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NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA. PROFECÍA")
Para leer este fic, primero tienes que leer "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, y "Nueva Era I. Profecía". Si no, no te enterarás de nada 😉
CAPITULOS:
PARTE UNO: COMIENZO:
RENESMEE:
48. EXTRAÑO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/este-es-el-segundo-capitulo-de-hoy-para_26.html
JACOB:
52. HAY QUE VER LAS VUELTAS QUE DA LA VIDA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-52-hay-que-ver-las.html
53. DIOS, ESTO ES PARA TIRARSE UN TIRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-53-dios-esto-es-para.html
54. ¡¿Y AHORA ME PIDE ESTO?! INCREIBLE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/07/nueva-era-capitulo-54-y-ahora-me-pide.html
55. CUANDO UNO LE VE LAS OREJAS AL LOBO...: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-55-cuando-uno-le-ve.html
56. NEGOCIANDO CON LOS HERMANOS MARX: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-56-negociando-con.html
57. ESTO ES EL HOTEL DE LOS HORRORES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-57-esto-es-el-hotel.html
58. NO TE IMAGINAS LO DESESPERANTE QUE ES LA ESPERA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-58-no-te-imaginas-lo.html
59. SÍ, VALE, NO SÉ DE QUÉ ME ASUSTO YA, PERO ES QUE ESTO ES DEMASIADO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-59-si-vale-no-se-de.html
60. ESTÁ MÁS QUE CANTADO LO QUE VA A PASAR AQUÍ: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-60-esta-mas-que.html
61. ¡NO, MALDITA SEA! ¡NESSIE, NO VAYAS!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-61-no-maldita-sea.html
62. HONOR (PARÉNTESIS RENESMEE): http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-62-honor-parentesis.html
63. CUANDO CREÍAS QUE YA NO IBA A PASAR NADA PERO, VA Y SUCEDE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-63-cuando-creias-que.html
64. ¡JA! ¡CHUPAOS ESA!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-64-ja-chupaos-esa.html
65. ¡ASÍ QUE ESTO ES LO QUE QUERÍAS, ARO!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-65-asi-que-esto-es.html
66. SI TENGO QUE ELEGIR UN ÚLTIMO DESEO, LO TENGO MUY CLARO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-66-si-tengo-que.html
67. TIC, TAC, TIC, TAC. EL MOMENTO DE LA BATALLA FINAL SE ACERCA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-67-tic-tac-tic-tac.html
68. COMO SIEMPRE, TODO EL PESO RECAE SOBRE MIS HOMBROS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-68-como-siempre-todo.html
69. ¡¿QUÉ?! ¡ESTO ES IMPOSIBLE, IMPOSIBLE!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-69-que-esto-es.html
70. CUANDO UNO NO TIENE CONFIANZA EN SÍ MISMO, PASA LO QUE PASA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-70-cuando-uno-no.html
71. SI ANTES ERA UN ÁNGEL, AHORA NI TE CUENTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-71-si-antes-era-un.html
72. ESTO DE SER EL GRAN LOBO ES LA CAÑA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-72-esto-de-ser-el.html
¡¿PERO QUÉ ME ESTABAN DICIENDO?! ¡¿SE HABÍAN VUELTO LOCOS O QUÉ?!
58. NO TE IMAGINAS LO DESESPERANTE QUE ES LA ESPERA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-58-no-te-imaginas-lo.html
59. SÍ, VALE, NO SÉ DE QUÉ ME ASUSTO YA, PERO ES QUE ESTO ES DEMASIADO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-59-si-vale-no-se-de.html
60. ESTÁ MÁS QUE CANTADO LO QUE VA A PASAR AQUÍ: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-60-esta-mas-que.html
61. ¡NO, MALDITA SEA! ¡NESSIE, NO VAYAS!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-61-no-maldita-sea.html
62. HONOR (PARÉNTESIS RENESMEE): http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-62-honor-parentesis.html
63. CUANDO CREÍAS QUE YA NO IBA A PASAR NADA PERO, VA Y SUCEDE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-63-cuando-creias-que.html
64. ¡JA! ¡CHUPAOS ESA!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-64-ja-chupaos-esa.html
65. ¡ASÍ QUE ESTO ES LO QUE QUERÍAS, ARO!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-65-asi-que-esto-es.html
66. SI TENGO QUE ELEGIR UN ÚLTIMO DESEO, LO TENGO MUY CLARO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-66-si-tengo-que.html
67. TIC, TAC, TIC, TAC. EL MOMENTO DE LA BATALLA FINAL SE ACERCA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-67-tic-tac-tic-tac.html
68. COMO SIEMPRE, TODO EL PESO RECAE SOBRE MIS HOMBROS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-68-como-siempre-todo.html
69. ¡¿QUÉ?! ¡ESTO ES IMPOSIBLE, IMPOSIBLE!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-69-que-esto-es.html
70. CUANDO UNO NO TIENE CONFIANZA EN SÍ MISMO, PASA LO QUE PASA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-70-cuando-uno-no.html
71. SI ANTES ERA UN ÁNGEL, AHORA NI TE CUENTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-71-si-antes-era-un.html
72. ESTO DE SER EL GRAN LOBO ES LA CAÑA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-72-esto-de-ser-el.html
¡¿PERO QUÉ ME ESTABAN DICIENDO?! ¡¿SE HABÍAN VUELTO LOCOS O QUÉ?!
