NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").
Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏
CAPITULOS:
PARTE DOS: NUEVA ERA
RENESMEE:
77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78. EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html
79. EN MEDIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-79-en-medio.html
80. LICÁNTROPO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-80-licantropo.html
81: DECISIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-81-decision.html
82. CUMPLEAÑOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-82-cumpleanos.html
83. IRRUPCIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-83-irrupcion.html
84. REENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-84-reencuentro.html
85. GRIPE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-85-gripe.html
86. FALLO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-86-fallo.html
87. GIRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-87-giro.html
88. BUENA Y MALA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-88-buena-y-mala.html
89. FELICITACIONES Y PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-89-felicitaciones-y.html
90. APOYO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-90-apoyo.html
91. CARTA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-91-carta.html
92. INTERESES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-92-intereses.html
93. BENEFICIO COLATERAL: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-93-beneficio.html
94. ECOGRAFÍA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-94-ecografia.html
95. FANTASMAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-95-fantasmas.html
96. MANIOBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-96-maniobra.html
97. "NO PUEDO": http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-97-no-puedo.html
SANGRE
La mañana de hoy era lluviosa, pero a mí me parecía de lo más
luminosa. Tal vez se debía a mi estado de ánimo, que estaba por las nubes. Sí,
después de lo de anoche, era la mujer más feliz del mundo. Bueno, y después de
lo de esta misma mañana.
Jacob había dejado que me duchase primero, aunque yo sabía que lo que
realmente quería él era rezongar un poco más en la cama. Ahora me encontraba en
la cocina, preparando unas tostadas, ya que Esme había salido a comprar algo
para llenar la despensa.
Corté unas rebanadas del pan que había sobrado ayer y las metí en la
tostadora. Cuando le di a la palanca para bajarlas, unos brazos fuertes me
rodearon por detrás, cubriendo mi pequeña pancita con sus manos.
―¿Preparando tostadas?
―susurró Jake en mi oído, poniéndome todo el vello de punta.
Me di la vuelta y rodeé su
cuello con mis brazos. Mi chico solamente llevaba puesta la toalla, la cual
estaba enroscada en su cintura, y su cuerpazo aún estaba mojado, así como su
pelo, que chorreaba unas gotitas que recorrían su rostro. Jacob había salido de
la ducha corriendo para estar a mi lado. Sus manos no tardaron nada en envolver
la parte trasera de mis caderas.
―Sí ―sonreí, repasando su
increíble pecho con mis pupilas.
Era inevitable.
Su sonrisa se amplió y
acercó su rostro para besarme. Mis mariposas saltaron al sentir sus ardientes y
suaves labios deslizándose con esa calma por los míos. Ya los había sentido hacía
un rato, pero no me cansaba nunca. Su cara estaba mojada y humedecía a la mía, sin
embargo, no me importaba en absoluto, ahora solamente podía sentir los roces de
su boca, su abrasador y dulce aliento, que se mezclaba con el mío entre suaves
y silenciosos jadeos. La energía saltó como un resorte para envolvernos con su
mágica brisa invisible, esta nos incitaba a seguir, como siempre. Acaricié su
nuca con mi mano y aferré su pelo mojado para pegarle más a mí mientras él me
apretaba contra su cuerpo. Cuando nuestros labios comenzaron a moverse con más
efusividad y mi otra mano ya se deslizaba por su hombro, las tostadas saltaron,
produciéndose un ruido algo estrepitoso por la tostadora. Dejamos de besarnos,
del pequeño sobresalto, observamos las tostadas y después nos miramos. Ambos
nos reímos, pero acercamos nuestros rostros para volver a besarnos.
No llegamos a hacerlo, por
desgracia. Alguien carraspeó, haciendo que nos detuviéramos.
―Buenos días, Nessie ―me
saludó Rosalie, metiendo su brazo sutilmente entre los dos, accediendo a mi
hombro.
Jake se vio obligado a
despegarse de mí para que ella pudiera besar mi mejilla.
