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NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").
Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏
CAPITULOS:
PARTE DOS: NUEVA ERA
RENESMEE:
77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78. EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html
79. EN MEDIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-79-en-medio.html
80. LICÁNTROPO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-80-licantropo.html
81: DECISIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-81-decision.html
82. CUMPLEAÑOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-82-cumpleanos.html
83. IRRUPCIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-83-irrupcion.html
84. REENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-84-reencuentro.html
85. GRIPE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-85-gripe.html
86. FALLO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-86-fallo.html
87. GIRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-87-giro.html
88. BUENA Y MALA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-88-buena-y-mala.html
89. FELICITACIONES Y PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-89-felicitaciones-y.html
90. APOYO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-90-apoyo.html
91. CARTA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-91-carta.html
92. INTERESES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-92-intereses.html
93. BENEFICIO COLATERAL: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-93-beneficio.html
94. ECOGRAFÍA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-94-ecografia.html
95. FANTASMAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-95-fantasmas.html
96. MANIOBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-96-maniobra.html
97. "NO PUEDO": http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-97-no-puedo.html
98. SANGRE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-98-sangre.html
99. HERIDOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-99-heridos.html
100. PRUEBA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-100-prueba.html
101. ENTRENAMIENTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-101-entrenamiento.html
102. 6 DE FEBRERO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-102-6-de-febrero.html
103. PACIENCIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-103-paciencia.html
104. UN SER SUPERIOR: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-104-un-ser-superior.html
105. ENVIDIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-105-envidia.html
106. CAMBIO DE PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-106-cambio-de-planes.html
107. PASAR PÁGINA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-107-pasar-pagina.html
108. LA ESTRATEGIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-108-la-estrategia.html
109. A CASA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-109-casa.html
110. DE NADIE (PARÉNTESIS JANE): http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-110-de-nadie.html
= JACOB =
PREFACIO
Una sensación gélida y
congelada, glacial, emergió de lo más hondo de mi ser para plantarse con
contundencia, escarchando cada uno de mis órganos, y entonces noté una extraña
vibración lejana y casi imperceptible.
¿QUÉ PUEDES HACER CUANDO TUS TRIPAS SON UN MANOJO DE NERVIOS?
Nessie ya se había ido
hacía un buen rato, pero yo seguía mirando con cara de idiota esa pendiente por
la que Edward, Bella y ella habían bajado. Todavía no podía creerme lo que
acababa de hacer, había dejado que ella se separase de mi lado. Maldita sea.
Esto no me gustaba nada. Pero, ¿qué iba a hacer? ¿Qué más opciones tenía?
Carlisle había dicho que esto era peligroso para ella, para el bebé, y tenía
razón, este no era sitio para una embarazada de casi ocho meses, y menos lo que
habíamos venido a hacer, así que tenía dos frentes delante de mis narices, a
cada cual peor. Por una parte, el embarazo correría peligro si Nessie se
quedaba con nosotros en esta batalla, pero, por otra, también sabía que ella y
el bebé no iban a estar tan protegidos si yo no estaba con ellos, lo sabía a
ciencia cierta, como sabía que encima de esas nubes que cubrían el cielo estaba
el sol. Y ahora, después de verla partir, esto me martilleaba los sesos sin
descanso, porque seguía sin gustarme un pelo esta separación. Sí, vale,
solamente iban a ser unas horas, pero malditas horas. No, no me gustaba nada,
esto era un error. Mierda. Menudo dilema tenía encima.
Estaba histérico, y eso comenzó a notarse en mis pies. Empecé una
caminata nerviosa, impaciente y neurótica que me llevaba de aquí para allá
mientras mi mano enganchaba mi pelo con una mezcla de angustia y malestar.
Comencé a sentir una incertidumbre que incluso me revolvió las tripas. No sé
por qué, pero presentía que esto era un error. Tendría que estar con ella, era
lo mejor, lo sabía…
―Tranquilízate, Jacob ―me
pidió Doc―. Hemos hecho lo correcto.
Yo no estaba tan seguro…
―Mirad quién viene ahí
―dijo Emmett, echando un vistazo a uno de sus lados.
Leah les dedicó un vibrante
gruñido, todavía no les había perdonado.
