NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").
Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏
CAPITULOS:
PARTE DOS: NUEVA ERA
RENESMEE:
77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78. EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html
79. EN MEDIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-79-en-medio.html
80. LICÁNTROPO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-80-licantropo.html
81: DECISIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-81-decision.html
82. CUMPLEAÑOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-82-cumpleanos.html
83. IRRUPCIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-83-irrupcion.html
84. REENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-84-reencuentro.html
85. GRIPE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-85-gripe.html
86. FALLO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-86-fallo.html
87. GIRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-87-giro.html
88. BUENA Y MALA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-88-buena-y-mala.html
89. FELICITACIONES Y PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-89-felicitaciones-y.html
90. APOYO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-90-apoyo.html
91. CARTA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-91-carta.html
92. INTERESES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-92-intereses.html
93. BENEFICIO COLATERAL: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-93-beneficio.html
94. ECOGRAFÍA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-94-ecografia.html
95. FANTASMAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-95-fantasmas.html
96. MANIOBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-96-maniobra.html
97. "NO PUEDO": http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-97-no-puedo.html
98. SANGRE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-98-sangre.html
99. HERIDOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-99-heridos.html
100. PRUEBA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-100-prueba.html
101. ENTRENAMIENTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-101-entrenamiento.html
102. 6 DE FEBRERO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-102-6-de-febrero.html
103. PACIENCIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-103-paciencia.html
104. UN SER SUPERIOR: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-104-un-ser-superior.html
105. ENVIDIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-105-envidia.html
106. CAMBIO DE PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-106-cambio-de-planes.html
107. PASAR PÁGINA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-107-pasar-pagina.html
LA ESTRATEGIA
―¿Queda mucho para llegar?
―preguntó Jake mientras avanzaba por esa pendiente empedrada, conmigo a
cuestas.
―Oh, por favor ―se quejó Rosalie,
poniendo los ojos en blanco―. Esta es la tercera vez que lo preguntas, pareces
un niño pequeño.
―Él es el único que ha
visto ese sitio, es lógico que le pregunte, ¿no crees? ―replicó Jake, molesto.
―No falta mucho ―le
respondió mi padre, ya resignado.
―Ya, eso dijiste hace tres
cuartos de hora ―resopló Jacob.
―Si Nessie te pesa, puedo
llevarla yo ―se ofreció Emmett con cierto aire burlón.
Observé a mi chico. No
parecía cansado, en realidad, parecía estar cargando con un bloque de paja o
algo parecido, porque me llevaba con gran agilidad y soltura, sin embargo, se
había pasado todo el camino, desde que habíamos dejado los coches, cargando
conmigo en sus brazos. Al principio el terreno era más llano, aunque más
frondoso, pero hacía más o menos una hora que habíamos empezado a recorrer una
pendiente más bien rocosa que también albergaba algunos árboles.
―Si quieres, puedo irme con
Em ―le dije a Jake.
Aunque prefería estar en sus
cómodos y calentitos brazos, claro. Estaba comodísima, podía sentir la calidez
de mi chico, la ardiente piel de su cuello en mi frente, oler su maravilloso
efluvio muy de cerca, y la barriga no me pesaba, podía pasarme todo el trayecto
con la mano sobre ella, sintiendo las continuas pataditas de mi bebé, que aún
me emocionaban.
―Sí, ven aquí, sobrinita ―bromeó
mi tío, abriendo los brazos hacia mí al tiempo que me lanzaba besitos intencionadamente
sonoros.
Solté una risilla al ver
esa cara tan cómica que ponía, incluso a Embry le hizo gracia.
―No, te llevo yo ―se opuso
Jacob, apretándome contra él―. Para eso soy tu marido, ¿no? Además, no me pesas
nada ―esta última parte se la dedicó a Emmett, poniéndole una mueca.
Em se carcajeó, pero yo le
sonreí y le di un merecido beso en los labios.
