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NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").
Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏
CAPITULOS:
PARTE DOS: NUEVA ERA
RENESMEE:
77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78. EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html
79. EN MEDIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-79-en-medio.html
80. LICÁNTROPO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-80-licantropo.html
81: DECISIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-81-decision.html
82. CUMPLEAÑOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-82-cumpleanos.html
83. IRRUPCIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-83-irrupcion.html
84. REENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-84-reencuentro.html
85. GRIPE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-85-gripe.html
86. FALLO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-86-fallo.html
87. GIRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-87-giro.html
88. BUENA Y MALA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-88-buena-y-mala.html
89. FELICITACIONES Y PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-89-felicitaciones-y.html
90. APOYO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-90-apoyo.html
91. CARTA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-91-carta.html
92. INTERESES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-92-intereses.html
93. BENEFICIO COLATERAL: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-93-beneficio.html
94. ECOGRAFÍA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-94-ecografia.html
95. FANTASMAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-95-fantasmas.html
96. MANIOBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-96-maniobra.html
97. "NO PUEDO": http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-97-no-puedo.html
98. SANGRE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-98-sangre.html
99. HERIDOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-99-heridos.html
100. PRUEBA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-100-prueba.html
101. ENTRENAMIENTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-101-entrenamiento.html
102. 6 DE FEBRERO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-102-6-de-febrero.html
103. PACIENCIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-103-paciencia.html
104. UN SER SUPERIOR: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-104-un-ser-superior.html
105. ENVIDIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-105-envidia.html
106. CAMBIO DE PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-106-cambio-de-planes.html
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―Borra esa estúpida sonrisa
de tu careto ―le advirtió Jacob a Jane, rechinando los dientes, cuando vio cómo
me miraba ella, aunque no percibió sus verdaderas intenciones, ya que parecía
seguir ofuscado con otros pensamientos.
Me quedé mirando cómo esa
arpía terminaba de darse la vuelta con esos aires triunfales, como si hubiera
ganado alguna partida, y ese primer sentimiento de daño emocional pasó
automáticamente y súbitamente al extremo contrario, donde la sangre comenzaba a
hervir mis venas. Sabía que solo había dicho aquello para herirme, pero no lo pude
evitar. Jacob no lo había rebatido, y ella se estaba marchando de aquí
victoriosa. La rabia me revolvió las tripas, casi parecía que tuviese el magma
de un volcán dentro, preparado para estallar en cualquier momento. Pero no
quería hacerlo con ella todavía presente, porque si me veía discutir con Jake
eso le daría más satisfacción, así que apreté la dentadura y aguanté
estoicamente hasta que se marchara del todo. Mi mano era sostenida por la de
Jacob, y tuve que contenerme mucho para no hacérsela añicos.
―Maldita enana ―masculló Jacob, enfadado, mientras Jane
se alejaba con Felix, Demetri y Enguerrand. Mi padre, que me observaba con
preocupación, abrió la boca para decirme algo, pero de pronto Jake le
interrumpió―. Y tú, siempre haces lo mismo ―le reprochó, girándose hacia él,
muy cabreado―. Nunca, nunca me consultas.
―No te consulto porque ya
sé tu respuesta ―le contestó papá, que no dejaba de analizarme a cada rato―. Y
tu respuesta no es acertada.
―Ya, claro ―resopló Jake―.
El lector de mentes, el listo, el sabelotodo ―chistó después, mirando hacia
otro lado con desaprobación.
Casi no estaba en la
conversación. Mis ojos no se despegaban de los cuatro espectros que se alejaban
de nosotros con lentitud. Estaban lejos, pero no lo suficiente como para no poder
oírnos. Seguí apretando los dientes.
―Ya sé que no te fías de
ellos, pero te aseguro que no vi ninguna otra intención en sus mentes que no
fuera la de luchar contra Vladimir, Stefan y esos licántropos ―le reveló mi
padre―. A ellos les desagrada tanto como a ti el trabajar juntos, pero
solamente están obedeciendo las órdenes de Aro. A los Vulturis les interesa
vuestra alianza, al menos, por ahora. Saben que eres invencible y tienen muchos
enemigos, un aliado como tú es demasiado valioso para ellos. Créeme, les
interesa más tenerte de aliado que de enemigo.
―¡Yo no soy su aliado!
―protestó Jacob.
Leah y Quil también
hicieron notar su disconformidad con unos gañidos.
Los cuatro espectros
desaparecieron en ese horizonte arbolado, sin embargo, esperé un poco más, por
si acaso.
