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jueves, 25 de agosto de 2011

NUEVA ERA. CAPITULO 75: NO HAY NADA COMO ESTAR EN CASA CON TU CHICA



ESTE CAPÍTULO ESTÁ DEDICADO A CATHY
CON TODO MI CARIÑO.

TODOS LOS CAPITULOS ESTAN REGISTRADOS EN SAVECREATIVE PARA EVITAR PLAGIOS



NO DUDEIS EN DEJAR VUESTROS COMENTARIOS, PREGUNTAS, ETC, YO CONTESTARE A TODO GUSTOSAMENTE ^^




NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA. PROFECÍA")
Para leer este fic, primero tienes que leer "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, y "Nueva Era I. Profecía". Si no, no te enterarás de nada 😉


CAPITULOS:

PARTE UNO: COMIENZO:

RENESMEE:


JACOB:

57. ESTO ES EL HOTEL DE LOS HORRORES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-57-esto-es-el-hotel.html
58. NO TE IMAGINAS LO DESESPERANTE QUE ES LA ESPERA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-58-no-te-imaginas-lo.html
59. SÍ, VALE, NO SÉ DE QUÉ ME ASUSTO YA, PERO ES QUE ESTO ES DEMASIADO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-59-si-vale-no-se-de.html
60. ESTÁ MÁS QUE CANTADO LO QUE VA A PASAR AQUÍ: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-60-esta-mas-que.html
61. ¡NO, MALDITA SEA! ¡NESSIE, NO VAYAS!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-61-no-maldita-sea.html
62. HONOR (PARÉNTESIS RENESMEE): http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-62-honor-parentesis.html
63. CUANDO CREÍAS QUE YA NO IBA A PASAR NADA PERO, VA Y SUCEDE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-63-cuando-creias-que.html
64. ¡JA! ¡CHUPAOS ESA!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-64-ja-chupaos-esa.html
65. ¡ASÍ QUE ESTO ES LO QUE QUERÍAS, ARO!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-65-asi-que-esto-es.html
66. SI TENGO QUE ELEGIR UN ÚLTIMO DESEO, LO TENGO MUY CLARO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-66-si-tengo-que.html
67. TIC, TAC, TIC, TAC. EL MOMENTO DE LA BATALLA FINAL SE ACERCA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-67-tic-tac-tic-tac.html
68. COMO SIEMPRE, TODO EL PESO RECAE SOBRE MIS HOMBROS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-68-como-siempre-todo.html
69. ¡¿QUÉ?! ¡ESTO ES IMPOSIBLE, IMPOSIBLE!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-69-que-esto-es.html
70. CUANDO UNO NO TIENE CONFIANZA EN SÍ MISMO, PASA LO QUE PASA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-70-cuando-uno-no.html
71. SI ANTES ERA UN ÁNGEL, AHORA NI TE CUENTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-71-si-antes-era-un.html
72. ESTO DE SER EL GRAN LOBO ES LA CAÑA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-72-esto-de-ser-el.html
73. ¡¿PERO QUÉ ME ESTABAN DICIENDO?! ¡¿SE HABÍAN VUELTO LOCOS O QUÉ?!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-73-pero-que-me.html
74. ¡ARG, MENUDO ASCO! ¡NO ME GUSTA, NO ME GUSTA!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-74-arg-menudo-asco.html