No muy lejos, unos conocidos chupasangres se acercaban a un paso
ligero. Eran Thiago y su grupo de matones, todos ataviados con unas levitas sin
botones de color marrón oscuro que les llegaba casi hasta las rodillas y que
hacían juego con los pantalones, de la misma tonalidad y textura. Supuse que
sus ropas eran de ese color para camuflarse mejor entre los troncos de los
árboles. Sin embargo, algo captó mi atención, haciendo que mis cejas cubriesen
mis ojos con extrañeza. Esta vez no eran cinco, sino seis.
Enseguida supe de quién se trataba ese sexto. Era ese contacto que
Thiago había utilizado para espiarnos, ese que era capaz de mimetizarse con el
medio que le rodeaba. Edward había dicho una vez que Thiago le había prometido
un puesto en su grupo a ese contacto si cumplía esa misión. Y la había
cumplido, claro. Machaqué las muelas, mira tú por dónde iba a tener la oportunidad
de decirle cuatro cositas a ese miserable. Y encima no estaba Edward para
incordiarme. De lujo.
Pude fijarme mejor en todos ellos cuando se acercaron a la Pitufina
para hablar con ella. Mis cejas pasaron a arquearse hacia arriba con sorpresa.
Vaya. Ese matón extra en realidad era una matona. La chupasangres
tenía pinta de ser africana o algo así, y su pelo, el cual llevaba recogido en
una ancha trenza azabache que le llegaba a la mitad de la espalda, presentaba
ese cardado tan habitual en esa raza. Sus ojos eran rojos, como los del resto,
y era muy delgada, aunque bastante alta, por lo menos mediría un metro ochenta.
Parecía una modelo de esas de las pasarelas. No tardé en encontrar un mote para
ella: la Naomi Campbell. Los demás seguían igual de feos que siempre. Estaba el
de la trenza larga, el del pelo rizado y corto, el del pelo también corto,
aunque liso, y el que llevaba los pelos a lo Eduardo Manostijeras y daba
la impresión de estar completamente tarado. Todos ellos con su cabello oscuro y
sus ojos rojos de rata.
Thiago le dijo algo a la Pitufina al oído y ella sonrió con una
satisfacción que no me gustó nada. Los demás, incluida la Naomi Campbell, se
dedicaron a clavarme agujas con la mirada. Menuda panda de idiotas, como si a
mí me importara. En estos momentos mi mente solamente tenía una obsesión:
Nessie y mi pequeño Anthony. Todo lo demás sonaba hueco en mi cerebro. Aun así
les complací con una miradita de bienvenida, más que nada para que no se
pensasen que me daban respeto o algo así.
Después de que Thiago le cuchichease a la canija, esta y todos sus
acompañantes siguieron esperando en el otro extremo a que terminasen de llegar
nuestros aliados.
No tardaron mucho más en llegar. Eleazar, Kate y Garrett llegaron
junto a Sam, Collin, Michael, Nathan, Shubael e Isaac. El lobo negro me hizo
una señal con la cabeza y yo asentí.
Corrí hacia la zona arbolada para ocultarme y me desvestí aprisa. Cuando
me agaché para atar mis ropas a la cinta de compromiso, me quedé mirando mi
anillo de casado, fue inevitable. Lo levanté con mi dedo índice para verlo
mejor y volví a leer por enésima vez la inscripción que tenía grabada por
dentro. Sí, vale, la había leído millones de veces, pero, ¿qué quieres?, nunca
me cansaba de hacerlo. No pude evitar volver a sentir esa inquietud y malestar,
y encima, ya la estaba echando de menos. Mierda, mierda. Seguía sin gustarme un
pelo que Nessie estuviera alejada de mí, no me gustaba nada, pero nada de nada…
Sin embargo, el idiota de mí aquí estaba. Por un momento, sentí la urgente
necesidad de salir pitando de aquí para reunirme con ella, pero, maldita sea, no
podía hacer eso. Todos me necesitaban para aniquilar a esos licántropos, y
tampoco podía olvidar que estos tenían planeado secuestrar a Nessie para
llevársela a los rumanos, con lo cual, tenía que liquidarlos de todas, todas.
¡Arg!
