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NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").
Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏
CAPITULOS:
PARTE DOS: NUEVA ERA
RENESMEE:
77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78. EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html
79. EN MEDIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-79-en-medio.html
80. LICÁNTROPO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-80-licantropo.html
81: DECISIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-81-decision.html
82. CUMPLEAÑOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-82-cumpleanos.html
83. IRRUPCIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-83-irrupcion.html
84. REENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-84-reencuentro.html
85. GRIPE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-85-gripe.html
86. FALLO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-86-fallo.html
87. GIRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-87-giro.html
88. BUENA Y MALA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-88-buena-y-mala.html
89. FELICITACIONES Y PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-89-felicitaciones-y.html
90. APOYO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-90-apoyo.html
CARTA
Subí las escaleras a toda mecha, atravesé el pasillo del mismo modo y
llegué al baño por los pelos, cerrando de un sonoro portazo. Dejé caer las
rodillas en el suelo a la vez que abría la tapa del váter y acto seguido
comencé a vomitar lo poco que había desayunado, con todas mis ganas.
Cuando por fin terminé de
descargarlo todo, me levanté, tiré de la cisterna, bajé la tapa y me acerqué al
lavabo para enjuagarme la boca y lavarme la cara. Esto ya se había convertido
en un incómodo y desagradable ritual para mí. Hoy hacía justo un mes de mi
embarazo, y ya lo sabía con absoluta certeza, puesto que Carlisle me había
verificado que el test del Predictor no se había equivocado en nada.
Salí del baño y ya vi a
Jacob esperándome. Tenía el trasero apoyado en la barandilla del hueco de la
escalera y las manos en los bolsillos de sus vaqueros cortos. Su rostro
mostraba esa preocupación que ya empezaba a ser habitual cada vez que me veía
en esta situación. Me acerqué a él y le abracé, rodeando su torso con mis
brazos para achucharle. Sus brazos también me abarcaron, apretándome contra su
cuerpo con mimo, y me dio un beso en la cabeza.
―¿Mejor? ―me preguntó,
pasando sus dedos por mi cabello.
―Sí ―ronroneé.
―¿Tienes hambre?
Despegué mi mejilla de su
pecho y alcé el rostro para mirarle.
―Mucha ―admití con una
sonrisa de oreja a oreja.
Jake se rio.
―Pues vamos a desayunar
otra vez ―propuso, separándose de mí para cogerme de la mano.
Caminamos por el pasillo y
bajamos las escaleras para dirigirnos a la cocina. Una vez allí, ya vi lo que
Esme me tenía preparado.
―¿Ya estás mejor, cielo?
―inquirió, sonriendo.
―Sí, mucho mejor ―asentí,
correspondiendo esa sonrisa tan dulce.
Jacob y yo nos sentamos a
la mesa, otra vez, puesto que ya habíamos empezado a desayunar antes. Él había
dejado su desayuno a medias cuando me vio salir disparada hacia el baño, pero
el mío estaba casi entero, solo había probado un par de bocados. Esme me había
preparado unas tortitas que solamente sabía hacer ella y que a mí me
encantaban, y las había añadido a mi desayuno anterior.
―Muchas gracias, abuela ―le
agradecí, animada, cogiendo una de las tortitas para metérmela directamente en
la boca.
―De nada ―sonrió,
complacida.
Y se giró hacia la meseta
para seguir con la limpieza.
Mmm, qué rica estaba… ¡Y
qué hambre tenía! Me la zampé de dos bocados y cogí otra inmediatamente.
―Lo que yo digo, comes como
una fiera hambrienta ―se burló Jacob, metiéndose un bocado de sus huevos
revueltos.
―Ja, ja… ―intenté vocalizar
con ironía, aunque mi boca llena impidió que la entonación saliera como a mí me
hubiese gustado.
―¿Cómo te encuentras hoy?
―me preguntó Rosalie, que entró en la cocina con rapidez.
Apartó una silla y se sentó
a mi lado.
―Bien, muy bien ―le
contesté, cogiendo otra tortita―. A no ser por las náuseas y los vómitos, no me
noto nada diferente ―y me la metí en la boca.
