NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").
Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏
CAPITULOS:
PARTE DOS: NUEVA ERA
RENESMEE:
77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78. EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html
79. EN MEDIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-79-en-medio.html
80. LICÁNTROPO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-80-licantropo.html
81: DECISIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-81-decision.html
82. CUMPLEAÑOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-82-cumpleanos.html
83. IRRUPCIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-83-irrupcion.html
84. REENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-84-reencuentro.html
85. GRIPE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-85-gripe.html
86. FALLO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-86-fallo.html
87. GIRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-87-giro.html
88. BUENA Y MALA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-88-buena-y-mala.html
89. FELICITACIONES Y PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-89-felicitaciones-y.html
90. APOYO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-90-apoyo.html
91. CARTA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-91-carta.html
92. INTERESES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-92-intereses.html
93. BENEFICIO COLATERAL: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-93-beneficio.html
94. ECOGRAFÍA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-94-ecografia.html
95. FANTASMAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-95-fantasmas.html
96. MANIOBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-96-maniobra.html
97. "NO PUEDO": http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-97-no-puedo.html
98. SANGRE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-98-sangre.html
99. HERIDOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-99-heridos.html
PRUEBA
Esa cubierta arbórea que
nos cubría se quedó sin inquilinos en un abrir y cerrar de ojos, y todos nos
habíamos quedado tan estupefactos y perplejos por esa petición de mi padre, que
ni siquiera los lobos pudieron reaccionar. Se quedaron con las patas clavadas
en el sitio, sin perseguirles, así como mis tíos, Eleazar y Garrett.
Jacob no podía creérselo. Después
de su protesta, observaba las ramas con los ojos muy abiertos y la boca
colgando, con una mezcla de incredulidad e indignación.
Pero pronto se giró hacia
mi padre, furioso.
―¡Mierda, Edward, siempre
haces lo mismo! ―protestó enérgicamente―. ¡Y vosotros, ¿desde cuándo obedecéis
sus órdenes, eh?! ―les reprochó a sus lobos.
Quil, Embry, Rephael,
Brady, Michael y Collin se observaron unos a otros, emitiendo una serie de
gañidos para echarse las culpas entre ellos, y luego oscilaron la mirada hacia
su líder, encogiéndose de hombros.
Jake resopló por la nariz
con enfado y cansancio, y cogió mi mano otra vez.
―No podíamos seguirles, y
tampoco atacarles ―se defendió mi padre―. No debemos romper el tratado.
―¡A la mierda ese maldito
tratado! ―voceó mi chico, haciendo un aspaviento con su brazo suelto―. ¡¿No has
visto lo que acaban de hacer?! ¡Por su culpa tres de mis lobos están heridos!
¡Y querían que esos licántropos se deshicieran de parte de mi manada!
―Te equivocas ―le
contradijo mi padre―. Sé que parece lo contrario, pero en realidad no querían
deshacerse de tus lobos.
Mamá le miró sin
comprender.
―¡¿Pero qué estás
diciendo?! ―Jacob no se lo podía creer.
―Por muy difícil que parezca
de creer, Thiago y su grupo solo querían ver las posibilidades que tenían tus
lobos de sobrevivir a un ataque de licántropos sin ti. Sin embargo, los
licántropos no se quisieron enfrentar a ellos, y eso estropeó sus planes.
―¿Sin mí? ―ahora Jake
parecía más interesado.
―Era una especie de… prueba
―siguió aclarando papá―. Se estaban planteando qué pasaría en caso de que a tu
manada le sobreviniera un ataque de Hijos de la Luna sin que tú estuvieras
presente. Es evidente que saben que siempre estás con Renesmee y que la manada
no goza de los favores de tu poder espiritual todo el tiempo. Eso les preocupa.
Una vez más, me sentí
culpable.
―¿Que les preocupa? ―mi
chico enarcó las cejas con incredulidad―. Vamos, anda ya ―dudó, chistando acto
seguido―. ¿Les preocupa y nos mandan a unos licántropos, sabiendo que una
mordedura suya podría matarnos?
A él no, claro, pero Jake
siempre usaba el plural para hablar de la manada.