Quil, Embry, Seth, Leah,
Jared, Paul, en su forma lobuna, y Ezequiel y Teresa nos acompañaban en esta
reunión, más que nada para cerciorarnos de que no se trataba de una trampa, si
bien mi padre no había visto señal alguna de eso en la mente de Jane. El resto
de la manada y el aquelarre de Denali se habían quedado por los bosques de La
Push, así como en nuestra casa, para vigilar. Nikoláy, Ruslán y Razvan, o su
guardia, podían aparecer por allí en cualquier momento, aunque otra pequeña
parte de los lobos también se encargaba de los vampiros nómadas que seguían
visitando su territorio de vez en cuando.
Seguimos ascendiendo por
esa pendiente durante un rato más, salimos a una zona más horizontal, donde la
vegetación y los árboles se hicieron más protagonistas, y, cuando Jake ya
estaba a punto de preguntar de nuevo, mi padre se adelantó.
―Ya hemos llegado.
Nos detuvimos y Jacob por
fin pudo dejarme en el suelo.
Aproveché para darle otro
beso, como agradecimiento por haber cargado conmigo todo el camino. Iba a
despegarme de sus labios, pero entonces la brisa me trajo otros efluvios que ya
eran muy conocidos para mí, por desgracia, sobre todo uno. Sí, Jane estaba
llegando. Así que no me lo pensé dos veces y alargué el beso.
Pillé algo desprevenido a
Jacob, que ya estaba a punto de soltar mi boca, pero en cuanto mis brazos se
enredaron en su cuello y mis labios comenzaron a buscar los suyos con más
efusividad, ya le fue imposible no corresponderme y me abarcó con sus manos
para pegarme a él. Por supuesto, la energía no tardó en revolotear a nuestro
alrededor, acompasando a mis mariposas, pero me dio tiempo y todo a reírme en
mi fuero interno con satisfacción antes de que esto me embargara completamente.
Después, ya ni me enteré de
lo que pasó a nuestro alrededor. Me evadí, como siempre me pasaba cuando Jacob
y yo nos besábamos, y todo dejó de existir, incluso Jane. Ahora solo estábamos
Jacob y yo.
El fuerte carraspeo de mi
padre, y la vibración intensa de mi pulsera, nos avisó de que Jane ya estaba
presente.
Jacob y yo despegamos
nuestros labios, pero tuvimos que coger una buena inhalación de aire para
conseguir centrarnos. Bajar de las nubes costaba.
No obstante, en esta
ocasión bajé muy pronto, porque vi la cara de Jane. Su envidia quedó patente otra
vez, sin embargo, ahora su rabia ensombrecía aún más su rostro de niña
diabólica. También me miró con odio, pero no me importó en absoluto, es más,
incluso me gustó, porque eso significaba que la que había vencido finalmente
era yo. Le mostré una sonrisita chulesca y triunfal que la sacó más de quicio,
aunque lo disimuló, claro, tenía que guardar las formas delante de sus
compañeros y del resto de presentes. Mi padre era el único que sabía lo que
pasaba por su cabeza. Me reí para mis adentros de nuevo, aunque esta vez con
malicia, tengo que reconocerlo.
Me separé de Jacob, aunque
no mucho, lo justo para cogerle de la mano y sentir su costado bien pegado al
mío.
Jane venía acompañada por
el mismo séquito que ayer, sin embargo, hoy se sumaba alguien más. Ese que era tan
bajo como su hermana y que tenía el mismo rostro infante que ella, su mellizo.
Alec. Él tampoco desaprovechó la ocasión para censurarnos a Jacob y a mí con la
mirada, y más cuando se fijó en mi abultado vientre. Las sucias pupilas de Jane
no repasaron a mi marido esta vez, estaba demasiado ocupada y ofuscada con su
odio hacia mí. Eso también me gustó.
―Saludos, Jane ―habló Carlisle,
seguramente para sacarla de sus pensamientos oscuros.