―Me alegro ―sonrió Rose.
Entonces, sacó una revista de no sé dónde y la posó en la mesa, abierta por una
de las páginas―. Mira qué dormitorio de bebé más bonito.
Los ojos de Jake estaban
concentrados en la acción de partir el beicon con el cuchillo y el tenedor,
pero fue oír eso, y se alzaron súbitamente para mirarla con cara de pocos
amigos.
―Ah, sí ―dije, observando
la fotografía.
―¿Lo quieres?
Los cubiertos hicieron un
ruido estridente cuando mi chico dejó caer las manos sobre la mesa y se irguió
del todo.
―Ya te dije que de eso me
encargo yo ―le recordó Jacob, molesto. Por lo visto, ya debían de haber
discutido de esto―. El armario nos sirve, lo voy a empapelar, y el escritorio
se puede quedar ahí. Lo único que me queda es pintar las paredes y hacer la
cuna.
―Pero si no tienes ni idea
de carpintería. A saber qué porquería haces ―chistó mi tía, mirándole con
cierto desprecio.
―¿Ah, no? ¿Y quién te crees
que arregló esta casa? ―resopló él, ahora más enfadado.
―Jake es un manitas ―reconocí, cogiendo otra
tortita.
―Sí, pero una cosa es poner
barandillas y ventanas, y otra muy distinta hacer una cuna ―rebatió ella―. Las
cunas tienen que cumplir unos requisitos para que sean completamente seguras
para el bebé, ¿lo sabías?
―Tranquila, rubita, ya lo
he tenido todo en cuenta para que mi hijo duerma bien seguro ―le respondió Jake
con acidez―. ¿Te crees que no me he informado de cómo se hace una cuna?
―Tal vez te hayas
informado, pero puede que Nessie prefiera una cuna comprada, homologada y
moderna ―declaró Rosalie, alzando la barbilla con orgullo.
―La mía será moderna
―farfulló Jacob.
―La verdad es que me hace
más ilusión que la haga Jake ―admití, mirando a mi tía con cara de no haber
roto nunca un plato mientras me mordía el labio.
El rostro de Jacob se
transformó totalmente. Le dedicó una sonrisita triunfal a Rosalie y esta puso
los ojos en blanco.
―¿Estás segura? ―me
preguntó ella, girando la cabeza para mirarme.
―Sí ―sonreí, asintiendo.
La sonrisa de Jake se
amplió.
―Bueno, pues nada ―suspiró
Rose, cerrando la revista―. Si estás segura, ya le compraré otra cosa al bebé.
―No estarás enfadada, ¿no?
―inquirí, preocupada por si había herido sus sentimientos.
―Claro que no, cielo ―me
sonrió, acariciando mi mejilla con su fría mano. Después, llevó su vista hacia
Jake para mirarle con mala cara―. Es este chucho, que me saca de quicio.
―No sabes cuánto lo siento
―le dijo Jacob con sarcasmo, mostrándole otra sonrisa triunfal.
Rosalie frunció el ceño
todavía más, pero se mordió la lengua y no dijo nada. Jacob volvió a su
desayuno, contento.
Justo en ese momento, Alice
entró en la cocina.
―Veo que ya has terminado
tu primera sesión de vómitos ―manifestó.
Brincó con entusiasmo y se
sentó junto a Jake. Era tan menuda, que su pequeño cuerpo contrastaba mucho con
el enorme corpachón de Jacob.
―Sí ―suspiré.
―¿Quieres que te prepare
algo más, cariño? ―me preguntó Esme cuando vio el plato de tortitas vacío.
―No, gracias. Creo que
seguiré con los huevos y el beicon ―manifesté con una sonrisa.
―De acuerdo ―asintió ella―.
¿Y tú, Jacob? ¿Quieres algo más?
―No, gracias, Esme. Esto
está genial así ―le sonrió él.
Mi chico y yo nos miramos y
nos sonreímos con complicidad. Él estaba pensando lo mismo que yo: esto de que
Esme nos hiciera el desayuno era como estar en un hotel.