―Les preocupa porque eso
puede perjudicar los intereses de Aro ―matizó mi padre―. Además, era un grupo
pequeño de licántropos, cinco, si no me equivoco, era por esa desventaja
numérica por lo que aprovecharon para hacer la prueba. Querían comprobar cómo
se desenvolvían tus lobos sin ti. Aro quiere que ganes esa posible batalla
contra los licántropos, por supuesto, porque le beneficia a él, y si tus lobos
no están preparados para luchar contra ellos…
―Oye, para el carro
―protestó Jake, interrumpiéndole, aunque los lobos también gruñeron como
queja―. Mis lobos saben defenderse perfectamente.
Quil alzó su enorme cabeza
de color chocolate con orgullo.
―No contra unos licántropos
―refutó papá.
La cabeza de Quil se vino
abajo para mirarle con disconformidad.
―¿Qué dices? Mis lobos
saben…, pueden… ―Jacob observó a sus hermanos y pareció quedarse sin alegatos
posibles―. Bueno, vale, no contra unos licántropos ―reconoció a regañadientes.
Embry miró a un lado y gruñó por lo bajo, como si murmurase algo para sí―.
¿Pero qué quieres que hagamos? Nunca nos hemos tenido que enfrentar a ninguno.
Bueno, yo sí, pero eso es otra historia.
―No me gusta estar de
acuerdo con Thiago, pero, al igual que él, creo que tus lobos necesitan un poco
de instrucción a este respecto.
―¿Eso piensa ese idiota? ―la
indignación de Jake quedó patente de nuevo, y la de los lobos también.
―Me parece que ha quedado
claro que tiene razón ―murmuró Rose muy bajito, que miraba a una rama de su
lado izquierdo como si tal cosa.
Los ojos de Jacob se
entrecerraron para mirarla con una simulación de odio.
―Esto que han hecho ha sido
para enviarte un mensaje. Es su forma de decirte que tus lobos necesitan un
entrenamiento contra licántropos ―declaró mi progenitor.
―Pues vaya una forma de
decirlo ―chisté, cruzándome de brazos.
―Sí, sus formas no son las
más… correctas ―suavizó mi padre―. Sin embargo, he de reconocer que ha servido
para que nos demos cuenta. Tal vez Jasper podría daros unas lecciones.
Jacob no fue el único que
le miró mal. Embry, Quil, Collin, Brady, Michael y Rephael le fulminaron con la
mirada.
―Sí que las necesitáis ―les
contestó mi padre―. Y por mucho que os moleste, Jasper os puede enseñar algo.
Nunca ha luchado contra licántropos, pero sabe muchas técnicas de lucha y
defensa que os serían de gran ayuda.
Embry volvió a mirar a un
lado mientras gañía.
―Lo sé, sin embargo, todo
eso que sabéis no sirve para los licántropos ―papá rebatió la objeción muda de
Embry―. Lo mejor es que él os entrene.
―No es que tengamos mucho
tiempo para entrenamientos, precisamente ―opinó Jacob, haciendo uso de su
sarcasmo.
―Lo sé, pero podríamos
hacerlo por grupos pequeños, por ejemplo, con un máximo de tres lobos ―le
sugirió papá―. Así el resto podría seguir vigilando toda la zona.
Mi chico se quedó en
silencio un rato, estudiando el asunto. Luego, miró a sus hermanos de manada
para pedirles su opinión. Quil resopló por el hocico, pero asintió, qué remedio.
―Vale, está bien ―accedió
Jacob finalmente, aunque también resoplando.
―Hablaré con Jasper nada
más llegar a casa ―sonrió mi padre, satisfecho.
―A Jasper le va a encantar
―bisbiseó Rosalie con ironía, disimulando con otra rama.
―Esto será divertido
―sonrió Emmett, frotándose las manos.
Michael le dio un golpe en
el brazo con el hocico, empujándole un poco como queja ante esa burla, aunque solo
sirvió para que Em se carcajease.
Ahora que toda esa tensión
se había ido y que me encontraba más relajada, empecé a sentir frío otra vez.
