NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA. PROFECÍA")
Para leer este fic, primero tienes que leer "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, y "Nueva Era I. Profecía". Si no, no te enterarás de nada 😉
CAPITULOS:
PARTE UNO: COMIENZO:
RENESMEE:
48. EXTRAÑO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/este-es-el-segundo-capitulo-de-hoy-para_26.html
JACOB:
52. HAY QUE VER LAS VUELTAS QUE DA LA VIDA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-52-hay-que-ver-las.html
53. DIOS, ESTO ES PARA TIRARSE UN TIRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-53-dios-esto-es-para.html
54. ¡¿Y AHORA ME PIDE ESTO?! INCREIBLE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-54-y-ahora-me-pide.html
55. CUANDO UNO LE VE LAS OREJAS AL LOBO...: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-55-cuando-uno-le-ve.html
56. NEGOCIANDO CON LOS HERMANOS MARX: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-56-negociando-con.html
57. ESTO ES EL HOTEL DE LOS HORRORES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-57-esto-es-el-hotel.html
58. NO TE IMAGINAS LO DESESPERANTE QUE ES LA ESPERA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-58-no-te-imaginas-lo.html
59. SÍ, VALE, NO SÉ DE QUÉ ME ASUSTO YA, PERO ES QUE ESTO ES DEMASIADO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-59-si-vale-no-se-de.html
60. ESTÁ MÁS QUE CANTADO LO QUE VA A PASAR AQUÍ: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-60-esta-mas-que.html
61. ¡NO, MALDITA SEA! ¡NESSIE, NO VAYAS!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-61-no-maldita-sea.html
62. HONOR (PARÉNTESIS RENESMEE): http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-62-honor-parentesis.html
63. CUANDO CREÍAS QUE YA NO IBA A PASAR NADA PERO, VA Y SUCEDE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-63-cuando-creias-que.html
64. ¡JA! ¡CHUPAOS ESA!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-64-ja-chupaos-esa.html
65. ¡ASÍ QUE ESTO ES LO QUE QUERÍAS, ARO!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-65-asi-que-esto-es.html
66. SI TENGO QUE ELEGIR UN ÚLTIMO DESEO, LO TENGO MUY CLARO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-66-si-tengo-que.html
67. TIC, TAC, TIC, TAC. EL MOMENTO DE LA BATALLA FINAL SE ACERCA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-67-tic-tac-tic-tac.html
68. COMO SIEMPRE, TODO EL PESO RECAE SOBRE MIS HOMBROS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-68-como-siempre-todo.html
69. ¡¿QUÉ?! ¡ESTO ES IMPOSIBLE, IMPOSIBLE!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-69-que-esto-es.html
70. CUANDO UNO NO TIENE CONFIANZA EN SÍ MISMO, PASA LO QUE PASA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-70-cuando-uno-no.html
71. SI ANTES ERA UN ÁNGEL, AHORA NI TE CUENTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-71-si-antes-era-un.html
ESTO DE SER EL GRAN LOBO
58. NO TE IMAGINAS LO DESESPERANTE QUE ES LA ESPERA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-58-no-te-imaginas-lo.html
59. SÍ, VALE, NO SÉ DE QUÉ ME ASUSTO YA, PERO ES QUE ESTO ES DEMASIADO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-59-si-vale-no-se-de.html
60. ESTÁ MÁS QUE CANTADO LO QUE VA A PASAR AQUÍ: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-60-esta-mas-que.html
61. ¡NO, MALDITA SEA! ¡NESSIE, NO VAYAS!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-61-no-maldita-sea.html
62. HONOR (PARÉNTESIS RENESMEE): http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-62-honor-parentesis.html