―Muy bien ―sonrió Esme,
satisfecha.
―Esta mañana te ha llamado
Helen ―me dijo Alice, que cogió una manzana del frutero para juguetear un poco.
Les había dado la noticia a
mis amigas el mismo día en que mi familia había llegado a casa, hacía dos
semanas, y desde entonces venían a verme todos los días. Sabía que les iba a
gustar y que se iban a alegrar por mí, pero jamás imaginé que se entusiasmaran
tanto. Hasta las gemelas vinieron desde Vancouver ese fin de semana para verme
y todo, y eso que tenían un examen bastante importante.
―¿Esta mañana? ¿A qué hora?
―A las nueve ―reveló ella―.
No te avisé porque me daba pena despertarte. Dormías tan plácidamente.
Jake giró el rostro para
mirarla.
―¿Y cómo sabes tú eso?
¿Acaso entraste en nuestra habitación sin picar ni nada? ―quiso saber, bajando
las cejas.
―Solo eché un vistazo
rápido ―apresuró a defenderse Alice, mirándole con cara de cordero degollado.
―¿Y si hubiéramos estado
ocupados? ―protestó Jake―. ¿Y si yo hubiese estado caminando desnudo por la
habitación?
―Eso último sería más terrorífico
todavía ―murmuró Rosalie, mirando hacia otro lado.
―No te preocupes. No se
escuchaba nada, por eso entré ―alegó Alice.
―Sí, estos días apenas se
oye. Se te acabó la fiesta, chucho ―cuchicheó Rose, soltando una risilla
maléfica con el rostro todavía ladeado.
Jacob entrecerró los ojos y le dedicó una mirada de odio.
―Rosalie ―le regañó Esme.
Genial. Encima también estaba Esme presente, se me había olvidado.
Mi rostro sufrió un baño de sangre repentinamente. Sabía de sobra que
ellos podían escuchar hasta la caída de un alfiler, y sin duda podían oírnos a
nosotros, por muy en silencio que tratásemos de respirar y esas cosas, pero
escucharlo tan directamente me dio una vergüenza terrible. Y eso que con tanto
cambio hormonal tenía mi libido bajo mínimos y lo hacíamos bastante poco…
―¿Dónde están mis padres y
los demás? ―pregunté para cambiar de tema.
―A tu padre, Carlisle, Jazz
y Em les tocaba el turno de mañana para vigilar los bosques con la manada ―me
contestó Alice, que no hacía más que pasarse la manzana de una mano a otra a
una velocidad supersónica―. Y tu madre está fuera, hablando con la otra parte
de los lobos que están en los alrededores, para ver si han visto algo raro. No
tardará más en venir.
―No han visto nada, ya he
hablado yo con ellos ―reveló Jake, cogiendo su vaso de agua para beber―. Sabéis
que me transformo aquí todos los días, ¿para qué demonios ha salido? No hace
falta que salga nadie.
―Quería estar sola y pasear
por First Beach ―nos desveló Rosalie, girando la cara para mirarnos.
―¿Sola? ―repetí, extrañada.
―¿Cómo lo sabes? A mí me
dijo…
―La vi por esta ventana
―declaró mi tía, cortando a Alice―. Se fue directa a la playa, ni siquiera se
dirigió al bosque que nos rodea. Está claro que quería estar sola ―entonces,
bajó la vista―. Ya sabéis que Bella y yo nunca hemos tenido una relación muy
estrecha, pero sé por lo que está pasando perfectamente.
―¿Por lo que está pasando?
―ahora sí que no entendía nada.
Jake también bajó las cejas
con extrañeza. Automáticamente, Esme, Jacob y yo miramos a Alice.
―Ya os he dicho que no
puedo ver el futuro de ninguno de nosotros mientras estemos aquí o esté
relacionado con Jacob y Nessie, así que, ¿cómo iba a saber que iba a pasarle
nada? ―resopló.
Mi tía Rosalie alzó el
rostro para mirarnos de nuevo.
