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jueves, 18 de agosto de 2011

NUEVA ERA. CAPITULO 72: ESTO DE SER EL GRAN LOBO ES LA CAÑA



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NO DUDEIS EN DEJAR VUESTROS COMENTARIOS, PREGUNTAS, ETC, YO CONTESTARE A TODO GUSTOSAMENTE ^^




NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA. PROFECÍA")
Para leer este fic, primero tienes que leer "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, y "Nueva Era I. Profecía". Si no, no te enterarás de nada 😉


CAPITULOS:

PARTE UNO: COMIENZO:

RENESMEE:


JACOB:

57. ESTO ES EL HOTEL DE LOS HORRORES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-57-esto-es-el-hotel.html
58. NO TE IMAGINAS LO DESESPERANTE QUE ES LA ESPERA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-58-no-te-imaginas-lo.html
59. SÍ, VALE, NO SÉ DE QUÉ ME ASUSTO YA, PERO ES QUE ESTO ES DEMASIADO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-59-si-vale-no-se-de.html
60. ESTÁ MÁS QUE CANTADO LO QUE VA A PASAR AQUÍ: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-60-esta-mas-que.html
61. ¡NO, MALDITA SEA! ¡NESSIE, NO VAYAS!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-61-no-maldita-sea.html
62. HONOR (PARÉNTESIS RENESMEE): http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-62-honor-parentesis.html
63. CUANDO CREÍAS QUE YA NO IBA A PASAR NADA PERO, VA Y SUCEDE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-63-cuando-creias-que.html
64. ¡JA! ¡CHUPAOS ESA!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-64-ja-chupaos-esa.html
65. ¡ASÍ QUE ESTO ES LO QUE QUERÍAS, ARO!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-65-asi-que-esto-es.html
66. SI TENGO QUE ELEGIR UN ÚLTIMO DESEO, LO TENGO MUY CLARO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-66-si-tengo-que.html
67. TIC, TAC, TIC, TAC. EL MOMENTO DE LA BATALLA FINAL SE ACERCA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-67-tic-tac-tic-tac.html
68. COMO SIEMPRE, TODO EL PESO RECAE SOBRE MIS HOMBROS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-68-como-siempre-todo.html
69. ¡¿QUÉ?! ¡ESTO ES IMPOSIBLE, IMPOSIBLE!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-69-que-esto-es.html
70. CUANDO UNO NO TIENE CONFIANZA EN SÍ MISMO, PASA LO QUE PASA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-70-cuando-uno-no.html
71. SI ANTES ERA UN ÁNGEL, AHORA NI TE CUENTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-71-si-antes-era-un.html