―Buenos días ―le dije,
mirando a Jake mientras mi tía me daba ese beso.
―Buenos días ―saludó él,
intencionadamente alto.
Rosalie me soltó y se giró
hacia él.
―Oh, por Dios, ¿por qué no
te pones algo encima? ―protestó, mirándole de arriba abajo con desagrado.
―Porque, aunque no lo
parezca, estoy en mi casa ―replicó Jacob, molesto.
Suspiré y me di la vuelta
hacia la encimera.
―¿Y también recibes así a
las visitas? ―siguió mi tía―. ¿Medio desnudo?
―¿Visitas? ¿Qué visitas? ―cuestionó
él, frunciendo el ceño con extrañeza.
―Ezequiel y Teresa van a
venir ―nos comunicó ella mientras yo depositaba ese montón de tostadas que
había hecho en un plato―. Han llamado antes.
―¿Ah, sí? ¿Y a qué hora van
a venir? ―preguntó mi chico, apoyándose en la meseta.
―Llegarán dentro de media
hora ―contestó mi tía―. Al parecer, Ezequiel ya sabe por qué los lobos comunes
pudieron acabar con esas marionetas fantasma.
Llevé las tostadas a la
mesa y me senté para comenzar a desayunar, ya que estaba muerta de hambre. Jacob
no tardó nada en venir y sentarse a mi lado.
―¿Ya lo sabe? ―inquirí,
sorprendida por su rapidez.
―Eso ha dicho ―asintió
ella.
―Genial ―aprobó mi chico.
Cogí una tostada y me puse
a untarla con la mantequilla. Entonces, Rosalie volvió a mirar a Jake.
―¿Vas a desayunar así?
―criticó, poniendo cara de asco.
―¿Así cómo? ―Jacob frunció
el ceño de nuevo.
―Medio desnudo.
―Sí ―contestó él,
encogiéndose de hombros al tiempo que cogía una tostada.
―Vaya unos modales en la mesa
―chistó mi tía, cruzándose de brazos y mirando a otro lado.
―A mí no me molesta nada
―reconocí, echándole un buen vistazo a mi marido con una sonrisa de
satisfacción enorme―. Es más, me alegra mucho la vista ―y mis ojos terminaron
en los de Jake.
―Gracias, nena ―me sonrió,
y me dio un beso corto que yo correspondí de muy buena gana. Después, giró el
rostro para observar a Rose con algo de presunción―. ¿Qué te parece?
Mi tía puso los ojos en
blanco y Jake se carcajeó con un poco de malicia. Yo no pude evitar soltar una
risilla a la vez que le daba un mordisco a mi tostada.
―¿Dónde está esa dichosa
radio? ―quiso saber Rose, mirando la encimera―. ¿Acaso ya no la vais a traer a
la cocina?
―La radio se queda en
nuestro dormitorio, rubia, más vale que te vayas acostumbrando ―respondió Jake,
mostrándole una sonrisita triunfal mientras cogía una manzana.
La lanzó hacia arriba, la
cogió otra vez y la llevó a su boca para darle un mordisco, mirándola con esa
sonrisita.
Rosalie le dedicó una
mirada de odio y, en ese mismo momento, mamá pasó a la cocina.
―Ah, ¿por fin os habéis
levantado? ―rio con una risita algo picarona, apoyando su trasero en la
encimera.
Mis mejillas se encendieron
sin remedio.
―Ajá ―disimulé, cogiendo
otra tostada―. ¿Papá sigue en el bosque? ―pregunté para cambiar de tema, porque
ya sabía de sobra que sí.
―Sí, pero está a punto de
venir. Quiere estar aquí cuando lleguen Ezequiel y Teresa.
―¿Y Alice? ¿Dónde está?
―inquirí, mirando a través de la puerta, como si así fuera a entrar en escena.
―En el ordenador ―los
labios de mamá se fruncieron automáticamente mientras me observaba con cautela.