Tomé una buena bocanada de aire para desahogar un poco esta tensión
que llevaba dentro y lo expulsé con un suspiro fuerte y contundente. Amarré las
prendas a la cinta y entré en fase. Ya había venido descalzo, así que me ahorré
el tener que enganchar las deportivas a la cinta. Era muy incómodo llevarlas,
de veras, porque siempre chocaban con tu pata cuando ibas a la carrera y
resultaban un incordio, así que, directamente, ya pasé de traerlas. Mi cabeza
enseguida se llenó de las voces de mis hermanos; de los que estaban aquí y de
los que se habían quedado en La Push. Menudo revoltijo. Deseé poder
desconectarme para estar a mi bola un rato, pero, claro, no podía hacerlo.
Suspiré de nuevo. Salí de mi escondite, como lobo, y me planté junto a Sam, que
ya estaba con el resto de la manada.
Dime, le dije.
Te cuento la situación, empezó a explicarme. Nos hemos cruzado
con Edward, Bella y Nessie de la que subíamos, así que Edward y yo ya hemos
podido organizarnos mejor. Nessie estará protegida por Edward, Bella, Tanya,
Carmen y Cheran, en vuestra casa. Cheran hará de transistor, para que Edward
sepa en todo momento lo que pasa en el bosque.
Bien, aprobé, resollando por las napias, todavía nervioso. ¿Qué más?
He dejado en el bosque a Daniel, Canaan, Matthew, Ivah y Thomas, ellos
estarán en constante comunicación con Cheran. Rephael, Brady, Jeremiah, Abel y
Aaron se encargarán de proteger a la tribu de los chupasangres nómadas.
De acuerdo.
Sam notó y vio mi preocupación. Bueno, todos lo vieron, por supuesto.
Ahora la manada al completo me estaba prestando atención. Genial.
No te preocupes, Nessie está bien, me dijo. Bueno, quiero
decir, que la vi bien, eso me pareció.
Recordó ese momento del encuentro y pude verla. Su hermoso y dulce
rostro era el vivo reflejo de la preocupación y la intranquilidad, mordía la
uña de su dedo pulgar continuamente. Sabía que confiaba en sus padres, pero que
ella no se sentía tan protegida como conmigo, y también sabía que confiaba en
mí al cien por cien, ella era la primera que lo hacía, pero que, aun así, se
preocupaba por mí. Edward la sostenía en sus brazos y Bella iba acariciando su
hombro, en un intento de calmarla y relajarla.
Sam se dio cuenta de que su recuerdo no era muy alentador para mí, que
digamos, así que se puso a pensar en otra cosa con rapidez para evitar que
viese más, y lo primero que vino a su mente, cómo no, fue la imagen de Emily y
los niños.
Lo siento, no me había fijado en eso, se disculpó Sam.
No importa.
Me quedé en silencio, observando el panorama que teníamos delante. La
guardia de los Vulturis y ese grupo de matones estaban hablando de algo entre
ellos. Moví la oreja en su dirección y puse la antena parabólica para intentar
escuchar. Vale, estaban hablando de la estrategia. Odiaba esta situación. Tener
que pelear junto con esos desgraciados me ponía del hígado, y encima, teníamos
que pasar parte de la noche con esa chusma de almas malvas. Menudo asco.
Los Cullen se encontraban a mi lado y noté cómo alguien tenía su
incómoda vista clavada en mí. Giré mi rostro lobuno y vi quién era: Carlisle.
Me miraba como si esperase algo de mí, como si aguardara algún tipo de
respuesta o comentario.
¿Qué pa…?
Entonces, me di cuenta de que él no podía escuchar mi mente. ¿Sería
idiota? Él no era Edward, y Edward no estaba aquí para traducir.
Genial.
Ahora tendría que adoptar mi forma humana constantemente para
comunicarme con los Cullen y hacer lo mismo con mi forma lupina para hablar con
mi manada, alternándome.
Genial.
Seguramente Doc quería saber la situación que teníamos en La Push, así
que no me quedaba más remedio que cambiar de fase.
Solté otro resoplido y comencé a correr hacia la misma arboleda donde
me había transformado justo antes.
Jake, espera, me pidió Leah.
La loba trotó desde su posición y se puso junto a mí, dando primero
una vuelta a mi alrededor que me hizo reducir el paso.
¿Qué pasa?
Ten cuidado con la canija, me advirtió. No sé qué
es, pero me da que trama algo.
