encima, esa estúpida enana ha estado acosándome.
―Oh, Jane ―reparó, haciendo negaciones con condescendencia―. Pobrecilla, realmente se siente muy… atraída por ti ―y sonrió como si nada.
Viejo hipócrita.
―¿Pobrecilla? ―no podía creer lo que mis oídos estaban escuchando y no pude evitar que se me escapara esa acidez por la garganta―. Esa arpía ha intentado besarme, y tú sabías que iba a hacerlo ―protesté, muy irritado―. Hace dos años mi relación con Nessie os parecía una aberración, ¿y ahora le permites a esa canija que me acose? ―chisté.
―Desde luego que no lo sabía ―contestó con sorpresa―. El… intentar besarte no estaba dentro de los planes de Jane, esa intención debió de surgir en el acto ―y se rio con otro sonido musical. Esto era el colmo―. Tendré que mantener una charla con ella, por supuesto. Sin embargo, he de decir que debo ser indulgente en este caso. Jane siempre nos ha sido muy leal, ha dedicado su vida exclusivamente a servirnos, y, sinceramente, no la culpo por un momento de debilidad. Por supuesto, el que el único hombre en el que se haya fijado hasta ahora sea un metamorfo me desagrada, pero creía que solo era un mero capricho juvenil sin importancia. No obstante, he de reconocer que no me parece tan extraño que se haya encaprichado contigo. He podido ver en sus pensamientos que le pareces muy diferente a lo que ella está acostumbrada a ver, se quedó realmente impresionada contigo en nuestro encuentro de aquel valle, y no la culpo, eres el Gran Lobo. Además, no sería tan compasivo si no hubiera visto en ella que su lealtad hacia nosotros sigue siendo inquebrantable ―afirmó, haciendo gala de esa inmodestia que le caracterizaba―. Sin embargo, estoy verdaderamente avergonzado de no haber visto venir esto, te pido disculpas por esa incómoda anécdota.
Cínico. En fin, esperaba que solo se quedase en eso, aunque en estos momentos tenía otras prioridades.
―Bueno, eso ahora mismo me importa una mierda ―dije, cabreado―. Quiero saber dónde están Edward, Bella, Alice y Jasper, ¿qué has hecho con ellos? ¿También les tienes en una celda, como a Ryam y a mí?
El Vulturis se quedó observándome un momento con ese semblante de chiflado lleno de un entendimiento que me extrañó. Parecía que ya se esperase estas preguntas.
―No están aquí ―respondió finalmente.
―Mientes ―gruñí.
―Ojalá fuese así, mi querido Jacob, pero no lo es. Me hubiera gustado poder actuar antes para evitarlo, yo mismo les hubiese alojado aquí para que esta desgracia no hubiera ocurrido, sin embargo, no hemos podido evitarlo.
―¿De qué estás hablando? ―quise saber, nervioso por esa respuesta tan inquietante.
―No somos nosotros quienes les retenemos ―hizo una pausa que me pareció eterna―. Son Stefan y Vladimir.
Noté cómo mi boca se iba quedando colgando poco a poco a medida que iba asimilando esas palabras y me iba dando cuenta del asunto.
―¿Cómo dices? ―murmuré.
―Vladimir y Stefan tenían un imperio un poco menos poderoso que el nuestro hace unos cuantos siglos ―empezó a contarme, iniciando un paseíllo por la habitación―. Sus formas y acciones eran demasiado peligrosas para nuestro mundo, y cometieron un delito imperdonable, así que nos vimos obligados a intervenir ―se giró hacia mí para mirarme con un semblante que interpretaba gravedad a la perfección―. No nos quedó más remedio que terminar con su imperio ―se dio la vuelta de nuevo y dio un par de pasos más―. Desde entonces, siempre han buscado venganza.
―¿Y qué tienen que ver los Cullen con todo esto? ―inquirí, frunciendo el ceño con extrañeza.
Aro se dio la vuelta una vez más y se quedó quieto, clavándome esos ojos legañosos.
―Han permanecido ocultos todos estos siglos, esperando el momento oportuno para actuar. Y ese momento ha llegado ahora ―afirmó de forma sombría―. Se han rearmado, sabemos que cuentan con cientos de efectivos, entre los que se encuentran Edward, Bella, Alice y Jasper. Ese es el motivo por el cual los han retenido. Necesitan de sus dones para hacerse más fuertes.