―No ―gemí, poniendo cara de
dolor.
―Dijiste que ibas a hablar
con ella ―recordó Jake, también con sufrimiento.
―Y lo he hecho ―se defendió
mi madre―. He hablado con ella esta noche, os lo aseguro.
―No está mirando ropa de
bebé. Ahora está mirando páginas de decoración infantil ―nos reveló Rosalie, y
le dedicó una sonrisita maléfica a Jacob.
―¿Pero qué diablos os pasa
a las vampiros de esta casa? ―protestó él, resoplando―. Ya he dicho mil veces
que del cuarto del bebé me encargo yo.
Justo en un parpadeo, Alice
apareció por la puerta.
―Lo sé, pero creo que
necesitarás un poco de ayuda ―afirmó ella, danzando por la cocina para ponerse
junto a mamá.
―No necesito ayuda ―gruñó
mi chico.
―Jacob, dudo mucho que un
lobo tenga olfato para esas cosas ―cuestionó Alice.
―¿Qué quieres decir con eso
de un lobo? ―interrogó él con suspicacia.
―No te ofendas, pero solo
hay que ver el tipo de casas que hay por aquí y su estilo de decoración.
A mí también me molestó ese
comentario.
―¿Ah, sí? ¿Qué les pasa?
―preguntó Jake, irritado y ofendido.
―A mí me gustan las casas
de La Push ―opiné, algo molesta, llevándome otra tostada a la boca.
―Y a mí también ―se sumó
mamá, regañando a Alice con la mirada por ese comentario tan clasista.
―Bueno, de acuerdo, quizá
no he estado muy acertada con ese comentario ―reconoció mi tía, alzando las
manos a modo de defensa―. Pero creo que un poco de dinero y un toque femenino
siempre son necesarios.
―Sé muy bien lo que me
traigo entre manos, ¿vale? ―declaró Jacob, enojado―. Nessie va a ayudarme con
la decoración, la elegiremos juntos, y aquí en la reserva no necesitamos dinero
para hacer las cosas.
―Sí, ya lo veo ―contradijo
Alice, chistando.
―Bueno, vale ya ―intervine,
enfadada. Sabía que lo único que querían era ayudar y que estaban muy
emocionadas con mi embarazo. Y lo agradecía, pero ya estaba un poquito harta de
que siempre pusieran en duda las habilidades de mi chico. Lo hacían sin querer
y sin darse cuenta, por supuesto, sin embargo, le estaban haciendo de menos, y
eso no me gustaba―. Jacob se va a encargar de la habitación del bebé y punto.
Os agradezco mucho todo el interés que ponéis y toda vuestra ayuda, pero tenéis
que aceptarlo. Él es el padre de nuestro hijo y, como es lógico, le hace mucha
ilusión hacerle el dormitorio. Y a mí también me hace más ilusión que se lo
haga él, es más, quiero que lo haga él. Además, sé que lo va a dejar perfecto
―y cogí la mano de Jacob.
―Gracias, nena ―me sonrió
él, dándome un cariñoso beso corto. Luego, se dirigió a Alice―. ¿Alguna
pregunta?
―No ―suspiró ella―. Supongo
que tienes razón, Nessie. Perdonadme, creo que a veces me puede mi entusiasmo.
―Sí, se te va bastante la
olla ―murmuró Jake por lo bajinis.
Apreté su mano para
reñirle.
―No importa, ya está ―le
sonreí, quitándole importancia.
―Será mejor que terminéis
ese desayuno ―irrumpió mi padre de pronto, entrando por la puerta de la
cocina―. Ezequiel y Teresa están a punto de llegar.
Jake y yo ni siquiera
habíamos escuchado la puerta de la entrada.
Papá se acercó a mi
sonriente madre, que rodeó su cuello con sus brazos y le dio un beso. No se
habían visto en toda la noche, así que el susodicho beso fue bastante pasional.