Mi manada estaba fuera de la
barrera, pero no tenían nada que temer. Sus particulares burbujas emergentes
salían de ellos siempre que era necesario, así que por ese lado no había de qué
preocuparse. Otra cosa es que en la lucha física la guardia Vulturis también
era buena, claro.
Por supuesto, Emmett también
salió disparado, y lo hizo hacia su único objetivo: ese también grandullón de
Felix, que le recibió con los brazos abiertos para luchar. Rosalie saltó detrás
de él y a partir de ahí más gente se unió a la batalla, incluidos Ryam, que
salió como una bala hacia ese meollo, y Helen, que le persiguió para no
separarse de él.
―¡Helen! ―intentó llamarla
Nessie, pero su amiga no la hizo ni caso.
Idiotas, ¿adónde iban estos
dos? Si no sabían luchar.
―¡Ya nos encargamos
nosotros! ―afirmó Edward, saliendo detrás de ellos con Bella.
Menos mal.
En un abrir y cerrar de
ojos, esa pradera se convirtió en una locura, en un torbellino entremezclado de
chupasangres, lobos y un par de gigantes estúpidos que no tenían ni idea de
pelear y que eran escoltados por Bella y Edward todo el tiempo. Bueno, mejor
dicho, estos últimos solo habían salido para evitar que peleasen.
Eso sí, esos tres cobardes
de los Vulturis se quedaron en la retaguardia, observando toda la función.
¡Malditos!, mascullé con rabia.
¿Qué hacemos?,
me preguntó Nessie.
Ella y yo seguíamos dentro
de mi barrera, aquí no podía entrar ninguno de esos chupasangres con sus almas
malvadas. Aunque no estábamos solos. Carlisle, Esme, Jasper y Alice se habían
quedado con nosotros, al amparo de mi protección.
Desde luego yo quería
luchar, me moría de ganas de arrancarle la cabeza a alguna de esas
sanguijuelas.
¡Tú quédate aquí! ¡Voy a machacar a unos cuantos!, le contesté a Nessie, ya abalanzándome hacia delante
mientras profería un rugido.
Sabía que ahora podía
mantener mi barrera fija en este sitio al tiempo que yo luchaba por ahí. Ella
estaría segura bajo su protección.
―¡No, espera! ―me detuvo
Jasper, interponiéndose al ver mis intenciones.
¡¿Qué coño haces?!, protesté, clavando las patas en el terreno para frenar.
―¿Qué pasa? ―preguntó Nessie
en voz alta.
―Tienes que llamar a tus
lobos ―me dijo él―. Esto es precisamente lo que Aro quiere. Si nosotros nos
mezclamos con ellos en una batalla, tú no podrás usar tu poder para matarles a
todos.
Dile que eso es lo que ese estúpido de Aro creerá,
pero que mi poder espiritual distingue perfectamente las almas buenas de las
malas, y que solo se cargará a las malas,
le pedí a Nessie.
―Dice que eso es lo que ese
estúpido de Aro creerá, pero que su poder espiritual distingue perfectamente
las almas buenas de las malas, así que solamente se cargará a las malas ―le
retransmitió ella.
Así daba gusto. Alguien que
no cambiaba mis palabras.
