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martes, 1 de noviembre de 2011

NUEVA ERA. CAPITULO 104: UN SER SUPERIOR



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NO DUDEIS EN DEJAR VUESTROS COMENTARIOS, PREGUNTAS, ETC, YO CONTESTARE A TODO GUSTOSAMENTE ^^



NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").

Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏


CAPITULOS:

PARTE DOS: NUEVA ERA

RENESMEE:

77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78. EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html
79. EN MEDIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-79-en-medio.html
80. LICÁNTROPO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-80-licantropo.html
81: DECISIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-81-decision.html
82. CUMPLEAÑOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-82-cumpleanos.html
83. IRRUPCIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-83-irrupcion.html
84. REENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-84-reencuentro.html
85. GRIPE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-85-gripe.html
86. FALLO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-86-fallo.html
87. GIRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-87-giro.html
88. BUENA Y MALA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-88-buena-y-mala.html
89. FELICITACIONES Y PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-89-felicitaciones-y.html
90. APOYO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-90-apoyo.html
91. CARTA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-91-carta.html
92. INTERESES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-92-intereses.html
93. BENEFICIO COLATERAL: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-93-beneficio.html
94. ECOGRAFÍA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-94-ecografia.html
95. FANTASMAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-95-fantasmas.html
96. MANIOBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-96-maniobra.html
97. "NO PUEDO": http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-97-no-puedo.html
98. SANGRE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-98-sangre.html
99. HERIDOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-99-heridos.html
100. PRUEBA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-100-prueba.html
101. ENTRENAMIENTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-101-entrenamiento.html
102. 6 DE FEBRERO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-102-6-de-febrero.html
103. PACIENCIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-103-paciencia.html