ESTO DE SER EL GRAN LOBO
ES LA CAÑA


El ojo de ese asqueroso medallón soltó su ataque, pero ahora estaba completamente seguro de mí mismo y no se erizó ni uno solo de los pelos de mi pelambrera.
Nessie estaba conmigo para ayudarme. Sus dedos se aferraban a mi pelaje, era como si estuviésemos cogidos de la mano. Su dorada alma refulgía en esa forma de loba rojiza, era idéntica a mí, solo que ella era una hembra y yo un macho, claro. Sabía que esto solamente era algo espiritual, algo que se debía a nuestro enorme vínculo, que ella no se podía transformar en una loba como nosotros los quileute, pero, aun así, mi manada todavía estaba algo impresionada. Incluso Edward todavía lo estaba.
Ahora tenía más visión que antes. Por fin veía qué era eso transparente y que parecía inexistente que bloqueaba mis ataques, lo que había evitado que mi elipse terminara con la Pitufina y con esos Vulturis al principio. Era una barrera totalmente transparente, un escudo. Bueno, totalmente no, porque ahora lo veía con claridad. Parecía un cristal muy fino y delicado, pero, claro, no lo era, ni mucho menos. Como solía pasar con los cristales de verdad cuando les pasas un trapo para limpiarlos, tenía visos, eso me hacía ver el escudo perfectamente. Todas y cada una de esas momias decrépitas y su séquito de desgraciados, excepto los gigantes y esos bastardos de Nikoláy, Ruslán y Razvan, Vladimir, Stefan y el encapuchado, tenían su cristal particular que les protegía de cuerpo entero. Y todos esos cristales nacían de los magos rojos. Ellos creaban esos escudos.
Nikoláy, Ruslán, ese bastardo de Razvan, el encapuchado y los rumanos mohosos no tenían escudo, pero con todos los que tenían delante, los que protegían a los otros, estaban protegidos de sobra. Maldita sea. Pero vale, ahora sabía que si destruía a esos magos, los escudos se irían al infierno. Bien, bien.
¿Cómo estás? ¿Tienes fuerzas de sobra?, le pregunté a Nessie.
Sí, tu poder espiritual me ha dado un chute de energía.
Bien. Escucha, tenemos que atacar a los magos de rojo, le dije. No nos será fácil. Ese medallón nos pondrá las cosas difíciles.
De acuerdo, asintió ella. Aunque no sé si sabré usar tu poder espiritual.
Tranquila, sabrás, le aseguré.
¡Ánimo, Nessie!, exclamó Seth.
Idiota. ¿Es que se creía que estábamos en un partido o qué?
Como me suponía, ese maldito medallón no se hizo esperar más y lanzó su ataque.
Como si del cañón de un barco pirata se tratase, la pupila de ese espeluznante ojo escupió otro chorro de color naranja, mezcla de su poder y el mío. El manguerazo se estampó contra mi barrera, ese círculo de luz brillante que había erigido con mi nuevo poder espiritual, y esta vez, no consiguió traspasarla. Sí, ¡ja!, ahora que mi espíritu de Gran Lobo estaba completo del todo gracias a la ayuda del espíritu de Nessie, mi barrera identificaba perfectamente la parte maligna de ese chorro anaranjado.
Ese potente manguerazo chocó con mi barrera y salió despedido hacia atrás.
―¡El medallón ha lanzado un ataque, pero la barrera de Jacob lo ha repelido! ―comunicó Edward para el resto, hablando con velocidad.
Ese chiflado de Aro y la momia de su compañero rechinaron las dentaduras a la vez.
Pero sabía que ni mucho menos había terminado.
El ojo recogió ese chorro y se entornó con más odio todavía. Esta vez el desgraciado soltó todo su arsenal.
¡Atenta, nena!, le advertí.
¡Sí!
En esta ocasión, la pupila no soltó ningún chorro, sino que escupió su rayo de color púrpura oscuro, desplegándose hacia nosotros en forma de abanico, como había hecho ayer con los tres magos búlgaros, el encapuchado y los rumanos cuando les hipnotizó.
―¡Otro ataque! ―anunció Edward.
El abanico se extendió sobre mi barrera a gran velocidad, envolviéndola completamente.
―¡Ha envuelto a la barrera! ―siguió.
Genial. Teníamos retransmisión.
¡Quiere absorber tu poder otra vez! ―se percató Alice―. ¡No puedo verlo, pero puedo sentirlo!
La comisura de ese asqueroso labio delgaducho de Aro se elevó levemente, corroborando lo que Alice acababa de decir.
¡De eso ni hablar!, masculló Paul, haciéndoles una demostración de sus colmillos a esos fósiles.