―Es cierto, Jazz. Su elipse
no nos hizo nada a nosotros, ¿recuerdas? En cambio, purificó nuestro cuerpo y nos
quitó la hipnosis ―le recordó Alice.
―Eso es porque vuestras
almas son doradas, son buenas ―le explicó Nessie.
―Ah… ―cayó Jasper,
llevándose la mano a la barbilla mientras clavaba la vista en el suelo,
reflexivo. Después, alzó los ojos de nuevo para mirarme―. Aun así, tienes que
llamar a tus lobos para que dejen de pelear.
¿Y dejar que mis lobos se pierdan la fiesta? Ni
hablar.
―¿Y dejar que mis lobos se
pierdan la fiesta? Ni hablar ―repitió Nessie para ellos.
Eso, eso, justo lo que yo
había dicho.
―Debemos detener esta
batalla, Jacob ―declaró Carlisle, hablándome con un tono serio.
¡¿Qué?!,
repetí, perplejo.
No hizo falta traducción, mi
careto lobuno lo decía todo.
―Los Vulturis no deben morir
―soltó por esa boca.
¡¿Cómo?!, no daba crédito a lo que estaba escuchando.
―Son completamente
necesarios en nuestro mundo ―siguió declarando Doc.
Menos mal que mi manada
estaba entretenida peleando y que no estaba escuchando semejante cosa.
¡Venga ya, no me jodas!, lo siento, pero no encontraba otra palabra. ¡Tienen
que morir! ¡Y hoy será su último día en este mundo!, protesté, esquivando a
Jasper para lanzarme a esa batalla mientras rugía con furia.
―¡No, Jacob! ―exclamó
Jasper.
―¡Jake! ―me llamó Nessie a
mis espaldas, preocupada.
Pero tampoco la hice caso.
¡¿Qué era esto?! ¡¿Cómo que
los Vulturis no debían morir?! ¡¿Pero es que se habían vuelto locos o qué?!
¡¿Después de todo esto que nos habían hecho?! ¡Ni hablar!
Pasé al lado de Emmett, que seguía
fintando con el grandullón, y me planté frente al primer chupasangres de la guardia
Vulturis que me encontré: Enguerrand.
Me agazapé y le hice una
exhibición de mis colmillos, que también eran un arma afilada y contundente.
―No quiero luchar contigo
―espetó, mirándome con una honorabilidad que me dejó un poco fuera de combate.
¿Qué? ¿Cómo? ¿Que no quería
luchar conmigo? ¿Qué coño era esto?
Su vaho no me mostraba
miedo, más bien era respeto, lo cual me dejó más perplejo todavía. Pero a mí me
importaba una mierda. Iba a tener que luchar conmigo, quisiera o no.
Esta vez proferí un rugido,
retándole.
De poco me sirvió. En un
abrir y cerrar de ojos, pegó un brinco enorme y altísimo y se perdió de mi
vista. Cuando conseguí dar con él, acababa de iniciar una pelea con Shubael.
No me lo podía creer. ¿Me
acababa de dar plantón? Vaya, la verdad, no sé. Me sentía un poco como alguien
a quien le acaban de dar calabazas o algo así. Genial.
Bah, había muchos con los
que luchar. Busqué otra presa y mis ojos pronto dieron con una que tenía justo
delante. Mira tú por dónde, era ese chino bastardo, ese maldito de Zhou. Con
las ganas que le tenía.
Le rugí con rabia en la
misma cara nada más aterrizar delante de sus narices y su patético vaho azulado
ascendió hasta las nubes. El muy cretino rechinó los dientes, intentando controlar
su miedo, pero también intentó huir, esquivándome. Maldito cobarde.
¡Y una mierda!
¡¿Adónde te crees que
vas?!, le rugí otra vez,
interponiéndome en su camino.
¡Sí, este era su maldito
fin!
Me lancé a por él con
cólera, pero ese bastardo consiguió pegar un brinco hacia arriba, librándose de
mis fauces por los pelos.
Idiota, como si así pudiese
huir de mí.
¡Ahora verás, estúpido!
No me importaba liquidarle
rápido, a decir verdad, tampoco me interesaba perder demasiado tiempo con él.
No merecía la pena, y, además, tenía cosas más importantes que hacer, como
cargarme a esas momias de una vez por todas. Con que se fuese al infierno, me
conformaba.