―Si queréis la radio está
en nuestro dormitorio ―se mofó Jake―. A Bella, la silenciosa, no le hará falta,
pero a Edward, el taladrador, seguro que sí, ¿eh? ―me dio una serie de codazos y
se carcajeó.
―Jake… ―le regañé, aunque
no pude evitar sonreír.
―Eso sí, nuestra cama es
sagrada ―concluyó.
Mamá mató a Jake con la
mirada.
―Muy gracioso ―respondió mi
padre, usando un serio retintín―. Así que la radio, ¿eh? ―leyó en algún
pensamiento de alrededor, hablando con resignación.
Mis mejillas volvieron a
adquirir un color más rosáceo.
―Lo que nos espera con esa
dichosa radio ―chistó Rosalie.
―Si quieres no la pongo
más, Barbie, a mí me da exactamente igual que nos oigáis. Si pongo la música,
es por Nessie ―soltó Jacob sin cortarse un pelo.
Mi cara ya iba a explotar.
―No, gracias, creo que prefiero
oír la música ―respondió ella, entrecerrando los ojos para simular una cara de
odio.
Jake se carcajeó con
malicia.
―Bueno, será mejor que
vayamos recogiendo esto ―dije para cambiar de asunto otra vez, levantándome de
la mesa.
―No te preocupes, nosotras
lo haremos ―se ofreció mamá, ya cogiendo las cosas a una velocidad
supersónica―. Tú no hagas esfuerzos.
―Puedo yo ―declaré,
levantando mi vacío vaso de zumo, que fue lo único que me dio tiempo a coger.
―No, tú descansa ―insistió
mi madre, que volaba por la cocina. Y me lo quitó de las manos.
Puse los ojos en blanco.
―Estoy embarazada, no
enferma ―suspiré.
―Yo iré a vestirme
―manifestó Jacob, también poniéndose de pie.
―Ya era hora ―bisbiseó
Rosalie con una voz apenas inaudible, mirando hacia otro lado con petulancia.
No sé si Jacob no la oyó o
simplemente la ignoró.
―Espera, te acompaño ―fui
detrás de él y le cogí de la mano―. Ya que no me dejan hacer nada en la cocina…
Salimos de la cocina y nos
fuimos a nuestro dormitorio. Jacob ya había hecho la cama, así que solo tuve
que esperar a que se vistiera. Justo cuando terminó de ponerse esos pantalones
negros cortos y esa camiseta de color azul, Carlisle, Jasper y Emmett llegaron
a casa, ya que seguramente también querían escuchar a Ezequiel. Bajamos y nos
reunimos con ellos en el salón para esperar a nuestro amigo mago.
Esme no tardó mucho más en
llegar. Entró en nuestra vivienda con un montón de bolsas, y fue ayudada por mi
servicial y atento abuelo enseguida, aunque Jake también se fue a la cocina
para colaborar en el guardado de las cosas. A mí no me dejaron ir, claro.
Al poco de que terminaran
de colocarlo todo, el timbre de casa sonó. Mi chico corrió para abrirles la
puerta y Ezequiel pasó adentro, junto a mi querida Teresa.
Después de los típicos
saludos, abrazos y preguntas para saber de mi estado, pasamos directamente al
tema que nos interesaba.
―Bueno, ¿qué has
descubierto? ―Jacob, que estaba sentado en el sofá, conmigo encima, fue el que
abrió la veda.
El resto de mi familia y
nuestros invitados se repartían a nuestro lado del tresillo, en los sillones que
antes habían estado frente a la chimenea y que ahora habían sido movidos para
la reunión, y en las banquetas de la mesa de la cocina, que también habían sido
traídas con el mismo fin. Los únicos que se habían quedado de pie eran Emmett y
Jasper.
―Oh, sí ―Ezequiel carraspeó
para centrarse―. Me he pasado toda la noche investigando, leyendo en mis
libros, por eso lo he descubierto tan pronto. En realidad, no me ha costado
mucho averiguarlo.
―Han vuelto a hacerlo
―exhaló papá, sorprendido, adelantándose a lo que Ezequiel iba a decir.
