NUEVA ERA (Continuacion de "DESPERTAR")
Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog. Si no, no te enterarás de nada XDD
CAPITULOS:
PARTE UNO: HORIZONTE:
RENESMEE:
1. MAS HUMANA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-1-mas-humana.html
RENESMEE:
1. MAS HUMANA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-1-mas-humana.html
2. SAGRADOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-2-sagrados.html
3. PRACTICAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-3-practicas.html
4. HELEN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-4-helen.html
5. ANIVERSARIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-5-aniversario.html
6. EXCURSION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-6-excursion.html
7. ENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-7-encuentro.html
8. RYAM: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-8-ryam.html
9. MAL PRESAGIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-9-mal-presagio.html
10. ENTREGA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-10-entrega.html
11. OTRA PREOCUPACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-11-otra-preocupacion.html
12. VIAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-12-viaje.html
13. PREMONITORIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-13-premonitorio.html
14. CONVERSACION PENDIENTE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-14-conversacion.html
15. MENSAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-15-mensaje_23.html
16. ANTIDOTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/todos-los-apitulos-registrados-en.html
17. PLANTACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-17-plantacion.html
18. SOMBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-18-sombra.html
19. VISPERA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-19-vispera.html
20. SORPRESAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-20-sorpresas.html
21. MAGIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-21-magia.html
22. ATRAPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-21-atrapada.html
PARTE DOS: PROFECIA:
23. ENCIERRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-23.html
24. UNA SEMANA: CAMBIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-24-una-semana-cambio.html
25. DOS SEMANAS: ESPEJO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-25-dos-semanas.html
26. CINCO MESES: PROFECIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-26-cinco-meses.html
27. DIEZ MESES: ¡CORRE!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-27-diez-meses-corre.html
3. PRACTICAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-3-practicas.html
4. HELEN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-4-helen.html
5. ANIVERSARIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/05/nueva-era-capitulo-5-aniversario.html
6. EXCURSION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-6-excursion.html
7. ENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-7-encuentro.html
8. RYAM: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-8-ryam.html
9. MAL PRESAGIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-9-mal-presagio.html
10. ENTREGA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-10-entrega.html
11. OTRA PREOCUPACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-11-otra-preocupacion.html
12. VIAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-12-viaje.html
13. PREMONITORIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-13-premonitorio.html
14. CONVERSACION PENDIENTE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-14-conversacion.html
15. MENSAJE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-15-mensaje_23.html
16. ANTIDOTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/todos-los-apitulos-registrados-en.html
17. PLANTACION: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-17-plantacion.html
18. SOMBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/06/nueva-era-capitulo-18-sombra.html
19. VISPERA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-19-vispera.html
20. SORPRESAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-20-sorpresas.html
21. MAGIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-21-magia.html
22. ATRAPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-21-atrapada.html
PARTE DOS: PROFECIA:
23. ENCIERRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-23.html
24. UNA SEMANA: CAMBIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-24-una-semana-cambio.html
25. DOS SEMANAS: ESPEJO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-25-dos-semanas.html
26. CINCO MESES: PROFECIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-26-cinco-meses.html
27. DIEZ MESES: ¡CORRE!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-27-diez-meses-corre.html
DIEZ MESES Y MEDIO: VERDAD
(PARÉNTESIS)
ALICE
UN MES DESPUÉS DEL SECUESTRO: FANTASMAS.
―Venga, Alice, llegaremos
tarde ―me apremió Bells, que ya estaba cogida de la mano de Edward, preparada
para salir por la puerta volando.
―Sí, y hoy es la última
representación ―se quejó él.
―Un momentito, tengo que
coger el bolso ―dije, llevando mis pasos hacia las escaleras.
―¿Y dónde lo tienes? ―quiso
saber Jazz, impaciente.
―En el dormitorio ―se me
adelantó Ed, suspirando.
No les hice caso, subí los
peldaños sin que esos tacones apenas llegasen a tocarlos y enseguida llegué a
la habitación. Cogí el bolso de la butaca y salí con rapidez de allí.
Pero entonces, algo me
detuvo en mitad del pasillo. Todas las puertas del mismo se cerraron con
sonoros portazos, empezando con la del dormitorio del que acababa de salir y
siguiendo con el resto de puertas, que se estamparon contra el marco una tras
otra, como las fichas de un dominó.
Noté una presencia pasando
a mi lado como una exhalación y me quedé más paralizada de lo que ya estaba.
¿Qué había sido eso?
―Alice ―escuché que
resoplaba Jasper.
―Ya… ya bajo ―murmuré,
todavía perpleja por lo que había pasado.
Miré a mi alrededor,
escudriñando cada palmo del pasillo para ver si volvía a pasar algo. Pero no
ocurrió, así que reinicié la marcha de nuevo y descendí las escaleras, aunque
esta vez un poco más despacio.
Jasper enseguida se dio
cuenta de mi semblante, si bien Edward ya lo vio todo en mi mente.
―¿Qué te ha pasado? ―preguntó
este último con gesto extrañado―. ¿Por qué estás así?
―Todas las puertas del
pasillo se cerraron solas con un portazo, ¿no las habéis oído? ―le recordé y
expliqué para los demás.
―No ―negó Jazz, frunciendo
el ceño al igual que Edward.
―¿Qué portazos? ―inquirió Bella
con el mismo gesto.
―¿No los habéis escuchado?
Fueron muy fuertes.
―No, no hemos oído nada ―reiteró
Bells.
Pestañeé, perpleja.
―Pues se cerraron solas, Ed,
tú puedes verlo.
―No veo nada de eso en tu
cabeza ―me contradijo, observándome con algo de preocupación―. Lo único que veo
es que cogiste el bolso y te paraste en el pasillo.
―¿Y no ves que se cerraron
las puertas? ―interrogué, sorprendida―. Lo estoy recordando ahora mismo.
―Solamente veo que te
paraste en el pasillo ―repitió él.
―Qué raro… ―murmuré,
llevando mi mano a la barbilla, pensativa.
¿Por qué Ed no podía ver
eso? El caso es que esta situación me recordaba a algo, pero no sabía a qué.
Era algo que Renesmee me había contado, sin embargo, seguía sin recordarlo…
Y las puertas, ¿por qué se
habían cerrado de ese modo? ¿Podría ser que hubiera…?
―¿Fantasmas? ―cuestionó
Edward con una sonrisita burlona, adelantándose a mis propios pensamientos.
―¿Crees que hay fantasmas
en la casa? ―se rio Bella.
―No soy tonta, ¿sabéis? No
me asusto porque se hayan cerrado unas puertas, es que, además, he notado una
presencia ―afirmé, bajando mi mano para cruzarme de brazos, indignada por la
falta de confianza que me profesaban.