No me había dado cuenta del frío que tenía hasta este momento. De repente, y
sin que me hubiese percatado antes, me encontré a mí misma temblando
ligeramente y con una sensación de congelamiento total, de la caladura que
tenía. Incluso con la capucha puesta, notaba la cabeza mojada.
Jacob, que también se había
relajado, se pispó al instante de lo que me pasaba. Giró su rostro hacia mí y este
se transformó en uno de preocupación.
―Mierda, estás empapada y
helada ―murmuró, rodeándome con sus cálidos brazos para darme calor―. Será
mejor que nos vayamos a casa.
Mis manos se apoyaron
automáticamente en su pecho calentito, buscando el caldearse.
―¿No vamos a ir a ver a
Leah, Shubael e Isaac? ―inquirí, mirándole mientras trataba de que mis labios
no temblequeasen.
Nuestros rostros estaban
muy cerca debido a su abrazo, así que podía sentir su abrasador aliento en mi
piel. Ese vaho caliente y dulce que salía de su boca aliviaba bastante el
congelamiento de mi nariz, haciendo que el vello también se me pusiese de
punta, de lo placentero que resultaba.
―Sí, pero primero nos
cambiaremos de ropa en casa. No puedes ir con esta mojadura.
―Démonos prisa ―apremió
mamá, que me miraba con la típica preocupación maternal, echando a andar con
premura.
―Ahí viene Paul ―nos
anunció mi padre, ya caminando detrás de ella―. Viene a decirte que Isaac,
Shubael y Leah ya están siendo llevados a casa.
Todos comenzamos a
seguirles.
―Bien ―asintió Jake.
Tan solo habíamos caminado
unos metros, cuando el mencionado Paul apareció entre los árboles.
―Isaac, Shubael y Leah ya…
―Están siendo llevados a
casa, ya ―continuó Jake.
Paul se quedó un poco
extrañado de que Jacob ya lo supiera, pero sus ojos se fueron hacia mi padre,
que le dedicó una miradita un poco pagado de sí mismo, y enseguida lo pilló.
―No sé para qué narices he
venido hasta aquí ―refunfuñó, dando la vuelta para seguir el camino de regreso
junto a nosotros.
―Id tirando vosotros hacia
allí ―le dijo Jake, soltando mi mano momentáneamente para quitarse la
camiseta―. Nosotros iremos enseguida, en cuanto Nessie se ponga ropa seca ―y
arrojó esa empapada prenda a la cabeza de Quil.
El lobo de color chocolate
oscuro protestó, pero agarró la camiseta con las fauces para llevársela.
―De acuerdo ―acató Paul―.
Nos organizaremos para no dejar la zona sin vigilancia.
―No os preocupéis, nosotros
también nos quedaremos por aquí ―intervino Garrett, hablando por boca de todo
el aquelarre de Denali―. Tanya, Kate y Carmen estarán de acuerdo conmigo en que
es mejor que nos quedemos nosotros, para que el mayor número de vosotros podáis
visitar a los heridos. Y tú, Eleazar, supongo que también ―añadió, mirándole.
―En efecto ―coincidió él―.
Podéis iros tranquilos. Con un grupo de cuatro o cinco lobos que se sumen a
nosotros, seremos suficientes para vigilar la zona.
―Vale ―aceptó Jake, y de
repente, se detuvo y me cogió en brazos. Los míos se ensamblaron a su cálido cuello
instantáneamente, claro―. Gracias ―les agradeció acto seguido, echando a andar
de nuevo.
Eleazar asintió con ese
gesto sutil, grácil y armonioso de su cabeza, y mi padre le correspondió con
otro para agradecérselo también.
―Pues entonces vamos ―les
exhortó Paul.
Les hizo una señal con la
barbilla al resto de los lobos y estos se fueron tras ellos, Quil protestando
mientras cargaba con la camiseta de Jacob.
El resto seguimos caminando
con rapidez.
―Estarás más calentita si
abres esa cremallera ―me sugirió Jake, mostrándome esa sonrisa torcida que ya
era toda una invitación.
Le sonreí y le hice caso.