―En efecto ―asintió este,
ante las miradas desorientadas de los demás―. Nikoláy, Ruslán y Razvan han
vuelto a utilizar la sangre de lobos comunes para sus propósitos.
―Maldita sea ―masculló
Jake, apretando los dientes con rabia.
Sus manos, que rodeaban mi
cintura, se tensaron al acordarse de aquello, al recordar cómo esos magos
habían matado a los lobos comunes de La Push tan cruelmente para hacer aquella
fórmula que creían que iba a dotar a sus gigantes de un poder regenerativo.
Después, cuando habían visto que no funcionaba, habían pasado a mutilarles para
mejorar la fórmula. Me estremecí al recordar eso, porque lo primero que vino a
mi mente fue lo que nos habíamos encontrado el día en que aprendí a montar en
moto y me caí: la imagen de aquel pobre lobo tendido en el suelo, al cual le
habían arrancado la pata derecha, con ese semblante de dolor todavía en su
rostro muerto. También me acordé del lobo Alfa de aquella manada, a ese le
habían arrancado el corazón para usarlo más tarde contra Jacob… Tuve que coger
una buena bocanada de aire para olvidarme de aquello y centrarme en la
conversación.
―No, no han matado más
lobos ―le aclaró papá a Jacob, que veía todo lo que pasaba por su mente―.
Ezequiel cree que han usado las… reservas que ya tenían.
―Así es ―ratificó el propio
Ezequiel.
―¿Y qué tiene que ver la
sangre de esos lobos con todo esto? ―preguntó Jake.
―Las fibras que componen
las capas de las marionetas fantasma están teñidas con la sangre de esos lobos
―empezó a explicar nuestro amigo mago. Todos nos quedamos perplejos, excepto mi
padre, claro, que ya lo sabía antes de tiempo―. Con otra parte de la sangre,
hacen un conjuro por el cual Ruslán las mueve a su antojo. Al teñir la tela con
el plasma, obtienen una conexión entre las prendas y la otra parte de la
sangre.
―O sea, que la sangre que
se quedan y que usan para ese conjuro son los hilos de las marionetas, por
decirlo así, ¿no? ―comparó Jake.
―Sí, exacto ―confirmó
Ezequiel.
―¿Y por qué la sangre de
esos lobos? ―inquirió Jasper.
―¿Recordáis que ayer os
dije que el poder espiritual de Jacob solo podía destruir esas marionetas
temporalmente, ya que la magia negra solamente estaba siendo utilizada para
moverlas?
―Sí, ¿qué pasa? ―azuzó
Jacob.
―Pues bien, creo que han
teñido las capas con la sangre de esos lobos para que las marionetas fueran más
efectivas ―reveló el mago―. Con cualquier otro ser, la magia de Ruslán sería
suficiente, pero contigo es diferente. Tú eres mucho más poderoso. Así que se
sirvieron de eso para reforzar el conjuro. Saben que tu espíritu de Gran Lobo no
destruiría en primera instancia algo que estuviera relacionado con lobos, aunque
fueran comunes. En primera instancia, porque si las marionetas hubieran
atacado, tu poder espiritual se vería obligado a destruirlas, sobre todo si
atacan a Nessie.
―Vale, eso lo he pillado
―siguió Jake―, pero todavía no entiendo por qué los lobos pudieron destruir las
marionetas. ¿Es porque están teñidas con esa sangre?
―Sí, esas capas están
confeccionadas con una parte de esos lobos, podríamos decir, así que solo ellos
podían destruirlas. Al rasgarlas, los lobos rompieron el conjuro.
―El poder espiritual de
Jake lo sabía, por eso llamó a los lobos ―concluyó Emmett, mostrando una
sonrisa enorme―. Apuesto lo que queráis a que Nikoláy, Ruslán y Razvan no se lo
esperaban.