―Creo que está algo afectada
por tu embarazo ―declaró, dirigiéndose a mí.
Me quedé de piedra por un
instante.
―¿Qué dices? ―cuestionó
Jake, hundiendo su ceño un poco más.
―Esta mañana la pillé
mirando la ropa del bebé ―afirmó ella―. No hacía más que observarla y
acariciarla con la mirada perdida.
No me lo podía creer.
―Pero mi madre…
―Bella, al igual que todas
las vampiros, no puede tener hijos. En su caso ya te tiene a ti, pero todos
sabemos que no le dio tiempo a disfrutar y de saborear la maternidad ―explicó,
observándome―. Creciste demasiado deprisa, cuando se dio cuenta, ya eras
adolescente. Esa fue una de las causas de su turbación, ¿recordáis? Además,
también echa de menos La Push, supongo que ahora que puede querría aprovechar
para dar un paseo por la playa.
Se me cayó el alma a los
pies. ¿Sería posible que mi madre estuviera afectada? Porque yo no me había
dado cuenta.
―Pero si ella está muy
feliz por mi embarazo ―murmuré.
―Oh, sí, claro que está feliz,
no me malinterpretes ―me calmó, palmeando el dorso de mi mano―. Una cosa no
quita a la otra. No es por tu embarazo en sí, Bella está muy feliz por vosotros
dos, sino que es por lo que le recuerda ―matizó―. Esto le recuerda que ella
jamás podrá volver a tener hijos, y es una de las cosas que las mujeres vampiro
nos tenemos que plantear alguna vez y que tenemos que afrontar, por eso
seguramente necesitará estar sola y pensar para asumirlo, nada más. Aunque
todos sabemos lo mártir que es Bella y que todo se lo guarda dentro ―terminó,
con cierto aire crítico.
―Eso pega bastante con ella
―suspiró Jacob.
―Hay mujeres vampiro, como
Alice, a las que les da igual esa imposibilidad de tener hijos, ni siquiera se
lo plantean, pero hay otras a las que les afecta más ―siguió explicando Rose.
―¿Quién ha dicho que a mí
me dé igual? ―se quejó Alice.
―¿A ti también te afecta
eso de no poder tener hijos? ―le pregunté.
―Hubo un tiempo en que sí,
lo que pasa es que hace mucho que pasé página y lo asumí ―confesó, muy
tranquila―. Bella lo hará pronto, seguro, ya lo verás. Ya te tiene a ti, y eso
la ayudará mucho.
Aun así, no pude evitar
sentir lástima por mi madre.
―Tendré que hablar con mamá
―suspiré.
Se oyó cómo la puerta de
casa se abría con una llave y, a la vez que esta se cerraba, mamá pasaba a la
cocina. Nadie se hubiese sobresaltado si no fuera por la cara de extrañeza que
traía.
―Os ha llegado una carta
―anunció antes de que a Jake le diese tiempo a formular la pregunta que su boca
ya estaba a punto soltar.
―Ah, trae ―Jacob extendió
la mano―. ¿De quién es? ¿Alguna factura?
Mi madre se obcecó en
observar ese sobre de color crema durante un par de segundos, con ese semblante
extrañado.
―Es de los Vulturis ―habló
finalmente, alzando la vista para mirarle con el mismo rostro―. Estaba en
vuestro buzón, la han mandado por correo desde Volterra.
Mamá estiró su brazo y Jacob
cogió la carta, adoptando el mismo semblante que ella. Todos lo teníamos.
―¿Los… Vulturis? ―repetí,
perpleja.
―¿Qué es lo que quieren?
―inquirió Rosalie, que tampoco acababa de creérselo.
Nuestros ojos se fueron a
Alice.
―Vuelvo a repetir que no
puedo ver nada ―protestó ella.
Sin duda, le molestaba
bastante su situación.
―Vamos a leerla en el salón
―dijo Jacob, levantándose de la silla.
En cuanto él lo hizo, mis
tías y yo le imitamos. Jacob me cogió de la mano y todas las féminas le
seguimos hasta el saloncito.
―Ábrela ya ―le azucé.