Observé a la Pitufina. No me quitaba ojo y su asqueroso labio se
curvaba hacia arriba ligeramente.
¿Tú crees?
Cuando estabas con Nessie, no hacía más que miraros, me desveló. No
me gusta nada cómo miraba a Ness.
Creo que está obsesionada contigo, intervino Seth. Si ves
cómo te miraba a ti…
Sí, tío, ten cuidado, siguió Embry. ¿Recuerdas esa película?
¿La de “Atracción Fatal”? Pues la canija te miraba igual que la protagonista.
La manada rompió el silencio de ese claro con sus aulliditos y
gruñidos jocosos. Idiotas. El grandullón y el rastreador se alertaron durante
un instante, pero recuperaron las composturas enseguida.
Ja, ja, muy gracioso, ironicé. Mira, no estoy de humor para
bromas, ¿vale? Además, tengo que hablar con Carlisle.
Va en serio, dijo Embry, y sí, parecía que lo decía en serio.
Ten cuidado con esa arpía, insistió Leah. Trama
algo.
Suspiré por los morros una vez más, pero acepté el aviso.
Vale, lo tendré en cuenta.
Leah asintió y yo seguí mi camino hacia los árboles.
Esto era lo que me faltaba, ahora tenía que andar vigilando y controlando
a la Pitufina, como si no tuviera bastante con soportar este revuelto de
nervios que se meneaba en mi estómago. En fin.
Me adentré un poco entre la arboleda y me oculté detrás de un tronco
para adoptar mi forma humana. Menudo engorro. Sí, Edward era un verdadero
fastidio, pero, vale, tenía que reconocer que era muy práctico como traductor,
aunque siempre cambiase mis palabras por otras para suavizarlas. Y perdíamos a
un buen luchador aquí, además de un buen informador y revelador de secretos.
Sin embargo, prefería mil veces que se quedase junto a Nessie para protegerla,
ella y el bebé eran lo primero y más importante para mí.
Después de ponerme los pantalones y la camiseta, salí de allí para
reunirme con los Cullen. Mi manada se encontraba junto a ellos, también
esperándome.
―¿Ya lo habéis organizado
todo por La Push? ―me preguntó Doc nada más que llegué a su lado.
―Sí. Edward, Bella,
Tanya, Carmen y Cheran, estarán en casa con Nessie. Los demás se repartirán
entre el bosque que la bordea y el resto de nuestro territorio, para cubrirlo
contra los chupasangres nómadas que vayan.
―Bien ―aprobó Carlisle,
haciendo un asentimiento de cabeza.
En ese momento, la Pitufina
y sus igual de asquerosos acompañantes terminaron su charla. Se acercaron a
nosotros en cuanto lo hicieron, eso sí, con sus aires presuntuosos de siempre.
Estúpidos chupasangres.
―Bien, ahora que ya no
tenemos ningún incordio más que nos distraiga, podemos proceder a rematar la
estrategia ―vino diciendo Jane, alzando su barbilla con altanería.
La fulminé con la mirada al
instante y Rosalie la siseó.
―Oye, ten cuidado con lo
que dices, no estoy de humor para gilipolleces ―le solté, machacando las muelas
con rabia y dejando notar mi mala leche.
No, no estaba de humor para
nada. Todavía estaba demasiado nervioso por haber tenido que dejar que Nessie
se fuera de mi lado, y sabía que iba a estar así hasta que me reencontrara con
ella. Estas horas iban a ser eternas.
―Por favor, Jane, te
rogaría que te guardases ese tipo de comentarios ―le pidió Carlisle con más
modales de los que a mí me hubieran gustado, aunque se le notaba muy molesto.
Ella se limitó a sonreír
con arrogancia. Yo apreté los puños, pero Carlisle prefirió pasar del tema.
―Procedamos a esos remates
del plan ―le instó él, manteniendo ese semblante serio.
La Pitufina le hizo una
seña al Zanahorio y este se sacó un papel del bolsillo que venía doblado en
varias veces. Lo desdobló y lo extendió, sosteniéndolo en alto con sus propios
brazos.
No me apetecía nada, pero
no me quedó más remedio que colocarme al lado del chupasangres cinéfilo para
mirar el plano. Cuando me quise dar cuenta, la enana estaba también junto a mí.
