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martes, 18 de octubre de 2011

NUEVA ERA. CAPITULO 98: SANGRE



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NO DUDEIS EN DEJAR VUESTROS COMENTARIOS, PREGUNTAS, ETC, YO CONTESTARE A TODO GUSTOSAMENTE ^^



NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").

Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏


CAPITULOS:

PARTE DOS: NUEVA ERA

RENESMEE:

77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78. EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html
79. EN MEDIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-79-en-medio.html
80. LICÁNTROPO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-80-licantropo.html
81: DECISIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-81-decision.html
82. CUMPLEAÑOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-82-cumpleanos.html
83. IRRUPCIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-83-irrupcion.html
84. REENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-84-reencuentro.html
85. GRIPE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-85-gripe.html
86. FALLO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-86-fallo.html
87. GIRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-87-giro.html
88. BUENA Y MALA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-88-buena-y-mala.html
89. FELICITACIONES Y PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-89-felicitaciones-y.html
90. APOYO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-90-apoyo.html
91. CARTA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-91-carta.html
92. INTERESES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-92-intereses.html
93. BENEFICIO COLATERAL: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-93-beneficio.html
94. ECOGRAFÍA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-94-ecografia.html
95. FANTASMAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-95-fantasmas.html
96. MANIOBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-96-maniobra.html
97. "NO PUEDO": http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-97-no-puedo.html