63. CUANDO CREÍAS QUE YA NO IBA A PASAR NADA PERO, VA Y SUCEDE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-63-cuando-creias-que.html
64. ¡JA! ¡CHUPAOS ESA!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-64-ja-chupaos-esa.html
65. ¡ASÍ QUE ESTO ES LO QUE QUERÍAS, ARO!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-65-asi-que-esto-es.html
66. SI TENGO QUE ELEGIR UN ÚLTIMO DESEO, LO TENGO MUY CLARO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-66-si-tengo-que.html
67. TIC, TAC, TIC, TAC. EL MOMENTO DE LA BATALLA FINAL SE ACERCA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-67-tic-tac-tic-tac.html
68. COMO SIEMPRE, TODO EL PESO RECAE SOBRE MIS HOMBROS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-68-como-siempre-todo.html
69. ¡¿QUÉ?! ¡ESTO ES IMPOSIBLE, IMPOSIBLE!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-69-que-esto-es.html
70. CUANDO UNO NO TIENE CONFIANZA EN SÍ MISMO, PASA LO QUE PASA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-70-cuando-uno-no.html
71. SI ANTES ERA UN ÁNGEL, AHORA NI TE CUENTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-71-si-antes-era-un.html
ESTO DE SER EL GRAN LOBO
ES LA CAÑA
El ojo de ese asqueroso medallón soltó su ataque, pero ahora estaba
completamente seguro de mí mismo y no se erizó ni uno solo de los pelos de mi
pelambrera.
Nessie estaba conmigo para ayudarme. Sus dedos se aferraban a mi
pelaje, era como si estuviésemos cogidos de la mano. Su dorada alma refulgía en
esa forma de loba rojiza, era idéntica a mí, solo que ella era una hembra y yo
un macho, claro. Sabía que esto solamente era algo espiritual, algo que se
debía a nuestro enorme vínculo, que ella no se podía transformar en una loba
como nosotros los quileute, pero, aun así, mi manada todavía estaba algo
impresionada. Incluso Edward todavía lo estaba.
Ahora tenía más visión que antes. Por fin veía qué era eso
transparente y que parecía inexistente que bloqueaba mis ataques, lo que había
evitado que mi elipse terminara con la Pitufina y con esos Vulturis al
principio. Era una barrera totalmente transparente, un escudo. Bueno,
totalmente no, porque ahora lo veía con claridad. Parecía un cristal muy fino y
delicado, pero, claro, no lo era, ni mucho menos. Como solía pasar con los
cristales de verdad cuando les pasas un trapo para limpiarlos, tenía visos, eso
me hacía ver el escudo perfectamente. Todas y cada una de esas momias
decrépitas y su séquito de desgraciados, excepto los gigantes y esos bastardos
de Nikoláy, Ruslán y Razvan, Vladimir, Stefan y el encapuchado, tenían su
cristal particular que les protegía de cuerpo entero. Y todos esos cristales
nacían de los magos rojos. Ellos creaban esos escudos.
Nikoláy, Ruslán, ese bastardo de Razvan, el encapuchado y los rumanos
mohosos no tenían escudo, pero con todos los que tenían delante, los que
protegían a los otros, estaban protegidos de sobra. Maldita sea. Pero vale,
ahora sabía que si destruía a esos magos, los escudos se irían al infierno.
Bien, bien.
¿Cómo estás? ¿Tienes fuerzas de sobra?, le pregunté a Nessie.
Sí, tu poder espiritual me ha dado un chute de energía.
Bien. Escucha, tenemos que atacar a los magos de rojo, le dije. No
nos será fácil. Ese medallón nos pondrá las cosas difíciles.
De acuerdo, asintió ella. Aunque no sé si sabré usar tu
poder espiritual.
Tranquila, sabrás, le aseguré.
¡Ánimo, Nessie!, exclamó Seth.
Idiota. ¿Es que se creía que estábamos en un partido o qué?
Como me suponía, ese maldito medallón no se hizo esperar más y lanzó
su ataque.