Mierda, esto era de lo más incómodo, ahora estaba flanqueado por dos vampiros
de la guardia de esos viejos decrépitos de los Vulturis, aunque, bueno, la Pitufina
era tan baja, que si miraba a mi lado sin bajar la vista no la veía.
En un momento, se montó un
guirigay monumental. Leah no se fiaba nada de la Pitufina, así que fue la
primera en ponerse a su lado, medio gruñéndola como advertencia. Si las miradas
matasen, la loba ya estaría chamuscada por las pupilas de la canija rubia. Sin
embargo, Leah no fue la única que acechó a la rubia enana. Me sorprendió ver a
Rosalie poniéndose detrás de la Pitufina para sumarse a esa vigilancia tan
cercana. Vaya, ¿qué te parece? El Pitufo se colocó al lado de la Barbie para
controlarla y Emmett al lado del Pitufo para vigilarle a él. A partir de ahí todo
el mundo empezó a repartirse a nuestro alrededor para observar el plano, menos
mis lobos. Con que Leah mirase el mapa era suficiente para que todos los demás
lo viesen. Thiago y su grupo eran los que más atrás se encontraban de esta
extraña congregación.
―Las “x” marcan la posición
de las cuevas ―nos informó el pelirrojo, aunque no hacía falta ser muy listo
para darse cuenta de eso―. Como veis, no se encuentran muy distanciadas entre
sí, aunque se distribuyen de una forma muy desigual y no son equidistantes las
unas con las otras.
―Ya lo veo ―mascullé,
calculando mentalmente los distintos kilómetros que había de unas cuevas a
otras.
―Tú empezarás por esta
cueva ―me dijo la Pitufina con su arrogante voz, señalándome la “x” con el
dedo―. Después, seguirás este recorrido ―siguió, indicándomelo―, hasta que
concluyas en esta ―giró su cara de niña pequeña y me miró con un gesto
totalmente mandón―. Todos se irán uniendo a ti según vayas visitando las
cavernas y vayas terminando con los Hijos de la Luna que haya en cada una. He
de advertirte que el terreno es muy escarpado y empinado, pues es montañoso. No
lo olvides ―luego, se dio la vuelta y empezó a hablar para todos, presumiendo
de la misma autoridad―. Quitando al Gran Lobo, somos treinta y cuatro a
distribuir en tres cuevas, con lo cual, quedaremos repartidos en dos grupos de
once y uno de doce. El grupo de doce se encargará de la cuarta cueva, puesto
que esta será la última que visite el Gran Lobo y necesitará de más tiempo para
retener a los licántropos. Por supuesto, este tendrá que ser el grupo más
fuerte. Nosotros somos once, así que nos repartiremos entre las dos últimas
cuevas, junto con el resto de inmortales. Los lobos pueden encargarse de la
segunda.
Hubo una queja general
entre mis lobos.
―Un momento, mis lobos son
muy fuertes y están bien entrenados, ¿sabes? ―me quejé, mirándola de arriba
abajo con desprecio―. Además, ¿quién dijo que tú mandas aquí?
Menudo careto que se le
quedó a la rubia canija. A Emmett le hizo gracia y sonrió abiertamente.
―Veo que sirvió de algo
nuestra prueba ―habló Thiago, levantando la comisura de su boca con una
chulería que me sacaba de quicio.
Esta vez no fue solo Leah
la que le rugió. Shubael e Isaac, y algunos de mis hermanos, se sumaron a su
sonora protesta.
Levanté la mano para que se
calmasen y todos acataron mi orden.
―Ya hablaremos de eso tú y
yo, no creas que me he olvidado ―le escupí con rabia contenida.
―Cuando quieras ―aceptó él,
siguiendo con su actitud.
Gruñí. Si quería pelea, la
tendría. Ya estaba hasta las narices de él y de toda su asquerosa chusma.
Además, desde que Nessie se había ido, no tenía los nervios muy templados, que
dijéramos.
―Nosotros somos los más
fuertes y preparados ―insistió Jane para volver a lo de antes, levantando su
mandíbula con petulancia.
Me giré hacia ella.
―Perdona, pero nosotros
contamos con Kate, por ejemplo, que puede electrizar a cualquier bicho de esos
que se le ponga por delante ―contrapuse, enfadado.