UN SER SUPERIOR


Jacob casi no había colgado su teléfono móvil, cuando mi padre salió de entre los árboles de la parte sur de la playa y se plantó a su lado a la velocidad de un rayo. Primero le echó un vistazo a la pierna con un semblante algo desencajado, pero luego enseguida se dirigió a mi chico.
―¿Por qué has llamado a Charlie? ―le recriminó al tiempo que mi madre y mis tíos llegaban junto a él―. ¿Te has parado a pensar que quizá esto esté relacionado con los licántropos? Ahora la playa se llenará de policías que se pondrán a investigar el asunto.
Irremediablemente, vino a mi cabeza una imagen: la de aquella cabeza que había chocado contra el Golf de Jake años atrás, cuando recorríamos la carretera de La Push de camino a mi casa. El licántropo de Nahuel era el que había hecho aquello, y ahora nos encontrábamos con algo similar. Me dio un escalofrío solo con recordarlo.
―¿Y qué quieres que haga con esa pierna, metérmela en el bolsillo del pantalón y llevármela a casa? ―contestó Jake, marcando su irritación con sarcasmo. Se guardó el móvil y siguió hablando―. Esa pierna tiene un propietario, ¿sabes? Y seguramente los familiares de esa persona agradezcan saber qué ha sido de él, poder enterrarle y llorarle, digo yo.
―¿Hay una pierna? ―le preguntó Claire a Quil desde la distancia con cierto temblequeo en la voz.
―Eso parece ―murmuró él, apretando su abrazo.
―Jacob tiene razón ―le apoyó mamá―. Por muy mal que nos venga a nosotros, no podemos evitar que la policía investigue esto. No sabemos si lo ha hecho alguno de los licántropos, pero aunque así fuera, estamos hablando de un asesinato, Edward, no podemos ocultárselo a la policía.
―Hemos hecho bien en llamarles ―afirmó Quil.
Mi padre suspiró, sin embargo, terminó asintiendo.
―Está bien, entonces será mejor que nos vayamos a casa antes de que esto se llene de policía científica y forenses ―sugirió.
―Id vosotros ―dijo Jake―. Supongo que yo tengo que quedarme. He sido el que ha llamado y tendré que prestar declaración.
―De acuerdo ―aceptó papá.
Jacob se despegó de mí y me sujetó por los hombros para mirarme.
―Ve a casa con ellos, yo no tardaré.
―No, me quedo contigo ―repuse.
―No quiero que tengas que ver esa pierna otra vez ―rebatió, acariciando mi mejilla con dulzura―. Ve a casa, Charlie ya debe de estar en camino, así que llegaré enseguida.
―Pero si no estás conmigo y ocurre algo…
―¿Y para qué estamos nosotros? ―intervino mi tío Emmett, sonriéndome―. Además, vuestra casa está a un paso de aquí, no creo que a este lobo loco le costara mucho llegar de dos zancadas.
Genial, muchas gracias, Em, pensé, ya que había tirado por tierra mi excusa por completo.
―Pero…
Mi siguiente alegato se vio enmudecido cuando Jacob unió sus labios a los míos para besarme, pillándome totalmente desprevenida. Por supuesto, lo había hecho adrede para callarme. Él terminó el beso, pero yo todavía me quedé con los ojos cerrados un par de segundos más, de lo anonadada que me quedé.
―La policía está llegando ―reveló Jasper.
Aún no se oía ninguna sirena cuando lo dijo, aunque sí que percibí ese soniquete muy lejano después.
―No tardaré ―repitió Jake, todavía con la frente pegada a la mía, hablándome con suavidad.
Asentí, mirándole embobada, y, a regañadientes, me separé de él para marcharme con mi familia.
―Nosotros también nos vamos ―dijo Quil.
―Sí, claro ―comprendió Jacob.
Seguro que Quil tampoco quería que Claire viera la pierna. Se despidieron de nosotros y se marcharon por el espigón de madera.
―Dile a Charlie que le llamaré esta noche ―le pidió mamá a Jake de la que nos íbamos.
―Vale.
Mientras caminaba con mis padres y mis tíos, me giré y observé a Jacob. Estaba con los brazos en jarra, mirando la pierna con un gesto de rabia en el rostro, pero en cuanto se percató de mi mirada, se volvió hacia mí y me clavó esos ojazos negros que ya me hacían palpitar. Le dediqué una media sonrisa cerrada y él no tardó en corresponderla.
Continué todo el trayecto caminando por la arena sin quitarle ojo, aunque él tampoco desvió su vista de mí. Si no fuera porque iba enganchada del brazo de mi madre y ella me dirigía, hubiera terminado chocándome con alguno de los troncos blanquecinos. En cuanto dimos con el hueco de los árboles que daba paso a nuestro jardín, Charlie y más agentes de policía llegaron hasta Jake, que ya tuvo que dejar de observarme para atenderles.