Como si del cañón de un barco pirata se tratase, la pupila de ese
espeluznante ojo escupió otro chorro de color naranja, mezcla de su poder y el
mío. El manguerazo se estampó contra mi barrera, ese círculo de luz brillante
que había erigido con mi nuevo poder espiritual, y esta vez, no consiguió
traspasarla. Sí, ¡ja!, ahora que mi espíritu de Gran Lobo estaba completo del
todo gracias a la ayuda del espíritu de Nessie, mi barrera identificaba
perfectamente la parte maligna de ese chorro anaranjado.
Ese potente manguerazo chocó con mi barrera y salió despedido hacia
atrás.
―¡El medallón ha lanzado un
ataque, pero la barrera de Jacob lo ha repelido! ―comunicó Edward para el
resto, hablando con velocidad.
Ese chiflado de Aro y la
momia de su compañero rechinaron las dentaduras a la vez.
Pero sabía que ni mucho menos había terminado.
El ojo recogió ese chorro y se entornó con más odio todavía. Esta vez
el desgraciado soltó todo su arsenal.
¡Atenta, nena!, le advertí.
¡Sí!
En esta ocasión, la pupila no soltó ningún chorro, sino que escupió su
rayo de color púrpura oscuro, desplegándose hacia nosotros en forma de abanico,
como había hecho ayer con los tres magos búlgaros, el encapuchado y los rumanos
cuando les hipnotizó.
―¡Otro ataque! ―anunció
Edward.
El abanico se extendió sobre mi barrera a gran velocidad,
envolviéndola completamente.
―¡Ha envuelto a la barrera!
―siguió.
Genial. Teníamos
retransmisión.
―¡Quiere absorber tu poder
otra vez! ―se percató Alice―. ¡No puedo
verlo, pero puedo sentirlo!
La comisura de ese asqueroso
labio delgaducho de Aro se elevó levemente, corroborando lo que Alice acababa
de decir.
¡De eso ni hablar!, masculló Paul, haciéndoles una demostración de sus
colmillos a esos fósiles.
Esa tela púrpura comenzó a bombear con fuerza, intentando absorber mi
poder espiritual, como había hecho anteriormente, pero mi barrera respondió con
contundencia. Esta convulsionó una sola vez, soltando una descarga eléctrica, y
el envoltorio que teníamos encima la soltó, retirándose con rapidez, como si le
hubiese quemado.
―¡La barrera ha rechazado el
ataque! ―dijo mi suegro.
El labio de ese viejo
decrépito cayó en picado.
¡Ahora, Nessie!, le avisé.
Ella obedeció al instante y no hizo falta explicar más. Nessie podía
ver mi mente, podía ver mis planes, pero no era por esto. Nuestra
sincronización casi telepática era la clave, y ella sabía en todo momento lo
que yo iba a hacer sin que ni siquiera lo hubiera pensado.
Los dos erigimos un círculo de luz brillante que pronto convertimos en
elipse. Cada uno lanzó la suya hacia ese dichoso abanico, que ya se dirigía
hacia la barrera de nuevo; yo por la derecha, ella por la izquierda. Las
elipses interceptaron nuestro objetivo púrpura por los dos frentes, destruyendo
los dos lados del mismo.
―¡Nessie y Jacob están
atacando! ―retransmitió Edward, utilizando ese nombre de su hija, seguramente
porque era más rápido de pronunciar que su nombre completo.
Las elipses continuaron
destrozando a su objetivo púrpura por los dos lados, casi parecía que se lo
comían, pero, maldita sea, el medallón sopló con fuerza y el abanico volvió a
desplegar sus alas con contundencia, haciendo que nuestras elipses salieran
despedidas.
¡No puedo controlarla,
Jake!, se quejó Nessie, que trataba
de manejar la elipse sujetándola por el centro.
Mierda. Las elipses giraban
con mucha fuerza. Ah, pero no me rendí. Ahora todo me resultaba claro y
sencillo, fácil de comprender, así que controlé la mía sin más problemas.