―Si Alice lo dice, es
cierto ―secundó Jazz.
―Gracias, cielo ―le sonreí,
y le di un beso en los labios.
―Vamos, no me dirás que
porque se hayan cerrado unas puertas, según tú ―matizó Ed con intención―, ya va
a haber fantasmas.
―Te repito que noté una
presencia, una especie de brisa pasando a mi lado como una exhalación ―reiteré,
molesta por su actitud.
―Sería una corriente, Alice
―le acompañó Bella, sonriendo, aunque en ella no había ninguna burla.
Me mordí el labio al
ponerme a pensar.
Jazz se quedó mirándome,
esperando mi reacción. Él tenía confianza plena en mí, si yo decía que se caía
el cielo, me creería.
Esto era muy, muy raro, sin
embargo, tenía que reconocer que parte de razón a Edward no le faltaba. Tal vez
hubiera exagerado un poco y solo hubiese sido una corriente de aire, como había
dicho Bells. Y puede que ellos estuviesen distraídos cuando sucedieron los
portazos, aunque me seguía extrañando que Ed no pudiese verlos en mi mente.
Edward suspiró, cansado,
cuando leyó mis últimos pensamientos.
―Llegaremos tarde ―repitió
por enésima vez.
―Sí, será mejor que nos
marchemos, Alice ―me dijo Jasper, tomando mi mano―. Los demás ya deben de
llevar un buen rato esperando en la puerta del teatro.
―Tienes razón ―exhalé,
asintiendo―. Debemos irnos ahora.
―Llegaremos más rápido a
pie ―afirmó Edward, ya caminando hacia la puerta junto a Bella.
Nosotros hicimos lo mismo.
―¿Y Renesmee no viene al
final? ―pregunté.
―No, ha quedado con su
novio ―contestó Bells―. Creo que van a ir al cine o algo así.
―Ah.
No sé por qué, la imagen de
Jacob Black me vino a la cabeza de repente. Qué tontería.
Edward abrió la puerta y
los cuatro salimos al exterior. En un abrir y cerrar de ojos, ya estábamos
volando por el bosque.
La mañana siguiente
amaneció despejada. Me quedé mirando cómo salía el sol por los Montes Chugach,
pensando en lo que había ocurrido esa noche con las puertas, en esa dudosa
presencia que había pasado por mi lado, en por qué Edward no había visto nada
en mi mente. Hasta que los dedos de Jasper se deslizaron por mi cuello,
haciéndome salir de mis pensamientos.
―¿Qué haces aquí tan
temprano? ―me preguntó, sentándose en la tumbona de al lado.
―Nada. Solo estaba viendo
amanecer mientras pensaba ―le contesté, suspirando.
―¿Y en qué pensabas?
―En lo de los portazos.
―¿Todavía sigues dándole
vueltas al asunto?
Su pregunta no fue
malintencionada, sino todo lo contrario. Jazz sabía tan bien como yo que eso
había sido algo muy extraño, y que yo tenía razón. Había algo sobrenatural en
todo esto, aunque aún no sabía lo que era.
―Sí ―le confesé sin dudarlo
ni un instante―. No fue una corriente, Jazz. Vosotros no los escuchasteis, y
Edward tampoco puede verlo en mi mente. Todo esto es muy raro.
―Sí, lo es ―asintió,
mirando a esas montañas llenas de luces y sombras creadas por el sol.
Entonces, de repente, algo
serpenteó delante de mis narices a una velocidad increíble, digna de un
vampiro, y se quedó frente a mí.
Podía notarlo, sentirlo,
estaba ahí, justo delante. Podía ver cómo la transparencia de esa presencia no
era nítida, pues lo que dejaba ver a través de ella se veía algo borroso, y eso
hacía que pudiese percibir su silueta perfectamente.
Me quedé muda y quieta, de
la estupefacción, y mis ojos se abrieron como platos.
Pero, de pronto, una mano,
de distinta procedencia e iguales características, se posó en mi hombro. Me
levanté súbitamente, a la defensiva, y las dos presencias desaparecieron con
rapidez. Jasper saltó de su tumbona con la misma postura, alertado por mi
extraña reacción, y retiró su labio automáticamente.
―¿Qué pasa? ―quiso saber
sin cambiar de actitud a la vez que miraba alrededor, vigilante.
Dejé mi postura, pues ya se
habían ido, aunque seguí alerta.
―Algo me ha tocado el
hombro ―desvelé con los ojos aún abiertos de par en par.
―¿Cómo? ―parpadeó,
irguiéndose él también.
―¿No las has visto?
―¿El qué?
―Son dos presencias, Jazz,
las he sentido ―le revelé, empezando a pasear de aquí para allá sin parar.
―¿Estás segura? ¿Estás
segura de que hay fantasmas en la casa?
Me paré y me quedé frente a
él.
―Sí ―afirmé con convicción.
―¿Y qué hacemos? ¿Hay que
llamar a un… sacerdote para que nos limpie la casa?
Me resultaba raro ver a
Jasper hablando de estas cosas con esa seriedad, pero él me entendía y jamás
dudaba de mí. Siempre había sido así.
―No, con eso solo
conseguiremos enfadarles ―declaré―. Lo mejor es averiguar qué es lo que
quieren.
―Es lo que faltaba ―intervino
Edward de repente con una sonrisita que no me gustó nada―. Justo lo que le
gusta a Alice, todo ese mundo paranormal. Seguro que tú vas a ser la encargada
de averiguar qué es lo que quieren esos dos fantasmas.
Los demás no tardaron en aparecer
en el porche, aunque ellos iban vestidos, no como él y Bella, que tenían el
bañador puesto para darse un chapuzón en la piscina.
―Por supuesto ―sonreí―.
Ellos han venido a pedirme ayuda, por eso soy la única que los veo.
―Sigo sin ver nada de eso
en tu mente ―manifestó, ahora más serio, mientras tomaba de la mano a Bells y
se dirigía a la piscina.
―Claro que no, ellos
bloquean tu don para que tú no puedas verles.
―Genial, tenemos fantasmas
en la casa ―sonrió Em―. Esto se pone interesante ―y se frotó las manos.
―¿Y son buenos o malos? ―quiso
saber Renesmee, riéndose.
―Bueno, ya está bien de
bromitas, ¿no? ―protesté, cruzándome de brazos―. Estoy hablando en serio, y
Jazz ha sido testigo.
―Lo he sido ―ratificó él.
―Está bien, está bien ―asintió
Edward, aunque seguía con esa sonrisita que me sacaba de quicio―. Si tú dices
que hay fantasmas, será que los hay.
―¡Venga, tírate ya! ―exclamó
Bella, empujándole hacia el agua.