Sin pensármelo más ni perder
más tiempo, erigí un círculo de luz brillante que pronto calenté y se volvió de
fuego, y lo envié directamente hacia ese cretino impostor, lanzándolo
rápidamente en su dirección.
Pero el muy desgraciado se
movió con rapidez y, en vez de darle a él, mi círculo de fuego se topó con otro
chupasangres de la guardia Vulturis, que profirió un chillido ensordecedor
cuando fue calcinado y reducido a cenizas al instante. Maldito, encima tenía
suerte.
En fin, no tenía ganas de
jugar, la verdad. Lo único que me apetecía era terminar con esto rápido e irme
a casa con mi chica y mi gente. Estaba cansado de todo este rollo de la guerra
y eso.
No tuve que pensar nada.
Simplemente convertí ese círculo de fuego en elipse y la escupí contra ese
Zhou, enviándosela con saña. El muy idiota se movía sin parar, tratando de no
ser un objetivo viable, pero ignoraba una cosa. Ahora mi elipse podía buscar a
su víctima, estuviese donde estuviese, se escondiese donde se escondiese, y
daba igual cuánto se moviese. Mi elipse de fuego era como un torpedo programado
hacia un solo objetivo: ese chino bastardo.
Fue muy fácil, en serio. Mi
elipse solamente tuvo que buscar su repugnante alma malva e identificarla. En
cuanto hizo esto, se arrojó a por ella sin cuartel. Zhou intentó moverse en
zigzag, pero no le sirvió de nada. Mi elipse zigzagueó también y se estampó
contra su alma con un movimiento supersónico. Casi no le dio tiempo ni a chillar.
En menos de un parpadeo su alma estalló, y con ella, todo lo demás de su
asqueroso cuerpo. ¡Sí, genial! Lo único que aterrizó en el suelo fueron sus
cenizas.
¡Estupendo! Ese chino ya no
nos molestaría más.
De pronto, se escucharon unos
gemidos de dos de mis lobos. Primero uno y a los dos segundos otro. Aunque no
fue solo eso. Todos pudimos sentir el dolor de ambos, incluida mi Nessie, que
se llevó la mano a las costillas instintivamente.
Ya había visto de quién se
trataba, pero:
¡Jake, han herido a Embry
y a Cheran!, me verificó Sam.
Estoy bien…, afirmó Embry, apretando los dientes.
Los mencionados se habían
caído al suelo. Embry se puso en pie enseguida para fintar con ese Alec a tres
patas, ya que una la tenía rota, pero Cheran seguía en el terreno, aquejado de
la rotura de sus costillas. Ninguno de los miembros de la guardia Vulturis
estaba usando sus dones, sabían que no les iba a servir de nada, pero, maldita
sea, esos desgraciados también eran fuertes y buenos luchadores, por supuesto.
¡Mierda!, mascullé con rabia.
Vale, se acabó el juego.
Eché un vistazo general. Los
Vulturis se encontraban observando el panorama con esos rostros orgullosos que,
no obstante, aguantaban una tensión enorme; mis lobos peleaban con los
chupasangres de su guardia, ya se habían cargado a unos cuantos, aunque dos de
los nuestros estaban heridos; Emmett y ese Felix se estaban dando una buena
paliza el uno al otro, Rosalie andaba por el medio, por si tenía que sacar en
volandas a Em, y esos dos gigantes habían regresado a mi barrera, conducidos y
obligados por Bella y Edward. Ya era hora.
Entonces, recordé una manera
más rápida y efectiva de terminar con todas estas sanguijuelas, incluidos esos
fósiles viejos, sin que ninguno de los nuestros sufriera daño alguno. Podía
terminar con todos nuestros enemigos de una sola sentada. Eso sí, tendría que
dejar vivo a ese grandullón de Felix, para que Emmett se divirtiera un poco más
con él, así no me lo echaría en cara después.
No era difícil, acababa de
hacerlo con el chino. Y Ezequiel ya me lo había dicho, todavía tenía sus
palabras bien grabadas en mi cocorota: tu espíritu de Gran Lobo solo actúa en el
mundo espiritual y etéreo, lo terrenal lo deja para tu fuerza de guerrero nato.
No obstante, esto no debe llevarte a engaño o decepción, puesto que todo ser
tiene alma, incluidos los vampiros, y esto te dota de un grandísimo e inigualable
poder, ya que tú puedes ver esas almas, puedes manipularlas, puedes
destruirlas.