Atravesamos la hierba y nos metimos en casa, donde se encontraban Esme, Carmen y Tanya. Tuvimos que explicarles lo sucedido, puesto que al no ver a Jake se extrañaron.
Mi padre, Emmett y Jasper decidieron irse para vigilar los alrededores de la casa y los demás nos quedamos en el saloncito, viendo la televisión y conversando sobre lo ocurrido. Bueno, más bien los demás, porque yo no hacía más que poner atención a la puerta, esperando que se abriera y ya pasara Jacob.
―Edward, Jazz y Em están escudriñando el bosque para ver si hay alguna pista del licántropo o licántropos que lo hicieron ―contaba mamá.
―Lo veo muy improbable ―opinó Alice―. Aquí la zona está muy vigilada. Seguramente el propietario de la pierna no murió en La Push y esa parte de su cuerpo ha sido arrastrada por la marea. Puede que el resto todavía se encuentre en el mar.
―Es realmente horroroso ―murmuró Esme.
―¿Y tú, no puedes ver nada, Alice? ―inquirió Tanya.
―Por desgracia, La Push es un punto totalmente ciego para mí ―suspiró.
Solamente habían pasado veinte minutos, pero Jacob ya estaba tardando más de lo que me esperaba. ¿Por qué no había llegado todavía?
―Estamos dando por hecho que ha sido el ataque de un licántropo, pero podría tratarse de un simple asesinato común ―intervino Rosalie.
―Podría ser ―coincidió Carmen―. No debemos especular antes de tiempo.
Mis ojos no se apartaban del vestíbulo, y mis manos comenzaron a palmear mis rodillas con nerviosismo a la vez que me mordía el labio.
―Sí, es mejor que esperemos a la investigación que haga la policía ―secundó Esme―. Si vemos que no avanzan, sabremos que se trata de un Hijo de la Luna.
Charlie nos irá contando las novedades de la investigación ―declaró mamá.
Se hizo un placentero silencio que ayudó a que me concentrara mejor en los sonidos exteriores.
―¿Cómo te encuentras hoy, cielo? ―me preguntó Tanya, posando su helada mano en mi pantorrilla para llamar mi atención.
―¿Eh? ―me giré hacia ella―. Ah, bien, muy bien ―le sonreí, y mi rostro volvió hacia el vestíbulo, mordiéndome el labio de nuevo.
―¿Carlisle ya te ha dicho los resultados de esas pruebas que te ha hecho hoy? ―siguió Carmen.
Esta mañana me había tocado sesión médica en la vivienda de mi familia. Los análisis de sangre los llevaba más o menos bien, pero lo peor eran los reconocimientos ginecológicos. El hecho de que fuera Carlisle el que los hiciera, resultaba de lo más incómodo. Jake siempre estaba conmigo y mi abuelo lo hacía lo más discreto posible para mí, cubriéndome con una sábana y esas cosas, sin embargo, no dejaba de ser bastante embarazoso.
Tuve que dejar de indagar la entrada otra vez para mirarlas.
―No, aún no ―respondí con la máxima tranquilidad que pude―. Ahora mismo está en su despacho, analizando las pruebas.
El teléfono sonó justo en ese momento, haciéndome pegar un pequeño bote en el asiento.
Me dio por pensar que tal vez fuera Jacob, que podía estar llamándome desde cualquier otro teléfono. ¿Y si se lo habían llevado a comisaría para tomarle declaración? Charlie le conocía, pero el resto de esa multitud de policías que habían llegado a la playa no. Me levanté con rapidez y corrí hacia el vestíbulo.
―Ya lo cojo yo ―comuniqué mientras trotaba.
Ellas siguieron con su conversación. Llegué al recibidor y descolgué el teléfono.
―¿Diga?
―¿Nessie? Soy Carlisle.
Vaya, no era Jake.
―Ah, Carlisle, ¿quieres hablar con Esme?
―No, quería… hablar contigo ―la voz de mi abuelo sonó prudente y seria, cosa que me extrañó―. Ya tengo los resultados de tus pruebas.
Lo segundo que me pareció raro fue que quisiera hablar conmigo de esto, porque normalmente se limitaba a decirme que todo estaba bien, sin ningún tipo de rodeo.
―¿Qué pasa? ―pregunté, algo asustada, llevando la mano a mi abultado vientre.
―No me gusta decir estas cosas por teléfono, pero Edward ya me ha puesto al corriente de lo ocurrido en la playa y tengo que ir al bosque para ayudarles. De todas formas, te lo explicaré mejor al llegar a casa.
―¿Explicarme el qué? ―inquirí con preocupación.
Cuando terminé de escuchar lo que Carlisle tenía que decirme, me quedé tan desconcertada que no pude hablar.
―¿Nessie, estás bien? ―quiso saber mi abuelo desde la otra línea telefónica.
Pero ya no lo pude evitar.