SANGRE


La mañana de hoy era lluviosa, pero a mí me parecía de lo más luminosa. Tal vez se debía a mi estado de ánimo, que estaba por las nubes. Sí, después de lo de anoche, era la mujer más feliz del mundo. Bueno, y después de lo de esta misma mañana.
Jacob había dejado que me duchase primero, aunque yo sabía que lo que realmente quería él era rezongar un poco más en la cama. Ahora me encontraba en la cocina, preparando unas tostadas, ya que Esme había salido a comprar algo para llenar la despensa.
Corté unas rebanadas del pan que había sobrado ayer y las metí en la tostadora. Cuando le di a la palanca para bajarlas, unos brazos fuertes me rodearon por detrás, cubriendo mi pequeña pancita con sus manos.
―¿Preparando tostadas? ―susurró Jake en mi oído, poniéndome todo el vello de punta.
Me di la vuelta y rodeé su cuello con mis brazos. Mi chico solamente llevaba puesta la toalla, la cual estaba enroscada en su cintura, y su cuerpazo aún estaba mojado, así como su pelo, que chorreaba unas gotitas que recorrían su rostro. Jacob había salido de la ducha corriendo para estar a mi lado. Sus manos no tardaron nada en envolver la parte trasera de mis caderas.
―Sí ―sonreí, repasando su increíble pecho con mis pupilas.
Era inevitable.
Su sonrisa se amplió y acercó su rostro para besarme. Mis mariposas saltaron al sentir sus ardientes y suaves labios deslizándose con esa calma por los míos. Ya los había sentido hacía un rato, pero no me cansaba nunca. Su cara estaba mojada y humedecía a la mía, sin embargo, no me importaba en absoluto, ahora solamente podía sentir los roces de su boca, su abrasador y dulce aliento, que se mezclaba con el mío entre suaves y silenciosos jadeos. La energía saltó como un resorte para envolvernos con su mágica brisa invisible, esta nos incitaba a seguir, como siempre. Acaricié su nuca con mi mano y aferré su pelo mojado para pegarle más a mí mientras él me apretaba contra su cuerpo. Cuando nuestros labios comenzaron a moverse con más efusividad y mi otra mano ya se deslizaba por su hombro, las tostadas saltaron, produciéndose un ruido algo estrepitoso por la tostadora. Dejamos de besarnos, del pequeño sobresalto, observamos las tostadas y después nos miramos. Ambos nos reímos, pero acercamos nuestros rostros para volver a besarnos.
No llegamos a hacerlo, por desgracia. Alguien carraspeó, haciendo que nos detuviéramos.
―Buenos días, Nessie ―me saludó Rosalie, metiendo su brazo sutilmente entre los dos, accediendo a mi hombro.
Jake se vio obligado a despegarse de mí para que ella pudiera besar mi mejilla.
―Buenos días ―le dije, mirando a Jake mientras mi tía me daba ese beso.
―Buenos días ―saludó él, intencionadamente alto.
Rosalie me soltó y se giró hacia él.
―Oh, por Dios, ¿por qué no te pones algo encima? ―protestó, mirándole de arriba abajo con desagrado.
―Porque, aunque no lo parezca, estoy en mi casa ―replicó Jacob, molesto.
Suspiré y me di la vuelta hacia la encimera.
―¿Y también recibes así a las visitas? ―siguió mi tía―. ¿Medio desnudo?
―¿Visitas? ¿Qué visitas? ―cuestionó él, frunciendo el ceño con extrañeza.
―Ezequiel y Teresa van a venir ―nos comunicó ella mientras yo depositaba ese montón de tostadas que había hecho en un plato―. Han llamado antes.
―¿Ah, sí? ¿Y a qué hora van a venir? ―preguntó mi chico, apoyándose en la meseta.
―Llegarán dentro de media hora ―contestó mi tía―. Al parecer, Ezequiel ya sabe por qué los lobos comunes pudieron acabar con esas marionetas fantasma.
Llevé las tostadas a la mesa y me senté para comenzar a desayunar, ya que estaba muerta de hambre. Jacob no tardó nada en venir y sentarse a mi lado.
―¿Ya lo sabe? ―inquirí, sorprendida por su rapidez.
―Eso ha dicho ―asintió ella.
―Genial ―aprobó mi chico.
Cogí una tostada y me puse a untarla con la mantequilla. Entonces, Rosalie volvió a mirar a Jake.
―¿Vas a desayunar así? ―criticó, poniendo cara de asco.
―¿Así cómo? ―Jacob frunció el ceño de nuevo.