Esa tela púrpura comenzó a bombear con fuerza, intentando absorber mi poder espiritual, como había hecho anteriormente, pero mi barrera respondió con contundencia. Esta convulsionó una sola vez, soltando una descarga eléctrica, y el envoltorio que teníamos encima la soltó, retirándose con rapidez, como si le hubiese quemado.
―¡La barrera ha rechazado el ataque! ―dijo mi suegro.
El labio de ese viejo decrépito cayó en picado.
¡Ahora, Nessie!, le avisé.
Ella obedeció al instante y no hizo falta explicar más. Nessie podía ver mi mente, podía ver mis planes, pero no era por esto. Nuestra sincronización casi telepática era la clave, y ella sabía en todo momento lo que yo iba a hacer sin que ni siquiera lo hubiera pensado.
Los dos erigimos un círculo de luz brillante que pronto convertimos en elipse. Cada uno lanzó la suya hacia ese dichoso abanico, que ya se dirigía hacia la barrera de nuevo; yo por la derecha, ella por la izquierda. Las elipses interceptaron nuestro objetivo púrpura por los dos frentes, destruyendo los dos lados del mismo.
―¡Nessie y Jacob están atacando! ―retransmitió Edward, utilizando ese nombre de su hija, seguramente porque era más rápido de pronunciar que su nombre completo.
Las elipses continuaron destrozando a su objetivo púrpura por los dos lados, casi parecía que se lo comían, pero, maldita sea, el medallón sopló con fuerza y el abanico volvió a desplegar sus alas con contundencia, haciendo que nuestras elipses salieran despedidas.
¡No puedo controlarla, Jake!, se quejó Nessie, que trataba de manejar la elipse sujetándola por el centro.
Mierda. Las elipses giraban con mucha fuerza. Ah, pero no me rendí. Ahora todo me resultaba claro y sencillo, fácil de comprender, así que controlé la mía sin más problemas.
¡Bah! Ya podía haber sido así siempre, hombre.
Tira de ella, como si estuvieses domando a un caballo, le instruí, llevando la mía hacia el abanico de nuevo, con rapidez.
Mi chica me hizo caso y consiguió controlarla a tiempo, dirigiéndola hacia el ataque del medallón también.
Sin embargo, el abanico hizo un quiebro brusco e inesperado y, ante nuestros atónitos ojos, se convirtió en una especie de embudo púrpura, cuya parte estrecha salía del ojo de ese maldito medallón y la parte ancha envolvía a nuestras elipses.
―¡El medallón ha atrapado a las elipses! ―comunicó Edward, ansioso.
―¡Cuidado! ¡Las va a absorber! ―nos advirtió Alice de nuevo, que parecía muy concentrada, observando al medallón.
Aro volvió a alzar su repugnante labio.
Sin que nos diese tiempo a reaccionar, ese extraño embudo comenzó a aspirar nuestras elipses, dejándonos completamente perplejos, aunque Nessie y yo seguíamos sosteniéndolas. Mierda. Ese maldito medallón tiraba de mi poder como si lo hiciese del hilo de una madeja de lana mientras mi chica y yo la sosteníamos sin poder hacer nada para que parase de tirar.
¡Arg! ¡Maldita sea, maldita sea! ¡Estaba más que harto de toda esta comedia! ¿Ese medallón quería mi poder? ¿Todo mi poder? ¡Pues que lo cogiera, a ver si podía!
¡¿Lo quieres?! ¡Pues toma mi poder de una maldita vez, estúpido!, rugí con furia.
¡No, Jake, ¿qué vas a hacer?!, me reprendió Sam.
¡Suelta la elipse, Nessie!, le ordené.
Y Nessie tuvo que obedecer mi orden.
¡No, Jacob!, desaprobó el lobo negro, nervioso.
―¡Sí, hazlo! ―me animó Edward, que estaba mirando a las almas colgantes de los gigantes.
Eso hizo que me fijase en ellas. Claro, era eso. Esto es lo que habían estado intentando decirme todo el tiempo. ¿Sería estúpido? Me estaban animando a que lo hiciera, porque esto terminaría con su suplicio.
Genial. Eso me animó aún más.
Sam cerró la bocaza en cuanto vio mis intenciones en mis pensamientos.
Nessie y yo soltamos lo que quedaba de las elipses y dejé que ese asqueroso embudo terminase de aspirarlas. Pero ahí no terminó la cosa.
Sigue erigiendo un círculo brillante y no dejes de erigirlo en ningún momento, permite que se lo lleve, le pedí a mi chica.
, obedeció ella con total confianza en mí.
Los dos lo hicimos al instante.
Ese estúpido medallón enseguida pasó a absorber el poder espiritual de nuestro par de círculos brillantes, llevándoselos en forma de dos nubes brillantes y destellantes que pasaban a través del embudo con velocidad.
Esos imbéciles de Aro y Cayo no pudieron evitar sonreír con satisfacción. Estúpidos. El medallón latió una vez cuando comenzó a recibir su botín.
Sorbe, sorbe, idiota, me reí con malicia.