¡Bah! Ya podía haber sido así siempre, hombre.
Tira de ella, como si estuvieses domando a un caballo, le instruí,
llevando la mía hacia el abanico de nuevo, con rapidez.
Mi chica me hizo caso y consiguió controlarla a tiempo, dirigiéndola
hacia el ataque del medallón también.
Sin embargo, el abanico hizo
un quiebro brusco e inesperado y, ante nuestros atónitos ojos, se convirtió en
una especie de embudo púrpura, cuya parte estrecha salía del ojo de ese maldito
medallón y la parte ancha envolvía a nuestras elipses.
―¡El medallón ha atrapado a
las elipses! ―comunicó Edward, ansioso.
―¡Cuidado! ¡Las va a
absorber! ―nos advirtió Alice de nuevo, que parecía muy concentrada, observando
al medallón.
Aro volvió a alzar su
repugnante labio.
Sin que nos diese tiempo a
reaccionar, ese extraño embudo comenzó a aspirar nuestras elipses, dejándonos
completamente perplejos, aunque Nessie y yo seguíamos sosteniéndolas. Mierda.
Ese maldito medallón tiraba de mi poder como si lo hiciese del hilo de una madeja
de lana mientras mi chica y yo la sosteníamos sin poder hacer nada para que
parase de tirar.
¡Arg! ¡Maldita sea, maldita
sea! ¡Estaba más que harto de toda esta comedia! ¿Ese medallón quería mi poder?
¿Todo mi poder? ¡Pues que lo cogiera, a ver si podía!
¡¿Lo quieres?! ¡Pues toma
mi poder de una maldita vez, estúpido!,
rugí con furia.
¡No, Jake, ¿qué vas a
hacer?!, me reprendió Sam.
¡Suelta la elipse,
Nessie!, le ordené.
Y Nessie tuvo que obedecer
mi orden.
¡No, Jacob!, desaprobó el lobo negro, nervioso.
―¡Sí, hazlo! ―me animó
Edward, que estaba mirando a las almas colgantes de los gigantes.
Eso hizo que me fijase en
ellas. Claro, era eso. Esto es lo que habían estado intentando decirme todo el
tiempo. ¿Sería estúpido? Me estaban animando a que lo hiciera, porque esto
terminaría con su suplicio.
Genial. Eso me animó aún
más.
Sam cerró la bocaza en
cuanto vio mis intenciones en mis pensamientos.
Nessie y yo soltamos lo que
quedaba de las elipses y dejé que ese asqueroso embudo terminase de aspirarlas.
Pero ahí no terminó la cosa.
Sigue erigiendo un
círculo brillante y no dejes de erigirlo en ningún momento, permite que se lo
lleve, le pedí a mi chica.
Sí, obedeció ella con total confianza en mí.
Los dos lo hicimos al
instante.
Ese estúpido medallón enseguida
pasó a absorber el poder espiritual de nuestro par de círculos brillantes,
llevándoselos en forma de dos nubes brillantes y destellantes que pasaban a
través del embudo con velocidad.
Esos imbéciles de Aro y Cayo
no pudieron evitar sonreír con satisfacción. Estúpidos. El medallón latió una
vez cuando comenzó a recibir su botín.
Sorbe, sorbe, idiota, me reí con malicia.
¿Crees que funcionará?, me preguntó Sam.
Estoy completamente
seguro, le ratifiqué sin dudas.
Y lo estaba porque mi poder
espiritual estaba siendo aspirado por ese embudo a pasos agigantados, pero en
vez de debilitarme, yo no dejaba de generar más poder. Cuanto más me era
succionado, más poder espiritual nacía de mí. Sí, lo sentía, lo notaba, mi
espíritu de Gran Lobo se plantaba con supremacía y contundencia frente a su
adversario. Y tenía a Nessie a mi lado, mi espíritu y el de ella iban de la
mano.