Mi hermanastro se cayó de
espaldas y se hundió en el líquido. Se sentó en el suelo de la piscina y se
quedó esperando a su mujer, que no tardó nada en zambullirse junto a él.
Mientras ambos se quedaban
en el fondo para hacerse carantoñas, yo agarré a Jasper de la mano y me metí en
la casa, enfadada, soltando todo tipo de maleficios mentales para que Ed los
escuchara.
Me daba igual lo que
pensaran. Aquí había dos presencias, las había sentido, una de ellas me había
tocado el hombro.
Y yo iba a investigar qué
es lo que querían de mí.
SEIS MESES DESPUÉS DEL SECUESTRO: CHARLIE.
El estridente ruido del teléfono
inalámbrico comenzó a sonar en el salón. Me acerqué con presteza y lo
descolgué.
―¿Diga?
―Hola, Alice, soy Charlie,
¿está Bella?
―Oh, vaya, lo siento,
Charlie, acaba de salir con Ed ―le contesté, soplándole a mis uñas para que el
esmalte se secara más rápido.
―¿Y Nessie? ¿Está por ahí?
―¿Quién? ―pregunté,
extrañada.
Ese nombre me sonaba de
algo, pero ahora no caía.
―Renesmee, quién va a ser.
Pestañeé, algo confusa. Por
alguna razón, empecé a sentirme rara, había algo que intentaba recordar y no
venía a mi cabeza, y eso era muy extraño.
De pronto, y sin previo
aviso, comencé a tener una visión, y me quedé perpleja por lo que salía en
ella. No se veía nada bien, en realidad, todo era confuso, los flashes iban y
venían sin control ni orden alguno, y las imágenes apenas se veían, eran muy
borrosas, casi inexistentes, y era así porque Jacob Black aparecía en ellas.
Sin embargo, no fue eso lo que más me chocó, sino que también salía Renesmee.
Jacob y Renesmee.
¿Cómo podía tener una
visión sobre Jacob Black? ¿Y sobre Renesmee? A él no podía verle, y a ella
tampoco. ¿Y por qué? ¿Por qué tenía una visión en la que salía él? ¿Por qué
salía junto a Renesmee?
El auricular del teléfono
fue descendiendo poco a poco a medida que mi mano lo soltaba, y se quedó
trabado en mi hombro. Las imágenes que conseguía discernir me dejaron con la
boca abierta.
En las imágenes de la
visión Jacob Black y Renesmee se abrazaban y se besaban. En todas. Todas las
imágenes mostraban lo mismo, solo que en diferentes situaciones y ambientes.
Ellos eran felices juntos, la felicidad que ellos desbordaban y una energía
prodigiosa que emanaban nos contagiaban al resto de nosotros, incluidos Bella y
Edward. Y era un amor diferente, había algo en ellos que jamás había visto en
cualquier otra pareja, ni siquiera entre vampiros.
Jacob Black y Renesmee iban
a ser pareja en un futuro. Pero, ¿cómo? Si hacía siete años que no sabíamos
nada de él…
―¿Alice? ¿Sigues ahí?
La voz de Charlie hizo que
me despertase y volviera en mí, con la consecuente desaparición de la visión.
Volví a agarrar el
auricular con la mano y lo puse en mi oreja. Le escuchaba perfectamente, pero
él tenía que oírme a mí.
―Sí, perdona, Charlie ―le
respondí, todavía un poco perpleja por la visión―. ¿Qué me decías?
―Que si se puede poner…
Renesmee ―se notó que rectificó el nombre.
―Lo siento, tampoco se
encuentra aquí. Ha salido con su novio.
―Ah, ya, ese… novio ―murmuró
con evidente disgusto.
―¿Era por algo importante?
―¿Eh? ―su voz sonó como si
le hubiese interrumpido en mitad de algún pensamiento―. Ah, no, no, solo quería
saber qué día exactamente os vais a ir a Denali, para llamar a Bells antes de
que os marchéis.
―¿A Denali? ―inquirí sin
entender nada.
―Sí, Bella me dijo que os
ibais a Denali por Navidad, ¿no es así? ―ahora era Charlie el que parecía no
comprender.
―¿Bella te dijo eso? ―pestañeé,
confusa.
Pude escuchar una serie de
murmullos malhumorados.
―Así que no es verdad ―masculló
con disgusto―. Bueno, mira, dile que si no quiere venir no pasa nada, no tiene
por qué inventarse excusas. Pero que para la próxima vez me diga la verdad,
aunque, bueno, ya le llamaré yo más tarde para hablar con ella ―bufó.
No entendía por qué Bella
se había inventado eso, pero le seguí la corriente a Charlie para no alimentar
más los malos ánimos.
―Ya le regañaré yo también ―solté.
―Bueno, gracias, Alice. En
fin ―resopló―, tengo que colgar, estoy en la comisaría y tengo un poco de lío.
―Que tengas un buen día.
―Eso espero ―suspiró―. Por
cierto, a ver cuándo arregláis ese teléfono, siempre se corta.
―¿Que se corta? ―repetí,
pestañeando sin parar.
―Sí, en cuanto se pone
Nessie, no sé qué pasa, pero siempre se corta ―afirmó, otra vez malhumorado―. Ya
no sé si es que lo hace adrede o qué. Hace siglos que no hay forma de hablar
con ella, y, encima, ahora le ha dado por no querer móviles, es el colmo ―resopló
de nuevo―. Ya sé que no quiere hablar con Jacob, y que tampoco querrá que yo le
suelte algún sermón, cosa que no pienso hacer, pero esto de colgarme el
teléfono y de no poder contactar con ella de ninguna manera, me desespera ―otro
suspiro salió por su boca―. En fin, ahora tengo que dejarte, acaban de darnos
un aviso. Ya volveré a llamar. Hasta pronto, Alice.
Tardé un poco en reaccionar
ante tanto exceso de rara información de la que yo no tenía conocimiento
alguno.
―Hasta pronto ―murmuré,
confusa.
El teléfono comenzó a
emitir los pitidos intermitentes cuando Charlie colgó antes que yo.
Todo era muy extraño, pero
había una frase que resaltó sobre las demás y que se unía a mi visión,
confiriéndole a esta un poquito más de significado: “ya sé que no quiere hablar
con Jacob”.
¿Qué significaba esto? ¿Es
que acaso se conocían? ¿Alguien les había presentado en alguna ocasión? Sin
embargo, eso no podía ser. Jacob la odiaba. Ella había sido el motivo por el
cual Bella se había transformado, y eso él nunca se lo perdonaría, por eso se
marchó y no volvió a acercarse a nosotros jamás. ¿O sí? ¿O se lo había
perdonado? ¿Acaso ahora Jacob quería un encuentro con Renesmee para hablar con
ella? ¿Sería para saber de Bella? Quizás él quería decirle algo, y si era así,
Renesmee parecía estar al corriente.