―Eso es totalmente cierto
―sonrió Garrett, orgulloso.
La mencionada también
sonrió, satisfecha.
―Y también tenemos a… ―me
quedé en blanco cuando busqué más dones entre los nuestros y no los encontré.
Más dones útiles, claro, porque Eleazar era un adivinador de dones, pero contra
unos licántropos no es que el suyo fuera de gran ayuda―. Bueno, no necesitamos dones
para ser fuertes ―intenté arreglar.
―Idiota, esos licántropos
son inmunes a los dones ―resopló Rosalie, mirando a un lado mientras hacía
negaciones con la cabeza.
Ah, sí, es verdad, se me
había olvidado. Ups.
―En mi opinión ―terció
Carlisle, muy calmado, cómo no―, deberíamos repartirnos más ecuánimemente, para
confundir aún más a los licántropos. Además, hay gente aquí que no tiene
ninguna experiencia en las artes de la lucha, sería peligroso dejarles sin
apoyos más fuertes, aunque debo añadir que creo que nuestros potenciales y
fuerzas están bastante a la par.
Bueno, ya me importaba un comino todo. Lo único que me apetecía era
terminar con esta porquería cuanto antes para irme a casa con mi chica. Y Doc
tenía toda la razón.
―Vale ―aprobé yo antes de
que dijera nada la Pitufina.
Casi me quema con la
mirada, pero pasé de ella.
―Esta bien ―aceptó la
canija, asintiendo con la cabeza, aunque a regañadientes―. Formaremos los grupos
esta madrugada, entonces.
Carlisle asintió también,
pero no dijo nada más.
La Pitufina les hizo un
gesto a los suyos y todos se replegaron a un lado, el pelirrojo doblando el
mapa y llevándoselo con él.
Ya estaba anocheciendo. Esperaba que Edward y Bella ya hubieran
llegado a casa con Nessie y que ella se encontrase bien.
Suspiré con fuerza y me volví para apartarme un poco de ese meollo,
mezcla de lobos y chupasangres de diferente índole.
―Nosotros nos vamos a
turnar para ir de caza ―me comunicó Doc―. ¿Queréis que os traigamos alguna
pieza para que cenéis? Os aconsejo que os alimentéis bien esta noche, mañana la
batalla será dura.
Sí, mi manada tenía que
comer bien. Yo no tenía ni pizca de hambre ahora mismo, mis tripas eran un nudo
de nervios e intranquilidad, y encima la compañía que teníamos no era nada
grata. Pero sabía que tenía que meterme algo en el cuerpo.
―Sí, claro ―asentí―. Si nos
trajerais alguna pieza, os lo agradeceríamos un montón.
Shubael e Isaac ya sacaban
la lengua para salivar.
―De acuerdo ―sonrió
Carlisle, satisfecho.
Esme también lo hizo.
Se apartaron para organizarse, y en un minuto, Doc, Esme, Alice y
Jasper se piraron como auténticos rayos hacia el boscaje que limitaba ese claro
en el que nos encontrábamos. En un simple parpadeo, se perdieron de vista entre
la espesura.
Me dirigí corriendo hacia los mismos árboles, aunque yo para algo muy
diferente. Una vez más, me transformé y salí al claro. Me desconecté de todo el
mundo momentáneamente, aunque dejé a un lobo.
Cheran, ¿cómo va todo por
ahí?, quise saber. ¿Ya ha llegado
Nessie?
Sí, llegaron hace quince
minutos, me reveló. Ya está en casa, así que tranquilo.
Respiré,
un poco más aliviado.
Él estaba fuera de la casa, dando vueltas por sus alrededores.
¿Puedes hacerme un favor?, le pedí. ¿Puedes entrar en casa y mirar a Nessie?
Claro.
Gracias.
Vi a través de sus ojos cómo correteaba junto a mi garaje, accedía al
porche y cómo llegaba a la puerta. No le hizo falta ni pulsar el timbre con el
hocico, Edward le abrió y él pudo pasar adentro.
El muy torpe casi desguaza el mueble del recibidor cuando lo rozó sin
querer, al entrar tan deprisa, pero atravesó el vestíbulo sin más problemas y
llegó a uno de los sillones de la chimenea, donde se encontraba Nessie. Se
sentó frente a ella y sus ojos me la mostraron.