Percibí cómo la comisura
del labio de mi progenitor se alzaba muy levemente, uniéndose a mi
resarcimiento de una forma silenciosa y secreta, aunque seguía manteniendo una
mirada sobria y fija en ella.
―Saludos ―contestó Jane,
levantando su arrogante barbilla. Echó un vistazo general en el que no faltó
una visible crítica hacia los lobos, pero cuando se fijó en Ezequiel, su
semblante se volvió aún más tétrico. El mago alzó el mentón también, como si
estuviese dando la cara―. ¿Hacían falta tantos aliados para una reunión
amistosa?
No fue la única que miró
mal a Ezequiel, tanto Demetri como Felix, Enguerrand y Alec hicieron
exactamente lo mismo.
―Vosotros también sois uno
más ―afirmó mi padre, oscilando la mirada hacia Alec.
El aludido le dedicó una
sonrisa arrogante, hasta en eso se parecía a su hermana.
―Me sorprende ver aquí a un
traidor ―le echó en cara esta a Ezequiel. Felix escupió en su dirección a modo
de desprecio―. No creas que porque no te dije nada ayer voy a olvidar eso.
La mano de Teresa apretó el
brazo de Ezequiel, algo asustada.
Sabíamos que esto iba a
pasar, pero ninguno de nosotros fue capaz de convencer a Ezequiel para que no
viniese. Él quería ayudar, y estaba harto de huir y de ocultarse, por eso había
decidido enfrentarse a esta situación. Ahora vivía feliz junto a Teresa, ella
le había devuelto la ilusión de una vida que le había sido arrebatada
cruelmente siglos atrás, y quería luchar por ella.
―Para ser un traidor, me
extraña que Aro no haya venido a por mí todavía, máxime cuando sabe que ya no
me oculto y que tengo una residencia fija ―dijo Ezequiel, usando un tono más
bien formal―. Estoy seguro de que tu compañero ya le comunicó mi paradero hace
tiempo ―siguió, oscilando la mirada hacia Demetri para señalarle con la misma,
aunque sus ojos volvieron a por Jane enseguida―. Mi hogar está en las afueras
de Forks. Me sorprende que, estando excluido del límite del tratado, no haya
actuado aún.
La mirada de Jane se quedó
fija en él durante unos segundos, y se podía palpar la tensión en ese aire
primaveral.
―Los Vulturis no dan
segundas oportunidades, lo sabes ―declaró ella finalmente, sin cambiar ni un
ápice esa expresión dura y fría―. Sin embargo, estás aliado al Gran Lobo, y eso
te hace intocable. Por el momento.
―No mientas ―intervino mi
padre, rechinando los dientes―. Si Aro le ha dejado con vida por ahora es
porque cree que le puede ser útil en esta batalla.
Jane no respondió, pero
entrecerró los ojos con inquina.
―Eso es lo que yo suponía
―coincidió el propio Ezequiel―. La barrera de Varick no es capaz de ocultar a
Aro de mis sueños, así que puedo ver su presente cuando me place. Es por eso
que lo sé a ciencia cierta.
Se escuchó el ligero
gruñido en la garganta de Demetri.
―Cuando todo esto acabe, no
dudes de que se hará justicia contigo ―afirmó Alec, observándole con la misma
dureza que su melliza.
Teresa volvió a apretar el
brazo de su pareja.
―De eso nada, chaval
―irrumpió Jacob, mirándole de arriba abajo con chulería―. Ezequiel es
intocable.
―Él no está incluido en el
tratado ―le rebatió Alec.
―¿Ah, sí? Pues a partir de
ya, está dentro ―afirmó mi chico, continuando con la misma actitud―. Dile a tu
querida momia que si no está de acuerdo romperé ese tratado ahora mismo y
terminaré con toda vuestra chusma, empezando por vosotros. ¿Está claro? ¿Lo
habéis entendido?
―El delito que ha cometido
ha sido demasiado grave ―gruñó Felix―. Ha intentado matar a Aro.