―Hola, pequeñaja.
La puerta de la entrada se cerró y mi corazón pegó un salto, emocionado. Jacob por fin había llegado.
―Nessie está en vuestro dormitorio ―escuché que le decía Alice con prisas y preocupación―. Tienes que subir ya.
―¿En nuestro dormitorio? ―se extrañó él.
―Carlisle la llamó para darle los resultados de las pruebas, y desde que ha hablado con él no ha dejado de llorar. Estamos muy preocupadas.
―¿Qué le pasa? ―quiso saber, alarmado.
Escuché el ruido de sus deportivas subiendo las escaleras a toda velocidad y otras casi imperceptibles detrás de él.
―No lo sabemos, no quiere hablar con nadie ―continuó mi tía.
Las pisadas se oyeron por el vestíbulo superior con prisas, donde yo sabía que se encontraban mi madre, Rosalie, Esme, Tanya y Carmen. Lo sabía porque mamá había estado picando a la puerta y las había oído hablar. Sin embargo, yo no podía dejar de llorar, me resultaba imposible.
―Ni siquiera quiere que entremos ―le dijo mamá antes de que Jake abriese la puerta―. Solo quiere verte a ti.
Me encontraba aovillada sobre la cama, llorando. Jacob pasó aceleradamente y fue el único momento en que levanté mi rostro de la colcha, con mi expresión compungida. Cuando vio mi semblante lleno de lágrimas, se asustó más.
―Nessie, ¿qué ha pasado? ―inquirió con nerviosismo e intranquilidad mientras llegaba a mí.
Se sentó a mi lado y sus manos comenzaron a acariciarme con ansiedad. Me alcé para abrazarle.
―Jake ―lloriqueé entre sus reconfortantes brazos.
Esto era todo lo que necesitaba.
Sin embargo, Jacob se despegó un poco de mí para escudriñarme.
―¿Te ha pasado algo? ¿Le pasa algo al bebé? ―acto seguido, sus manos se fueron frenéticamente a mi barriga.
―No, el bebé está bien ―sollocé.
Suspiró, una pizca más tranquilo.
―Entonces, ¿qué te pasa?
―Soy yo ―le revelé―. No puedo… no puedo…
Era incapaz de articular dos palabras seguidas sin que esta congoja me lo impidiera, así que coloqué la mano en su mejilla y le dejé ver lo que Carlisle me había dicho por teléfono.
“He estado revisando la mamografía que hicimos esta mañana”, hizo una pequeña pausa y después habló con mucha calma. “Me temo que tus glándulas mamarias no se están preparando para la lactancia. Parece ser que tu organismo es incapaz de producir leche materna, debido a tu condición de semivampiro. No obstante, esto no tiene mayor importancia, el embarazo marcha perfectamente y el bebé está sano, perfecto. Siento tener que decirte este asunto tan delicado por teléfono, pero te lo explicaré mejor cuando llegue a casa, lo cual tal vez sea mañana por la mañana, aún no lo sé con exactitud. Esta noche me toca patrulla con los lobos y…”, en ese momento había perdido el hilo de lo que mi abuelo me estaba contando.
―No podré darle el pecho al bebé ―conseguí balbucear, descargando más lágrimas.
Yo lloraba como una magdalena, sin embargo, Jake respiró, mucho más aliviado.
―Ven aquí ―murmuró, acercándome a su torso de nuevo con otro abrazo.
Sus brazos me acogieron con mimo y los míos se engancharon a su espalda con fuerza para seguir llorando en su clavícula. No me percaté de que mi madre y las demás habían estado en la habitación hasta que no escuché cómo se cerraba la puerta para dejarnos a solas.
―No podré alimentar al bebé ―lloriqueé desconsoladamente―. ¿Qué clase de madre voy a ser?
―Serás una mamá genial ―aseguró, pasando sus dedos por mi melena con tranquilidad y pausa.
Dejé que mi mano abandonase su espalda y la coloqué en su mejilla otra vez, para compartir mis pensamientos más profundos con él.
No sabía por qué me había dado esta llorera un tanto absurda. Quizá se debiera al alto grado de sensibilidad que tenía por culpa del embarazo, pero esto me había sentado como si me hubieran echado un jarro de agua helada por encima y no podía dejar de llorar. Puede que solo fuera una tontería mía, sin embargo, siempre me había imaginado dándole el pecho a nuestro bebé, acunándole en mis brazos, y ahora me topaba con esto de repente. Era como estar corriendo alegremente y chocarse contra un cristal.