El medallón comenzó a latir
a medida que iba succionando mi poder. Empezó con unos latidos muy lentos, pero
después pasaron a ser más veloces, hasta que se convirtieron en toda una
locura. Sí, ese maldito colgante estaba a punto de estallar.
―Maestro, el medallón no lo
soportará ―se atrevió a avisarle el pelirrojo, que observaba la situación con
ese semblante serio y cauto que había mantenido durante toda la batalla―. El
espíritu del Gran Lobo es demasiado grande para él.
Esa momia de Aro giró su
repugnante careto para mirarle, casi diría que con cierto reproche por osar a
hablar sin su permiso, pero pronto se dio cuenta de que algo iba mal y volvió
la vista hacia ese estúpido medallón.
―¿Qué está pasando, Aro?
―quiso saber el fósil canoso, frunciendo ese tupido ceño.
Pero su amigo no le
contestó.
El medallón seguía aspirando
mi poder y palpitaba sin parar, parecía que le fuese dar un ataque cardíaco. El
muy listo intentó detener el proceso, retirando su embudo, pero ahora el que no
le dejaba era yo. No me preguntes cómo demonios lo hice, pero sostuve ese
embudo y seguí metiéndole poder espiritual a saco. Sí, maldita sea, estaba
hasta las narices de todo esto. Iba a terminar con ese medallón de una vez por
todas.
Las almas colgantes de los
gigantes sonrieron con esperanzas cuando apareció una fisura en el colgante. Ese
medallón era el causante de que ellas no estuvieran en sus cuerpos, su magia negra
les apartaba de ellos. Y ahora me daba cuenta de otra cosa. Si esos gigantes
podían entrar en mi barrera solamente se debía a que no tenían alma. Pero ya no
iban a sufrir más. El ojo del medallón se abrió, horrorizado. Este era su fin.
Una luz empezó a salir por
la pequeña grieta del colgante, agrandándola más. Entonces, ese patético y
cobarde de Aro se percató de la situación. Asqueroso viejo decrépito. Apretó la
dentadura a la vez que se quitaba el medallón con precipitación y lo lanzó a un
lado justo a tiempo. Cretino.
El medallón explotó en el
mismo aire, preso de una luz cegadora que salió de él y que se extendió a todas
partes. Lo último que se vio de ese maldito ojo fue su expresión despavorida,
incluso salió de él un vaho azul que llegó a las nubes. Su codicia había
terminado con él. ¡Sí, adiós!
Toda mi manada coreó unos
aullidos al aire y los Cullen, Ryam y Helen saltaron de alegría. En cambio las
dos momias apretaron las dentaduras a la vez y se miraron, desprendiendo algo
de temor, mientras la tercera seguía durmiendo la siesta.
Esa luz que había salido del
medallón regresó a mí ipso facto, internándose en mi cuerpo en forma de esa
nube chispeante.
¡Jake, lo has conseguido!, clamó Nessie, abrazándome con alegría.
―¡Bien, Jake! ―le acompañó
Bella, haciendo lo mismo que ella.
―¡Eres genial, Jake! ―se
carcajeó Emmett.
¡Ese medallón por fin se
ha ido al infierno!, rio Leah.
¡Guau, mirad eso!, exclamó Shubael, señalando a los gigantes con su
cabezota.
Bella no le escuchó, pero el
movimiento de la cabeza del lobo hizo que ella también se fijase, aunque no lo
vio todo como nosotros. Ella solamente vio cómo los gigantes adoptaban su forma
humana de repente y cómo se desplomaban en el suelo, uno a uno, desmayados y
exhaustos, con sus ropas raídas y rotas. Sí, las almas de esos hombres y
mujeres habían dejado de ser succionados por el más allá y habían podido
regresar a sus cuerpos, por fin.
―Es increíble ―murmuró
Jasper, que miraba la escena, atónito.
