Imagen

Imagen
PINCHA SOBRE LA IMAGEN SUPERIOR para acceder a los CAPÍTULOS de la saga DESPERTAR

Seguidores

Translate

sábado, 13 de agosto de 2011

NUEVA ERA. CAPITULO 69: ¡¿QUÉ?! ¡ESTO ES IMPOSIBLE, IMPOSIBLE!



TODOS LOS CAPITULOS ESTAN REGISTRADOS EN SAVECREATIVE PARA EVITAR PLAGIOS


NO DUDEIS EN DEJAR VUESTROS COMENTARIOS, PREGUNTAS, ETC, YO CONTESTARE A TODO GUSTOSAMENTE ^^




NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA. PROFECÍA")
Para leer este fic, primero tienes que leer "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, y "Nueva Era I. Profecía". Si no, no te enterarás de nada 😉


CAPITULOS:

PARTE UNO: COMIENZO:

RENESMEE:


JACOB:

57. ESTO ES EL HOTEL DE LOS HORRORES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-57-esto-es-el-hotel.html
58. NO TE IMAGINAS LO DESESPERANTE QUE ES LA ESPERA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-58-no-te-imaginas-lo.html
59. SÍ, VALE, NO SÉ DE QUÉ ME ASUSTO YA, PERO ES QUE ESTO ES DEMASIADO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-59-si-vale-no-se-de.html
60. ESTÁ MÁS QUE CANTADO LO QUE VA A PASAR AQUÍ: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-60-esta-mas-que.html
61. ¡NO, MALDITA SEA! ¡NESSIE, NO VAYAS!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-61-no-maldita-sea.html
62. HONOR (PARÉNTESIS RENESMEE): http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-62-honor-parentesis.html
63. CUANDO CREÍAS QUE YA NO IBA A PASAR NADA PERO, VA Y SUCEDE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-63-cuando-creias-que.html
64. ¡JA! ¡CHUPAOS ESA!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-64-ja-chupaos-esa.html
65. ¡ASÍ QUE ESTO ES LO QUE QUERÍAS, ARO!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-65-asi-que-esto-es.html
66. SI TENGO QUE ELEGIR UN ÚLTIMO DESEO, LO TENGO MUY CLARO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-66-si-tengo-que.html
67. TIC, TAC, TIC, TAC. EL MOMENTO DE LA BATALLA FINAL SE ACERCA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-67-tic-tac-tic-tac.html
68. COMO SIEMPRE, TODO EL PESO RECAE SOBRE MIS HOMBROS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-68-como-siempre-todo.html


¡¿QUÉ?! ¡ESTO ES IMPOSIBLE, IMPOSIBLE!