―Medio desnudo.
―Sí ―contestó él, encogiéndose de hombros al tiempo que cogía una tostada.
―Vaya unos modales en la mesa ―chistó mi tía, cruzándose de brazos y mirando a otro lado.
―A mí no me molesta nada ―reconocí, echándole un buen vistazo a mi marido con una sonrisa de satisfacción enorme―. Es más, me alegra mucho la vista ―y mis ojos terminaron en los de Jake.
―Gracias, nena ―me sonrió, y me dio un beso corto que yo correspondí de muy buena gana. Después, giró el rostro para observar a Rose con algo de presunción―. ¿Qué te parece?
Mi tía puso los ojos en blanco y Jake se carcajeó con un poco de malicia. Yo no pude evitar soltar una risilla a la vez que le daba un mordisco a mi tostada.
―¿Dónde está esa dichosa radio? ―quiso saber Rose, mirando la encimera―. ¿Acaso ya no la vais a traer a la cocina?
―La radio se queda en nuestro dormitorio, rubia, más vale que te vayas acostumbrando ―respondió Jake, mostrándole una sonrisita triunfal mientras cogía una manzana.
La lanzó hacia arriba, la cogió otra vez y la llevó a su boca para darle un mordisco, mirándola con esa sonrisita.
Rosalie le dedicó una mirada de odio y, en ese mismo momento, mamá pasó a la cocina.
―Ah, ¿por fin os habéis levantado? ―rio con una risita algo picarona, apoyando su trasero en la encimera.
Mis mejillas se encendieron sin remedio.
―Ajá ―disimulé, cogiendo otra tostada―. ¿Papá sigue en el bosque? ―pregunté para cambiar de tema, porque ya sabía de sobra que sí.
―Sí, pero está a punto de venir. Quiere estar aquí cuando lleguen Ezequiel y Teresa.
―¿Y Alice? ¿Dónde está? ―inquirí, mirando a través de la puerta, como si así fuera a entrar en escena.
―En el ordenador ―los labios de mamá se fruncieron automáticamente mientras me observaba con cautela.
―No ―gemí, poniendo cara de dolor.
―Dijiste que ibas a hablar con ella ―recordó Jake, también con sufrimiento.
―Y lo he hecho ―se defendió mi madre―. He hablado con ella esta noche, os lo aseguro.
―No está mirando ropa de bebé. Ahora está mirando páginas de decoración infantil ―nos reveló Rosalie, y le dedicó una sonrisita maléfica a Jacob.
―¿Pero qué diablos os pasa a las vampiros de esta casa? ―protestó él, resoplando―. Ya he dicho mil veces que del cuarto del bebé me encargo yo.
Justo en un parpadeo, Alice apareció por la puerta.
―Lo sé, pero creo que necesitarás un poco de ayuda ―afirmó ella, danzando por la cocina para ponerse junto a mamá.
―No necesito ayuda ―gruñó mi chico.
―Jacob, dudo mucho que un lobo tenga olfato para esas cosas ―cuestionó Alice.
―¿Qué quieres decir con eso de un lobo? ―interrogó él con suspicacia.
―No te ofendas, pero solo hay que ver el tipo de casas que hay por aquí y su estilo de decoración.
A mí también me molestó ese comentario.
―¿Ah, sí? ¿Qué les pasa? ―preguntó Jake, irritado y ofendido.
―A mí me gustan las casas de La Push ―opiné, algo molesta, llevándome otra tostada a la boca.
―Y a mí también ―se sumó mamá, regañando a Alice con la mirada por ese comentario tan clasista.
―Bueno, de acuerdo, quizá no he estado muy acertada con ese comentario ―reconoció mi tía, alzando las manos a modo de defensa―. Pero creo que un poco de dinero y un toque femenino siempre son necesarios.
―Sé muy bien lo que me traigo entre manos, ¿vale? ―declaró Jacob, enojado―. Nessie va a ayudarme con la decoración, la elegiremos juntos, y aquí en la reserva no necesitamos dinero para hacer las cosas.
―Sí, ya lo veo ―contradijo Alice, chistando.
―Bueno, vale ya ―intervine, enfadada. Sabía que lo único que querían era ayudar y que estaban muy emocionadas con mi embarazo. Y lo agradecía, pero ya estaba un poquito harta de que siempre pusieran en duda las habilidades de mi chico. Lo hacían sin querer y sin darse cuenta, por supuesto, sin embargo, le estaban haciendo de menos, y eso no me gustaba―. Jacob se va a encargar de la habitación del bebé y punto. Os agradezco mucho todo el interés que ponéis y toda vuestra ayuda, pero tenéis que aceptarlo. Él es el padre de nuestro hijo y, como es lógico, le hace mucha ilusión hacerle el dormitorio. Y a mí también me hace más ilusión que se lo haga él, es más, quiero que lo haga él. Además, sé que lo va a dejar perfecto ―y cogí la mano de Jacob.