Pero eso no fue todo. Al
morir el medallón, esos desgraciados de Nikoláy, Ruslán, Razvan, Stefan,
Vladimir y el encapuchado regresaron al planeta Tierra. Eso sí, la guardia
Vulturis actuó pronto y les rodearon para que no se movieran ni un ápice. Esos
seis idiotas miraban a su alrededor, todavía un poco perdidos, aunque pronto se
dieron cuenta de la situación y apretaron las dentaduras.
El careto de Aro lo decía
todo, y su vaho, que se transformó a uno rojo brillante ya era toda una
declaración de intenciones. Estaba lleno de ira y rabia, claro, había preparado
esto durante muchos siglos y yo había estropeado todos sus planes. ¡Arg,
maldito, no lo soportaba!
Los cinco magos rojos se
adelantaron, colocándose por delante de Aro y compañía, y enseguida adoptaron
unas posturas de ataque, esperando la orden de su amo, que no se hizo
esperar.
Como cinco chimeneas
rabiosas, escupieron cinco nubarrones negros que se juntaron durante el
trayecto en una sola, un misil azabache lleno de magia negra. Este se dirigió a
nosotros a gran velocidad.
No llegó muy lejos. Daba
igual lo poderosos que fueran esos magos y que juntasen sus poderes. Estaba mal
que lo dijera, pero yo era mucho más poderoso que ellos, así que ese ridículo misil
se estampó contra mi barrera y no pasó de ahí.
Sin embargo, no me iba a
conformar con eso. Ya estaba muy cansado de este estúpido juego, así que
calenté mi barrera hasta que se volvió de fuego. En cuanto lo hizo, el
manguerazo negro comenzó a arder y, como una mecha, se propagó hacia atrás
súbitamente, con unas llamaradas altas que vio todo el mundo.
―¡Cuidado! ―chilló uno de
los magos, emanando su vaho azulado hacia el cielo.
Emmett no pudo evitar sus
risotadas de satisfacción.
El fuego no llegó a
quemarles, por supuesto, esos cobardes soltaron sus manguerazos y no les
alcanzó.
―¡¿Qué estáis haciendo?!
¡Atacad! ―protestó la momia canosa con indignación.
Pero si creían que había
terminado, estaban muy equivocados. Ellos eran los que creaban esos escudos de
cristal que protegían a los Vulturis y a su chusma. Si terminaba con ellos, se
quedarían sin protección y ya serían míos. Ahora, con mi poder espiritual
completo, podía hacer muchas más cosas, y no hacía falta ni que me plantease
cómo hacerlas.
¡Vamos a por ellos, nena!, animé a mi chica.
¡Sí!, rio ella.
Como siempre, hicimos gala
de nuestra sincronización y telepatía.
Sin darles tiempo a pensar,
creamos otras elipses, pero estas eran diferentes a las demás. Estas elipses
giraban y giraban sin parar, como una radial, y como tal, eran cortantes. Las
lanzamos contra ellos con saña y rapidez, las dos volando juntas. Lo hicimos
con mucha velocidad, pero esos malditos también eran rápidos de reflejos y
erigieron otro escudo transparente común.
Tampoco les sirvió de nada.
¡Ja! Me daban ganas de saltar y danzar, de aullar, en serio. ¡Esto de ser el
Gran Lobo era la caña!
―¡No! ―gritó uno de ellos,
interponiendo sus brazos, como si así fuera a hacer algo.
Sus vahos azules casi
llegaban al espacio.
Pero ya era demasiado tarde
para ellos. ¡Sí! Las elipses cortaron ese escudo con facilidad, resquebrajándolo
en miles de cristalitos, y mientras a ellos solamente les daba tiempo a chillar
como nenazas, las dos elipses les cortaron la cabeza a los cinco a la vez.
―¡Maldición! ―masculló Cayo,
rechinando sus muelas al tiempo que miraba la escena sin terminar de creérselo.