¿Cambiar de fase, o no cambiar de fase? ¿Aceptar un tratado, o no aceptar un tratado? ¡Arg, mierda! Mis sesos no hacían más que repetir estas estúpidas preguntas una y otra vez.
No, no, yo no quería tratados con esos fósiles decrépitos, maldita sea. Además, no lo entendía. ¿Primero querían aniquilarnos a todos y ahora se iban a conformar con un tratado? Esto era más que raro.
Sabía que Doc lo estaba haciendo con toda su buena intención, que seguramente era una última y desesperada salida a la vista, pero es que esto apestaba por todas partes.
Entonces, me quedé de piedra cuando me fijé en las almas colgantes de los gigantes. Todas ellas me estaban haciendo negaciones con sus cabezas etéreas, con unos rostros que seguían siendo desfigurados por ese profundo dolor y esa agonía que tenían que estar sintiendo. No me lo podía creer. Las almas de esos hombres y mujeres que seguían luchando por seguir en este mundo me estaban avisando de que no lo hiciera, de que no me transformase. Pero, ¿por qué? ¿Por qué me avisaban? ¿Acaso estaban de nuestra parte? Y si era así, ¿por qué lo estaban? ¿Es que creían que podíamos ayudarles?
Ese viejo chiflado seguía esperando mi respuesta con un semblante serio y expectante, casi diría que exigente.
Miré a Edward por el rabillo del ojo y él correspondió mi mirada del mismo modo. No pudo decirme nada, claro, pero su cara lo decía todo. Y era un no rotundo. A Aro no podía verle la mente, por culpa de la dichosa escafandra de Varick, pero con la momia canosa y el adormilado era otro cantar. El dormido debía de tener la cabeza casi hueca, pero la mente de Cayo tenía que estar gritando lo que ese medallón iba a hacerme si yo cambiaba de fase y adoptaba mi vulnerable forma humana. Sí, claro, que iba a ser tan tonto como para caer en esa trampa. Ni hablar.
Estaba claro como el agua: estos no querían tratos.
Edward confirmó mis pensamientos con un ligero asentimiento de cabeza.
¿Vosotros qué decís?, les pregunté a mis hermanos de manada.
Yo digo que vayamos a por ellos ya, opinó Paul, hundiendo sus pezuñas en la tierra una y otra vez, con ansiedad.
Diablos, acabemos con ellos de una maldita vez, Jake, dijo Leah.
Tú eres mucho más poderoso que ese ridículo medallón, afirmó Seth muy seguro.
Sí, tío, podemos ganarles, siguió Embry.
Las almas de esos gigantes te están avisando, por algo será, manifestó Isaac. Los espíritus nunca mienten.
¡Venga, vayamos a por esos vejestorios ya!, exclamó Quil, erizando la pelambrera de su lomo.
¡Estoy de acuerdo!, apoyó Cheran.
Yo me muero por luchar, declaró Shubael.
Estamos contigo a muerte, lo sabes, ratificó Sam, hablando con ese tono de honorabilidad suyo.
La agitación y excitación de mi manada se hizo más que evidente. Eso provocó que la guardia Vulturis ya se pusiese algo alerta y que el semblante momificado de Aro se volviera más sobrio, así como el de la momia canosa.
¿Tú qué dices, Nessie?, le pregunté; su opinión era la que más me importaba.
Mi chica frunció los labios mientras observaba la situación.
Por una parte ese tratado estaría bien, quiero decir, que si ellos se comprometieran de verdad, si fueran de fiar, todo se solucionaría, habló finalmente. Pero tienes razón. El problema es que ellos no tienen pensado aceptar ningún tratado; y no son de fiar, las almas de esos gigantes ya lo dicen todo. Creo que aprovecharían esto para tenderte una trampa, Nessie giró su rostro hacia mí y me miró a los ojos con convicción. Hagas lo que hagas, yo te apoyo al cien por cien, lo sabes. Pero creo que debemos luchar. Sé que podemos ganarles. Como dijo Seth, tú eres más poderoso que ese medallón, eres el Gran Lobo, y confío plenamente en ti y en tu poder espiritual.
Mis pupilas se quedaron fijas en sus preciosos ojos durante un instante. Dios, me hubiera lanzado a sus labios para arrearle un buen beso si no fuera porque estaba en mi forma lobuna.
―Estoy con ella ―murmuró Edward, que no le quitaba ojo al panorama que teníamos delante.
Mi cabeza se fue al frente.
Bien, lucharemos, decidí.
Toda mi manada aprobó mi decisión, lanzando unos aullidos al cielo. Eso hizo que no hiciera falta que Edward tradujese nada. A ese viejo decrépito se le escapó un ligero elevamiento de su asqueroso labio. Maldito hipócrita. Eso ratificó todos nuestros pensamientos.
No pude evitarlo. Me incliné hacia delante, le enseñé toda mi dentadura y proferí un rugido que retumbó en todas partes, clamando a los cuatro vientos que habíamos venido aquí a luchar.