Dejé su cuello y bajé la cremallera de mi plumas, el cual estaba muy mojado,
abriéndolo para dejar mi suéter al descubierto. Este estaba algo húmedo, pero
no tan mojado como el plumas, y sin esa cazadora por el medio podía sentir la
calidez de Jake mucho mejor. Volví a rodearle con mis brazos y me pegué a su
pecho cómodo y más que calentito. Sonriente, le di un beso en la mejilla y
adosé mi frente en el lateral de su cuello, mimosa, inspirando su maravilloso
efluvio con ganas.
―Sí que estás congelada ―se
respingó.
―Ya estoy mucho mejor
―ronroneé, achuchándole más.
No le vi el rostro, pero
pude percibir cómo sonreía con satisfacción.
Uf, esto era otra cosa. El
calor comenzó a notarse enseguida, y era todo un alivio. Mis manos aún estaban
templadas, sin embargo, la tórrida piel de mi chico cada vez las calentaba más.
Y esos brazos, aunque eran muy fuertes, se amoldaban perfectamente a mi cuerpo,
arropándome cómodamente. Sí, estaba en la gloria.
Inspiré su aroma almizcleño
una vez más y dejé que mi sonrisa de felicidad se extendiera por mi rostro
mientras continuábamos esa marcha al trote.
A la última que fuimos a
visitar fue a Leah, puesto que Sue conocía todo nuestro mundo y no teníamos que
andar con excusas, por lo que podíamos estar en esa casa más tiempo y con mayor
libertad. Los padres de Shubael y el padre de Isaac no tenían ni idea de lo que
sus hijos se traían realmente entre manos las veces que salían de casa para
patrullar, así que les habían hecho creer lo que parecía ser lo típico que se
decía en estos casos. Tomando como precedente aquel accidente de moto
que Jake había tenido años atrás, cuando en realidad había sido un ataque
neófito, los chicos utilizaron la misma excusa para Shubael e Isaac, alegando
que Jake les había dejado nuestras Harley Sprint y que ambos se habían caído.
No fueron muy originales, y encima, pusieron en un compromiso a Jacob, que tuvo
que medio disculparse con los progenitores de los dos por haber permitido que
cogieran sus motos.
Shubael e Isaac estaban en
sus camas, cada uno en su respectiva casa, con las piernas completamente
escayoladas en alto. Seguían teniendo dolores, pero ahora que Carlisle les
había recolocado todos los huesos, y gracias a la morfina, se encontraban mucho
mejor, incluso se llamaban por teléfono y bromeaban sobre licántropos. En la
misma situación se encontraba Leah, aunque ella no bromeaba para nada. Sin
embargo, su estado era mucho mejor y estaba más animada, ya que tenía a Simon a
su lado todo el tiempo. Nada más enterarse de la noticia había volado para ir a
verla.
Nosotros nos habíamos
cambiado de ropa y habíamos ido a visitar a los tres. Mi familia, excepto
Carlisle y mis padres, se había quedado fuera de la vivienda de Seth y Leah. La
pequeña edificación de madera ya tenía suficiente gente dentro, y ellos
preferían esperar fuera para vigilar. Después de varias horas de visitas,
decidimos marcharnos a casa, ya que yo estaba muy cansada. Nos despedimos de
Sue, Charlie y Billy, que también estaban allí, Seth, Leah, Simon y del resto
de metamorfos que había en la casa, entre los que se encontraba Sam, con sus
inseparables Emily y sus tres hijos, y nos fuimos.
Cuando salimos de la casa,
ya había anochecido hacía un buen rato. Yo estaba agotada, pero, al menos, ya
no tenía frío, puesto que me había abrigado bastante y me encontraba seca.
Tampoco tenía ni pizca de hambre, porque Sue no había hecho más que sacar
comida para saciar a los incombustibles metamorfos que se encontraban allí. Mi
familia se unió a nosotros en cuanto traspasamos las escaleras que daban salida
al porche. Todavía caía del cielo esa agua nieve, así que tuve que soltar la
mano de Jake para que él pudiera abrir el paraguas que habíamos cogido en casa.
Eso sí, me enganché de su brazo en un santiamén.
Al llegar a casa, por fin
me deshice de mi parca y la colgué en el perchero del vestíbulo mientras Jacob
depositaba el paraguas en el paragüero. Mi familia entró en la vivienda armando
un buen jaleo, sobre todo Emmett y Jasper, que estaban apostando quién se curaría
primero, si Shubael o Isaac.