NO HAY NADA COMO ESTAR EN CASA CON TU CHICA


Lo primero que hice al llegar a casa fue pegar un pequeño portazo. Todavía tenía el cabreo bien metido en el cuerpo. Aunque en cuanto miré a Nessie y vi nuestro hogar, me tranquilicé un poco.
Sí, esta era la parte buena de todo esto. Por fin estábamos en casa, ella y yo juntos, solos, sin guerras, a salvo. Bueno, vale, eso era lo más importante, pero no quitaba para que mis sesos todavía estuvieran enredados con esa nube negra.
Esos viejos decrépitos habían tenido la gentileza de ordenarle a un par de chupasangres de su guardia que nos trajera a casa en uno de sus aviones privados, eso sí, para demostrar que iban a seguir ese dichoso tratado nos habían dejado a las afueras de Forks. Después tuvimos que venir a cuatro patas, corriendo por los bosques. Los Cullen se habían marchado por su lado, a su antigua casa, y Ryam y Helen se desviaron hacia las suyas, no me digas por dónde, y se perdieron entre el boscaje en su forma de gigantes, amarraditos de la mano. Vaya dos.
Cheran ya estaba mejor, pero había sido llevado a casa por Shubael e Isaac, que se habían transformado para poder ayudarle a caminar. Tuvo suerte. Su viejo, Joe, estaba al corriente de todo, ya que a Cheran le había pasado igual que a mí y su primera transformación había tenido lugar delante de él. Casi le da un infarto, pero cuando el Consejo se lo explicó todo, se sintió muy orgulloso de su hijo. Por eso su restaurante se llamaba Wolf, ese que Nessie y yo ya habíamos hecho casi nuestro, también.
Ryam estaba muy contento. Los otros gigantes habían dejado de serlo y habían sido rescatados por los servicios de emergencia de un pueblo cercano a Volterra. Habían sido avisados con una extraña llamada anónima que les había chivado las coordenadas exactas de su paradero. Esas personas se encontraban sanas y salvas, y habían tenido la suerte de no acordarse absolutamente de nada, por lo que los Vulturis no iban a tomar ningún tipo de medida, aunque yo tampoco se lo hubiera permitido, claro.
En el tratado también se había añadido que esas momias ni nadie de su chuma podía entrar en zona Cullen, es decir, allí donde residieran estos, pero, además, Ryam y Helen también habían quedado protegidos, ya que se había sumado una especie de cláusula o algo así que decía que ellos se libraban de cualquier persecución por parte de esas sanguijuelas.
Todos mis hermanos habían corrido hacia sus casas. Los imprimados ya estaban que se subían por las paredes para ver a sus chicas, y los que no lo estaban también se morían por llegar a sus respectivos hogares. Algunos, como Embry, estaban temblando por la reacción de sus familias, pero, en fin, aun así, tenían muchas ganas de volver a casa, aunque supuse que este volaría primero para ver a Mercedes.
Conclusión: todo había quedado arreglado y en orden, menos mi cerebro, que seguía igual de destartalado y rabiado.
Me quedé quieto en mitad del vestíbulo, mordiéndome el labio mientras miraba a ninguna parte con los brazos en jarra, carcomiéndome por dentro.
―¿Estás bien? ―me preguntó Nessie, acercándose a mí, preocupada.
Genial. Lo último que quería ahora era que ella se angustiase por mí. Ya habíamos tenido bastante.
―Sí, no te preocupes ―medio sonreí, y le di un beso corto―. Voy a darme una ducha, ¿vale?
―Vale ―asintió, aunque no pareció quedarse muy conforme con mi respuesta.
Me di la vuelta y mis pies descalzos subieron las escaleras con un paso cadencioso. Atravesé el vestíbulo de arriba, el pequeño pasillo y enseguida llegué al baño. No tardé nada en meterme en la ducha, solamente tuve que quitarme los raídos y sucios pantalones, los cuales metí directamente en la lavadora.
Cerré la mampara y abrí el grifo. El agua salió fría al principio, pero pasó a ser caliente en un momento. Puaj, estaba hecho polvo, la verdad, por todo. Por el cansancio acumulado, sin duda, pero sobre todo por esa mierda de tratado que había tenido que firmar con esos vejestorios decrépitos. ¡Arg! No me hacía ni pizca de gracia.
Suspiré. Apoyé las manos en los azulejos de la pared, inclinándome hacia delante, y llevé mi coronilla y mi espalda bajo el agua para que se mojasen, dejando que mi mente por fin volase sola y con libertad, a ver si así me relajaba un poco.