―Espera, espera, espera ―le paré, haciendo unos nerviosos movimientos con las manos para que no siguiera―. ¿Estás diciendo que esos rumanos espeluznantes han cogido a los Cullen para que se unan a su ejército, y que ese ejército va a enfrentarse a vosotros?
―Exacto ―ratificó.
Me quedé de piedra. Pero ahora entendía otra cosa más. Sabía de sobra que ellos no se unirían jamás al ejército de Vladimir y Stefan, que eso no había sido gratuito, sino que había sido forzado. Esos dos eran los que habían cogido a Renée para chantajearles. Me callé esto último, claro, puede que Aro todavía no supiera de este asunto de Renée.
―Pero, ¿cómo han podido rearmarse tan rápido? ―murmuré, llevando mis dedos a mi nuca con nerviosismo mientras buscaba las respuestas en el suelo de piedra―. Cuando vinieron con nosotros al claro no disponían de ningún ejército…
―Por supuesto que no, en ese momento todavía no disponían de los servicios de Nikoláy, Ruslán y Razvan.
Mi rostro se alzó súbitamente para mirarle.
―¿Cómo? ―susurré, perplejo.
Sus pies volvieron a pasear.
―Nikoláy, Ruslán y Razvan se unieron a Vladimir y Stefan hace escasos años ―comenzó a explicarme―. Los rumanos ya estaban formando un ejército consistente en nómadas con los que nosotros habíamos impartido justicia, así que estos también tenían ansias de venganza. Sin embargo, esos nómadas no son suficientes para terminar con nosotros, como comprenderás ―se paró un instante para dedicarme una mirada de presunción y luego siguió paseando―. Necesitaban seres más fuertes, unos seres indestructibles capaces de regenerarse.
―Los gigantes ―adiviné, sorprendido.
Aro se detuvo de nuevo y su mirada ya asintió.
―No sabemos a ciencia cierta cómo dieron los unos con los otros, ni cómo se pusieron en contacto, el caso es que el aquelarre búlgaro se unió al rumano e hicieron una simbiosis ―siguió, iniciando otro paseíllo―. Vladimir y Stefan necesitaban los gigantes, los cuales se los podían proporcionar los tres magos; y Nikoláy, Ruslán y Razvan necesitaban de los rumanos para llegar a tener un imperio. Así que llegaron a un acuerdo para repartirse el poder y se aliaron.
»Hemos intentado que esa aberración de los gigantes no se llevara a cabo con la mayor discreción posible, pero nos ha resultado imposible detenerles, como ya sabrás.
―Sí, algo sé ―contesté con ironía―. Ya conozco al jefe de tus matones.
―Ahora, aunque Nikoláy, Ruslán y Razvan han fallecido, Vladimir y Stefan se han hecho fuertes ―continuó, pasando olímpicamente de mi comentario―. Disponen de ese ejército, de los Cullen y de los gigantes.
Eso último llamó mi atención.
―Entonces, ¿los gigantes no están aquí?
―Lamentablemente no pudimos hacernos con ellos ―reveló, haciendo unas negaciones con la cabeza con un lamento exagerado dibujado en su asqueroso semblante de papel cebolla.
―¿Y qué pasa con esos tres magos? ¿Por qué no los destruisteis, si sabíais lo que se traían entre manos? ―protesté.
―Nos resultó imposible ―se defendió, deteniéndose ante mí―. Nikoláy y Ruslán eran muy poderosos, yo mismo los escogí hace siglos, y Razvan también era bastante fuerte, por lo que tengo entendido ―ya, seguro―. Como he dicho, ahora ya se han rearmado, y disponen de esos gigantes y de nuestros queridos amigos los Cullen. Ese es el motivo por el cual te hemos hecho venir hasta aquí ―declaró.
―¿Para que mis lobos y yo vayamos a rescatar a los Cullen? ―mucho me extrañaba―. Nosotros iríamos igual.
La fina boca del Vulturis se curvó hacia arriba con una picardía maliciosa. Eso lo dijo todo.
―Para que os aliéis a nosotros.
Otra vez me quedé patidifuso.
―¿Aliarnos a vosotros? ―repetí, incrédulo―. ¿No queríais terminar con nosotros?
―Por supuesto que no, ¿cómo puedes pensar eso? ―rio, haciendo sonar sus cuerdas vocales con esa estúpida musicalidad.
Porque era cierto.
―No me tomes por tonto ―le dije, molesto―. Crees que esa estúpida profecía ha empezado, no creo que lo dejes así como así. Seguro que quieres matarme, ¿verdad?