Destruirlas.
¡Bingo!
Como había hecho con Zhou,
solamente tenía que mandar a mi elipse en busca de esas almas malvadas para
destruirlas. ¡Qué fácil me resultaba ahora!
Los que antes habían sido
gigantes, todavía se encontraban en la hierba, inconscientes, pero sus almas
eran doradas, puras y limpias, así que no tenía nada que temer, estarían bien,
no les pasaría nada. Y con mis lobos, lo mismo.
¡Rodead a los Vulturis y
a su guardia, rápido!, ordené a mi
manada. ¡Nessie, tú quédate donde estás!
Si no, ella también iría,
claro.
Y así lo hicieron. Ante la
mirada atónita de todas esas sanguijuelas y esas tres momias, mis lobos dejaron
las peleas y saltaron repentinamente, rodeándolos a todos, incluido ese Felix,
para desagrado de Emmett. ¡Ups! Se me había olvidado decirles que a ese no.
Bueno, ahora ya estaba hecho.
―¡¿Qué estáis haciendo?!
¡Detenedlos! ―protestó Cayo, rechinando los dientes mientras miraba a su
alrededor.
Pero su guardia ya no pudo
hacer nada, mis lobos también eran muy ágiles y rápidos. Ahora estaban bajo
nuestro control, nadie salía con vida de una emboscada de lobos.
Clavé mi rabiosa e iracunda
mirada en los ojos de Aro y proferí un rugido que clamó mi supremacía y
dominio, haciendo que todo el bosque se agitase. Todos los lobos normales que
habían contestado a mi aullido hacía dos noches volvieron a responder ahora,
dejándome claro que ellos estaban conmigo.
El vaho azul de esos viejos
decrépitos llegaba hasta el cielo, hasta el adormilado pareció despertarse de
su eterna siesta. El último cerró los ojos y esperó con una expresión aliviada,
daba la sensación de que llevaba ansiando la muerte desde hacía muchos siglos.
En contra, el dueto formado por Aro y Cayo rechinaba las dentaduras mientras
miraba a sus lados, buscando una posible escapatoria. Pero sabían que no la
tenían. Aunque consiguieran zafarse de alguno de mis hermanos, mi poder
espiritual llegaría a ellos igualmente. Sí, habían perdido la batalla.
Ese chiflado de Aro pareció
aceptar su derrota.
―He de reconocer que eres
muy poderoso, nos has vencido ―admitió, mirándome con esa sonrisa de loco
mientras juntaba sus secas manos―. Nunca antes habíamos perdido una batalla, es
impresionante. Así que, alegando a esa indulgencia de la que seguro gozarás, no
nos queda más remedio que rendirnos e implorarte compasión.
Maldito viejo cobarde. La
momia canosa rechinó los dientes con resignación y el adormilado ahora mantenía
sus ojos muy abiertos, a la expectativa. Su chusma no se creía lo que estaba
oyendo, casi parecían un poco decepcionados. Excepto el pelirrojo, que mantenía
ese semblante de honorabilidad al mirarme, como si siempre hubiera sabido que
yo iba a ganar.
¡Arg, me daba igual! ¡Bien,
ahí iba!
Sin perder más tiempo, erigí
un círculo de luz brillante y lo transformé en uno de fuego. Todo mi organismo
estaba lleno de adrenalina y excitación, hasta mi corazón se aceleró, ansioso.
Sí, porque por fin iba a terminar con toda esta basura, para siempre.
Hinché mi círculo,
preparándolo para extenderlo y estallarlo como una bomba nuclear.
No hacía falta hablar para
que entendieran el mensaje que iba a proclamar ahora mismo a los cuatro
vientos.
¡Moriréis todos, malditos
chupasangres!, rugí con cólera, haciendo
que todos los ojos de rata que me rodeaban se abrieran como auténticos platos,
aterrorizados.
―¡No lo hagas, Jacob!
―escuché de pronto.
Y antes de que pestañease,
perplejo, Edward se plantó delante de mí. ¡¿Pero qué demonios estaba haciendo?!
¡¿Qué dice?!, protestó Paul. ¡Termina con ellos de una maldita
vez!
¡Quítate del medio, te lo
advierto!, gruñí con furia.