―Seguramente no ―coincidió
Ezequiel―. Desgraciadamente, no puedo ver a Nikoláy, Ruslán y Razvan en mis
sueños, ya que usan su magia para ocultarse, pero estoy seguro de que eso les
pilló por sorpresa. Por eso su guardia se tuvo que tomar tantas prisas en
registrar vuestro hogar.
―Yo tengo una duda
―intervino Alice, levantando la mano como si estuviéramos en una clase.
―Adelante, Alice ―le
exhortó él, cual profesor.
Mi tía nos miró a Jacob y a
mí con cierta precaución, lo cual ya me asustó un poco.
―Ayer dijiste que lo que
andaban buscando era la ecografía del bebé para hacer magia negra con ella
―empezó. Hizo una pequeña pausa en la que miró especialmente a Jake, otra vez
con cautela―. ¿Y si también buscaban una fotografía de Nessie? ―las manos de
Jacob se agarrotaron en mi cintura de nuevo y sentí cómo su corazón saltaba de
su sitio y se aceleraba, nervioso, tapando el sobresalto del mío propio―. ¿Y si
también quieren hacer magia negra con ella? Con eso… evitarían que el bebé…
Dejé de respirar por un
momento y Jake acarició mi espalda.
―Estaban todas las fotos de
Renesmee ―aseguró mi padre, cortando el final de la frase de mi tía para ahorrarnos
el mal trago de tener que oírla.
―¿Cómo lo sabes? ―preguntó
mamá, algo agitada.
―Las he revisado todas,
créeme ―papá acarició su mejilla para tranquilizarla.
―A mí lo que me extraña es
que, en estos tres años, no hayan utilizado su magia negra contra Nessie ―opinó
Jasper―. No quiero alarmar a nadie, pero saben que si ella… fallece ―suavizó,
aunque no sirvió para que las manos de Jake no temblasen ligeramente―, el poder
espiritual de Jacob se vería muy mermado. Es más, saben que Nessie es la razón
de la existencia de Jacob. Eso sin contar que si ella no existiera, el Gran
Lobo ya no podría tener esa descendencia de la que habla la profecía. ¿Por qué
esperaron a que Nessie se quedara en estado y no atacaron mucho antes?
Se hizo un mutismo en el
que los nervios de todos afloraron, sobre todo los de Jacob. Este no dijo nada,
se limitó a esperar la respuesta de Ezequiel, y mi padre hizo lo mismo, solo
que para dejar que el mismo mago se explicase.
―En aquella batalla de hace
tres años contra los Vulturis se vieron muy debilitados ―habló Ezequiel
finalmente―. Saben que no pueden vencer a Jacob fácilmente, es por esta razón
que han estado rearmándose, formando una guardia nueva. Por supuesto, saben que
Jacob es invencible, pero también saben que tiene un punto débil: Nessie ―en
ese momento, mi corazón volvió a saltar―. Sin embargo, creo que existe una
razón por la cual no han actuado contra ella.
Su mirada se dirigió a mí
en primer lugar, pero sus ojos oscilaron después hacia Jacob para mirarle con
prudencia.
―Estoy de acuerdo ―secundó
mi padre, antes de que Ezequiel hablase―. Lo vi en su mente el día de la
batalla ―y sus dientes rechinaron con rabia.
Mamá puso cara de ya saber
a qué se refería papá, señal de que ya debían de haber hablado de esto.
―¿Ver el qué? ―exigió saber
Jake, hablando con nerviosismo evidente―. ¿Cuál es esa razón?
―Nikoláy, Ruslán y Razvan
tienen objetos usados por Nessie. Objetos que ella utilizó en su castillo, como
esos vestidos que Razvan la obligaba a ponerse ―empezó a aclarar Ezequiel.