Los grandes dedos de Jake
se deslizaron por la abertura del sobre y lo abrió a trompicones, rompiéndolo
un poco.
―En fin, esto no es lo mío
―resopló.
En el interior solamente se
encontraba una hoja del mismo color que el sobre y cuyo tamaño era la mitad de
un folio. Mi chico la sacó con celeridad y la sostuvo entre sus manos para
leerla.
Mis
estimados Jacob y Renesmee,
Ha
llegado a nuestros oídos la grata noticia de la espera de vuestro primer hijo.
Es deseo de mis hermanos y mío enviaros nuestra más sincera enhorabuena, y
esperamos que el nacimiento de ese vástago varón no haga otra cosa más que
afianzar nuestra valiosa alianza.
También nos complacería enormemente aceptaseis un pequeño regalo como símbolo
de la misma. Si tenéis a bien acudir a un encuentro con Jane el 20 de octubre en
el lugar donde nos reunimos por primera vez, ella os entregará ese obsequio.
Tan solo irá acompañada de Felix y Demetri. Os ruego os fiéis de mí, mis
queridos amigos, pues juro por lo más sagrado que lo hago con la mejor de mis
intenciones, y espero que aceptéis nuestro regalo.
Un
cordial saludo.
Aro.
Nuestros párpados tuvieron
que pestañear varias veces.
―¿Qué es esto? ―interrogué,
bajando las cejas con extrañeza.
―No es raro que Aro os
felicite y quiera daros un regalo ―opinó Esme―. En realidad, suele hacerlo con
la gente que él considera más o menos importante, sobre todo cuando hay
intereses de por medio. A ti también te regaló algo, ¿no es así? ―le dijo a mi
madre.
Sí, aquel colgante que
pendía de la cremallera de mi mochila.
―Sí, pero me lo mandó por
correo, no envió a nadie para entregármelo ―declaró mamá, que seguía mirando la
hoja, extrañada.
No era la única. Jacob
todavía observaba la carta, enfrascado.
―Eso es porque no eras el
Gran Lobo ―afirmó Alice.
―No me fío ―manifesté con
contundencia―. Podría ser una trampa o algo así.
Y ante todo no me fiaba de
esa Jane… Solo de pensar en su nombre y de lo que había intentado hace tres
años me hervía la sangre.
―Si fuera hace años, no te
llevaría la contraria, pero hoy por hoy lo dudo ―aseguró Alice, muy segura―. Con
Jacob tienen una alianza muy importante que los Vulturis no deben ni pueden
romper jamás, y eso Aro lo sabe muy bien. Sabe que jamás podría vencer a Jacob,
que no puede terminar con él, ya lo corroboró una vez, así que no le conviene
que ese tratado se rompa. Seguramente esto lo hace para quedar bien y demostrar
que la alianza sigue adelante aunque tengáis un hijo varón.
―Esto no me gusta ni un
pelo ―escupió Jake de repente, apartándose con brusquedad para comenzar a dar
paseos por el salón con la carta en la mano.
Me mordí el labio,
inquieta, al verle así.
―No debéis preocuparos
―intentó calmarle Esme―. Solamente es un acto protocolario para haceros entrega
de un obsequio. Además, no creo que intenten nada, pues saben que eres
invencible.
―No me refiero a eso ―mi
chico se paró en seco para mirarnos con esa mirada profunda e intensa―. ¿Cómo
demonios saben que Nessie está embarazada? Solamente está de un mes, ¿y ya
saben que lo está y que se trata de un niño?
No solo yo me quedé
congelada, todas las demás se quedaron tiesas como estatuas. Jacob reanudó esa
marcha frenética.
―Thiago ―cayó mi madre―. No
sé cómo lo habrán hecho, pero él y su grupo de matones nos habrán visto por los
bosques. Eso les haría sospechar que pasaba algo raro. Y ellos mejor que nadie
saben que Razvan, Nikoláy y Ruslán quieren impedir el nacimiento de cualquier
hijo vuestro.
―Pero ellos no pueden
entrar en ningún bosque de La Push ―le recordé.