―Gracias, nena ―me sonrió él, dándome un cariñoso beso corto. Luego, se dirigió a Alice―. ¿Alguna pregunta?
―No ―suspiró ella―. Supongo que tienes razón, Nessie. Perdonadme, creo que a veces me puede mi entusiasmo.
―Sí, se te va bastante la olla ―murmuró Jake por lo bajinis.
Apreté su mano para reñirle.
―No importa, ya está ―le sonreí, quitándole importancia.
―Será mejor que terminéis ese desayuno ―irrumpió mi padre de pronto, entrando por la puerta de la cocina―. Ezequiel y Teresa están a punto de llegar.
Jake y yo ni siquiera habíamos escuchado la puerta de la entrada.
Papá se acercó a mi sonriente madre, que rodeó su cuello con sus brazos y le dio un beso. No se habían visto en toda la noche, así que el susodicho beso fue bastante pasional.
―Si queréis la radio está en nuestro dormitorio ―se mofó Jake―. A Bella, la silenciosa, no le hará falta, pero a Edward, el taladrador, seguro que sí, ¿eh? ―me dio una serie de codazos y se carcajeó.
―Jake… ―le regañé, aunque no pude evitar sonreír.
―Eso sí, nuestra cama es sagrada ―concluyó.
Mamá mató a Jake con la mirada.
―Muy gracioso ―respondió mi padre, usando un serio retintín―. Así que la radio, ¿eh? ―leyó en algún pensamiento de alrededor, hablando con resignación.
Mis mejillas volvieron a adquirir un color más rosáceo.
―Lo que nos espera con esa dichosa radio ―chistó Rosalie.
―Si quieres no la pongo más, Barbie, a mí me da exactamente igual que nos oigáis. Si pongo la música, es por Nessie ―soltó Jacob sin cortarse un pelo.
Mi cara ya iba a explotar.
―No, gracias, creo que prefiero oír la música ―respondió ella, entrecerrando los ojos para simular una cara de odio.
Jake se carcajeó con malicia.
―Bueno, será mejor que vayamos recogiendo esto ―dije para cambiar de asunto otra vez, levantándome de la mesa.
―No te preocupes, nosotras lo haremos ―se ofreció mamá, ya cogiendo las cosas a una velocidad supersónica―. Tú no hagas esfuerzos.
―Puedo yo ―declaré, levantando mi vacío vaso de zumo, que fue lo único que me dio tiempo a coger.
―No, tú descansa ―insistió mi madre, que volaba por la cocina. Y me lo quitó de las manos.
Puse los ojos en blanco.
―Estoy embarazada, no enferma ―suspiré.
―Yo iré a vestirme ―manifestó Jacob, también poniéndose de pie.
―Ya era hora ―bisbiseó Rosalie con una voz apenas inaudible, mirando hacia otro lado con petulancia.
No sé si Jacob no la oyó o simplemente la ignoró.
―Espera, te acompaño ―fui detrás de él y le cogí de la mano―. Ya que no me dejan hacer nada en la cocina…
Salimos de la cocina y nos fuimos a nuestro dormitorio. Jacob ya había hecho la cama, así que solo tuve que esperar a que se vistiera. Justo cuando terminó de ponerse esos pantalones negros cortos y esa camiseta de color azul, Carlisle, Jasper y Emmett llegaron a casa, ya que seguramente también querían escuchar a Ezequiel. Bajamos y nos reunimos con ellos en el salón para esperar a nuestro amigo mago.
Esme no tardó mucho más en llegar. Entró en nuestra vivienda con un montón de bolsas, y fue ayudada por mi servicial y atento abuelo enseguida, aunque Jake también se fue a la cocina para colaborar en el guardado de las cosas. A mí no me dejaron ir, claro.
Al poco de que terminaran de colocarlo todo, el timbre de casa sonó. Mi chico corrió para abrirles la puerta y Ezequiel pasó adentro, junto a mi querida Teresa.
Después de los típicos saludos, abrazos y preguntas para saber de mi estado, pasamos directamente al tema que nos interesaba.
―Bueno, ¿qué has descubierto? ―Jacob, que estaba sentado en el sofá, conmigo encima, fue el que abrió la veda.