Ahora fueron las muelas de Jake las que chirriaron con más que rabia,
seguramente al acordarse de lo que Razvan me había hecho, aunque también noté
cierto desasosiego en su respiración―. No obstante, jamás han utilizado nada de
esto para hacerla daño, y la razón es bien poderosa. Eso es porque Razvan no lo
ha permitido. No sé cómo lo consigue ni cuáles son sus argumentos para
retenerles, pero Razvan tiene que ser lo suficientemente poderoso como para
conseguirlo, al menos, por ahora ―Ezequiel enmudeció durante un par de
segundos, en los que observó a Jacob otra vez con precaución. Luego, siguió
hablando en un tono serio―. Es lo que yo creo, y Edward acaba de ratificarlo.
Razvan está enamorado de Nessie.
―La quiere viva porque la
quiere para él ―cayó Emmett, entonando ese pensamiento en voz alta y con
sorpresa.
Rosalie le dio un codazo,
regañándole.
Nadie se atrevió a decir
nada más.
El temblequeo de las manos de
Jacob aumentó y yo froté su brazo para tratar de relajarle, pero no daba el
resultado que esperaba, así que coloqué mi mano en su mejilla.
Tranquilo, cielo, le calmé, acariciando su piel ligeramente.
Pero las pupilas de Jacob
empezaban a mirar al infinito con ira y furia mientras su respiración se
aceleraba por momentos. Sus dedos se clavaron en mi cintura con avidez, diría
que con un reclamo territorial que gritaba a los cuatro vientos que yo
era suya y solo suya.
―Nunca se la llevará. Jamás
―masculló con esa cólera retenida que daba más miedo que si lo hubiera
chillado.
Acogí su rostro entre mis
manos y clavé la mirada en sus preciosos ojos negros.
Jake, mírame, le pedí mentalmente, hablando con una voz tranquila
y dulce.
Sin embargo, Jacob no varió
su conducta.
Mírame, por favor, insistí.
Sus ojos por fin dejaron el
infinito de sus turbulentos pensamientos para obedecerme. En cuanto nuestras
pupilas se encontraron, ese odio que albergaban las suyas desapareció, aunque
todavía quedaba esa furia.
Quiero que te
tranquilices, ¿de acuerdo? Razvan nunca conseguirá nada, aseguré con convicción.
Entonces, le mostré lo que
veía al mirarle. Era a mi Gran Lobo alzándose para protegerme, poderoso,
fuerte, invencible. Le dejé ver lo protegida que me sentía a su lado y lo mucho
que confiaba en él. Era un sentimiento tan certero, no tenía ni un ápice de
dudas. Ponía la mano en el fuego por él, sabía a ciencia cierta que nadie podía
vencerle, ni siquiera los magos más poderosos del mundo.
Jacob tomó una buena
bocanada de aire y asintió. Cuando lo soltó y sus manos dejaron de temblar, le
sonreí y le di un beso en los labios que él correspondió con efusividad. Aunque
cuando dejé su boca libre, Jake se dirigió a mi padre, enfadado.
―Así que sabías que Razvan
también quería llevársela y no me dijiste nada ―le reprochó.
―No estaba seguro ―se
defendió papá―. En aquella batalla de hace tres años vi cierta intencionalidad
en los pensamientos de Razvan, pero solamente era eso, una intención. Eso no
quería decir que fuera a proponérselo de verdad.
Jake se levantó con
delicadeza y me dejó el sitio del sofá a mí.
―Pero ahora parece que ya
lo sabemos, ¿no es así? ―empezó un paseíllo nervioso por el saloncito,
llevándose la mano al pelo―. Parece que está claro que no solo quieren evitar…
el nacimiento de nuestro hijo, sino que, además, pretende llevársela ―el final
de la palabra arrastró un gruñido.
―No lo conseguirá, Jacob
―intentó calmarle mi padre.
Mi chico se paró en seco,
frente a él.
―No, claro que no. Jamás lo
permitiré. Nadie va a volver a separarnos ―aseguró con otro gruñido, mirándole
con una determinación furiosa.
Me levanté del sofá y corrí
junto a él.