Mis pies estaban llenos de tierra y hierbajos. Me quedé mirando como un tonto cómo el agua que chorreaba de mi cuerpo se llevaba esa suciedad por delante, encaminándola hacia el desagüe.
De pronto, escuché el ruido de la mampara abriéndose y regresé al planeta Tierra. Estaba tan inmerso en mi mundo, que no me había dado ni cuenta de que había entrado por la puerta del baño. Nessie cerró la mampara y, antes de que me diese tiempo a girarme para mirarla, ella rodeó mi cuerpo por detrás y me dio un apretado y reconfortante abrazo. Mi estómago fue invadido por ese hormigueo alocado de siempre al instante.
Estaba desnuda, pero no le habría dado tiempo a desnudarse aquí sin que yo me percatase, por lo que seguro que ya había entrado en el cuarto de baño sin ropa. Sus cálidos senos se espachurraban en mi espalda, así como su mejilla, y sus manos se extendían por mi torso, colonizándolo por completo.
Se despegó de mí, aunque no mucho, lo justo para que sus manos siguieran en mi pecho y continuase notando su cuerpo casi adosado al mío. Sus sedosos labios comenzaron a darme una serie de besos cortos por mi chorreante espalda. Eran tan dulces…
Sus manos me atrajeron más hacia ella y me obligaron a separarme de la pared y de esa potente lluvia de agua, así que tuve que erguirme del todo. Después, dejaron mi torso y se fueron a buscar la esponja y el gel de ducha. Iba a darme la vuelta, pero no me dejó.
―No te muevas ―dijo, y por el tono de voz supe que sonreía.
Sonreí yo también.
Echó un poco de gel en la esponja, dejó el bote en su sitio y empezó a frotarme la espalda. Esto no era un masaje, pero relajaba lo mismo. El olor del gel invadió el amplio habitáculo de la ducha al instante y la espuma comenzó a resbalar por mis piernas, de camino a la losa cerámica que pisábamos. La esponja recorrió mis hombros y toda la extensión de mi espalda, pero luego bajó hasta mi trasero.
―Date la vuelta ―me pidió.
―¿Vas a frotarme entero? ―me reí.
―Date la vuelta ―repitió con una risilla.
Y obedecí. Me giré y por fin pude verla.
Su larga melena estaba completamente empapada, bueno, todo su cuerpazo estaba mojado. El mío ya empezaba a alegrarse solo con mirarlo. Ambos nos repasamos de arriba abajo con satisfacción, hasta que nuestros ojos se encontraron de nuevo.
Llevó la esponja hacia mi pecho y comenzó a pasarla lentamente, haciendo que la espuma lo fuera cubriendo, y yo me dejé hacer encantado de la vida. Sí, esto era una maravilla, un sueño. Mientras la esponja recorría mi torso, su otra mano aprovechó para ir quitándome el jabón al tiempo que sus pupilas me observaban y su labio sostenía una media sonrisa satisfecha. A veces me preguntaba cómo una mujer tan maravillosa y espectacular, perfecta, podía encontrar en mí algo de belleza. Pero, bueno, parecía encontrarla, al menos eso parecía decir su mirada y su rostro. Y a mí me encantaba. Bueno, es decir, me sentía muy halagado, claro, aunque yo seguía sin ver qué podía encontrar de guapo en mí. Sería el amor, que lo amplifica todo, ya sabes.
La esponja pasó a recorrer mis abdominales y bajó un poco más. Uf, nena, sí, baja más, baja… Pero la esponja se quedó a las puertas y ella alzó la vista hacia mis ojos, dedicándome una sonrisita traviesa.
Pillina…
Me dio un suave empujón, haciendo que me fuera hacia atrás, y el agua chorreó por mi cabeza y mi espalda, retirando todo ese jabón que cubría mi cuerpo.
Me fui hacia delante de nuevo, saliendo de ese chorro de agua, le quité la esponja, sonriendo del mismo modo, y le eché más gel. La estrujé varias veces para hacerle más espuma.
Comencé a pasársela por la clavícula y seguí por el cuello. Su cabeza se ladeaba para que pudiera recorrérselo mejor. Volví a llevar la esponja hacia delante y descendí un poco más, frotando todo su pecho. Por supuesto, mi mano suelta también fue retirando ese jabón que cubría su cuerpo. Se estremeció. Sus párpados cayeron y su boca empezó a hiperventilar al tiempo que la esponja y mi mano trabajaban, aunque yo tampoco pude evitar que la mía jadease en voz baja.
Cuando la esponja se separó de su torso, abrió los ojos para mirarme.
―Date la vuelta ―le pedí.
Su sonrisa se amplió y obedeció.