¡Así se hace, Jake!, clamó Shubael, eufórico.
―¿Lo ves? ―le dijo ese loco de Aro a Carlisle―. No quiere tratado alguno.
Doc suspiró con resignación.
¡Pues claro que no!, rugí de nuevo.
―Entonces esto solo tiene una solución ―declaró Cayo, levantando la comisura de su boca también con una satisfacción que me ponía del hígado.
―La guerra ―concluyó Aro, bajando el tono de su voz hasta que se volvió extremadamente sombrío.
―Que así sea ―añadió el primero.
Y, de pronto, cómo no, todo estalló.
Todos nos agazapamos y nos quedamos en posición de ataque. Como habíamos previsto, el medallón empezó su trabajo, aunque Bella y yo no esperamos más, por supuesto, era nuestro turno. Ella desplegó su escudo por delante de nosotros y yo expandí mi círculo de luz brillante, cubriéndonos a todos también.
El espeluznante ojo de ese maldito medallón se entrecerró, clavándome esa mirada de odio aún más si cabe, y escupió un rayo de color púrpura que salió despedido hacia mí con virulencia.
Ese balazo atravesó el escudo de mi amiga sin problemas, pero con mi círculo de luz brillante era otro cantar. El rayo chocó con mi barrera protectora, aunque, para mi asombro, no se destruyó al contacto con la misma, sino que la energía que formaba el rayo se repartió alrededor de mi burbuja, envolviéndola. En un maldito abrir y cerrar de ojos mi círculo de luz brillante estaba cubierto por un manto púrpura que chisporroteaba por todas partes.
El semblante del Vulturis tarado mostró su complacencia sin tapujo alguno. Asquerosa momia decrépita. Él no veía nada de esto, claro, pero creo que el medallón debía de dejar que lo percibiese de alguna otra manera.
No lo dudé ni un instante. Calenté la membrana de mi burbuja brillante y en un latido de corazón pasó del color dorado al rojo fuego. Esa tela púrpura se abrasó en cuanto mi barrera hizo esto, y se desintegró al instante.
―¡Genial, Jake! ―alabó mi chica en voz alta.
El repugnante labio de Aro bajó en picado. El ojo del medallón casi se cierra del todo cuando vio lo que yo acababa de hacer. No le gustó nada de nada perder este tanto.
Bella miró de reojo, sin comprender, aunque no fue la única. El resto de los Cullen, Ryam y Helen hicieron lo mismo.
―Jacob acaba de destruir uno de los ataques del medallón ―explicó Edward.
Ahora me toca a mí, declaré.
¡Dale caña!, azuzó Embry.
Antes de que ese dichoso medallón me lanzara otra pedrada más, creé un segundo círculo, el cual cubrió a mi barrera destructora de fuego. Este segundo volvía a ser dorado y brillante. Vale, hora de usar mi hula hoop. Lo estiré con facilidad y formé una elipse que, sin pensárselo dos veces, salió disparada en dirección a Aro. La sujeté por el centro y la empujé con más fuerza, por si así llegaba primero a ese viejo decrépito.
Sin embargo, mi elipse no llegó muy lejos. Como había pasado con la rubia canija, mi poder espiritual se estampó de bruces con algo invisible y también se repartió a su alrededor, igual que si de un cortafuegos se tratase.
¡Mierda!, protestó Paul.
¡Maldita sea! ¡¿Qué mierda era esa con la que chocaba?! No se veía ninguna barrera.
Ese escalofriante ojo seguía mirándome con inquina, el muy…
―El ataque de Jacob no ha surtido el efecto que esperábamos ―anunció Edward para el resto.
Genial. Como tuviera locutor todo el tiempo, esto iba a ser todo un coñazo.
―Maldición… ―masculló Emmett por lo bajo, apretando los dientes.
Aro sonrió. ¡Arg! ¡Maldito chupasangres decrépito!
Estaba muy cabreado, la verdad, así que me dejé llevar un poco y dividí esa elipse en dos. Como había hecho con la primera, las sujeté por el núcleo, y comencé a dar bandazos con ellas a diestro y siniestro. Todavía no las manejaba muy bien, pero algún que otro golpe conseguía llegar a mi objetivo, solo que chocaba con esa estúpida barrera invisible o lo que diablos fuera y no pasaba de ahí. ¡Mierda, mierda!
El medallón no me dio cuartel. Esta vez la pupila de ese repulsivo ojo escarlata soltó un chorro de energía negra que se dirigió a nosotros con una saña que te ponía los pelos de punta. Y, ay, madre, era negra, negrísima, ese cañonazo azabache venía a toda pastilla.
Ninguno de mis lobos gritó, pero todos se quedaron inmóviles, a la espera de ver lo que iba a suceder ahora, y los dedos de Nessie se aferraron a mi pelambrera con más fuerza.
―¡El ataque se dirige hacia aquí! ―comunicó Edward, casi atropellando las palabras.