―Me importa una maldita
mierda ―bufó Jacob, ahora muy irritado―. Ezequiel es mi aliado, por tanto,
entrará en el tratado. Además, Aro ha intentado matarme a mí, así que se puede
decir que estamos en tablas. Una ofensa salda a la otra. Y ya le estoy
perdonando muchas otras cosas.
Leah fue la primera que
comenzó un coro de gañidos y gruñidos al recordarlo.
―Jacob tiene razón ―medió
Carlisle con su tono comedido y tranquilo―. Creo que una cosa salda a la otra.
Ni Jane ni Alec fueron
capaces de refutar eso. Jake tenía razón, así que no les quedó más remedio que
apretar las dentaduras. Entre tanto, Ezequiel y Teresa esperaban su respuesta
con tensión.
―Está bien ―aceptó Jane por
fin, aunque sin dejar su rabia a un lado―. Hablaré con Aro esta misma noche.
Teresa respiró más
tranquila, y yo también. Ambas nos miramos con complicidad y nos sonreímos
ligeramente.
―Bien ―aprobó Carlisle,
haciendo un ligero asentimiento de cabeza.
―Bueno, qué, ¿y ahora vamos
a hablar de lo que haremos con esos licántropos o no? ―intervino Jake, usando
sus malos modales de siempre.
―Sí, deberíamos empezar a
cuadrar nuestros planes ―opinó mi abuelo―. ¿Habéis pensado en alguna
estrategia?
―Así es ―asintió esa arpía
de Jane―. Enguerrand ―le pidió, haciéndole un gesto con la barbilla al
mencionado para darle permiso.
―Los licántropos se
encuentran divididos en cuatro grupos, repartidos en cuatro cuevas de estas
montañas ―empezó a explicar él con sobriedad―. Nuestra propuesta es la de
atacar por esos cuatro flancos al mismo tiempo.
―¿Por separado? ―inquirió
Jasper, el cual mostraba mucha atención.
―En efecto. Si atacamos por
separado, al mismo tiempo, no tendrán conato de fuga, les pillaremos totalmente
por sorpresa.
La barbilla de Jane no
podía estar más alta.
―Nosotros habíamos pensado
en tenderles una emboscada, engañarles para reunirles a todos en un mismo sitio
―declaró mi tío―. Así Jacob podría terminar con ellos de un solo ataque.
―Es peligroso ―opinó
Enguerrand―. Ya no tendríamos el factor sorpresa. Las cuevas se encuentran
distanciadas de una forma muy desigual, sería muy complicado calcular un
epicentro o punto de encuentro que quedase equidistante entre las cuatro.
Siempre habría un grupo que llegaría antes que otro, y eso sería muy peligroso
para nosotros.
Jasper se quedó pensativo.
―¿Cuántos licántropos son?
―quiso saber mi madre.
―Unos sesenta ―contestó
Demetri.
―¿Se… sesenta? ―tembló
hasta mi voz.
Jacob apretó mi mano y me
dio un beso en la cabeza para calmarme, aunque yo no podía dejar de imaginarme
a sesenta descomunales hombres lobo, con sus ojos amarillos reflectantes, sus
afiladas garras y sus dientes puntiagudos… Y todos juntos.
―Contando todos nuestros
efectivos, más los vuestros, somos cincuenta ―sumó Jasper mentalmente.
―Sí, pero tenemos que dejar
a algunos de los nuestros por los bosques de La Push y por nuestra casa, no
podemos dejar la zona sin vigilancia ―le recordó mi chico―. Esos magos siguen a
lo suyo, no lo olvides.
―¿Cuántos estimas que
debemos dejar allí? ―le preguntó mi tío, que ya estaba reflexionando.
Jake se tomó unos segundos
para pensarlo.
―No sé, unos quince, por lo menos ―resolvió, rascándose
la cabeza―. Cinco por cada parte que hay que cubrir: cinco para el bosque,
cinco para nuestra casa y cinco para proteger a la tribu de los chupasangres
nómadas.