―También vigilamos por los
bosques de las afueras ―me reveló ella―. Puede que fuera allí donde nos vieron.
Jacob volvió a pararse para
mirarla.
―¿Y cómo saben que vamos a
tener un varón? ―cuestionó―. Vale, Aro sabe de sobra que si teníamos una niña
sería un semivampiro metamorfo como Nessie y que el embarazo sería tan rápido
como el tuyo. Carlisle le enseñó todos aquellos informes e investigaciones que
hizo con Louis, hace años, cuando secuestraron a Nessie. Pero, ¿cómo diablos saben
que está de un mes? Vosotros lleváis aquí unos quince días, lo mismo que
llevamos vigilando toda la zona.
―No lo sé ―reconoció mamá
con un murmullo, bajando la vista al suelo para buscar respuestas.
―Puede que Thiago tenga
contactos fuera del ámbito de los Vulturis ―declaró Alice―. Estos sí podrían
entrar en La Push, no vulnerarían ningún tratado, y podrían escuchar los
comentarios de la gente, simplemente. Además, saben que yo no puedo ver nada,
puesto que se trata de vosotros.
Mi marido inició sus
paseíllos una vez más.
―Bueno, eso me importa una
mierda ―masculló, apretando los dientes―. Lo importante aquí es que si los
Vulturis lo saben, si ellos se han enterado, esos magos bastardos también.
Puede que tarden en venir, pero cabe la posibilidad de que lo hagan muy pronto.
Tendremos que estar bien preparados.
―Lo más probable es que
esperen un poco más ―intervino Rosalie―. No actuarán hasta que se aseguren de
que el embarazo es avanzado. Los tres primeros meses son los más cruciales,
Nessie podría perderlo ―mi mano se fue automáticamente hacia mi vientre, de la
impresión que me causaron esas palabras, porque solo de pensarlo se me helaba
el alma. Jacob se percató de lo que sentía, ya que se detuvo para fulminarla
con la mirada―, así que no creo que se arriesguen a actuar precipitadamente. Si
esperan a que la gestación esté más avanzada, aumentarán sus expectativas de
éxito.
―¿Y qué hacemos? ―exhalé
con miedo.
Jacob dio dos zancadas y se
colocó frente a mí.
―No te preocupes, todo
saldrá bien, ¿me oyes? ―me calmó, sosteniendo mi rostro entre sus cálidas
manos.
Después, me empujó con
suavidad hacia su pecho, donde mi mejilla se acomodó, y me rodeó con sus
fuertes y protectores brazos. Los míos se ensamblaron a él al instante,
buscando esa confianza y seguridad que solo él me proporcionaba.
―Creo que deberías acudir a
ese encuentro con Jane ―le sugirió Alice a Jacob―. Aparte de recibir ese
regalo, puede que los Vulturis tengan alguna información al respecto ―y sonrió
para tranquilizarme.
―Alice tiene razón ―secundó
Rosalie―. No pierdes nada por ir, y ellos no se atreverán a atacarte. Está el
tratado, pero tampoco querrán jugarse su pellejo.
Jacob lo pensó durante
cerca de un minuto.
―Está bien ―asintió por
fin―. Pero Nessie se vendrá conmigo.
Me despegué de su
confortable y acogedor pecho y le miré a los ojos.
―¿Qué estás diciendo? ―se
opuso Rosalie, frunciendo el ceño―. Es mejor que ella no salga de casa.
Nosotros la protegeremos.
―Es mejor que ella no se
separe de mí ―le corrigió él, también con las cejas arqueadas hacia abajo―. Si
se queda aquí y aparecen esos magos con sus trucos, ¿cómo haréis para
contrarrestarlos, eh? Yo no estaré aquí para ayudaros. En cambio, si está
conmigo no le podrán hacer nada, nadie podrá hacerle nada, así que estará más
segura.
Yo estaba completamente de
acuerdo. No lo dije en voz alta, para no ofender a nadie, pero me sentía mucho
más protegida con él.