―Jake, tranquilízate, por
favor ―le rogué, esta vez en voz alta, volviendo a retener su rostro entre mis
manos para que me mirase―. Da igual lo que intente, el bebé y yo estamos muy
protegidos, no nos pasará nada. Nadie va a separarme de ti, jamás.
Sus ojos se clavaron en los
míos con una resolución y una convicción que llegó incluso a ponerme el vello
de punta.
―Yo siempre te protegeré,
siempre ―afirmó sin dejar de mirarme de ese modo―. Siempre os protegeré ―y su
mano subió hasta mi vientre.
Tuve que acordarme de coger
aire, porque me había quedado sin respiración.
De pronto, el timbre sonó
varias veces, de una forma insistente, urgente, y todos giramos el rostro en
dirección al vestíbulo.
Jacob se despegó de mí y
caminó en grades zancadas hacia la entrada. No fui la única que comenzó a
seguirle. Toda mi familia vino detrás de mí. Cuando mi chico abrió la puerta,
Seth apareció tras ella, con un semblante apurado por las prisas.
―Seth, ¿qué pasa? ―quiso
saber Jake, alarmado.
―Tenemos heridos en el
bosque ―anunció con la voz entrecortada por la carrera y el nerviosismo.
Mi corazón se encogió.
¡Hola a todos! Soy Tamara ^^
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS POR SEGUIR AHÍ Y LEERME!!! ME HACÉIS MUY FELIZ =º)
elsa: espero que no haya sido nada grave, esa causa de fuerza mayor, y me alegro mucho de verte por aquí de nuevo =) Muchas gracias por esas cosas tan bonitas que me pones, en serio, no te imaginas lo que me anima =)
Isabeu: a ti lo mismo, muchas gracias por decirme esas cosas, tú tb me animas mucho =º) ya te imagino en clase con el móvil, jajaja xDD Muchas gracias, de verdad =)
Si es que mis niñas y mis niños son los mejoreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeesss!!!!!!
Lametones lobunos para todos!!!
Hola tamara:
ResponderEliminarWooaauuu... me encanta... simplemente me encanta...siempre me dejas queriendo mas y mas...siempre nos dices que somos los mejores,...pero la verdad es que si nosotros seguimos aqui es ...por que TU realmente eres la MEJOR ...podemos leer otras historias...pasarnos por otros blogs y si hay muy muy buenas historias,...pero ten por seguro que la tuya la tenemos tatuada en nuestro corazon ,...pues siempre,( aparte de estar FABULOSA ,)..te tomas el tiempo de contestarnos y preocuparte por nosotros..y eso realmente se agradece....por eso nos sentimos ...y me atrevo a hablar por los demas que leemos esta MARAVILLOSA historia..realmente muy afortunados de tener una ESCRITORA tan FANTASTICA y decir que es nuestra AMIGA ....asi que por todo eso muchas MUCHAS GRACIAS
elsa
A todos mis amigos un gran saludo y un abrazo , y espero se encuentren bien .
ResponderEliminarelsa
Wow. Que emoción creo que va empezar Una gran batalla y esos magos chiflados van a desaparecer en fin espero el próximo capitulo igual de interesante tal como nos tienes acostumbrados y estoy de acuerdo con Elsa, eres la mejor por el solo hecho de escribir esta fabulosa historia. Suerte y no podrías subir mas capítulos tengo los nervios de punta por saber que sigue y por mas q trato de leer por la noche la adicción es mas grande y empiezo a leer sin falta antes de hacer cualquier otra cosa. Alguien hablo de un maratón, por favor, por favor... solo piensalo (: u_u. Kiara
ResponderEliminarmuy lindo capi apareci...jaaja paso que unas cosas me tuvieron ocupado asi que te contesto aqui x2 me parecio lindo los capi los desencuentros las malipretaciones entre nessie y jacob que pensaba y le preocupaba a nessie que pensaba que jacob no la queria...genial...ya veremos por que de los lobos heridos el jueves el proximo ...ah salu2 a todas mis amigas de la distancia...tamara sos una genia salu2 y segui...
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