El resto de los Cullen y nuestros gigantes apretaron las dentaduras y se agazaparon como acto reflejo, mientras que los miembros de la guardia Vulturis, ese chiflado de Aro y la momia canosa sonreían abiertamente.
¡Y una mierda!, grité yo, enfadado.
Puede que ese cañonazo se deshiciera con mi barrera de fuego, pero prefería no jugármela. Uní mis dos elipses en una y, manejándola desde el centro, la lancé contra ese torpedo negro. Bueno, vale, mi elipse resbaló un momento, pero enseguida conseguí domarla. La empujé con rabia y esta pegó un acelerón.
Mi elipse dorada chocó contra ese cañonazo de magia negra, interceptándolo, y esta salió despedida en otra dirección.
―¡Lo ha interceptado! ―exclamó Edward, visiblemente aliviado.
Cretino. Luego decía que confiaba en mí. Ya.
El fósil de canas y Aro rechinaron los dientes a la vez, y el adormilado, bueno, ya sabes, a lo suyo.
―¡Estupendo, Jake! ―clamó Emmett, cerrando los puños para levantarlos con alegría.
Idiota. Parecía que estuviese viendo un partido en la tele.
―¡Genial, genial! ―alabó Nessie, abalanzándose sobre mi costado para abrazarme y darme un beso en mi peluda cara.
Esto ya me gustaba más…
¡Eres un crack, tío!, rio Jared.
Bueno, bueno, no os emocionéis, que aquí viene otra vez, les advertí al ver cómo la energía negra venía a por nosotros de nuevo.
Mi chica me soltó, para mi desgracia, dejándome más libertad, aunque su mano se volvió a enganchar a mi pelaje.
Como si de un jugador de tenis torpe me tratase, le di otro raquetazo a mi elipse, mandándola a por el chorro azabache. Esta se estrelló contra esa magia negra una vez más, pero en esta ocasión el chorro no se dejó vencer, sino que comenzó una lucha particular contra ella.
¡Buf, mierda!
El chorro azabache embestía a mi elipse una y otra vez con golpes fuertes y contundentes, así que yo tuve que arreglármelas para contrarrestarlos, golpeándolo también. Sujetaba a mi elipse desde su núcleo, pero aun así no creas que era fácil manejarla, en serio, se resbalaba con mucha facilidad, y de tanto en cuanto tenía que interponer mi elipse precipitadamente, con urgencia.
Ahora parecía un espadachín novato. Guay.
El momificado semblante de ese muerto viviente de Aro se mantenía serio, expectante. Esa sanguijuela vieja estaba esperando el momento en que su medallón me diera un golpe certero. Maldito… Pues iba a tener que esperar mucho, porque no tenía pensado dejarme ganar.
Todo nuestro bando estaba en tensión. Todos, menos Nessie. Ella también permanecía inmóvil, como el resto, pero con un matiz distinto. Nessie estaba esperando con ganas y confianza el momento en que mi elipse hiriera de muerte a ese asqueroso chorro negro. Eso me subió la moral hasta el cielo y me llenó de una determinación nueva. Ella confiaba ciegamente en mí y yo no pensaba defraudarla. Mi ángel, mi dulce ángel.
Justo en ese momento, Aro levantó su tísica mano. Entonces le llegó el turno a Bella. Los diferentes miembros de la chusma que conformaban la guardia de los Vulturis comenzaron a utilizar sus estúpidos dones. ¡Ja! Como si así pudiesen hacer algo. Los rayos de los Pitufos y la neblina de Chelsea se estamparon contra la fina y elástica capa de acero líquido del escudo de Bella y no pudieron pasar de ahí. No sabía por qué ese imbécil de Aro se empeñaba en usarlos, sabiendo que Bella estaba preparada, pero, en fin, supongo que tenía que intentarlo.
Edward miró a su mujer con orgullo, pero también con una adoración que me recordaba a la forma en la que me observaba Nessie a mí. En cambio, la Pitufina entrecerró los ojos para clavarle una mirada de odio a Bella, tal era así, que su vaho azulado por ese temor que trae el respeto al enemigo se volvió rojo de repente.
¡Uf, me hirvió la sangre!
No pude evitarlo. Mientras seguía luchando con el chorro negro, me incliné hacia delante y le dediqué un potente rugido. Enana estúpida. No me gustaba nada que mirase a Bella de esa forma. La rubia canija desvió su mirada hacia mí de forma súbita y sorprendida, y su asqueroso vaho pasó a ser azul del todo.
Muy bien hecho, Jake, aprobó Nessie.
Los hermanos Pitufos y esa Chelsea cesaron en sus inútiles ataques al ver que estos no tenían nada que hacer contra el indestructible escudo de mi amiga.
Eso hizo que me fijara en ese bastardo de Zhou. El muy cretino sonrió bajo su capucha, amparado por toda la compañía que tenía a su alrededor, claro, el muy cobarde, y se atrevió a transformar su asqueroso semblante en el de Nessie, sosteniendo esa sonrisa arrogante que no casaba nada con el hermoso rostro que imitaba.