―Eso hace que nos quedemos
en treinta y cinco para esta batalla ―dijo Jasper, torciendo el gesto―. Treinta
y cinco que se tienen que dividir en cuatro grupos.
―Tocaríamos a tres grupos
de nueve miembros y uno de ocho ―añadió Carlisle―. Nueve para quince
licántropos por cada cueva. Sigue siendo peligroso.
―El grupo de Jacob tiene
todas las de ganar ―opinó Emmett―. Él solo tiene que soplar, como en el cuento
de los tres cerditos ―y le dedicó una sonrisa burlona a mi chico.
Jasper volvió a quedarse
pensativo.
―Ja, ja ―ironizó Jake.
―Tú eres el más veloz de la
manada, ¿verdad? ―interrogó Jasper, mirándole con una intención que no
comprendí.
―Bueno, en realidad, si
hablamos de velocidad, la más rápida es Leah ―le corrigió Jake.
La loba gris levantó el
hocico con orgullo y satisfacción.
―Sí, pero te necesito a ti
para mi plan ―declaró mi tío. Eso hizo que Leah gañera, algo disconforme―. Tú
eres muy rápido, podrías ir cueva por cueva para terminar con los licántropos
en poco tiempo.
―¿Qué? ―parpadeó Jake, algo
perdido.
―No es mala idea ―opinó mi
padre, que ya había visto el plan completo en la mente de mi tío―. Es
arriesgado, pero no deja de ser la única solución que tenemos, en realidad. Si
queremos terminar con los licántropos de una manera efectiva, te necesitamos a
ti.
―A ver, a ver, explícame
eso ―le pidió Jacob a Jasper, haciendo unos ligeros aspavientos con los brazos
en los que mi mano también se vio implicada.
―Tú te desharías de los
licántropos enseguida, como ha dicho Emmett, no necesitas llevar un grupo
contigo ―aclaró mi tío―. Sin embargo, nosotros tardaremos mucho más en terminar
con ellos, eso si lo conseguimos. Esos Hijos de la Luna nos darán problemas.
Para empezar, nos superan en número, son muy fuertes y ágiles, y aunque les
pillemos por sorpresa, pueden estar lo suficientemente organizados como para defenderse
bien. Si tú no llevas ningún grupo contigo, los nuestros se verán beneficiados
en número, es decir, pasaríamos de tener nueve miembros a tener once ―me di
cuenta de que a mí me contaba con Jake―. Tú podrías empezar ocupándote de una
cueva, mientras que los demás lo haríamos con las tres que quedan. Al ser más
numerosos, podríamos controlar mucho mejor a los licántropos hasta que tú
llegaras.
―¿Me estás diciendo que
tengo que ir cueva por cueva para aniquilar a esos licántropos? ―preguntó Jake,
alzando las cejas con algo de escepticismo.
―Exacto.
Mi chico miró al suelo y
suspiró, dubitativo.
―No sé, Jazz. Yo no tengo
problema, pero vosotros…
―Podremos contenerles
―aseguró él con confianza―. Tus lobos están bien entrenados, y nosotros
también. Además, organizaremos los miembros de tal forma que el grupo más débil
esté en la segunda cueva que visites y el más fuerte en la última.
Jake se mordió el labio.
―Es la única solución,
Jacob ―azuzó mi padre―. El único que puede terminar de una forma totalmente
efectiva con esos licántropos eres tú.
Quil le dio un pequeño
empujón en el brazo con su hocico, instándole a aceptar.
Entendía a Jacob
perfectamente, solo por su mirada ya lo sabía. Otra vez el peso de la
responsabilidad recaía sobre él. Yo preferí no pensar en ello, porque había
demasiada gente implicada en el meollo que me preocupaba.
―No sé ―resopló Jake―. Si
ellos no se oponen ―soltó finalmente, observando a Jane y a su cuadrilla.
―¿Jane? ―preguntó Jasper
para saber su opinión.
Ella miró a Enguerrand, el
cual asintió.