Le retiré el pelo hacia un lado y ella me ayudó, llevándoselo hacia delante. Empecé a frotarle esa preciosa espalda, dejando que la espuma la fuera cubriendo poco a poco, y luego bajé hacia esas nalgas tan tersas que me volvían loco.
Me arrimé más a ella. Sus brazos estaban doblados hacia delante, ya que sus manos se aferraban a su cabello, enroscándolo en una especie de coleta. Su rostro se giró levemente y su sien se pegó a mi mejilla. La respiración de ambos era más agitada de lo normal. La cogí por el antebrazo izquierdo e hice que soltase su pelo para que su brazo se extendiera a la par que el mío, que quedó por debajo del suyo. Entrelacé nuestros dedos y la abracé por delante con mi otro brazo para llevar la esponja a su hombro. Empecé por ahí y recorrí la piel de su brazo, envolviéndolo entero con la espuma. Solté su brazo y me cambié de lado para hacer lo mismo con el otro.
―No te muevas ―le susurré en el oído, provocando otro estremecimiento en ella.
Me separé de su cuerpo y dejé la esponja en su sitio para coger el champú. Volví a llevar su pelo hacia su espalda y eché un poco de jabón sobre él. Posé el bote donde antes y llevé las manos a su cabello. Lo masajeé un poco para que hiciera espuma, pero no salía mucha, la verdad.
―Tienes que echarme más, tengo demasiado pelo ―me indicó con una sonrisa.
―Ah.
Carraspeé y volví a coger el bote de champú, echándole otro poco más. Lo dejé en su lugar y volví a masajear su pelo con mis dedos. Esta vez la espuma envolvió toda su cabeza. Se la enjaboné bien, frotándole el cuero cabelludo con las yemas de mis dedos.
Cuando terminé, cogí la alcachofa de la ducha, coloqué mi mano en su frente para que el agua jabonosa no le cayese en los ojos y comencé a aclararle el cabello. Nessie alzó la barbilla para facilitarme la tarea y el agua chorreó por su melena, arrastrando toda esa espuma hacia abajo.
Me cercioré de que su cabello estaba bien aclarado, pasando la mano entre él. Su pelo era tan sedoso, que mis dedos lo peinaban con total facilidad. Su cuerpo ya no tenía espuma, el agua que caía de su cabeza había bastado para que esta desapareciera, pero llevé el chorro a su espalda, quería ver cómo ese líquido recorría la parte trasera de su cuerpo.
Nessie se dio la vuelta con una sonrisa y llevó su mano hacia la alcachofa de la ducha para cogérmela. La alcé para que no alcanzase, mostrándole una sonrisita pícara.
―Dámela ―me pidió entre risas.
―Para cogerla tienes que arrimarte más a mí ―le sugerí, ampliando mi sonrisa.
La suya también hizo lo mismo.
―¿Cómo? ¿Así? ―y se adosó a mi cuerpo.
Madre mía.
―Un poco más ―conseguí susurrarle.
Y su cuerpazo se pegó al mío, piel contra piel.
―¿Así? ―susurró ella, sonriendo en mi boca.
¡Uf!
―Sí, así… ―no sé ni cómo conseguí que saliera ese hilo de voz.
Mi brazo se cayó solo y ella pudo coger la alcachofa de la ducha. Sin despegarse de mí ni un ápice, la colgó arriba, mientras los dos respirábamos agitadamente. El agua caliente caía sobre mi espalda a la vez que su ávido aliento lo hacía sobre mi boca.
Cogió algo del estante. No supe que era champú hasta que no noté ese chorretón frío sobre mi cabeza. Sus dedos no tardaron nada en moverse sobre mi cabello, provocando que entrase en un estado de trance total al tiempo que ambos hiperventilábamos en nuestras bocas. Dios, iba a comérmela de un momento a otro. Mis manos se fueron con autonomía propia hasta su espalda más baja y la apreté contra mí con ansias. Los dos jadeamos en nuestros labios con intensidad, presos de esa energía que ya se movía a nuestro alrededor con pasión. Ya sabíamos cómo iban a terminar todos estos juegos, claro está.
Me empujó un poco con su mismo cuerpo, llevándome hacia atrás, y mi cabeza fue invadida por esa lluvia de agua que caía desde arriba. No aguantamos más. Nuestras bocas se unieron del todo bajo el agua, para comerse la una a la otra, ansiosas.
Sí, vale, estaba cansado, pero para esto no, qué quieres que te diga.
Mientras nuestras manos, nuestros alientos y nuestros labios se movían con auténtico frenetismo, la empujé con suavidad, obligando a que su espalda se pegase a la pared. No hizo falta que yo hiciera nada, ella misma separó sus piernas al tiempo que yo la alzaba, y a partir del primer gemido, el tema explotó en locura total.