El resto de mi familia y nuestros invitados se repartían a nuestro lado del tresillo, en los sillones que antes habían estado frente a la chimenea y que ahora habían sido movidos para la reunión, y en las banquetas de la mesa de la cocina, que también habían sido traídas con el mismo fin. Los únicos que se habían quedado de pie eran Emmett y Jasper.
―Oh, sí ―Ezequiel carraspeó para centrarse―. Me he pasado toda la noche investigando, leyendo en mis libros, por eso lo he descubierto tan pronto. En realidad, no me ha costado mucho averiguarlo.
―Han vuelto a hacerlo ―exhaló papá, sorprendido, adelantándose a lo que Ezequiel iba a decir.
―En efecto ―asintió este, ante las miradas desorientadas de los demás―. Nikoláy, Ruslán y Razvan han vuelto a utilizar la sangre de lobos comunes para sus propósitos.
―Maldita sea ―masculló Jake, apretando los dientes con rabia.
Sus manos, que rodeaban mi cintura, se tensaron al acordarse de aquello, al recordar cómo esos magos habían matado a los lobos comunes de La Push tan cruelmente para hacer aquella fórmula que creían que iba a dotar a sus gigantes de un poder regenerativo. Después, cuando habían visto que no funcionaba, habían pasado a mutilarles para mejorar la fórmula. Me estremecí al recordar eso, porque lo primero que vino a mi mente fue lo que nos habíamos encontrado el día en que aprendí a montar en moto y me caí: la imagen de aquel pobre lobo tendido en el suelo, al cual le habían arrancado la pata derecha, con ese semblante de dolor todavía en su rostro muerto. También me acordé del lobo Alfa de aquella manada, a ese le habían arrancado el corazón para usarlo más tarde contra Jacob… Tuve que coger una buena bocanada de aire para olvidarme de aquello y centrarme en la conversación.
―No, no han matado más lobos ―le aclaró papá a Jacob, que veía todo lo que pasaba por su mente―. Ezequiel cree que han usado las… reservas que ya tenían.
―Así es ―ratificó el propio Ezequiel.
―¿Y qué tiene que ver la sangre de esos lobos con todo esto? ―preguntó Jake.
―Las fibras que componen las capas de las marionetas fantasma están teñidas con la sangre de esos lobos ―empezó a explicar nuestro amigo mago. Todos nos quedamos perplejos, excepto mi padre, claro, que ya lo sabía antes de tiempo―. Con otra parte de la sangre, hacen un conjuro por el cual Ruslán las mueve a su antojo. Al teñir la tela con el plasma, obtienen una conexión entre las prendas y la otra parte de la sangre.
―O sea, que la sangre que se quedan y que usan para ese conjuro son los hilos de las marionetas, por decirlo así, ¿no? ―comparó Jake.
―Sí, exacto ―confirmó Ezequiel.
―¿Y por qué la sangre de esos lobos? ―inquirió Jasper.
―¿Recordáis que ayer os dije que el poder espiritual de Jacob solo podía destruir esas marionetas temporalmente, ya que la magia negra solamente estaba siendo utilizada para moverlas?
―Sí, ¿qué pasa? ―azuzó Jacob.
―Pues bien, creo que han teñido las capas con la sangre de esos lobos para que las marionetas fueran más efectivas ―reveló el mago―. Con cualquier otro ser, la magia de Ruslán sería suficiente, pero contigo es diferente. Tú eres mucho más poderoso. Así que se sirvieron de eso para reforzar el conjuro. Saben que tu espíritu de Gran Lobo no destruiría en primera instancia algo que estuviera relacionado con lobos, aunque fueran comunes. En primera instancia, porque si las marionetas hubieran atacado, tu poder espiritual se vería obligado a destruirlas, sobre todo si atacan a Nessie.
―Vale, eso lo he pillado ―siguió Jake―, pero todavía no entiendo por qué los lobos pudieron destruir las marionetas. ¿Es porque están teñidas con esa sangre?
―Sí, esas capas están confeccionadas con una parte de esos lobos, podríamos decir, así que solo ellos podían destruirlas. Al rasgarlas, los lobos rompieron el conjuro.
―El poder espiritual de Jake lo sabía, por eso llamó a los lobos ―concluyó Emmett, mostrando una sonrisa enorme―. Apuesto lo que queráis a que Nikoláy, Ruslán y Razvan no se lo esperaban.