¿Crees que funcionará?, me preguntó Sam.
Estoy completamente seguro, le ratifiqué sin dudas.
Y lo estaba porque mi poder espiritual estaba siendo aspirado por ese embudo a pasos agigantados, pero en vez de debilitarme, yo no dejaba de generar más poder. Cuanto más me era succionado, más poder espiritual nacía de mí. Sí, lo sentía, lo notaba, mi espíritu de Gran Lobo se plantaba con supremacía y contundencia frente a su adversario. Y tenía a Nessie a mi lado, mi espíritu y el de ella iban de la mano.
El medallón comenzó a latir a medida que iba succionando mi poder. Empezó con unos latidos muy lentos, pero después pasaron a ser más veloces, hasta que se convirtieron en toda una locura. Sí, ese maldito colgante estaba a punto de estallar.
―Maestro, el medallón no lo soportará ―se atrevió a avisarle el pelirrojo, que observaba la situación con ese semblante serio y cauto que había mantenido durante toda la batalla―. El espíritu del Gran Lobo es demasiado grande para él.
Esa momia de Aro giró su repugnante careto para mirarle, casi diría que con cierto reproche por osar a hablar sin su permiso, pero pronto se dio cuenta de que algo iba mal y volvió la vista hacia ese estúpido medallón.
―¿Qué está pasando, Aro? ―quiso saber el fósil canoso, frunciendo ese tupido ceño.
Pero su amigo no le contestó.
El medallón seguía aspirando mi poder y palpitaba sin parar, parecía que le fuese dar un ataque cardíaco. El muy listo intentó detener el proceso, retirando su embudo, pero ahora el que no le dejaba era yo. No me preguntes cómo demonios lo hice, pero sostuve ese embudo y seguí metiéndole poder espiritual a saco. Sí, maldita sea, estaba hasta las narices de todo esto. Iba a terminar con ese medallón de una vez por todas.
Las almas colgantes de los gigantes sonrieron con esperanzas cuando apareció una fisura en el colgante. Ese medallón era el causante de que ellas no estuvieran en sus cuerpos, su magia negra les apartaba de ellos. Y ahora me daba cuenta de otra cosa. Si esos gigantes podían entrar en mi barrera solamente se debía a que no tenían alma. Pero ya no iban a sufrir más. El ojo del medallón se abrió, horrorizado. Este era su fin.
Una luz empezó a salir por la pequeña grieta del colgante, agrandándola más. Entonces, ese patético y cobarde de Aro se percató de la situación. Asqueroso viejo decrépito. Apretó la dentadura a la vez que se quitaba el medallón con precipitación y lo lanzó a un lado justo a tiempo. Cretino.
El medallón explotó en el mismo aire, preso de una luz cegadora que salió de él y que se extendió a todas partes. Lo último que se vio de ese maldito ojo fue su expresión despavorida, incluso salió de él un vaho azul que llegó a las nubes. Su codicia había terminado con él. ¡Sí, adiós!
Toda mi manada coreó unos aullidos al aire y los Cullen, Ryam y Helen saltaron de alegría. En cambio las dos momias apretaron las dentaduras a la vez y se miraron, desprendiendo algo de temor, mientras la tercera seguía durmiendo la siesta.
Esa luz que había salido del medallón regresó a mí ipso facto, internándose en mi cuerpo en forma de esa nube chispeante.
¡Jake, lo has conseguido!, clamó Nessie, abrazándome con alegría.
―¡Bien, Jake! ―le acompañó Bella, haciendo lo mismo que ella.
―¡Eres genial, Jake! ―se carcajeó Emmett.
¡Ese medallón por fin se ha ido al infierno!, rio Leah.
¡Guau, mirad eso!, exclamó Shubael, señalando a los gigantes con su cabezota.
Bella no le escuchó, pero el movimiento de la cabeza del lobo hizo que ella también se fijase, aunque no lo vio todo como nosotros. Ella solamente vio cómo los gigantes adoptaban su forma humana de repente y cómo se desplomaban en el suelo, uno a uno, desmayados y exhaustos, con sus ropas raídas y rotas. Sí, las almas de esos hombres y mujeres habían dejado de ser succionados por el más allá y habían podido regresar a sus cuerpos, por fin.
―Es increíble ―murmuró Jasper, que miraba la escena, atónito.
Pero eso no fue todo. Al morir el medallón, esos desgraciados de Nikoláy, Ruslán, Razvan, Stefan, Vladimir y el encapuchado regresaron al planeta Tierra. Eso sí, la guardia Vulturis actuó pronto y les rodearon para que no se movieran ni un ápice. Esos seis idiotas miraban a su alrededor, todavía un poco perdidos, aunque pronto se dieron cuenta de la situación y apretaron las dentaduras.