Acariciaba su vientre y las llamas se reflejaban en su hermoso rostro,
que seguía teniendo esa expresión preocupada e inquieta, pero en cuanto vio a
Cheran allí, plantándose delante de ella, se tornó en sorpresa.
Jacob quiere verte, escuché que le desvelaba Edward.
Una sonrisa se dibujó en su cara, iluminándola, y me pareció el ser
más angelical del mundo, como siempre me pasaba cuando la veía sonreír. Era
imposible acostumbrarse a algo tan glorioso como eso.
Jake… murmuró ella, manteniendo esa sonrisa.
Dile que la quiero.
¿Yo?, se extrañó Cheran.
No, idiota, tú no, gañí. ¿Cómo se lo vas a decir tú? ¿Ladrándolo?
Dice que te quiere, le comunicó Edward a Nessie, sin perder el tiempo
con nuestra estúpida conversación mental.
Yo también te quiero, sonrió Nessie, aún más.
Llevó su mano hacia la cabeza de Cheran y comenzó a acariciarle, como
si lo estuviera haciendo conmigo. El muy imbécil no tardó en ronronear, y no se
le ocurrió otra cosa que cerrar los ojos cuando ladeó la cabeza con gusto para
que le rascara más a fondo. ¿Sería idiota?
Escuché la risilla de Nessie. Bueno, por lo menos la payasada de
Cheran había servido para algo.
Bueno, bueno, no te pases, ¿quieres?, le gruñí a Cheran.
Ay, es que da mucho gusto, ronroneó él. Lo hace
tan bien…
Sí, eso ya lo sé yo, no hace falta que tú me lo digas, resoplé.
Creo que será mejor que dejes de acariciar a Cheran, Jacob se está
poniendo celoso, le comunicó Edward.
Los ojos de Cheran volvieron a abrirse cuando ella dejó de acariciarle
mientras soltaba otra risita. Eso era música para mis oídos y un paraíso para
mi vista, porque por fin volvía a verla.
Cheran debería de regresar afuera, opinó Edward.
No me hacía nada de gracia dejar de ver a mi ángel, pero tenía razón.
Tenía que vigilar la zona.
¿Quién más está afuera?, quise saber.
Tanya y Carmen.
No sé por qué diablos asentí, porque él no podía verme.
Tiene que irse, Jacob, me repitió cuando percibió mi aceptación y
vio ese silencio en mi tarro.
Sí, claro, suspiré.
Ella estará bien, me aseguró.
Sí, sí, volví a suspirar. Bueno, estaremos en contacto,
¿vale?
Los ojos del lobo se fijaron en Edward y le vi asintiendo.
¿Se va?, se percató Nessie, hablando con una voz triste.
Podía notar cómo mi corazón se retorcía dentro de mi torso.
Sí, le confirmó su padre.
Jake, ten cuidado, por favor, me rogó.
Su carita ya lo decía todo. Mi corazón sufrió otro pinchazo.
Dice que no te preocupes, que todo va bien, se me
adelantó Edward, y eso que desde esa distancia no podía escanearme la sesera.
Ella no dijo nada, se limitó a acariciar su barriga con ansiedad.
Cheran, pírate de ahí, le ordené.
Sí, antes de que estas ganas urgentes de correr hacia Nessie crecieran
más y se hicieran más fuertes.
De acuerdo, obedeció él, echando a andar hacia el vestíbulo.
Ni siquiera me dio tiempo a ver la cara de Nessie por última vez.
Mierda.
Mientras él salía de mi casa, me conecté con el resto. Ahora mi
cocorota era un bullicio de pensamientos diferentes. Lo mejor era que intentara
relajarme un poco antes de que Doc y los demás nos trajeran la cena. Mañana
tenía que estar centrado.
Caminé un poco y me eché junto
a la misma roca en la que había estado con Nessie no hace tanto. Intenté pensar
en otras cosas, sin embargo, no podía quitármela de la cabeza, ni a ella ni a mi
pequeño Anthony.
Anthony. Tenía que reconocer que al principio ese nombre no estaba
entre mis favoritos, y encima me acababa de enterar de que era el segundo
nombre de mi suegro, pero ahora era muy diferente. Ahora era el nombre de mi
hijo, y eso ya hacía que fuera el nombre más bonito del mundo para mí.