Otro que rezumaba un vaho
azul hasta el cielo, aunque no era el único, toda su chusma estaba envuelta en
una nube azul.
Las cinco cabezas rebotaron
sobre la hierba con esas expresiones de horror. Acto seguido, sus cuerpos las
acompañaron, primero cayendo de rodillas y después haciéndolo de bruces.
Todos esos inútiles escudos
transparentes que protegían a los Vulturis y a su maldita chusma desaparecieron
como por arte de magia, nunca mejor dicho.
¡Genial!
Entonces, me di cuenta de
que no me hubiera hecho falta terminar con esos magos para desproteger a esas
momias. Ahora mi poder era tan grande, que lo hubiese hecho igualmente, con
magos o sin ellos. Guau.
―¡¿A qué esperáis?! ¡A por
ellos! ―ordenó Aro cabreado a su guardia, que se encontraba en un estado de shock.
Los componentes de su
guardia reaccionaron y salieron en estampida hacia nosotros.
―¡Es un suicidio, Aro!
―exclamó Carlisle, que no había vuelto a abrir la boca hasta ahora.
―¡No, sabe muy bien lo que
hace! ―le contradijo Jasper―. ¡No respondáis!
¡Y una mierda!, protestó Quil.
¡Ahora nos toca a
nosotros!, le acompañó Embry.
Pero mis lobos estaban
ansiosos por luchar y cargarse a esa maldita chusma de una vez por todas, y
también salieron en busca de esos chupasangres.
¡Hola a todos! Soy JACOB&NESSIE ^^
ResponderEliminarMUCHISIMAS GRACIAS A TODOS POR SER TAN LEALES Y SEGUIR AQUI!!! TAMBIEN POR VUESTRA PACIENCIA!!!
ME ALEGRO MUCHO DE QUE OS GUSTEN LOS CAPIS ;)
Bueno, pues aqui va este, espero que tambien os guste ^^
Lametones para todos!!!!
muy lindo capi genial hermoso...porfin pudieron vencer a ese medallon....ja sos fantastica segui....el sabado el proximo...salu2
ResponderEliminarHOLLLAAA hasta que al fin pudieron conese medallon saliendo el poder de ambos que increible aunq estoy algo triste me parece que ya se esta acabando y no quieroooooo ...Tamara no nos vayas a abandonar pleaseee :)
ResponderEliminarJa ese tonto Vulturi por fin va a de recibir su merecido y la lucha que acaben con todos aunque el adormilado no creo que se de cuenta de lo que pase.
ResponderEliminarGracias por tan buenos capítulos eres excelente escritora de ficción espero continúes con otros libros no importa si no es Jake & Nessie podrías escribir de algún otro lobo o lo que tu quieras estarare encantada se leerlo.
Para Andrés una disculpa por error de dedo salió "a" en el lugar de la "s" ya sabes una pantalla táctil corrige sola.
GRACIAS saludos de Kiara :•) y que buena imagen
P. D. Espero el próximo lleno de acción el capitulo (=
wow! por fin! ojala ya todo este bien! uqe capitulo mas emocionante es uno de los mas emocionantes! :D
ResponderEliminarVaya dejame decirte otra vez (jaja) que escribes muy bien y tu si tienes un don, a veces me pregunto si eres vampiro jaja ok no ._.
Me encanto, ya quiero ver como destrozan uno por uno a los vulturi! cuidate
Besos.
B U E N I S I M O.....como siempre,...me encanta...con ansias espero el siguiente
ResponderEliminargracias
elsa
Esta historia me encanta !!!!!!! Descubri hace poco este blog y no he parado de leer. te felicito eres genial !
ResponderEliminarhola me encanta tu historia son demasiado fina, sigue así .
ResponderEliminarquería saber si me puedes pasar todos los libros de Jacob y nessie a mi correo es este
angel242001@hotmail.com