―Seguramente no ―coincidió Ezequiel―. Desgraciadamente, no puedo ver a Nikoláy, Ruslán y Razvan en mis sueños, ya que usan su magia para ocultarse, pero estoy seguro de que eso les pilló por sorpresa. Por eso su guardia se tuvo que tomar tantas prisas en registrar vuestro hogar.
―Yo tengo una duda ―intervino Alice, levantando la mano como si estuviéramos en una clase.
―Adelante, Alice ―le exhortó él, cual profesor.
Mi tía nos miró a Jacob y a mí con cierta precaución, lo cual ya me asustó un poco.
―Ayer dijiste que lo que andaban buscando era la ecografía del bebé para hacer magia negra con ella ―empezó. Hizo una pequeña pausa en la que miró especialmente a Jake, otra vez con cautela―. ¿Y si también buscaban una fotografía de Nessie? ―las manos de Jacob se agarrotaron en mi cintura de nuevo y sentí cómo su corazón saltaba de su sitio y se aceleraba, nervioso, tapando el sobresalto del mío propio―. ¿Y si también quieren hacer magia negra con ella? Con eso… evitarían que el bebé…
Dejé de respirar por un momento y Jake acarició mi espalda.
―Estaban todas las fotos de Renesmee ―aseguró mi padre, cortando el final de la frase de mi tía para ahorrarnos el mal trago de tener que oírla.
―¿Cómo lo sabes? ―preguntó mamá, algo agitada.
―Las he revisado todas, créeme ―papá acarició su mejilla para tranquilizarla.
―A mí lo que me extraña es que, en estos tres años, no hayan utilizado su magia negra contra Nessie ―opinó Jasper―. No quiero alarmar a nadie, pero saben que si ella… fallece ―suavizó, aunque no sirvió para que las manos de Jake no temblasen ligeramente―, el poder espiritual de Jacob se vería muy mermado. Es más, saben que Nessie es la razón de la existencia de Jacob. Eso sin contar que si ella no existiera, el Gran Lobo ya no podría tener esa descendencia de la que habla la profecía. ¿Por qué esperaron a que Nessie se quedara en estado y no atacaron mucho antes?
Se hizo un mutismo en el que los nervios de todos afloraron, sobre todo los de Jacob. Este no dijo nada, se limitó a esperar la respuesta de Ezequiel, y mi padre hizo lo mismo, solo que para dejar que el mismo mago se explicase.
―En aquella batalla de hace tres años contra los Vulturis se vieron muy debilitados ―habló Ezequiel finalmente―. Saben que no pueden vencer a Jacob fácilmente, es por esta razón que han estado rearmándose, formando una guardia nueva. Por supuesto, saben que Jacob es invencible, pero también saben que tiene un punto débil: Nessie ―en ese momento, mi corazón volvió a saltar―. Sin embargo, creo que existe una razón por la cual no han actuado contra ella.
Su mirada se dirigió a mí en primer lugar, pero sus ojos oscilaron después hacia Jacob para mirarle con prudencia.
―Estoy de acuerdo ―secundó mi padre, antes de que Ezequiel hablase―. Lo vi en su mente el día de la batalla ―y sus dientes rechinaron con rabia.
Mamá puso cara de ya saber a qué se refería papá, señal de que ya debían de haber hablado de esto.
―¿Ver el qué? ―exigió saber Jake, hablando con nerviosismo evidente―. ¿Cuál es esa razón?
―Nikoláy, Ruslán y Razvan tienen objetos usados por Nessie. Objetos que ella utilizó en su castillo, como esos vestidos que Razvan la obligaba a ponerse ―empezó a aclarar Ezequiel. Ahora fueron las muelas de Jake las que chirriaron con más que rabia, seguramente al acordarse de lo que Razvan me había hecho, aunque también noté cierto desasosiego en su respiración―. No obstante, jamás han utilizado nada de esto para hacerla daño, y la razón es bien poderosa. Eso es porque Razvan no lo ha permitido. No sé cómo lo consigue ni cuáles son sus argumentos para retenerles, pero Razvan tiene que ser lo suficientemente poderoso como para conseguirlo, al menos, por ahora ―Ezequiel enmudeció durante un par de segundos, en los que observó a Jacob otra vez con precaución. Luego, siguió hablando en un tono serio―. Es lo que yo creo, y Edward acaba de ratificarlo. Razvan está enamorado de Nessie.
―La quiere viva porque la quiere para él ―cayó Emmett, entonando ese pensamiento en voz alta y con sorpresa.