Ya había notado algo extraño en mí, porque mis pechos no habían crecido nada, pero lo había achacado a que quizá era demasiado pronto para eso, al fin y al cabo, aún quedaban tres meses para la recta final. Sin embargo, me equivocaba.
¿Por qué yo? ¿Por qué me tenían que pasar estas cosas a mí? Todo iba genial, todo iba perfectamente, y ahora me tenía que topar con esta estúpida parte vampírica para estropearlo. Siempre tenía que haber algo en mí que no encajaba del todo, siempre. Hasta los animales mamíferos, por pequeños que fueran, podían dar de mamar a sus crías, hasta un simple ratón. En cambio, aquí estaba yo, oh, sí, un ser superior, pensaba con ironía, menuda superioridad, ni siquiera era capaz de producir ni una gota de leche materna. Deseé con todas mis fuerzas haber sido humana del todo, al menos, ellas tenían ese privilegio, para mí ellas eran las superiores solo por eso.
Me desahogué a gusto mientras los prodigiosos dedos de Jacob mimaban mi cabello y sus ardientes labios me daban continuos besos en la cabeza. Los fuertes latidos de su corazón y sus caricias me fueron tranquilizando poco a poco, era irremediable.
―¿Ya estás mejor? ―susurró en mi cuero cabelludo, poniéndome todo el vello de punta por su abrasador aliento.
¿Cómo no lo iba a estar? Estaba entre sus cálidos brazos, y esto era lo mejor del mundo, era como estar en el paraíso.
―Sí ―asentí ligeramente con la cabeza.
Se separó de mí, cogiéndome por los hombros, y se quedó a un palmo de mi rostro para engancharme con mis adorados ojos negros. Ya notaba ese efecto que siempre hacían en mí. Llevé mis brazos a su cuello para rodearlo.
―No tienes que preocuparte por eso ―manifestó, hablándome entre susurros roncos al tiempo que secaba mis lágrimas con sus suaves manos―. El bebé estará perfectamente alimentado, hoy en día existen unas leches muy completas.
―Lo sé, pero no son como la leche materna ―afirmé, aún compungida―. Me hacía mucha ilusión darle el pecho.
―Ya, cielo, pero que no puedas darle el pecho, no quiere decir que vayas a ser peor madre ―me animó, mostrándome una sonrisa dulce―. Mira, hay muchas mujeres que producen leche durante el embarazo, pero luego llega la hora de darle el pecho a sus bebés y estos se niegan a tomarla o no toleran bien esa leche. Esos bebés tienen que tomar los preparados lácteos del mercado, ¿y son ellas peores madres por eso? Pues claro que no, ¿verdad? Simplemente son cosas que pasan, cosas normales y naturales, y, si te paras a pensarlo, no tiene mayor importancia. Vale, no son como la leche materna, de acuerdo, pero esos preparados son muy completos, y los bebés crecen sanos igualmente. Tú misma no tomaste el pecho, ¿y es tu madre peor madre?
―No ―mi labio se curvó hacia arriba, más tranquila.
―Por supuesto que no. Es una tontería. Ser madre es mucho más que darle el pecho a tu bebé. ¿Sabías que Emily no pudo darle el pecho a Ethan porque le sentaba mal esa leche?
―No ―murmuré, sorprendida.
―Pues ahí lo tienes, Ethan es fuerte como un roble, y Sam y Emily ya tienen tres críos ―me sonrió. Acarició mi mejilla con el dorso de sus dedos―. Vas a poder acunarlo igual mientras le das el biberón, y si es un tragón como su padre, será un niño fuerte y sano.
Le sonreí con ganas y me lancé a sus brazos de nuevo. Jake siempre conseguía animarme, no sé cómo lo hacía, pero así era.
―¿Mejor? ―preguntó.
―Sí, contigo sí ―le apreté más fuerte.
De pronto, sentí unos golpecitos dentro de mi vientre, como si el bebé también se quisiera apuntar y nos estuviera avisando. Mi panza estaba pegada al abdomen de Jacob, así que él pudo sentirlos.
―Oh, está pataleando ―exclamé, separándome un poco de Jacob para observar y frotar mi barriga.
―Sí, ya lo he notado ―rio él, entusiasmado, sumándose a mis caricias. Entonces, se dirigió al bebé―. Lo siento, colega, puedes patalear lo que quieras, pero esos pechos son míos y solo míos.
―Jake ―le regañé, dándole un pequeño empujón, aunque no pude evitar que se me escapara la risa.
Él soltó una carcajada sorda.
―Perdona, nena, pero es que es así ―se defendió, mostrándome su sonrisa torcida―. Está claro que solo son míos.
―Eres un tonto ―reí.
―Soy un tonto que está loco por ti ―murmuró, acercando su rostro al mío para besarme con efusividad.