―Jake tiene razón ―le apoyó
mamá―. Ezequiel nos ha hecho un hechizo preventivo, pero recordad lo que él nos
dijo.
―Sí, que era como una
vacuna para la mayoría de los hechizos contrarios, pero que no prevenía de
todos ―recordó Alice, suspirando.
―Pues ya está ―concluyó
Jacob, hablando con resolución―. Iré a ese encuentro y Nessie vendrá conmigo y
con parte de mi manada. ¿Qué día es hoy?
―Diecinueve ―le contestó mi
madre―. Según la carta, el encuentro es mañana.
―Bien ―asintió él―. Mañana.
¡Hola a todos! Soy Tamara ^^
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS POR SEGUIR AQUÍ Y PONER ESAS COSAS TAN BONITAS QUE PONÉIS =º) SOIS LOS MEJORES, DE VERDAD =)
Os he dejado unos videos de Taylor cuando estuvo el jueves en España, espero que os gusten ^^ . Falta un trozo en la parte 3, pero no lo encuentro =S , y, bueno, él casi no sale, así que no os perdéis mucho. Si lo encuentro, lo pongo, ¿vale? De todas formas, en youtube seguro que lo encontráis ^^
Sobre si voy a escribir algo más cuando termine esto, pues, bueno, primero creo que me tomaré un pequeño descanso, unas vacaciones xD , y después comenzaré a escribir otro libro, aunque este no será relacionado con la saga de Crepúsculo, sino que será de mi propia cosecha ^^
Muchas gracias a todos, y me alegro de ver que esto es como una gran manada!!!!
Lametones para todos!!!!
hola tamara!!!! el capitulo esta bueno como siempre segui asi. besos y abrasos de argentina
ResponderEliminarYANI.. :)
muy lindo capi que tramaran los vulturis...ya lo veremos bueno si te vas a tomar vacaciones avisanos para que podamos estar pendiente de tu obra,cuando la publiques,....salu2 a todos mis amigas...
ResponderEliminarwowowowow!!!! no habia podido leer los capitulos anteriores porque estaba un poco ocupada con eso del colegio etc.. pero ya los lei y me puse al corriente y guau!! que genial, me picaste! adoro tu forma de escribir me encanta:D ya me entere de que esperan a un hijo varon!:3 me encanta la historia ya quiero saber lo que pasaa publicaa prontoo ;D cuidate y
ResponderEliminarBesos.
HOLLLA TAMARA!!!!!
ResponderEliminarY HOOLLAAA CHICOS Y CHICAS....
estoy de acuerdo con Andrés que rayos estarán tramando los Volturis para molestar otra vez bueno bueno no lo se pero lo que estoy segura es que nos impactara como siempre nos hace esta historia de Tamara..
Y si tienes todo el derecho de tomarte una merecidas vacaciones....pero no te nos pierdas por mucho tiempo porfa te extrañariamos un monton....creo que deberiamos intercambiar face, o mail .. es mi pensar que piensan amigos y amigas a la distancia...porfa avisenme si estan deacuerdo...no quisiera que perdieramos contacto...saludos para toodoossss....un gran abrazo...:)
Hola jacob&nessie: siempre igual de bueno el capitulo ...vamos a ver que traman ..., nos leemos el martes ...
ResponderEliminary espero que todavia tardes en terminar este FABULOSO libro ....pues como te e dicho es adictivo y soy egoista ... quisiera seguir disfrutandolo por un tiempo mas...pero de todos modos lo que escribas ten por seguro que te seguire pues me gusta como lo haces
gracias
elsa
un saludo y un abrazo a todos ,ini narvel cuando gustes intercambiamos mail
Hola Tamara :DDDD Soy Cami^^, Muy bueno el capitulo, voy a segir leyendo, practicamente me paso todo el dia leyendo tus libros ya que estoy en vacaciones (Soy de uruguay :DDD) Me encantan^^
ResponderEliminarUna pregunta, cuando termines tu siguiente libro, ese de tu propia cosecha, Lo subiras al blog??? Me encantaria leerlo, me facinas, eres una gran escritora, muchos lametones!!!!!