Rosalie le dio un codazo, regañándole.
Nadie se atrevió a decir nada más.
El temblequeo de las manos de Jacob aumentó y yo froté su brazo para tratar de relajarle, pero no daba el resultado que esperaba, así que coloqué mi mano en su mejilla.
Tranquilo, cielo, le calmé, acariciando su piel ligeramente.
Pero las pupilas de Jacob empezaban a mirar al infinito con ira y furia mientras su respiración se aceleraba por momentos. Sus dedos se clavaron en mi cintura con avidez, diría que con un reclamo territorial que gritaba a los cuatro vientos que yo era suya y solo suya.
―Nunca se la llevará. Jamás ―masculló con esa cólera retenida que daba más miedo que si lo hubiera chillado.
Acogí su rostro entre mis manos y clavé la mirada en sus preciosos ojos negros.
Jake, mírame, le pedí mentalmente, hablando con una voz tranquila y dulce.
Sin embargo, Jacob no varió su conducta.
Mírame, por favor, insistí.
Sus ojos por fin dejaron el infinito de sus turbulentos pensamientos para obedecerme. En cuanto nuestras pupilas se encontraron, ese odio que albergaban las suyas desapareció, aunque todavía quedaba esa furia.
Quiero que te tranquilices, ¿de acuerdo? Razvan nunca conseguirá nada, aseguré con convicción.
Entonces, le mostré lo que veía al mirarle. Era a mi Gran Lobo alzándose para protegerme, poderoso, fuerte, invencible. Le dejé ver lo protegida que me sentía a su lado y lo mucho que confiaba en él. Era un sentimiento tan certero, no tenía ni un ápice de dudas. Ponía la mano en el fuego por él, sabía a ciencia cierta que nadie podía vencerle, ni siquiera los magos más poderosos del mundo.
Jacob tomó una buena bocanada de aire y asintió. Cuando lo soltó y sus manos dejaron de temblar, le sonreí y le di un beso en los labios que él correspondió con efusividad. Aunque cuando dejé su boca libre, Jake se dirigió a mi padre, enfadado.
―Así que sabías que Razvan también quería llevársela y no me dijiste nada ―le reprochó.
―No estaba seguro ―se defendió papá―. En aquella batalla de hace tres años vi cierta intencionalidad en los pensamientos de Razvan, pero solamente era eso, una intención. Eso no quería decir que fuera a proponérselo de verdad.
Jake se levantó con delicadeza y me dejó el sitio del sofá a mí.
―Pero ahora parece que ya lo sabemos, ¿no es así? ―empezó un paseíllo nervioso por el saloncito, llevándose la mano al pelo―. Parece que está claro que no solo quieren evitar… el nacimiento de nuestro hijo, sino que, además, pretende llevársela ―el final de la palabra arrastró un gruñido.
―No lo conseguirá, Jacob ―intentó calmarle mi padre.
Mi chico se paró en seco, frente a él.
―No, claro que no. Jamás lo permitiré. Nadie va a volver a separarnos ―aseguró con otro gruñido, mirándole con una determinación furiosa.
Me levanté del sofá y corrí junto a él.
―Jake, tranquilízate, por favor ―le rogué, esta vez en voz alta, volviendo a retener su rostro entre mis manos para que me mirase―. Da igual lo que intente, el bebé y yo estamos muy protegidos, no nos pasará nada. Nadie va a separarme de ti, jamás.
Sus ojos se clavaron en los míos con una resolución y una convicción que llegó incluso a ponerme el vello de punta.
―Yo siempre te protegeré, siempre ―afirmó sin dejar de mirarme de ese modo―. Siempre os protegeré ―y su mano subió hasta mi vientre.
Tuve que acordarme de coger aire, porque me había quedado sin respiración.
De pronto, el timbre sonó varias veces, de una forma insistente, urgente, y todos giramos el rostro en dirección al vestíbulo.
Jacob se despegó de mí y caminó en grades zancadas hacia la entrada. No fui la única que comenzó a seguirle. Toda mi familia vino detrás de mí. Cuando mi chico abrió la puerta, Seth apareció tras ella, con un semblante apurado por las prisas.
―Seth, ¿qué pasa? ―quiso saber Jake, alarmado.
―Tenemos heridos en el bosque ―anunció con la voz entrecortada por la carrera y el nerviosismo.
Mi corazón se encogió.