Entonces eso quería decir
que ella y Jacob se iban a conocer, y, según mi visión, iban a terminar
enamorándose. ¿Podía ser eso posible? ¿Jacob podría enamorarse de la causante
de la transformación de Bella? No obstante, Renesmee parecía negarse a hablar
con Jacob.
Me mordí el labio,
escudriñándome la cabeza. Por alguna razón, había algo que no me cuadraba en
todo esto, algo que no estaba en el sitio en que tenía que estar. ¿Y qué sermón
tendría que soltarle Charlie a Renesmee? ¿Quizás por colgarle el teléfono?
¿Pero por qué iba Renesmee a hacer algo así?
Me vi obligada a salir de
mis pensamientos enseguida, pues la puerta de casa se abrió y Renesmee entró en
el salón.
―Hola, Alice ―me saludó.
―Ah, hola, cielo ―contesté,
tratando de volver en mí y todavía con el teléfono en la mano.
―Voy a mi habitación ―me
anunció, y comenzó a caminar hacia la puerta que comunicaba nuestra vivienda
con la de Ed, Bells y ella―. Se me olvidó la llave de la otra casa, así que
entro por aquí.
―Renesmee, espera un
momento ―le pedí.
Mi sobrina se detuvo y se dio
la vuelta para mirarme.
―¿Qué pasa?
―Ha llamado Charlie ―no
pude evitar que me saliese esa voz de regañina―, y me ha dicho que le cuelgas
el teléfono cuando te llama.
―No se lo cuelgo, es que
hay problemas en la línea ―se excusó, de mala gana.
―¿Seguro? ¿No será que no
quieres hablar con tu abuelo por algo? ―inquirí con suspicacia.
―¿Y por qué iba a hacer yo
algo así? ―se rio.
Eso era verdad, y no tenía
respuestas para eso.
Renesmee se giró de nuevo
para iniciar la marcha, pero yo necesitaba saber otra cosa.
―Espera ―le paré otra vez.
―¿Y ahora qué pasa? ―suspiró.
―¿Conoces a Jacob Black? ―le
pregunté, mordiéndome el labio.
―No ―me respondió con sequedad.
Su rápida y segura
respuesta hizo que me quedase un par de segundos un tanto paralizada, ya que ni
siquiera me había preguntado quién era él.
―Pues Charlie me ha dicho
que no quieres hablar con Jacob Black. ¿Es que él te ha llamado alguna vez? ―quise
saber.
―No ―repitió.
De pronto, algo en sus ojos
me heló, porque era la primera vez que veía esa mirada en ese ser angelical que
era mi sobrina. Era una mirada fría y calculadora. Aun así, seguí con mi
interrogatorio.
―¿Y por qué me ha dicho
eso, entonces?
―Charlie me ha dicho que
ese perro quiere hablar conmigo ―la palabra perro sonó extraña y
demasiado cruel para su boca, y, por alguna razón, esa pronunciación por parte
de ella me impactó―, pero yo no quiero hablar con él. Le cuelgo para que no me
insista más con ese tema.
―¿Y de qué quiere hablar
Jacob Black contigo?
―No lo sé, Charlie no me lo
ha dicho, pero no me interesa para nada ―resopló, dándole un bandazo a su larga
melena con desdén―. Y ahora, si me disculpas, me voy a mi habitación. Tengo cosas
que hacer.
―Sí, claro ―asentí, aunque
no pude evitar que mi semblante dejara entrever mi estado de extrañeza―. Pero
la próxima vez que te llame Charlie, no le cuelgues el teléfono, ¿de acuerdo?
Es tu abuelo, y también desea mantener una agradable conversación con su nieta
de vez en cuando.
―Sí, no te preocupes ―sonrió
esta vez.
Se dio la vuelta del todo y
desapareció por la puerta que comunicaba las dos viviendas.
Exhalé, no muy conforme, y
posé el auricular en la toma de la batería, diciéndome a mí misma que todo esto
era muy extraño.
Me giré y comencé a andar
hacia las escaleras para subir a nuestro dormitorio, ya que Jasper estaba allí,
enganchado al ordenador con Em y Carlisle, pero, de repente, un ruido seco hizo
que me volviera para mirar, sorprendida.
El teléfono inalámbrico
reposaba en el suelo. Fruncí el ceño, extrañada, y me dirigí hacia él para
ponerlo en su sitio. Sin embargo, cuando mi mano estaba a punto de recogerlo,
el aparato se movió y se alejó de ella un par de metros.
Me quedé estupefacta,
inmóvil, mirando el teléfono con atención, con los ojos abiertos como platos.
Durante estos meses había
seguido notando esas dos presencias. Pasaban a mi lado algunas veces, muy pocas
llegaron a tocarme, incluso las llegué a sentir en las afueras cercanas de la
casa, de la que caminábamos hacia el coche para ir a la universidad, pero jamás
habían llegado a este nivel de manifestación.
Me incorporé de nuevo,
tengo que reconocer que algo asustada, y me acerqué al teléfono para tratar de
cogerlo otra vez. Cuando estaba a un palmo de tocarlo, el auricular volvió a
alejarse unos metros y se quedó prácticamente debajo del sofá.
Volví a quedarme tiesa,
mirando ese teléfono, sin embargo, algo me decía que tenía que ir a por él, así
que tragué saliva y me aproximé al sofá para cogerlo. Me puse de rodillas para
llegar mejor a él y, por fin, el auricular no se movió.
Pero mi mano palpó algo más
que ese aparato, eran dos papeles pequeños y gruesos. Saqué el inalámbrico y
los dos papeles, los cuales miré inmediatamente. Eran dos fotografías.
¿Era esto lo que las
presencias querían que viese?
Me puse en pie mientras las
observaba con atención y extrañeza.
En la primera fotografía
salía Renesmee sonriendo con felicidad, ella sola, y al fondo se erigía la
Torre Eiffel.
¿Cuándo había estado
Renesmee en Paris? ¿Y quién le había sacado esta fotografía? También me fijé en
que el autor de la misma no era muy buen fotógrafo, pues ella no estaba
centrada en la foto, sino que salía a un lado del cuadro.
Pasé a la segunda fotografía,
colocando esa primera detrás.
En esta foto también salía
Renesmee, sonriente, estaba en este mismo sofá en forma de U. Como en la
anterior fotografía, tampoco salía centrada, pero hubo algo que llamó mi
atención especialmente. Sobre sus rodillas se posaba un catálogo de vestidos de
novia, se podía ver perfectamente en su portada. Sin embargo, era una
fotografía de hace casi un año, puesto que la pequeña estatua de mármol que
salía por detrás del sofá ya la había quitado hace bastantes meses, mucho antes
de que ella nos anunciara que tenía novio y que se iba a casar.