―Me voy a la cama
―comuniqué a todo el mundo en la misma entrada, incluido Jacob.
―Está agotada ―papá se
adelantó a lo que mi marido estaba a punto de preguntarme.
Jake le miró con cierto
cansancio por sus continuas incursiones mentales, pero enseguida me dedicó su
tiempo a mí.
―Vale, vamos ―dijo,
tomándome en brazos.
―No hace falta que me
lleves ―reí, aunque me enganché bien a él―. Estoy embarazada, no…
―No enferma, ya, ya ―siguió
él, iniciando la subida por las escaleras―. Pero no quiero que te canses ―me
sonrió y me dio un beso corto en los labios.
―Hasta mañana, cielo ―mamá asomó la cabeza por la
barandilla para dedicarme una sonrisa.
―Hasta mañana a todos
―voceé, haciendo un gesto con la mano, cual estrella de teatro que se va de la
escena.
Escuché las risas de mi
familia abajo y sus respectivos “hasta mañana”, “buenas noches” y “que
descanséis”, y también oí el murmullo muy bajito de Rosalie diciendo “espero
que esta noche no suene la radio”, cosa que ya me hizo ponerme como un tomate.
Suerte que ya no podían verme.
―¿No quieres quedarte a ver
la tele? ―le pregunté a Jake, que ya estaba llegando a la planta superior.
―No, prefiero quedarme
contigo un millón de veces más ―me sonrió. Luego, su rostro se volvió un tanto
burlón―. Tú hueles mucho mejor.
―¡Te hemos oído, chucho!
―gritó Rose desde el saloncito.
―Espero que no sea solo por
eso ―reí.
―Ya sabes que no ―afirmó,
clavándome esos ojazos negros que me hipnotizaban por completo.
Me dejó justo en la puerta
de nuestro dormitorio, la abrió y pasamos dentro.
Nos pusimos la ropa de
pijama y volvimos a salir de la habitación para dirigirnos al baño con el fin
de lavarnos los dientes. Lo hicimos juntos, bromeando el uno con el otro frente
al espejo, y terminamos la faena escupiendo a la vez en el lavabo, entre
empujones y risas.
Salimos del baño y pasamos
a nuestro dormitorio otra vez, cerrando la puerta.
Nos metimos en la cama y yo
me apresuré a acurrucarme a su lado, acomodándome en su pecho calentito. Con el
frío que había pasado hoy, esto era todo un regalo. Deseé que esa camiseta
interior y mi camisón no se interpusieran entre su sedosa piel y la mía, pero,
en fin. Los dedos de Jake no tardaron en jugar con los mechones de mi pelo,
pasando una y otra vez.
―Tengo otro nombre, y este
es con la “j” ―habló de pronto, con un murmullo.
―¿Ah, sí? ―sonreí, sin
despegar mi mejilla de su pecho―. ¿Cuál es?
―Jonathan.
Mi sonrisa se amplió.
―Me gusta ―asentí―. Es
bonito, y no lo tiene nadie en la manada.
―Tendremos que apuntarlo en
la lista, entonces.
Se hizo un momento de
silencio en el que sus dedos siguieron peinando mi cabello.
―La próxima semana es
nuestro aniversario de novios ―murmuró, rompiendo ese mutismo con su voz ronca.
Su abrasador aliento acarició mi cuero cabelludo cuando lo dijo y mi vello ya
se erizó solo.
Aunque estábamos casados y
celebrábamos nuestro aniversario de boda, por supuesto, también lo seguíamos
haciendo con el de novios, el seis de febrero, y siempre íbamos al mismo sitio:
al Wolf.
Alcé el rostro para mirarle
y él lo bajó sincronizadamente, quedándonos a unos pocos centímetros. Mi
corazón y mis mariposas ya se aceleraban solo con tenerle tan cerca.
―¿Podremos celebrarlo este
año? ―pregunté, mordiéndome el labio.
―Claro que sí ―ni lo dudó―.
No pienso dejar que nadie nos estropee la fiesta. Lo celebraremos, como
siempre.