Imbécil. ¿Qué era, el bufón de la corte o algo así? Recordé su actuación durante el secuestro de mi chica hacía dos años. Maldito gusano. En cuanto terminase con este medallón, al primero que iba a ventilar sería a él.
¡No te distraigas, Jake! ¡Eso es lo que quieren!, me advirtió Sam.
Tenía razón. Así que, aunque me costó lo mío, pasé de ese bastardo y me concentré en esa pelea que me traía entre manos.
¡Arg! Esto era estresante, y, encima, mi elipse se me hacía pesada, en serio, cada vez pesaba más, era realmente difícil de manejar.
De pronto, el chorro azabache aprovechó mi cansancio y, con un velocísimo quiebro, esquivó mi elipse para lanzarse a por mí como si de un meteorito se tratase.
¡Cuidado, Jake!, gritó Nessie mentalmente.
Pero ya no me dio tiempo a reaccionar. Ante mis atónitos ojos vi cómo ese cometa negro atravesaba el escudo de Bella, se estampaba contra mi barrera de fuego y, sin sufrir daño alguno, conseguía traspasarlo un poco, tocándome parcialmente. El golpe que sentí hizo que dejase de erigir mi elipse.
No podía creerlo. No llegó a internarse del todo dentro de mi círculo de fuego, pero consiguió hacerle una pequeña fisura, suficiente para que las chispas negras que lograron traspasarla me alcanzaran y me dieran en el pecho, empujándome con potencia hacia atrás y haciendo que mi costado terminase en el suelo, arrastrándome varios metros.
―¡NOOO! ―chilló mi chica, esta vez en voz alta, horrorizada.
―¡JAKE! ―gritó Bella, del mismo modo.
¡Nooo!, gritó mi manada al unísono.
¡Malditos chupasangres!, rugió Paul, ya echándose hacia delante para saltar sobre ellos.
¡Quieto!, le ordené, ya incorporándome.
Sus patas se quedaron clavadas en el suelo, presas de esos alambres que mi voz de Alfa les ponía.
Nessie corrió hacia mí, asustada.
―¡Jake, ¿estás bien?! ―quiso saber, mirándome entre la pelambrera de mi pecho.
El dolor se me había clavado en el corazón, como una quemazón horripilante, pero no pasó de ahí, afortunadamente.
Sí, estoy bien, le calmé, ya avanzando al frente, junto a ella.
―Está bien ―le comunicó Edward a Bella, y, de paso, para el resto.
Vi la expresión aliviada de Rosalie. Vaya, mira tú por dónde la Barbie se preocupaba por mí, ¿qué te parece?
Gracias a Dios, mi barrera se había regenerado con rapidez y ya no había fisura, aunque, que ese chorro lo hubiera podido traspasar un poco me dejó frío. Lo sabía. Ese medallón era extremadamente peligroso, muy poderoso, solo había que ver esa maldad y crueldad que emanaban de él.
Esos viejos decrépitos de Aro y Cayo, más toda la chusma que les acompañaba, excepto los hipnotizados, el adormilado, que seguía soñando, y los gigantes, sonreían con una satisfacción maléfica. Malditos…
Tú eres más fuerte, aseguró Nessie con esa confianza que me llenaba de oxígeno otra vez, solo que todavía no sabes usar bien tu poder.
¡Sí, ánimo, Jake! ¡Tú puedes!, exclamó Seth.
Iba a contestarles, sin embargo, ya no me dio tiempo a más.
¡Cuidado!, me avisó Leah.
Cuando me di cuenta, ese chorro negro se dirigía hacia nosotros de nuevo, traspasando el aire con furia. Pero, para mi asombro, esta vez no chocó contra mi barrera ardiente, sino que la envolvió de nuevo, como si de un pulpo con una presa se tratase.
¡¿Qué está haciendo?!, inquirió Embry ansiosamente al ver lo que esa tela negra estaba haciendo sobre nosotros.
Sí, nos quedamos de piedra. El mantón azabache comenzó a hacer unos movimientos muy raros sobre mi barrera, bombeando una y otra vez, y, entonces, mi círculo de fuego pasó a ser brillante.
¡¿Qué mierda pasa?!, gruñí, intentando calentarlo de nuevo para que se volviera ardiente y rojo otra vez.
Pero, ¡maldita sea! No había manera, ¡no había manera!
―¡¿Qué está pasando, Edward?! ―quiso saber Bella al ver nuestro evidente nerviosismo.
Pero él no podía ni contestarle.
Empecé a sentirme extraño, mareado, incluso un poco débil, pero yo no me amilané. Seguí intentando calentar mi círculo para terminar con esa asquerosa tela de una vez por todas. Lo que pasa es que no conseguía calentarla y, para colmo, cada vez me mareaba más, ¡maldición!
Usé todo lo que pude de mis fuerzas y comencé a erigir otro círculo para crear mi elipse.
―¡No, espera! ¡No hagas eso! ¡Está absorbiendo tu poder espiritual! ―me advirtió Edward con frenetismo.
¡¿Qué?!, pregunté, perplejo.
¡Eso es imposible!, afirmó Sam.
Retiré lo poco que había empezado de erigir de mi segundo círculo, pero ya fue demasiado tarde para más.
De repente, mi barrera, mi círculo de luz brillante, desapareció.