Me quedé alucinada. ¿Qué
era esto? ¿Por qué mi sobrina tenía ese catálogo en aquellas fechas, si ni
siquiera conocía a su novio? ¿Y qué me trataban de decir esas dos presencias
con estas dos fotografías?
El ruido de la puerta me
sobresaltó e hizo que, por alguna razón, me metiese las fotografías en los
bolsillos traseros de mi pantalón.
No terminó de cerrarse la
hoja del todo, cuando Bella y Edward entraron en casa.
―Hola, Alice ―me saludaron
los dos.
―Hola ―murmuré, aún
impactada por todo lo que acababa de suceder.
―¿Qué pasa? ―quiso saber
Bells, preocupada por este rostro perplejo y aturdido―. ¿Has tenido una visión?
Alcé el rostro para
mirarla. Claro que había tenido una visión, pero, ¿debería contársela? Jacob
Black había sido su mejor amigo en aquellos tiempos, pero se había marchado, y
ahora enterarse de que su hija y él se iban a enamorar no era fácil de asimilar,
y encima, Renesmee tenía novio y estaba a punto de casarse, o eso creía ella,
porque mi visión era clara, ella y Jacob se iban a enamorar. No sabía si era
prudente decir todo esto ahora. Y más estando Edward delante. Bueno, él todavía
no había dicho nada, puede que tampoco quisiese que ella lo supiese, o tal vez
él tampoco quería saberlo demasiado. Sin embargo, Ed parecía muy tranquilo y
relajado. Eso me extrañó.
―No, no ―disimulé,
sonriendo como pude―. ¿Qué hacéis aquí? ¿No estabais de caza? ―pregunté para
cambiar de tema.
―Estábamos ―se quejó él con
retintín.
―Sí, pero vengo a cambiarme
de ropa ―me explicó ella, dándole un codazo a su marido―. Estos pantalones no
son nada cómodos para cazar.
―Te lo dije ―le recordé.
―Y yo también ―se incluyó
Ed.
―Sí, ya, soy una cabezota,
lo sé ―rio, dirigiéndose a la misma puerta por la que había salido su hija hace
treinta segundos―. En fin, vengo enseguida.
―Ah, Bells, ha llamado
Charlie ―le revelé.
Mi cuñada se paró y se giró
hacia mí para mirarme.
―¿Y qué quería? ¿Te lo ha
dicho?
―Quería saber cuándo nos
íbamos a Denali ―mi tono salió con un poco de reproche censurador―. ¿Por qué le
has dicho que íbamos a Denali en Navidad?
Bella y Ed fruncieron el
ceño sin comprender.
―Yo no le he dicho eso ―afirmó,
extrañada.
Yo también bajé las cejas
del mismo modo.
―Pues tu padre estaba
bastante enfadado, y me ha dicho que si no quieres ir, que no pasa nada, pero
que le digas la verdad.
―Pero si él me dijo que se
iba de viaje con Sue ―chistó―. Por eso no vamos a Forks este año.
Otra vez me extrañé, pero
antes de que me diera tiempo a hablar, el teléfono inalámbrico sonó en mi mano.
El número del móvil de
Charlie aparecía en la pantalla.
―Es Charlie ―le revelé,
pasándole el teléfono.
Bells lo cogió y tocó el
botón para descolgar.
―Hola, papá, dime.
Ed se dirigió a la mesa del
sofá y se puso a ojear una revista.
―Hola, hija, ¿cómo va todo
por ahí? ―escuché que decía él.
―Bien, me pillas en casa de
milagro, porque tengo que salir de nuevo.
―¿Para qué existen los
móviles? ―resopló él.
―Ya, bueno, se me olvidó en
casa ―mintió ella, pues si no lo llevaba encima, era porque salía de caza y no
le apetecía llevarlo.
―Bueno, eso da igual,
quería hablar contigo ―declaró Charlie, otra vez malhumorado.
―Está bien, suéltalo ―suspiró
Bella.
―¿No me habías dicho que os
ibais a Denali para Navidad?
Y entonces, Bella hizo algo
muy raro que me dejó perpleja.
―Sí, nos marchamos a Denali
la semana que viene ―aseguró con una voz tan extremadamente segura y sobria,
que no parecía ella.
¿Pero por qué decía eso
ahora? Acababa de decirme que Charlie se iba a marchar de viaje con Sue. ¿Qué
estaba pasando?
Me fijé en su rostro y me
quedé pasmada. Su semblante casi no mostraba emoción alguna, parecía que
estuviese hipnotizada. Después, dirigí mi mirada a Edward. Él no tenía esa
expresión, sin embargo, leía la revista como si nada, como si no estuviese
viendo ni escuchando nada extraño.
―Pues Alice me dijo que eso
no era así ―alegó Charlie.
―Claro que no, ella no te
dijo eso, papá. Seguro que tú lo interpretaste mal.
Se hizo un silencio al otro
lado de la línea.
―Bueno, puede ser ―murmuró él,
finalmente―. Tal vez me precipitara en mis conclusiones ―declaró. Luego,
suspiró―. En fin, también quería hablarte de otra cosa.
―¿De qué se trata?
―Es Jacob, me tiene muy
preocupado.
¿Jacob Black otra vez? Edward
ni se movió, seguía ojeando la publicación tranquilamente.
―No te escucho muy bien,
papá ―afirmó Bella con ese rostro frío―. Tenemos problemas en la línea y se
corta.
Pero si la línea estaba
perfectamente, ¿por qué le mentía?
―Sí, siempre se corta en el
momento más oportuno ―replicó Charlie, enfadado―. A ver si lo arregláis de una
vez, porque siempre que quiero hablar de Jacob, el teléfono...
―No te oigo… ―y Bella
colgó.
Entonces, su rostro volvió
a ser el de siempre.
Tuve que emplearme a fondo
para recuperar la compostura.
―¿Por qué le has colgado? ―quise
saber, extrañadísima.
―¿Cómo? ―preguntó ella sin
entender.
Ed dejó la revista en la
mesita para mirarme con un rostro similar al de su esposa.
Volví a sentir a las dos
presencias, las cuales se colocaron a ambos lados para observar la misma estampa
que yo. Esto ya me sobrepasaba. O me estaba volviendo loca, o aquí estaban
pasando cosas muy raras.
―Le has dicho que teníamos
problemas en la línea y le has colgado ―le recordé, intentando ignorar a los
dos fantasmas que me acompañaban.
―¿Qué dices, Alice? ―rebatió
Edward, mirándome como si yo estuviese sorda―. Charlie ha colgado cuando
terminaron de hablar.
―¿Cuándo terminaron de
hablar? ―murmuré.