Después de la sesión de la ducha, rematamos la faena en nuestra amplia y cómoda cama. No sé cuántas horas le dedicamos al asunto, pero cuando terminamos la última vez, nos quedamos tan relajados que los dos nos dormimos.
Ni me acuerdo de lo que estaba soñando, simplemente me desperté y abrí los ojos, eso sí, poco a poco, ya que la luz que entraba a través de los estores me molestaba bastante, y eso que la ventana quedaba sobre la almohada. Debía de hacer uno de esos pocos días espléndidos que hace por aquí.
Lo primero que hicieron mis pupilas cuando se acostumbraron a la luz fue mirar a mi lado. Nessie aún dormía plácidamente junto a mi costado. Su cuerpo desnudo estaba bien pegado al mío y su pierna se doblaba sobre mis pantorrillas. Su piel era tan cálida y olía tan bien. Su precioso rostro sostenía una ligera sonrisa. Me pregunté qué estaría soñando para provocar tal reacción y no pude evitar la tentación.
Me giré un poco con mucho cuidado, para no despertarla, y ella quedó entre mis brazos, con su pierna todavía rodeándome. Cogí su mano derecha y la coloqué en mi mejilla.
Las imágenes salían nítidas y cristalinas, claras como el agua, y transcurrían en una visión que bien podía ser la secuencia de una película. En esa escena estábamos los dos, sentados en el salón de casa, pero había alguien más. Mis brazos sostenían en alto a un niño pequeño, moreno, no tendría ni un año. Luego, lo bajaban y él enganchaba mis mejillas con sus pequeñas manos. Yo lo subía y lo bajaba mientras el crío se tronchaba de la risa con ese sencillo juego. Entonces supe de qué se trataba. Era nuestro hijo. Nessie estaba soñando que habíamos tenido un crío.
Fue inevitable, y un poco tonto por mi parte, ya, porque solo era un sueño, pero el vernos en esa escena hizo que mi estómago se llenase de ese hormigueo de siempre. Qué tonto.
El chaval era bastante guapo, la verdad. Moreno de pelo azabache, con la tez algo oscura, mezcla de la mía y la suya, con los ojos negros… Se parecía mucho a mí. Sí, era muy guapo, ja.
De pronto, las imágenes comenzaron a desvanecerse un poco. Ups, Nessie se estaba despertando. Dejé su mano en su sitio, es decir, sobre mi pecho, y ella no tardó mucho más en abrir esos preciosos ojos de color café.
―Buenos días, preciosa ―murmuré con una sonrisa.
Su boca desplegó la suya al instante.
―Buenos días.
Ambos acercamos nuestros rostros para darnos el primer beso del día. Aunque, bueno, como siempre la temperatura subió rápidamente y terminamos haciendo el amor; esta también era la primera vez del día. ¡Ah, qué felicidad! No creo que hubiera nada mejor que esto, en serio.
Cuando terminamos de saciar todo ese fuego nos quedamos tan relajados que casi no nos apetecía ni levantarnos de la cama. Me puse boca arriba y levanté el brazo con una sonrisa, invitándola para que se acurrucase a mi lado. Dicho y hecho. Nessie sonrió de felicidad y se pegó a mí, llevando su mano a mi pecho para juguetear un poco con las curvas de este.
Le di un beso en la frente y mis dedos pasaron a peinar su también húmedo cabello.
Estábamos genial, de veras, pero el silencio que reinó durante unos minutos, el encontrarnos tan bien, en paz, hizo que el estúpido de mi cerebro recordase ese maldito tratado sin remedio. Maldita sea. Con lo bien que estábamos. ¿Por qué me daba ahora por recordar esa mierda?