Mis labios no dudaron nada en corresponderle y se movieron al compás de los suyos, mientras mis manos ya se enganchaban a él para pegarme a su cuerpazo. Las grandes manos de Jacob acariciaron mi espalda, apretándome contra él. Eso me estremeció más. El sonido de los besos seguía el ritmo que marcaba nuestra agitada respiración, una y otra vez. Mis mariposas estaban a punto de reventar mi estómago y la energía ya fluía con ganas.
Sin embargo, ambos tuvimos que obligarnos a parar antes de que la energía comenzase a volar con más ímpetu. Nos quedamos con las frentes unidas, intentando calmar a nuestros bronquios.
―¿Por qué has tardado tanto? ―le reproché un poco.
Jake separó su rostro del mío y me miró.
―Porque tuve que hablar con un montón de polis ―resopló―. No veas la que se montó. En cinco minutos, la playa se llenó de policía científica, un forense, buzos, etcétera, y tuve que hablar con todos para explicarles cómo habíamos encontrado la pierna.
Me sentí fatal. Yo aquí llorando por esto cuando una persona había sido asesinada de una forma horrible.
―Supongo que aún es pronto para que hayan conseguido averiguar algo, ¿no?
―Sí, todavía estaban en la playa cuando les dejé ―suspiró él.
―¿Crees que ha sido uno de los licántropos? ―inquirí, mordiéndome el labio.
―Tiene toda la pinta ―asintió.
―Es horrible ―murmuré, bajando la vista―. Espero que no se repita la misma historia otra vez. El licántropo de Nahuel ya mató a demasiada gente.
―Ojalá pudiéramos, pero no podemos hacer nada, Nessie ―me alentó Jake, posando su mano en mi barbilla para alzar mi rostro. Mis ojos se encontraron con los suyos enseguida―. No sabemos dónde están, ni siquiera sabemos si están cerca o lejos. El culpable de esto pudo haberlo hecho en otra ciudad, llevarse el cuerpo con él y tirarlo al mar, quién sabe ―me dio un escalofrío solo de pensar en una escena como esa y Jake se dio cuenta. Acarició mis brazos para calmarme―. Perdona.
―No, sigue. Lo que dices es muy interesante.
―No, no tengo nada más que decir, solo son especulaciones mías ―sonrió, aunque con una mueca apagada por el tema―. Nosotros no podemos ir a buscar a esos licántropos, solo podemos vigilar nuestro territorio para asegurarnos de que no andan por aquí, ¿entiendes? Tú y el bebé sois nuestra máxima prioridad, y no podemos dejar la zona menos vigilada, por si acaso.
Coloqué la mano en su mejilla y le mostré lo culpable que me sentía por toda esta situación, así como estos sentimientos encontrados que siempre me embargaban cuando se trataba de poner en peligro la seguridad de otras personas. Quería que protegiesen a nuestro bebé, por supuesto, eso no podía evitarlo, pero que me protegieran a mí, y que encima estuviese muriendo gente…
―Para ―me interrumpió, hablándome con suavidad―. Tú no tienes la culpa de nada. Los únicos culpables de todo esto son esos malditos magos y esos rumanos, nadie más. Nosotros siempre hemos vivido en paz, son ellos los que vienen aquí para atacarnos, así que solamente nos limitamos a defendernos. Además, ya te he dicho muchas veces que para la manada defenderos a ti y al bebé es un honor, ya lo sabes.
Volví a sonreírle. Aunque todavía me sentía un poco mal, sus palabras lo habían minimizado un poco, porque tenía razón.
―Siempre consigues animarme.
―Solo digo la verdad ―su maravillosa sonrisa se desplegó al instante.
―Te quiero ―murmuré, acercándome más a él.
―Yo también te quiero ―susurró Jake sin dejar de sonreír.
Uní mis labios a los suyos y le di un beso corto. Luego, nos quedamos mirándonos alelados durante unos segundos.
―Vamos a hacer una cosa ―dijo de pronto, sonriente―. ¿Qué te parece si vamos a la ferretería y compramos la pintura para el dormitorio del crío?
―¿Ahora? ―reí.
―Sí, ahora. ¿Qué me dices? ¿Te apetece?
―Bueno, vale ―acepté.
―Genial ―exclamó, poniéndose de pie, conmigo―. Pues venga, vamos antes de que cierre.
―¿Y si viene Alice?
―Ah, no, ella que no entre ―bromeó―. Y la Barbie menos.
―¡Te estoy oyendo, chucho! ―gritó Rosalie desde abajo.
Nos reímos y los dos salimos de la habitación con entusiasmo.