―Sí, después de que Charlie
le ratificara que se iba de viaje con Sue ―dijo, pronunciando las palabras con
ese cansancio que da a entender que había sido muy evidente que Charlie las
hubiese pronunciado.
―¿Lo ves? ¿Ves cómo se va
de viaje? ―repitió Bella con un poco de sorna―. Por eso no podemos ir a Forks
este año.
No me lo podía creer. ¿Qué
estaba pasando aquí? Desde luego, yo no había escuchado nada de eso.
―¿Te vas a cambiar o no? ―le
azuzó Edward.
―Sí, voy ―contestó Bella,
dándose la vuelta otra vez hacia la puerta.
Me quedé mirando cómo se
iba a la otra casa, con cara de tonta, junto a esos dos fantasmas que me
acompañaban, mientras que Edward cogía la revista para ojearla de nuevo. Fue
entonces cuando me percaté de otra cosa. Mi hermano no parecía escuchar mis
pensamientos, era como si ahora mismo estuviera oyendo otra cabeza diferente.
Estaba claro que no podía
contar con él, ni con nadie, solamente podría contar con Jasper, solo él me
creía. También me di cuenta de algo más. Yo era la única que podía sentir a las
dos presencias, y ellas me estaban haciendo señales, me estaban intentando
decir algo. Y estaba relacionado con mi familia, algo les estaba pasando.
Yo era la encargada de
averiguarlo.
DIEZ MESES Y MEDIO DESPUÉS DEL SECUESTRO: VERDAD.
Los meses pasan rápido, y
las averiguaciones demasiado despacio.
Durante los cuatro meses y
medio siguientes, estuve visitando continuamente la biblioteca pública con
Jasper, intentando saber más sobre presencias, casos paranormales y sesiones de
espiritismo. También visité a algunos médiums, aunque esto de poco me sirvió,
pues la mayoría solamente eran charlatanes que se aprovechaban de la gente. Si
quería saber qué me intentaban decir esos espíritus, tenía que comunicarme con
ellos, hablar con ellos.
Como me temía, Jasper fue
el único que me creyó. No es que los demás no lo hicieran, pero no al nivel que
lo hacía Jazz, él se comprometía totalmente con mi causa sin pedirme más
explicaciones, confiaba ciegamente en mí y eso me alentaba. Edward insistía en
que él no veía nada de mis contactos con esas dos presencias en mis recuerdos,
y yo sabía que era así. Los fantasmas no debían de querer que él interviniese, y
tampoco el resto de mi familia, pues solo se me manifestaban a mí, así que lo
respeté y no les mencioné más el tema. Además, no quería seguir escuchando las
bromitas de Emmett, necesitaba plena concentración.
Pensé en llamar a Louis
para pedirle ayuda, sin embargo, él era científico, y era evidente que no creía
en fantasmas ni espíritus, así me lo corroboró Carlisle cuando le pregunté. A
quien sí llamé fue a Tanya y a su aquelarre, pero saltaba el contestador, que
me decía que se encontraban de viaje. Cuando por fin conseguí ponerme en
contacto con ellos a través de sus teléfonos móviles, me dijeron que estaban
haciendo un largo viaje de placer por Europa. Se les veía bastante ocupados,
así que decidí no molestarles más, me pareció que estropearles un tour por un
extraño y difícil de creer tema de fantasmas no era lo más correcto. Así que
seguí mis averiguaciones yo sola, acompañada por Jasper.
Pero llegó un día en que la
verdad se presentó ante mí por medio de unos acontecimientos que llegaron con
precipitación.
Ese día Jasper y yo
habíamos quedado.
Me miré en el espejo un par
de veces, eso era suficiente para ver que esos pantalones vaqueros me quedaban
perfectos con esos tacones. Había acertado al comprármelos y eso me hizo
sonreír con satisfacción.
El teléfono sonó abajo. Em
y Rose se habían ido de caza con Ed y Bells, y Carlisle y Esme estaban dando un
paseo por la ciudad. Los únicos que estaban abajo eran Jazz, que me estaba
esperando para unirnos a estos últimos más tarde, y Renesmee.
―Jazz, coge el teléfono ―le
pedí con un cuchicheo malhumorado.
―Ya lo ha hecho Renesmee ―escuché
que me comunicaba desde nuestra habitación.
Pero el teléfono seguía
sonando.
Fruncí el ceño, molesta.
Seguro que Jasper me estaba tomando el pelo. Resoplé, no tenía ganas de jugar,
así que salí de ese cuarto y bajé al salón con rapidez para cogerlo yo.
Mis pies se pararon en seco
cuando llegué a la mesa donde estaba el teléfono.
Renesmee estaba hablando
por el auricular, manteniendo una animada conversación con alguien que parecía
ser Charlie, sin embargo, el estridente sonido del teléfono seguía sonando.
―Renesmee, ¿qué haces? ―le
pregunté, extrañada.
Mi sobrina giró el rostro
hacia mí y me sonrió.
―Estoy hablando con Charlie
―dijo, tapando el auricular de abajo con la mano; luego, lo destapó y siguió
esa conversación extraña.
Pero el teléfono seguía
sonando.
De repente, su mano se
borró por un brevísimo instante y después volvió a aparecer, solo que ya no
sostenía el auricular, sino que este estaba reposando en su sitio, esperando a
que alguien lo descolgara.
Me quedé paralizada.
Renesmee seguía hablando
por un teléfono que no sostenía.
¿Qué era lo que había
pasado? ¿Qué era lo que estaba pasando?
Mis pies iniciaron la
marcha hacia ella con rapidez.
―Renesmee, ¿qué…?
De repente, una de las
presencias pasó ante mí y me metió algo en el bolsillo de la chaqueta, haciendo
que me parase en medio de la estancia.
El teléfono dejó de sonar y
mi sobrina fingió que colgaba. Se alejó del aparato y se sentó en el sofá para
leer una revista.
Metí la mano en mi bolsillo
y saqué unas fotografías. Eran las mismas que me habían dejado aquella vez bajó
el sofá. Y, de pronto, mis ojos se abrieron como platos cuando las volví a
mirar.
Otra imagen empezó a
dibujarse en la fotografía de París, una silueta que aparecía poco a poco,
junto a Renesmee. Y mis pupilas se dejaron ver más, sorprendidísimas, cuando la
imagen apareció del todo.
Era Jacob Black, y estaba
sentado junto a Renesmee. Su brazo descansaba en el hombro de mi sobrina y ella
estaba arrimada a él. Ambos sonreían de felicidad, sus ojos brillaban y el amor
se palpaba incluso en la fotografía.
Miré las fotografías con
ansiedad. Pasé la de Paris y observé la otra. Jacob también aparecía junto a Renesmee
en el sofá de esta casa y sus manos se entrelazaban. Mis atónitos ojos se
fueron hacia algo en lo que no me había fijado. La pulsera de Renesmee. Era una
pulsera de compromiso.