¡Jake!, exclamó Nessie, cauta, saliendo de mi barrera para
ponerse frente a mí también.
Nessie, vuelve a la
barrera, le pedí, hablando entre dientes.
―No puedes matarlos, Jacob
―me dijo Edward.
No me lo podía creer. ¿Pero
qué les pasaba a estos ahora? ¿Cómo que no podía matarlos?
¡No, mátalos!, gruñó Quil.
Mi vista se fue sola durante
un segundo hacia esos viejos decrépitos. Suficiente para ver cómo la comisura
de ese repugnante labio de Aro se alzaba un milímetro. ¡Maldito chiflado!
¡Ni hablar! ¡Quítate del
medio!, le grité, lleno de ira.
Jake, por favor, escucha
a mi padre, me rogó mi chica,
sujetándome por los hombros.
¿Tú también?, le reproché, enfadado.
Escucha, cielo, me imploró, mirándome con esos ojitos tan dulces capaces
de derretir los mismísimos polos. Guay. Sabes
que hagas lo que hagas, yo te apoyaré al cien por cien, pero Carlisle tiene razón. Por muy raro que
parezca, los Vulturis son totalmente necesarios en nuestro mundo. Sé que esto
es muy difícil para ti, pero si ellos no estuvieran todo se descontrolaría,
sería una locura.
Nessie…, protesté, apretando las muelas con rabia.
Tiene razón, opinó Sam, para mi asombro. Son una escoria, pero
tienen al resto de chupasangres bajo control.
¡¿Pero qué estáis
diciendo?!, se quejó Jared. ¡Da
igual! ¡Después de todo lo que nos han hecho, no podemos dejarles marchar así
como así!
Por eso hay que hacer ese
tratado, siguió el lobo negro.
¡¿Qué estás diciendo?!, inquirí, furioso. ¡No, no, ni de coña!
―Escúchale, te lo ruego ―me
pidió Edward―. No obres a lo loco, piensa en las consecuencias que esto
tendría. Y hablo de unas consecuencias a nivel mundial.
―Si nos quieres matar, estás
en tu derecho, pero has de tener en cuenta que nuestras leyes son muy
necesarias ―intervino ese osado de Aro, juntando sus tísicas manos a modo de
negociación―. Y no es nada fácil hacerlas cumplir, créeme.
¡Dile que cierre esa bocaza o me lo cargo ahora mismo!, le advertí, dedicándole un rugido a ese fósil
arrogante.
―Aro, será mejor que no
digas nada ―le tradujo Edward, como siempre, sustituyendo mis palabras.
Este asintió con gesto serio
e hizo una especie de reverencia. Imbécil. No sé a qué estaba esperando para
liquidarle…
Tienes que pensar en la
tribu, pero también en los millones de humanos que habitan el planeta, alegó Sam.
Sam tiene razón, apoyó Seth.
¡Pues yo digo que
terminemos con ellos de una maldita vez!,
declaró Leah.
De repente, mi cabeza se
llenó de voces que mantenían un intenso debate.
¡Mierda, mierda, mierda y
mil veces mierda! Ahora estaba hecho un auténtico lío. ¡Maldita sea!
¡Mierda, callaos todos de
una maldita vez!, les regañé.
Acto seguido, obedecieron.
―Por favor, tranquilízate
―me rogó Carlisle desde mi barrera―. Hablemos de esto con más detenimiento, ¿te
parece bien? De hombre a hombre, meditando todas las cuestiones. No tenemos por
qué tener prisa.
Por favor, imploró Nessie, clavándome esa mirada tan dulce.
¡Arg! ¡Maldita sea!
¡Está bien, lo hablaremos! ¡Pero no os garantizo nada,
solamente quiero aclarar las cosas con vosotros, ¿me oís?!, accedí, muy enfadado.
―Gracias ―asintió Edward.
―Oh, gracias ―le acompañó
ese estúpido de Aro, juntando sus manos otra vez.
Esquivé a Edward con un
movimiento rápido y temperamental y me incliné para dedicarle a Aro otro rugido
potente que restalló por todas partes, haciendo que todos esos asquerosos vahos
miedicas subieran hasta las nubes una vez más.
¡Eso no quiere decir que no vaya a mataros!, rugí de nuevo.
―Por favor, Aro, si queréis
seguir con vida te aconsejo que no vuelvas a hablar más ―le avisó Edward,
mirándole con una mirada que podría haberle fulminado también.