Bueno, era sencillo. Creo que se debía precisamente a eso, a que estábamos muy bien. Por primera vez en mucho tiempo se respiraba tranquilidad por todos sitios, y parecía que iba a ser así para siempre, por lo menos con el tema de esas momias de los Vulturis.
Vale, ese tratado podía soportarlo. Me fastidiaba, no, mejor dicho, me aguijoneaba por dentro, pero el que ese trato trajera la paz para mi tribu y mi gente hacía que pudiera sobrellevarlo. Ahora, el que esos vejestorios asesinos de humanos siguieran con vida era insoportable para mí, porque habíamos tenido la oportunidad ahí, tan a tiro…
―¿Qué pasa? ―me preguntó Nessie de repente, haciendo que bajase de este nubarrón oscuro que ya empezaba a formarse en mi sesera.
Giré el rostro levemente hacia ella para mirarla.
―Nada.
―No me mientas. Sé que te pasa algo. Es por el tratado con los Vulturis, ¿verdad? ―adivinó.
Mierda. Era imposible mentirle u ocultarle nada.
―Estoy muy cabreado con tu padre. Por su culpa esas momias siguen vivas ―confesé, mirando al techo de nuevo, y mi voz dejó notar mi malestar.
―Matar no siempre es la solución ―afirmó, llevando su mano hacia mi rostro para acariciar mi mejilla.
―Ya, ¿pero no sabes ese dicho que dice: muerto el perro se acabó la rabia? Pues eso ―rebatí.
―Pero sabes que mi familia tiene razón. Sin los Vulturis, todo sería un caos.
―Eso es lo que más rabia me da ―admití, suspirando por las napias―. ¿Significa entonces que jamás voy a poder tocarles un pelo a esos Vulturis? Me desespera ―y resollé de nuevo mientras llevaba mi brazo suelto hacia arriba para colocarlo bajo mi cabeza.
―Estoy muy orgullosa de ti, no te imaginas cuánto ―declaró de pronto, tomándome por sorpresa. Posó su mano del todo en mi mejilla y me permitió sentirlo. Mi frente se vio abocada a pegarse a la suya al tiempo que mi boca dejaba escapar un suave jadeo―. Sé cuánto te duele este tratado ―siguió, hablando entre susurros―, en cambio, te lo has tragado todo y te has sacrificado por todos nosotros, por todo el mundo. Mamá está muy orgullosa de ti, y yo también. Me siento la mujer más afortunada del universo por estar con un hombre como tú.
Pude ver que todo lo que decía era verdad, gracias a su don. No puedo negar que me hizo sentir muy bien. Me sentía orgulloso, sí, esa era la palabra. Orgulloso de mí mismo, pero no por mí, sino por que ella se sintiera orgullosa de mí. No sé, era una mezcolanza rara.
―Si soy algo, es por ti ―le revelé con un murmullo ronco―. Tú eres mi guía y mi luz, eres mi reina, loba ―y le sonreí.
Nessie correspondió mi sonrisa y pegó sus sedosos labios a los míos para besarme con efusividad.
¡Uf! Como empezásemos, ya no seríamos capaces de parar. Pero los dos conseguimos despegarlos. Nessie tomó una buena bocanada de aire para poder hablar, aunque yo tuve que tomar otra para recomponerme.
―Ya hemos hecho lo primero ―me recordó con una sonrisita, pasando sus dedos por mi pecho―. ¿Qué te parece si hacemos eso segundo que tenías pensado? Después, podíamos pasar el día en Seattle, ¿qué te parece?
―Genial ―aprobé con otra sonrisa.
Eso de montar en mi Harley Davidson con mi chica pegada a mi espalda me apetecía bastante.
―Pues vamos a ducharnos. Desayunamos y nos vamos ―dijo, dándome un beso corto.
Iba a levantarse, pero yo me adelanté. Pegué un brinco y salté de la cama mientras ella soltaba una risilla.
―Sí, definitivamente voy a ponerme celosa de esa moto ―afirmó sin dejar de reírse.
Salí despedido de la habitación, con ella detrás, y los dos corrimos desnudos por el pasillo entre risas para entrar en el cuarto de baño.