El careto de Aro lo decía todo, y su vaho, que se transformó a uno rojo brillante ya era toda una declaración de intenciones. Estaba lleno de ira y rabia, claro, había preparado esto durante muchos siglos y yo había estropeado todos sus planes. ¡Arg, maldito, no lo soportaba!
Los cinco magos rojos se adelantaron, colocándose por delante de Aro y compañía, y enseguida adoptaron unas posturas de ataque, esperando la orden de su amo, que no se hizo esperar.
Como cinco chimeneas rabiosas, escupieron cinco nubarrones negros que se juntaron durante el trayecto en una sola, un misil azabache lleno de magia negra. Este se dirigió a nosotros a gran velocidad.
No llegó muy lejos. Daba igual lo poderosos que fueran esos magos y que juntasen sus poderes. Estaba mal que lo dijera, pero yo era mucho más poderoso que ellos, así que ese ridículo misil se estampó contra mi barrera y no pasó de ahí.
Sin embargo, no me iba a conformar con eso. Ya estaba muy cansado de este estúpido juego, así que calenté mi barrera hasta que se volvió de fuego. En cuanto lo hizo, el manguerazo negro comenzó a arder y, como una mecha, se propagó hacia atrás súbitamente, con unas llamaradas altas que vio todo el mundo.
―¡Cuidado! ―chilló uno de los magos, emanando su vaho azulado hacia el cielo.
Emmett no pudo evitar sus risotadas de satisfacción.
El fuego no llegó a quemarles, por supuesto, esos cobardes soltaron sus manguerazos y no les alcanzó.
―¡¿Qué estáis haciendo?! ¡Atacad! ―protestó la momia canosa con indignación.
Pero si creían que había terminado, estaban muy equivocados. Ellos eran los que creaban esos escudos de cristal que protegían a los Vulturis y a su chusma. Si terminaba con ellos, se quedarían sin protección y ya serían míos. Ahora, con mi poder espiritual completo, podía hacer muchas más cosas, y no hacía falta ni que me plantease cómo hacerlas.
¡Vamos a por ellos, nena!, animé a mi chica.
¡Sí!, rio ella.
Como siempre, hicimos gala de nuestra sincronización y telepatía.
Sin darles tiempo a pensar, creamos otras elipses, pero estas eran diferentes a las demás. Estas elipses giraban y giraban sin parar, como una radial, y como tal, eran cortantes. Las lanzamos contra ellos con saña y rapidez, las dos volando juntas. Lo hicimos con mucha velocidad, pero esos malditos también eran rápidos de reflejos y erigieron otro escudo transparente común.
Tampoco les sirvió de nada. ¡Ja! Me daban ganas de saltar y danzar, de aullar, en serio. ¡Esto de ser el Gran Lobo era la caña!
―¡No! ―gritó uno de ellos, interponiendo sus brazos, como si así fuera a hacer algo.
Sus vahos azules casi llegaban al espacio.
Pero ya era demasiado tarde para ellos. ¡Sí! Las elipses cortaron ese escudo con facilidad, resquebrajándolo en miles de cristalitos, y mientras a ellos solamente les daba tiempo a chillar como nenazas, las dos elipses les cortaron la cabeza a los cinco a la vez.
―¡Maldición! ―masculló Cayo, rechinando sus muelas al tiempo que miraba la escena sin terminar de creérselo.
Otro que rezumaba un vaho azul hasta el cielo, aunque no era el único, toda su chusma estaba envuelta en una nube azul.
Las cinco cabezas rebotaron sobre la hierba con esas expresiones de horror. Acto seguido, sus cuerpos las acompañaron, primero cayendo de rodillas y después haciéndolo de bruces.
Todos esos inútiles escudos transparentes que protegían a los Vulturis y a su maldita chusma desaparecieron como por arte de magia, nunca mejor dicho.
¡Genial!
Entonces, me di cuenta de que no me hubiera hecho falta terminar con esos magos para desproteger a esas momias. Ahora mi poder era tan grande, que lo hubiese hecho igualmente, con magos o sin ellos. Guau.
―¡¿A qué esperáis?! ¡A por ellos! ―ordenó Aro cabreado a su guardia, que se encontraba en un estado de shock.
Los componentes de su guardia reaccionaron y salieron en estampida hacia nosotros.
―¡Es un suicidio, Aro! ―exclamó Carlisle, que no había vuelto a abrir la boca hasta ahora.
―¡No, sabe muy bien lo que hace! ―le contradijo Jasper―. ¡No respondáis!
¡Y una mierda!, protestó Quil.
¡Ahora nos toca a nosotros!, le acompañó Embry.
Pero mis lobos estaban ansiosos por luchar y cargarse a esa maldita chusma de una vez por todas, y también salieron en busca de esos chupasangres.