Apoyé la cabeza en el suelo
y me quedé pensando en él, en Nessie, en lo que iba a ser nuestra vida cuando
por fin le tuviéramos en los brazos. Eso sirvió para que me tranquilizase algo.
Aunque sabía que iba a ser
por poco tiempo.
¡Hola a todos! Soy Tamara ^^
ResponderEliminar¡¡¡MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR AQUI LEYENDOME, ME HACÉIS MUY FELIZ!!! =º) QUE SEPAIS QUE LEO TODOS VUESTROS COMENTARIOS Y ME ANIMAN MUCHÍSIMO, LO QUE PASA ES QUE AHORA NO TENGO TIEMPO DE CONTESTAROS, NO TENGO TIEMPO DE NADA =( YA OS CONTESTARÉ ESTA TARDE, ¿VALE?
Lametones para todos!!!!
Hola tamara:
ResponderEliminarHuuggg a mi me da muy mala espina esa jane y thiago....en fin vamos a ver que pasa....como siempre muy bueno el capitulo.....
Tamara no te preocupes , ..quiero pensar que si no tienes mucho tiempo, es por que estas contenta y haciendo cosas que tambien te gustan , asi que relax un poco chica , que nosotros aqui te esperamos ...recuerda que te QUEREMOS y apreciamos el regalo que nos das ( TU MARAVILLOSA FORMA DE ESCRIBIR Y TU TIEMPO ) asi que muchas gracias a ti
elsa
Un abrazo y un saludo a todos mis amigos a la distancia
hey hola libro de jake no me lo esperaba pero que chevere ahora sabremos todo sobre la batalla......pobre jake ya quiere volver con su familia.....saludos a todos y un fuerte abrazo...:)
ResponderEliminarHoy aca es el pre estreno Breaking Dawn 1 hey amigos disfrutenla mucho al igual que lo hare yo...SALUDOS NOS ESTAMOS LEYENDO:)
esta muy bien, pero con sinceridad me gusta mas desde el punto de vista de Nessie, yo al menos me meto mas en su mundo, pero oye genial, muchos animos, y sigue que esta genial!!!!
ResponderEliminarHOLA TAMARA...TU DEDICACION Y TU ESFUERZO...ESTA HACIENDO ESTA TRAMA IGUAL QUE AMANECER...POR FIN EL PUNTO DE VISTA DE JAKE ...NO TENGO NADA ENCONTRA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE NESSIE PERO COMO CHICO...NECESITO EL PENSAR DE UN CHICO JAJAJA!!!COMO SIEMPRE LO MEJOR EL SABADO EL SIGUIENTE....MAÑANA EN LA ARGENTINA SE ESTRENA AMANECER ....YA KIERO QUE SE ESTRENE....ESPERO QUE LO DISFRUTEN LA PELI...SALU2 A TODAS MIS AMIGAS DE LA DISTANCIA Y LAS QUE KEEN ESTE FINCS
ResponderEliminarawwww! Que tierno que se decidieran por Anthony de nombre! Ademas es el segundo de Edward! mas hermoso aun... Babaaa! xD
ResponderEliminarSol*
Me alegro de que te guste, Sol ^^ A mí tb me gustaba ese nombre, Anthony Jacob, porque engloba a los dos hombres que más ama Nessie *-*
ResponderEliminarLametones!!!
Tamara.
Ola!soy una gran fan de la saga crepusculo.me gustaria q m enviases tus libros a mi correo estan muy bien..muchas gracias.
ResponderEliminarswan_isabella20@yahoo.es
hola me gustaria k me mandaras estos libro ami correo que es: nipauchiza@hotmail.com soy una gran fan de tus libros de jacob y nessie y mis amigos tambien y pssss me gustaria tenerlos en mi compu MUCHOS animos
ResponderEliminarLAMETONES desde Mexico.......ojala los hicieran pelicula iria al cina todos los dias
Creo que aun nos debes un prefacio jejejeje :)
ResponderEliminarOstras, es verdad, está sin poner O-O ¡Qué despiste el mío! Ahora mismo lo pongo. Muchas gracias por avisarme ;)
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