Ese idiota volvió a asentir
con esa reverencia.
¡No les quitéis ojo, ¿entendido?!, ordené a mis hermanos mientras me dirigía a la zona
arbolada para cambiar de fase. ¡Si alguno
intenta escapar, matadle, sea quien sea!
Entonces, cuando inicié la
andadura hacia allí, me fijé en otra cosa que a punto estuvo de rajarme el
estómago, del ácido que emanó de este.
Esos desgraciados de Razvan,
Nikoláy, Ruslán y el dichoso encapuchado de negro habían aprovechado todo ese
jaleo para escapar. ¡Malditas ratas! Para ser sinceros, tenía que reconocer que
no me había acordado de ellos hasta ahora. Pero no solo ellos. Vladimir y
Stefan también habían huido como cobardes. Estos últimos ya me importaban un
bledo, pero los primeros… ¡Me hervía la sangre! ¡Maldita sea! ¡Otra vez se
habían escapado con vida! ¡Otra vez que me había quedado sin mi venganza! ¡Arg!
¡Esto era una mierda! ¡Todo! ¡Todo era una maldita mierda!
Pero mi vista también se
fijó en esas personas que antes habían sido gigantes.
Michael, Nathan,
trasladad a esa gente a otro sitio, no tardarán mucho en despertarse. Después
id al pueblo más cercano. Allí avisad a alguien para que vayan a buscarles. No
se os ocurra decirlo en persona, ¿vale? Llamad por teléfono a los servicios de
emergencia o algo así. Ya os aviso con lo que salga de aquí.
De acuerdo, aceptó Michael, aunque a
regañadientes.
Podía
ver en sus mentes las ganas que tenían de ver en qué terminaba esto, pero
alguien se tenía que encargar de esas personas, ¿no?
Así
que mis dos lobos salieron de ese círculo que rodeaba a los Vulturis y su
chusma, círculo que fue cerrado a cal y canto otra vez por el resto de mi
manada, y yo me dirigí a los árboles para adoptar mi forma humana.
Salí
de allí todavía subiéndome la cremallera del pantalón y me dirigí a los
chupasangres de mi familia como un explosivo rabioso, solo me faltaba un fuego
saliéndome de la cabeza.
Caminé,
enrabietado, y por fin, me planté delante de ellos.
Buen capitulo....simplemente me encanta ......
ResponderEliminarcon gusto espero el siguiente
gracias
elsa
Tamara gracias por tan buen libro tu talento es único perdona por no haber comentado antes pero tenía los días muy ocupados entre trabajo, colegio y Cathy quedo rendida oh ella te manda saludos y dice que eres la mejor y opino lo mismo leí los capítulos desde las siete de la ma~ñana y me encantaron mas cuando nesie se convirtió en loba de espíritu INCREIBLE bueno espero el prox igual de intenso y hasta pronto o hasta que tenga otro tiempito libre (=
ResponderEliminarKelly
eres la mejor Tamara, creo ke me stas cayendo bien... oye ¿ te puedo decir Tami? je je... el capi estubo de lo mejor
ResponderEliminarEstoy ansiosa por el siguiente capitulo y saber la desicion que toma jake acerca de los vulturis! veremos que pasa! jeje el capitulo fabulosisimo como siempre, como ya nos tienes acostumbrados! y estoy como loca esperando por los siguientes capitulos! Mucha fuerza para seguir escribiendo!
ResponderEliminarB E S O S =)
Wow. Cada capitulo me sorprendes mas eres increible no es que yo lo diga creo que todos tus fans estamos de acuerdo en eso realmente espero que jake elimine a ese chiflado de aro y a la pitufina creo que el único que podría salvarse es el adormilado y el zanahorio los demas que desaparezcan espero el próximo con mas adrenalina y acción Jaja perdona por no comentar antes pero creo que el golpe me duele mas que cuando ocurrió y no es fácil salir con la pata vendada gracias saludos y suerte aunque no creo que la necesites.
ResponderEliminarKiara =)
Muy bueno! Me gusta como se dan vueltas las situaciones una y otra vez.
ResponderEliminarSol*
Muchas gracias, Sol!!! Eres un sol!! jajaja
ResponderEliminarLametones para ti!!!
JACOB&NESSIE ^^