8 comentarios:

  1. ¡Hola a todos! Soy JACOB&NESSIE ^^

    MUCHISIMAS GRACIAS A TODOS POR SER TAN LEALES Y SEGUIR AQUI!!! TAMBIEN POR VUESTRA PACIENCIA!!!
    ME ALEGRO MUCHO DE QUE OS GUSTEN LOS CAPIS ;)

    Bueno, pues aqui va este, espero que tambien os guste ^^

    Lametones para todos!!!!

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  2. muy lindo capi genial hermoso...porfin pudieron vencer a ese medallon....ja sos fantastica segui....el sabado el proximo...salu2

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  3. HOLLLAAA hasta que al fin pudieron conese medallon saliendo el poder de ambos que increible aunq estoy algo triste me parece que ya se esta acabando y no quieroooooo ...Tamara no nos vayas a abandonar pleaseee :)

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  4. Ja ese tonto Vulturi por fin va a de recibir su merecido y la lucha que acaben con todos aunque el adormilado no creo que se de cuenta de lo que pase.
    Gracias por tan buenos capítulos eres excelente escritora de ficción espero continúes con otros libros no importa si no es Jake & Nessie podrías escribir de algún otro lobo o lo que tu quieras estarare encantada se leerlo.
    Para Andrés una disculpa por error de dedo salió "a" en el lugar de la "s" ya sabes una pantalla táctil corrige sola.
    GRACIAS saludos de Kiara :•) y que buena imagen
    P. D. Espero el próximo lleno de acción el capitulo (=

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  5. wow! por fin! ojala ya todo este bien! uqe capitulo mas emocionante es uno de los mas emocionantes! :D
    Vaya dejame decirte otra vez (jaja) que escribes muy bien y tu si tienes un don, a veces me pregunto si eres vampiro jaja ok no ._.
    Me encanto, ya quiero ver como destrozan uno por uno a los vulturi! cuidate
    Besos.

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  6. B U E N I S I M O.....como siempre,...me encanta...con ansias espero el siguiente
    gracias
    elsa

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  7. Esta historia me encanta !!!!!!! Descubri hace poco este blog y no he parado de leer. te felicito eres genial !

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  8. hola me encanta tu historia son demasiado fina, sigue así .
    quería saber si me puedes pasar todos los libros de Jacob y nessie a mi correo es este
    angel242001@hotmail.com

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