7 comentarios:

  1. ¡Hola a todos! Soy JACOB&NESSIE ^^

    MUCHISIMAS GRACIAS POR SEGUIR LEYÉNDOME, ME HACÉIS MUY FELIZ =º)

    Kelly: dile a tu hermana que no se rinda jamás, y que le mandamos todas las fuerzas del mundo desde aquí. Ojalá pudiera conocerla y estar con vosotras para darle un abrazo muy fuerte. Seguiré escribiendo esto para siempre, entonces. Dale muchos besos de mi parte.

    Muchos lametones para todos!!!

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  2. hola jacob y nessie...que capitulo pasional y de amor puro....sos la mejor...escritora nadie te iguala...segui asi....sal2.....

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  3. para cathy...espero que te mejores y te deseo que te valla muy bien salu2 de andres de la argentina

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  4. Huummm el amor!!!...y esa forma de bañarse!!!...que sensual!!!...woooaauuu....me ENCANTA...eres como dice andres la mejor
    gracias
    elsa

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  5. al fiiin un poquitin de paz y tranquilidad para ellos! jaja ojalá que eso dure muchisimo! ayyyy mori con el sueño de nessie! quisiera que pronto se haga realidad! jeje Mucha fuerza para seguir escribiendo! B E S O S =)

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  6. para cathy...yo se que no nos conocemos, pero tenemos algo en comun, que es leer a esta fabulosa escritora ,la cual me ha hecho sentir que somos como un grupo de amigos , los cuales compartimos algo que nos facina ,que es leer, y aunque fisicamente no nos vemos , creo y siento que somos amigos (claro si ustedes me permiten llamarlos asi ) y este lazo que creo que se va formando entre todos nosotros de amistad, me hace decirte y pedirte de corazon que le heches muchas ganas, que aunque a veces se ve todo feo , siempre viene algo mejor, y que tienes una hermosa hermana que te hecha porras , asi que amiga cathy mucha fueza y mucho animo ,de todo corazon un abrazo grande y cuenta con un cariño mas
    elsa

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  7. Tamara. Realmente eres INCREIBLE eso creo que ya lo sabes y el capitulo no esperaba menos de ti me encanto eres una gran escritora sigue así.
    Cathy esperamos que te mejores y le sigas echando ganas porque dicen que cuando mas negra esta la noche es porque pronto va a salir sol recuperate pronto. (=
    Saludos de Kiara : ) =)

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