―Me duele profundamente que pienses así, Jacob. Efectivamente, sé que esa profecía ha comenzado ―asintió―, pero te equivocas. Yo no soy como Nikoláy, Ruslán y Razvan. Sé que ellos intentaron matarte e invertir la profecía, seguramente tenían pensado traicionar a Vladimir y Stefan, al igual que hicieron con nosotros. Sin embargo, mi intención no es destruirte. Como te dije antes, ya lo hubiera hecho, si fuese así. Me interesa más una alianza.
―Ya te dije que no me tomes por tonto ―protesté, enfadado―. No hicisteis nada porque os interesaba que me quitaran del medio, ¿no es eso? ¿Y ahora me pides que nos aliemos?
―Si queréis rescatar a los Cullen necesitaréis de nuestra ayuda ―afirmó, ahora transformando ese asqueroso semblante para mostrar su verdadera cara―. Te aseguro que Vladimir y Stefan están muy bien escondidos, mi querido Jacob, jamás daríais con ellos, y, por tanto, nunca daríais con los Cullen. Solamente Demetri ha sido capaz de encontrarles, y solamente yo sé dónde se encuentran ―ahora sonrió con arrogancia―. Si vosotros nos ayudáis a vencer a Vladimir y Stefan, nosotros os ayudaremos a dar con los Cullen para que los rescatéis, y te aseguro que la recompensa valdrá la pena. Si nos ayudáis en este truculento e incómodo asunto, no solo obtendréis el rescate de los Cullen, sino que te garantizo que jamás volveréis a saber de nuestra existencia.
―Esto se llama chantaje ―critiqué.
―Llámalo simbiosis y alianza, mi querido amigo ―tornó―. Nosotros os necesitamos a vosotros y vosotros nos necesitáis a nosotros. Por supuesto, no diré dónde se encuentran hasta que no lleguemos al sitio, y si no nos acompañáis, no puedo garantizar la seguridad de los Cullen en la batalla ―y volvió a mostrarme esos dientes amarillentos.
Volví a rechinar los dientes al escuchar la palabra amigo. Porque yo no quería alianzas con los Vulturis, la sola idea me asqueaba. Pero la situación estaba más que clara. Me tenía bien cogido por donde no debía de cogerme. Odiaba ayudar a estos viejos decrépitos y pasados de rosca, pero, ¡maldita sea!, tan solo pensar en que le pasara algo a Bella y a los demás, me hervía la sangre. Ella era como mi hermana, y encima era la madre de Nessie, ¿iba a dejar que estos chupasangres le hicieran daño? Mierda. No podía permitirlo.
El Vulturis se dio cuenta de mi rostro enfrascado y habló de nuevo.
―Tómate tu tiempo para pensarlo. Aunque no demasiado, esa guerra comenzará pronto ―me reveló.
Iba a contestarle, pero, de repente, un ruido seco me sobresaltó e hizo que me girase para mirar a mis espaldas.
Mis ojos se abrieron como platos.
―¡Soltadme! ―gritó Nessie, revolviéndose en los sucios brazos de esas asquerosas sanguijuelas que me habían escoltado a mí antes, mientras entraban en ese pequeño y frío vestíbulo.
Jane apareció detrás de ellos, llevando arriba su semblante altanero.
―Nessie, ¿qué… qué haces aquí? ―murmuré, atónito.
Lo estaba demasiado, y no me dio tiempo ni a protestar por ese trato hacia ella.
Su hermoso rostro de porcelana se giró súbitamente al escuchar mi voz y sus dulces ojos se clavaron en los míos con una preocupación que me traspasó el alma.
―¡Jake! ―sollozó.
Consiguió zafarse de esos dos matones, o puede que Aro les hiciese una señal, no lo sé, porque ya no pude apartar la vista de ella.
Corrió hacia mí y, antes de que a mis estúpidas piernas les diese tiempo a reaccionar, se abalanzó a mis brazos para besarme con una efusividad que me fue totalmente imposible no corresponder. Me desperté de ese espejismo momentáneo y mis labios le correspondieron de la misma forma, rodeando su cintura y su espalda con mis manos para apretarla contra mi cuerpo.
Dios, cómo la había echado de menos. Su mano se metió entre mi pelo para que no me separase de ella nunca y la energía comenzó a fluir a nuestro alrededor con ganas. Pero, para nuestra desgracia, este no era el sitio ni el momento adecuado, y todo eso duró muy poco.