De pronto, aquella visión
volvió a pasar por mi cabeza, repitiéndome las mismas escenas. Jacob Black y
Renesmee estaban juntos, se besaban, se amaban, estaban locamente enamorados.
Pero, entonces, algo más se añadió a mi visión y me dejó más estupefacta
todavía. Era Renesmee, de niña, y Jacob Black estaba con ella, jugando. Cientos
y cientos de imágenes pasaban a toda velocidad por mi cabeza, tanta, que tuve
que llevarme la mano a la frente para no marearme. Jacob la cuidaba, la
protegía, jugaba con ella, y estaba en nuestra casa de Forks… Otras escenas
empezaron a salir. Era el claro, los Vulturis estaban allí, Renesmee era una
niña y estaba sobre el lomo de Jacob. Yo llegaba con Jasper y alguien más… Las
escenas se sucedían y se sucedían. En otra volvían a salir los Vulturis,
Renesmee había sido secuestrada, y Jacob se volvía más fuerte y poderoso para
reclamarla…
Entonces, salí de mi visión
súbitamente y alcé el rostro con clarividencia. Lo que había visto no había
sido una visión del futuro, sino imágenes que ya estaban grabadas en mi cabeza.
Lo que había visto habían sido mis recuerdos, y estos habían regresado a mi
cabeza de nuevo. Jacob siempre había estado en nuestras vidas. Jacob y Nessie
estaban imprimados, los dos.
Ahora lo recordaba todo.
Todo. Incluso cómo Nessie nos decía en Forks que ya no amaba a Jacob. Qué raras
sonaron aquellas palabras. Porque ellos se iban a casar, se amaban con locura,
y algo nos hizo creer que eso era cierto, algo nos hipnotizó de tal modo, que
nos obligó olvidar todos nuestros recuerdos. Pero Nessie jamás hubiera dicho
eso, algo tuvo que hablar por ella. Y no me hizo falta pensar mucho, mi
instinto para lo espiritual y mágico hizo el resto. Eso solo podía ser una
cosa: un hechizo.
Miré a mi alrededor con
nerviosismo. Había fotografías por todas partes, y en aquellas en las que salía
Nessie estaba Jacob, por supuesto. Pero ese hechizo nos había hecho no verle a
él, haciendo que solamente saliera Nessie, como había pasado con las fotos que
mi mano aún sostenía.
Nessie, ahora ese nombre no
me planteaba ninguna duda. Jacob se lo había puesto cuando era un bebé. Jacob,
pobre Jacob. ¿Dónde estaría ahora?
La miré a ella, solo que,
en esta ocasión, mis ojos ya no eran engañados, y mi cerebro tampoco. Me di
cuenta enseguida de una cosa. Jacob y Nessie estaban separados, pero yo no
tenía jaquecas, y Nessie, supuestamente, estaba aquí. Entonces, lo vi claro. No
las tenía ahora ni las había tenido durante todo este tiempo porque tanto Jacob
como ella estaban muy lejos de mí, solo así no podría percibir su separación. El
hechizo había hecho que yo no recordase este detalle antes.
Estaba claro como el agua,
esa no era Nessie. En cuanto me percaté de esto, la ilusión que aparecía
sentada en el sofá desapareció.
Habíamos estado viviendo en
una ilusión todo este tiempo, creyendo ver algo que no existía, incluso puede
que mis visiones sobre nosotros también se viesen afectadas. No me hizo falta
hacer muchos cálculos mentales. Diez meses y medio, Nessie llevaba desaparecida
diez meses y medio.
―¡Jasper! ―le llamé con una
voz nerviosa mientras ya me dirigía hacia la puerta para ir en busca del resto.
Nessie no estaba en casa.
La habían secuestrado delante de nuestras narices y nosotros no nos habíamos
dado cuenta.
Jasper no tardó nada en
bajar.
―¿Qué pasa? ―preguntó,
alarmado.
―Te lo explicaré por el
camino, acompáñame ―le rogué, amarrando su mano.
De repente, alguien
apareció en el salón, venían de las habitaciones de arriba.
―¿Qué hacéis aquí? ―quise
saber, alucinada.
―¿Puedes… puedes vernos? ―inquirió
Louis, parecía sorprendido.
―¿Con quién hablas? ―me
preguntó Jasper, bajando las cejas con extrañeza.
―¿No los ves? ―pestañeé―.
Son Louis y Monique.
―No.
―No nos puede ver ―me
aclaró Monique―. Ninguno de vosotros puede vernos, tú eras la única que notaba
nuestra presencia.
―Claro, todo es efecto del
hechizo ―caí, frunciendo los labios.
―¿Qué hechizo? ―interrogó
mi pobrecito Jasper, que no se enteraba de nada.
―Ya te lo explicaré, cielo,
pero ahora no puedo ―le calmé―. Tenemos que darnos prisa.
―¿Darnos prisa para qué?
―¿Desde cuándo lleváis
aquí? ―les pregunté a Louis y Monique.
Jazz frunció el ceño de
nuevo, aunque esta vez con un poco de enfado por no explicarle ya qué estaba
pasando.
―Eso pienso yo ―le
respondió a la falsa e inexistente Nessie.
Él seguía viéndola y
escuchándola, pero ahora yo no podía, ya que el hechizo había desaparecido en
mí. Intenté no prestar atención a Jasper y a su conversación en solitario y me
centré en lo importante.
―Desde que Tanya nos avisó,
al mes de que Renesmee fuera secuestrada ―dijo Louis―. Su aquelarre vino hasta
aquí cuando se enteró de que la boda entre Nessie y Jacob se había suspendido,
pero vosotros no les veíais, al igual que con nosotros, no les escuchabais, ni
siquiera les olíais. Eso extrañó a Eleazar, que enseguida se dio cuenta de lo
que pasaba y nos llamó para que acompañásemos a Kate y Garrett.
―¿Kate y Garrett también
están aquí? ―inquirí, sorprendida―. Pero si el aquelarre de Denali está de
viaje por Europa.
―El hechizo te ha hecho
creer que hablabas con ellos, pero nosotros somos testigos de que no ha sido
así ―me aclaró Monique―. El hechizo te ha hecho escuchar eso. Tanya, Eleazar y
Carmen se marcharon para buscar a un tal Ezequiel. Según Eleazar, era el único
que podía ayudaros.
Cada vez entendía más
cosas.
―Ezequiel… ―murmuré,
pensativa―. No me suena.
―¿Estáis hablando de
Ezequiel? ―intervino Jazz.
―¿Sabes quién es? ―le
pregunté.
―He oído hablar de él en
alguna ocasión. Era uno de los magos de los Vulturis.
―¿Uno de los magos? ―repetí,
sorprendida.