5 comentarios:

  1. ¡Hola a todos! Soy Tamara ^^

    ¡¡MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR AQUÍ, LEYÉNDOME, ME HACÉIS MUY, MUY FELIZ!! =º)

    Os gustan Quil y Claire, ¿eh? ^^ Ya iremos viendo más cosas de esta parejita. Quil está así de raro con Claire porque ella tiene 14 años (casi 15) y él tiene 28 O-O , así que es normal que quiera tomarse las cosas con un poquito más de calma, ¿no os parece? xD Pero, como ya dije, ya veremos más cosas de ellos ;)

    A ver qué pasa con esa pierna... =S

    Lametones para todos!!!!

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  2. Hola Tamara:
    Hay que ver que nessie esta sensible las hormonas estan a todo, ...y como siempre jake tan comprensivo, tan jake...me gusta ...me gusta..
    como siempre el capitulo muy bueno...
    y Tamara esos biceps.. que tal!!!!!! ..de INFARTO no crees???
    Gracias por alegrar mis pupilas leyendo y viendo...
    elsa

    Un saludo y un abrazo a todos mis amigos

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  3. muy buen capitulo tamara como siempre la mejor...segui asi...ya veremos como se desmaraña todo este tema de los licantropos...salu2 y salu2 a todas mis amigas dela distancia

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  4. Hola creo que me Habia perdido pero ya volví. La verdad que buenos capítulos cada día no dejas de sorprenderme solo que ya me desespere por no saber como es el lobito bebe al que podrían ponerle Iker ( me gusta el nombre) y esos magos ni siquiera han dado la cara, espero la pronta eliminación de estos últimos ya que los chicos merecen ser felices no lo creen y por ultimo Claire es tan linda ella tratando de seducir a Quil me causa risa imaginar la cara de este cada vez que su chica se le hacerca... en fin ya veremos que pasa en el siguiente capitulo. u_u Saludos de Kiara ( ;

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  5. ¡HOLA! SOY NOVIEMBRE:
    ME HA GUSTADO MUCHO LA FOTO DE NESSIE,PERO NO SE SI ES UN PERSONAJE REAL O FICTICIO, Y SI ES EL ROSTRO DE ALGUIEN CONOCIDO POR TÍ.
    COMO ME GUSTA LOS CHISTES DE JACOB SOBRE LA BARBI;ME RIO MUCHISIMO.
    BUENO A VER SI PRONTO TENEMOS EL PARTO QUE ME PARECE A MI QUE VAMOS A PARIR TODOS.
    UN LAMETÓN PARA TÍ

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