―¿Y mi familia? No podemos
ir solos, por si acaso ―mi labio inferior se arrugó más cuando mis dientes lo
mordieron con más fuerza.
―Que se queden fuera del
Wolf ―dijo, sonriendo con un poco de malicia, como si se estuviese imaginando
la escena.
Solté una risilla, pero no
por imaginarme lo mismo que él, sino porque siempre parecía tener una
contestación y una solución para todo.
―¿Y después? ¿También les
haremos esperar en el parking de Rialto Beach? ―sonreí con ganas, y esta vez sí
que con malicia.
Jacob frunció los labios y
adoptó un gesto exageradamente pensativo, adrede.
―Mmm… Creo que este año
vamos a tener que variar un poco esa parte del plan ―contestó finalmente―. Este
año vamos a tener que terminar la función en nuestra cama, pequeña ―me mostró
su preciosa sonrisa torcida a la vez que pegaba su frente a la mía.
Las alas de mis mariposas
se agitaron con vehemencia. Rodeé su cuello con mis brazos y me arrimé más a
él.
―Menos mal que tenemos la
radio ―susurré en sus labios, sonriéndole.
Sus manos dejaron mi
cabello y pasaron a deslizarse por mi espalda, ya estremeciéndome, hasta que llegaron
a la parte trasera de mis caderas. Entonces me empujó hacia él y nuestros
cuerpos ya se enredaron. Mi corazón y mi estómago no fueron las únicas partes
de mi anatomía que palpitaron con gozo.
Jadeé.
―Sí, menos mal… ―coincidió
él, hablando entre susurros.
Era inevitable. La energía
ya comenzaba a navegar a nuestro alrededor, meciéndonos con esa marea que nos
atraía cada vez más, con ese oleaje mágico y especial. Uní mis labios a los
suyos y comencé a besarle muy despacio, aunque respirando con furor.
―Ponla ahora ―le pedí entre
beso y beso.
Noté cómo su labio se
curvaba hacia arriba, si bien su abrasador aliento también salía agitado.
―¿No estabas agotada? ―me
recordó con otro susurro―. No sé si deberíamos… ―deslicé mi labio por los suyos
y tuvo que esperar a que terminase para seguir hablando―. ¿No crees que
deberías descansar?
―Solo una vez… ―le imploré
con ansia, y repasé su boca con la mía de nuevo.
―Una vez es… ―le di otro
beso― imposible, lo sabes. Y tú estabas cansada ―bromeó para hacerse de rogar.
―Calla y pon esa radio de
una vez ―le exigí finalmente, sin dejar de besarle.
La sonrisa de Jake se
amplió con satisfacción y ya no dijo nada más. Sin dejar mis labios, se estiró
hacia atrás y, con unos manotazos torpes y distraídos, consiguió apagar la
lamparita de su mesilla y encender la radio, que ya tenía el volumen lo
suficientemente alto.
Me pareció escuchar la
queja de Rosalie abajo, pero cuando Jake regresó a mi cuerpo, ni siquiera sé lo
que dijo.
¡Hola a todos! Soy Tamara ^^
ResponderEliminarMUCHISIMAS GRACIAS POR SEGUIR AQUI, AGUANTÁNDOME, JAJAJAJA!!! Y MUCHAS GRACIAS POR VUESTRA COMPRENSIÓN *-* SOIS LOS MEJOREEEEEEES!!!!
Bueno, pues ya veremos qué pasa con ese Thiago >.< Desde luego, no les dejan tranquilos!! En fin, ya se verá qué pasa ;)
Lametones lobunos para todos!!!!
Hola tamara:
ResponderEliminarMe gusta como se ponen de acuerdo todos , tanto lobos como vampiros, ...muy buena convivencia eso les dara ventaja en una futura lucha....
y ese radio jajaja lo mejor...el capitulo muy bueno ...nos leemos el martes..gracias
elsa
A todos mis amigos un saludo....espero que tengan un buen fin de semana abrazos
increible capi Tamara really very nice.......la convivencia entre todos sera genial para futuras batallas........sigue adelante....un abrazo y saludo inmenso para todos chicos..:)
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