―Los Vulturis tenían tres
magos que utilizaban la magia negra: Ezequiel, Nikoláy y Ruslán ―empezó a
explicarme―. Puede que ahora suene muy extraño, pero en aquella época había
muchas supersticiones y se creía mucho en esas cosas. Los Vulturis no eran una
excepción. Desconozco lo que ocurrió, pero al parecer, los magos se rebelaron
contra Aro y le traicionaron. Nikoláy y Ruslán consiguieron escapar, pero se
dice que Ezequiel terminó muerto por la guardia, aunque son muchos los que
creen que aún sigue vivo, porque jamás se encontraron sus cenizas.
―Pues no debe de estar
muerto, porque Eleazar salió en su busca ―continuó Louis―. Y si él lo ha hecho
es porque sabe que sigue vivo.
―No, es cierto, Renesmee ―le
rebatió Jasper a mi sobrina.
La falsa Nessie estaría
tratando de convencerle de que eso no era así, por supuesto. Seguí sin hacer
caso por el momento, no teníamos tiempo que perder.
―¿Y por qué estáis vosotros
aquí? ―inquirí mientras Jasper seguía su discusión con esa inexistente Nessie.
―Kate y Garrett se quedaron
por aquí para avisar al resto si había algún cambio en vosotros ―declaró Louis―.
Pero al poco se dieron cuenta de que teníais más vigilancia, así que nos
llamaron a nosotros para que hiciéramos su trabajo mientras ellos investigaban
de quién se trataba. Alguien os vigila desde el bosque, aunque todavía no
sabemos de quién se trata. Kate y Garrett están ahí para que no se acerque a la
casa. Nosotros hemos estado intentando hacerte señales para que te dieras
cuenta de lo que pasaba, pues eras la única que no parecía tan hechizada. Al
principio no eras muy receptiva, pero a medida que pasaba el tiempo, lo eras
más, se ve que el hechizo iba perdiendo fuerza en ti poco a poco.
―Sin embargo, seguimos
preocupados ―irrumpió Monique―. Han pasado más de diez meses y Eleazar no ha
conseguido dar con Ezequiel. Además, estos días su móvil está apagado o fuera
de cobertura.
―Será mejor que nos demos
prisa ―afirmé, tirando de Jasper para iniciar la marcha hacia la puerta―. Tengo
que contárselo al resto. No sé cómo haré, pero tengo que abrirles los ojos de
alguna manera.
―Es complicado, pero
nosotros te ayudaremos en lo que podamos ―dijo Louis, acompañándome junto con
Monique con premura.
Abrí la puerta y los ojos
casi se me salen del sitio.
Helen estaba en el umbral,
a punto de tocar al timbre, y no venía sola, una mujer vampiro la acompañaba,
iba ataviada con un vestido sucio y largo, antiguo, y sus ojos mostraban una
evidente sed, aunque parecía estar controlándose.
―¡Alice! ―lloró Helen,
tirándose a mis brazos.
No terminé de pestañear,
abrumada y sobrepasada por toda esta situación, cuando más gente apareció
delante de mí.
Eran Eleazar, Carmen y
Tanya, acompañados por otro vampiro de aspecto extraño. Ezequiel.
(FIN DEL PARÉNTESIS)
¡Hola a todos! Soy JACOB&NESSIE ^^
ResponderEliminarYa veis, lo prometido es deuda y aqui habeis tenido el capi de Alice ;) Ahora los Cullen ya lo sabran y ya veremos que hacen ;)
¿Veis? Si es que Alice es la mejor!!! jajaja
Sobre la barrera, si, era una barrera que Razvan habia erigido para que ella no pudiera escapar >.< , pero ya veremos que pasa ahora, jeje.
No os preocupeis y no sufrais tanto, que todo tiene un arreglo al final ;) Todo se vera con el tiempo ;) Por cierto, ya queda menos para la parte de JACOB!!!
Muchisimas gracias por esos piropos que me decis siempre, me haceis muy, muy feliz, en serio =º) y vais a hacer que algun dia de estos me lo crea!! jaja.
Bueno, espero que este capi os haya gustado ;)
Un lameton enorme para todos!!
Siii! al fin alice a reaccionado que alegria! jaja
ResponderEliminarporfavor que ya le cuenten al pobre de jake
lo que está pasando con su nessie!
para que deje de sufrir! =( y vaya a rescatarla!!
me encanta el cap super emociante!
increible como ya nos tienes a costumbrados!
Besos! y mucha fuerza para seguir escribiendo!
Amiga JACOB&NESSIE .... ERES GENIAL!!! cada capítulo es inmensamente emocionante!!! y sumamente elaborado... con detalle.... sinceramente!!! No puedo describir lo bien que haces esto de escribir... realmente te gusta mucho hacerlo... tienes el toque perfecto para crear de lo FANTASTICO y que parezca muy REAL!!!! Me quedo loca de ver y apreciar todas tus habilidades y fortalezas para captar la esencia de las cosas... de ese mundo MAGICO!!! tu creas ese mundo con una facilidad increible y lo sostienes.... le das credibilidad.... en fin.... parece que si tengo palabras... pero aún me faltan... mereces que te elogie MUCHISIMO MAS por tu obra!!!
ResponderEliminarSigue creando esta obra y muchas más por favor!!! Tus FANS te siguen a cada instante... anciosos de que coloques un nuevo capítulo....
FELICIDADES!!!! Sigue que estamos desesperados por saber que va ha pasar con nuestro JACOB!!!
Un abrazo!!!
Anita de Venezuela
gracias por subir este capi de alice , si ya saben todo, ya se dieron cuenta porfin.... que emocion que ya mismo sabremos que le paso a jake siiiii estoy super hiper emocionada por leer siiii aunq a la vez triste no quisiera que se acabe nunca.. de verdad eres la mejor.....
ResponderEliminarhola jacobynessie....fabuloso como lo prometiste lo cumpliste que bueno que alice no cayo totalmente en el hechizo...espero que venga la historia contada por jake...muchas gracias por darnos eta mejor historia...eres la mejor salud2 y espero mass capiss....
ResponderEliminarRealmente te felicito por la trama que lleva la historia. Me encanto el capitulo creas una realidad ficticia inigualable que te transporta al lugar del que se trate el capi, sigue así me dejaste sin palabras y ya espero el próximo capitulo y mas el que hable de nuestro Jake. No se que mas escribir creo q ya te lo an dicho los demás solo suerte y no dejes de escribir
ResponderEliminarKelly
Perfecto! Como siempre.
ResponderEliminarSi, alice siempre fue mi favorita de la flia d Edward! Que alegrooon! =D ME encanto el capitulo.
Sol*
Gracias a Dios Alice!!! Por fin
ResponderEliminar