―No tenemos ninguna
objeción. Todos nosotros somos fuertes ―presumió Jane con su típico orgullo―.
No tendremos ningún problema en contener a esos seres.
―Vale. Entonces, vosotros
estaréis en la última cueva ―espetó mi chico, insinuando que así no tendría
intención de llegar allí.
―Repartiremos nuestras
fuerzas ―contraatacó ella, usando cierta acidez.
―La decisión está tomada
―habló Carlisle, poniendo un poco de orden―. ¿Cuándo atacaremos?
―Mañana al amanecer ―le
respondió ella.
―¿Mañana al amanecer? ¿No
es muy pronto? ―objetó Jacob―. Tengo que organizar a la manada, y Nessie
necesita ropa de abrigo.
―Mañana por la noche habrá
luna llena, y eso podría dificultar el éxito de nuestro objetivo. Por cierto, ella
no debería venir ―criticó esa arpía, manteniendo su barbilla en alto―. En su
estado sería un lastre.
―Ella vendrá ―afirmó mi
chico con contundencia al tiempo que apretaba mi mano―. No pienso despegarme de
mi mujer y mi hijo ni un segundo.
Mi labio no pudo evitar
curvarse hacia arriba con un poco de presunción. En cambio, Jane clavó sus ojos
en mí, rebosando odio por todos sus costados, si bien pronto la llevó hacia
Jacob.
―¿Piensas arriesgarte a que
un licántropo le haga daño? ―la boca de Jane también se levantó, aunque la suya
con una arrogancia que me sacaba de quicio―. No podrás estar pegado a ella
continuamente, y te recuerdo que los Hijos de la Luna son impredecibles, alocados
y muy inquietos. Aunque uses tu poder espiritual, podría escaparse uno y
herirla.
―Tranquila, que eso no te
quite el sueño ―la calmé yo, con sarcasmo―. Mi pulsera también me protege.
Sus párpados se entrecerraron al mirarme.
―Aun así, siempre habrá
riesgo ―insistió.
Mi chico volvió a quedarse
con dudas y su labio se frunció una vez más. Maldita arpía. Lo único que quería
era que yo me quitase de su camino, pero ni pensarlo, vamos. Me dieron ganas de
lanzarme a ella para engancharme a su pelo como una fiera.
―Yo puedo volverla
invisible ―intervino Ezequiel.
Jane casi le fulmina con la
mirada.
―¿Pero no decíais que esos
bichos son inmunes a la magia? ―dijo Jacob, extrañado.
―Si se usa en ellos, sí.
Sin embargo, en esta ocasión la magia recaerá en Nessie. Ellos no la verán.
―¿Estás seguro? ―se
cercioró.
―Completamente, créeme
―asintió Ezequiel con confianza.
―Pero, ¿cómo la veremos
nosotros? ―cuestionó Alice.
Por un momento, el
semblante de Jane albergó sus oscuras esperanzas.
―Yo podré verla ―afirmó
Jake, para mi alivio―. Supongo que podré ver su alma, ¿no, Ezequiel?
―Sí, por supuesto
―corroboró este―. Tú puedes indicarnos dónde está, si se da el caso de que
Nessie se cruce en alguno de nuestros ataques accidentalmente.
―Si Jacob puede verla, yo y
los lobos también ―añadió mi padre―. Así que siempre nos podemos avisar unos a
otros con algún gesto.
Volví a sonreír con
satisfacción.
―¿Y cómo piensas
transportarla hasta las cuevas? ―la cara de Jane se iluminó conforme hacía la
pregunta, como si se le hubiese ocurrido esta brillante objeción de repente―.
¿Piensas llevarla colgada de tus fauces?
Apreté mi mano suelta y las
muelas. No había caído en eso para nada. Miré a Jake, que suspiró por la nariz,
confuso de nuevo.
―Yo la llevaré en brazos
―se ofreció Teresa―. No sé luchar, así que puedo ser útil de esta manera.