6 comentarios:

  1. ¡Hola a todos! Soy JACOB&NESSIE ^^

    MUCHAS GRACIAS A TODOS POR SEGUIR AQUI AL PIE DEL CAÑON!!!! SOIS LOS MEJORES!!!

    No os preocupeis, ya veremos que pasa ;) Mañana sera el ultimo dia que pondre un capi al dia, asi que el siguiente capi sera el martes, ¿vale? =( Si, se me han terminado los capis =( , asi que ahora tendreis que esperar a martes, jueves y sabados, lo siento mucho =º( Espero que seais buenos conmigo y no os enojeis mucho xD

    Lametones para todos!!!!

    ResponderEliminar
  2. Estupendo el capitulo!!! Estoy deseando ver lo que pasa mañana.
    besos

    ResponderEliminar
  3. gracias el mejor maañana el proximo...

    ResponderEliminar
  4. NOOOOOO que rayos pasó como perdio jake sus poderes ....... ya quiero leer mañana.....y de aqui esperar Martes, jueves, sabados

    ResponderEliminar
  5. Bueniiiiiisiiiiiimo......me quedo en shock....
    gracias
    elsa

    ResponderEliminar
  6. noooooo pero comooo aa!! que emocionante estuvo el capitulo super genial!!:D me estaba mordiendo las uñas del nerviosismo.
    Ya quiero saber lo que pasara estoy atonita! me encanto
    Besos.

    ResponderEliminar