5 comentarios:

  1. ¡Hola a todos! Soy Tamara ^^

    MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR AHÍ Y LEERME!!! ME HACÉIS MUY FELIZ =º)

    elsa: espero que no haya sido nada grave, esa causa de fuerza mayor, y me alegro mucho de verte por aquí de nuevo =) Muchas gracias por esas cosas tan bonitas que me pones, en serio, no te imaginas lo que me anima =)

    Isabeu: a ti lo mismo, muchas gracias por decirme esas cosas, tú tb me animas mucho =º) ya te imagino en clase con el móvil, jajaja xDD Muchas gracias, de verdad =)

    Si es que mis niñas y mis niños son los mejoreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeesss!!!!!!

    Lametones lobunos para todos!!!

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  2. Hola tamara:

    Wooaauuu... me encanta... simplemente me encanta...siempre me dejas queriendo mas y mas...siempre nos dices que somos los mejores,...pero la verdad es que si nosotros seguimos aqui es ...por que TU realmente eres la MEJOR ...podemos leer otras historias...pasarnos por otros blogs y si hay muy muy buenas historias,...pero ten por seguro que la tuya la tenemos tatuada en nuestro corazon ,...pues siempre,( aparte de estar FABULOSA ,)..te tomas el tiempo de contestarnos y preocuparte por nosotros..y eso realmente se agradece....por eso nos sentimos ...y me atrevo a hablar por los demas que leemos esta MARAVILLOSA historia..realmente muy afortunados de tener una ESCRITORA tan FANTASTICA y decir que es nuestra AMIGA ....asi que por todo eso muchas MUCHAS GRACIAS
    elsa

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  3. A todos mis amigos un gran saludo y un abrazo , y espero se encuentren bien .
    elsa

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  4. Wow. Que emoción creo que va empezar Una gran batalla y esos magos chiflados van a desaparecer en fin espero el próximo capitulo igual de interesante tal como nos tienes acostumbrados y estoy de acuerdo con Elsa, eres la mejor por el solo hecho de escribir esta fabulosa historia. Suerte y no podrías subir mas capítulos tengo los nervios de punta por saber que sigue y por mas q trato de leer por la noche la adicción es mas grande y empiezo a leer sin falta antes de hacer cualquier otra cosa. Alguien hablo de un maratón, por favor, por favor... solo piensalo (: u_u. Kiara

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  5. muy lindo capi apareci...jaaja paso que unas cosas me tuvieron ocupado asi que te contesto aqui x2 me parecio lindo los capi los desencuentros las malipretaciones entre nessie y jacob que pensaba y le preocupaba a nessie que pensaba que jacob no la queria...genial...ya veremos por que de los lobos heridos el jueves el proximo ...ah salu2 a todas mis amigas de la distancia...tamara sos una genia salu2 y segui...

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