13 comentarios:

  1. ¡Hola a todos! Soy JACOB&NESSIE ^^

    MUCHISIMAS GRACIAS POR SEGUIR LEYENDOME!!! Y MUCHISIMAS GRACIAS POR VUESTROS COMENTARIOS!!! ^^

    Alecita: lo de la pulsera se explicara mas adelante ;) asi que de momento no te digo nada, jaja.

    Kelly: dale muchos besos a Cathy de mi parte y dile que espero que se recupere pronto!!!!

    jajaja, vaya con la Pitufina, ¿eh? XDD Bueno, yo no se si aguantaria la tentacion de tener ahi a Jacob atado todo para mi, jejejeje... Es broma. El hecho de que ella intente tocar a alguien sin su consentimiento esta muy, muy mal >.< Si fuera al reves, si fuera un chico el que hiciera eso con una chica, no nos haria tanta gracia, ¿verdad? Jane siempre quiere tener el control, y eso no puede ser >o< Ya veremos como se lo toma Nessie cuando se entere...

    Bueno, chicos, muchisimas gracias por seguir aqui!! Me haceis muy feliz!!!

    Lametones!!

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  2. Jaja la pitufina esta loca. Aro mas chiflado y creo que ellos tienen a los cullen simplemente esta jugando sus cartas para así tener a los lobos a su servicio. Sabe que serán grandes aliados espero que jake no acepte y se de cuenta del juego del Vulturi y que hace todo ese teatro por la famosa profecía. Claro es la opinión que yo tengo hahahaha. Creo que me estoy enloqueciendo pero tu libro me interesa bastante y siempre dejas con esa expectativa en fin espero el siguiente capitulo cargado de adrenalina y mucho amor entre Jake & Nessie y que le de su merecido al chiflado y a la pitufina. Saludos. De Kiara. ( =

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  3. Ok amiga! entonces espero para ver lo de la pulsera! jeje y también espero con ansias el siguiente capitulo para saber la desición que toma jake! y que Aro no haga nada en contra de nessie que fue a rescatar a su marido! jeje Mucha fuerza para seguir escribiendo lo haces increiblee!... B E S O S =)

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  4. Hola Tamara:
    Realmente quede impactada con tu historia me has dejado facinada los capítulos son muy interesantes espero el próximo así de intenso

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  5. genial este capitulo...el mejor....la alianza de los vulturis me suena a una trampa....pero ya lo veremos......ja sos la mejor.....salu2...mañana el proximo....

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  6. me parece rariisimo que los vulturis pidieran una alianza, ya que ellos siempre se han creido suficientes... Ademas en capitulos anteriores no habian supuesto que los vulturis no querian que se cumpliese la profecia..??

    Leonella, argentina

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  7. jajaja super genial el capitulo super emocionante!!! que imaginacion tienes ya hasta me habia olvidado de esos dos! D:
    Me dejaste sin palabras hermosooo!!! Espero que Aro este diciendo la verdad!
    :D Besos.

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  8. ese aro yo no le creo ni el padre nuestro... si me dice es de noche y estoy viendo la luna mmmmmmm creo que me esta mintiendo igual...... como siempre me ha encantado este capi tamara gracias:)

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  9. Como siempre GENIAL Y ADICTIVO.......
    gracias
    elsa

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  10. Holaaaaaaa
    No se si soy la unica que este leyendo esto el 2022, pero estos libros me a han atrapado y en dos semanas y media he terminado los dos primeros libros.
    Bueno ahora si a lo que vine, últimamente las caciones de "Algo me gusta de ti" (de wisin & yandel) siento que representa el primer libro y la de "no puedo" (de paulo alondra) al segundo, me gustaría que kas escucharan y ne dijieran que opinan.

    Atte: Andrea de Guadalajara México

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    1. HOLAAAAAA
      Probablemente ya no te pasa con mucha frecuencia porque aqui, o no te llegan notificaciones, solo queria decirte que ya he acabo todo, hasta el capitulo 132 Epílogo, me escanto tu libros en serio, ya no se que voy hacer en mis tiempos libres, me entraron unas ganas enormes de llorar, pero estoy muy feliz por la gran historia que me haz hecho imaginar, espero tener la oportunidad de volver a leerlos, aunque si llegara el caso de que me estes leyendo me gustaría pidirte que me pases los libros en PDF mi correo es andrea.del.pilar.zamora.cortes.33@gmail.com (los tres).
      Te mando un fuerte abrazo aunque nunca me lleges a leer.

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    2. Hola, Andrea.

      En primer lugar, muchísimas gracias por tu comentario y todas las cosas tan preciosas que me dices ❤️💕❤️💕 En segundo lugar, muchas gracias por haberle dado una oportunidad a mi Saga de Fanfics de Jacob y Nessie, me hace muy feliz que te hayan gustado tanto. Ya te envié los libros a tu email, para que puedas disfrutarlos cuando quieras. Recuerda mirar también en correo no deseado, por si acaso. Espero que te haga ilusión.

      ¡Un lametón lobuno para ti!

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    3. Aaaaa muchas gracias, ya tengo los PDF, repito mi gran cariño por tu historia y además es la mejor que leído, no entiendo como no lo han hecho películas por que realmente vale la pena.
      Pd. Lamentón para ti ❤️❤️❤️

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