―Sí, es perfecto ―exclamé
yo―. Ya está, ¿no? Ya no hay ningún problema en que vaya ―le dije a mi chico.
―Vale ―aceptó él con un
semblante formal y serio.
Mi sonrisa se amplió y le
di un beso en los labios que él no se esperaba para nada, pero que correspondió
encantado.
―Entonces, llamaré a los
demás para organizarlo todo ―anunció Carlisle.
Y mientras yo escuchaba el
rechinar de los dientes de Jane, mi abuelo se sacó el móvil del bolsillo de su
pantalón.
¡Hola a todos! Soy Tamara ^^
ResponderEliminarMUCHISIMAS GRACIAS POR SEGUIR AQUI, Y POR DECIRME ESAS COSAS TAN BONITAS QUE ME DECIS!!!! ME ALEGRÁIS EL DÍA, EN SERIO =)
BIENVENIDAS A LAS NUEVAS!!!!
Iris: Muchas gracias por todo lo que me dices. Sobre eso del embarazo, bueno, no quería hacer un embarazo con problemas, porque entonces se parecería al de Bella, y eso no me gustaba. Ya vivimos un embarazo horrendo con el de Bella, y ahora me apetecía que se viera la otra cara, es decir, un embarazo que fuera feliz. Ahora bien, todavía queda la acción, y el embarazo está lleno de peligros por otras partes, así que ya veremos lo que pasa, ¿vale? ;) No puedo decir más, jaja.
Naty: muchas gracias por esas cosas tan bonitas que me pones, guau, me haces muy feliz, en serio =º) Siempre me animáis un montón. Espero que te siga gustando la historia ;)
MUCHAS GRACIAS A LOS DEMÁS TAMBIÉN, TANTO A LOS QUE COMENTAN, COMO A AQUELLOS QUE NO PUEDEN HACERLO POR DIVERSAS CIRCUNSTANCIAS, AUNQUE SÉ QUE ME SEGUÍS LEYENDO. SOIS UNOS SOLES!!!!!
Por cierto, ya queda menos para que relate JACOB!!!!
Lametones!!
no hay nada que agradecer todo es verdad, ademas lo esta haciendo muy bien la cosa se pone, mas mas interesante, me encanta que haya momentos graciosos, dramaticos y chistosos sobretodo los de jacob y rosalie. Perfecto sigue asi, y espero que no acabes nunca porfiii....
ResponderEliminarY que hayan momentos romanticos entre jacob y nessi, o momentos graciosos entre nessie y bella nose, poro vas genial, animooo!!!
Holla Chicos y Tamara
ResponderEliminarQue capi más bueno la verdad estrategias....Iris tiene toda la razón ademas nosotros deberiamos agradecerte a ti Tamara que tomes tantas moelstias y tu valieoso tiempo en escribir para regalarnos capis más seguido ....gracias por crear esta maravillosa historia es super divina me fascina quisiera la verdad una charla muy emotiva de nessie y sus padres no se como que a mi me falta eso Tamara porfa podrias pensarlo gracias :)
sALUDOS Y UN ABRAZOTE A TODOS MIS AMIGAS(OS) A LA DISTANCIA :)
Hola!!! primero, lamento no comentar antes :S
ResponderEliminarSegundo, me encanto, principalmente ese beso envidiado por Jane :D!!!! Ya quiero que venga la accion!!! :3,
Hasta el Sabado,
Un beso,
Lizbeth,Republica Dominicana
Hola Tamara:
ResponderEliminarComo siempre el capitulo muy bueno , ...y jasper el mejor...con ansias espero el proximo
elsa
Un saludo a todos
Hola: jacob&nessie Me parece increíble la forma en como escribes lo bien preparada la trama parece que en vez de imaginarla la hubieras vivido de primera mano ,lo intensa que es, lo bien que sabes expresarla ,lo cual hace que nosotros también la imaginemos como si estuviéramos hay viendo.De verdad te felicito eres una inspiración para las personas que tenemos una imaginación vivida. saludos desde Bogota Colombia .
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