―No nos queda más remedio
que ir hasta esas montañas para luchar contra los licántropos ―mi padre
contestó a la queja de alguno de los lobos―. Si esperamos a que vengan hasta
aquí, ya no tendremos esa ventaja de la sorpresa, les daríamos tiempo a planificar
algo y a que se organizasen. Eso sería darles ventaja, sería peligroso.
―Estoy de acuerdo ―apoyó
Ezequiel, que había preferido mantenerse un poco al margen durante la presencia
de la guardia de los Vulturis y hablaba por primera vez―. Es mejor pillarles
desprevenidos.
―Sí, eso ya lo sé ―resopló
Jacob de nuevo―. Pero si también acepto ir a esas montañas es para que no haya
más víctimas inocentes, ¿está claro? No quiero que esos licántropos asesinen a
más gente.
―Demasiado tarde ―declaró
Rosalie, que estaba con los brazos cruzados―. Aquí no han llegado más trozos de
nadie, pero lo más seguro es que hayan matado a más personas.
―Todavía no sabemos si el
dueño de esa pierna fue víctima de uno de los licántropos ―intervino mi madre―.
La policía sigue investigando.
―Vamos, Bells, es evidente
que lo es ―opinó Jake―. No han encontrado el cuerpo, ni tampoco más pistas.
Los sonidos típicos del
bosque fueron acompasados, además, de la absurda discusión que se abrió con ese
asunto al que yo no prestaba ninguna atención. Mi cabreada mente estaba para otras
cosas.
Ahora sí. Jane ya estaba lo
bastante lejos.
―Los licántropos… ―Jacob
dejó su frase inconclusa al verme.
Cuando me di cuenta, había
girado mi enfadado rostro hacia Jake, le había dedicado toda una gama de
reproches con la mirada y había soltado su mano con brusquedad para echar a
andar con prisas hacia casa.
Dejé un repentino silencio
a mis espaldas y percibí una estupefacción total por parte de todos nuestros
acompañantes, sin embargo, a mí me daba igual y seguí caminando. No sé adónde
iba con esa barrigota que ya pesaba bastante, pero estaba que echaba humo y mis
pies avanzaban con bastante presteza. Aunque no estuve sola nada de tiempo.
―Nessie, espera, ¿adónde
vas? ―quiso saber Jake, que ya estaba detrás de mí.
No le veía el rostro, pero
por su tono de voz supe que estaba extrañado por mi comportamiento.
―Me voy a casa ―respondí,
malhumorada, clavando los pies en el terreno por mi enrabietada marcha.
De repente, Jacob tomó mi
mano y noté un tirón que me obligó a detenerme. En un parpadeo, vi cómo mi
cuerpo se veía forzado a girarse hacia él y cómo me tomaba en brazos. No fue
hasta ese instante que no supe que mi familia también me estaba siguiendo. Me
fijé en que ya no estaban los lobos, ni tampoco Ezequiel, seguramente Jacob les
había dado una orden con alguna señal y habían regresado con los demás para
seguir vigilando el bosque.
Me sujeté al cuello de
Jacob y dejé que me llevara, pero solo porque mi barriga ya se me hacía
bastante pesada y no quería cansarme, por el bien del bebé.
―¿Qué te pasa? ―me preguntó
mientras seguía caminando, junto con el resto de mi familia.
Preferí no contestarle
aquí, pues había demasiada gente a nuestro alrededor y este era un tema
privado.
―¿No es evidente? ―le
respondió Rosalie por mí―. Eres un idiota.
―Oye, rubia, ahora mismo no
estoy de humor, ¿vale? ―bufó Jacob.
―Rose, es mejor que no te
metas ―le aconsejó mi padre.
Mi tía suspiró, pero siguió el consejo.
Continuamos caminando por el boscaje, ya territorio quileute, en
silencio, hasta que por fin llegamos a casa.
Jacob subió el peldaño del porche y me dejó en el suelo. Abrí la
puerta, siguiendo con mi mal humor, y pasé adentro, dirigiéndome al saloncito.
―Hola, cielo ―me saludó
Alice, de la que pasaba a su lado.
Pero yo no estaba ni para
contestar.
―Nessie, ¿qué te pasa? ¿Por
qué estás enfadada? ―quiso saber Jake, siguiéndome.
―Deberías saberlo ―le
reproché, girándome hacia él.
―¿Saber el qué? ―las cejas
de Jacob bajaron sin comprender.
Era increíble. Ni siquiera
sabía de lo que estaba hablando.
―¿Qué le pasa? ―le preguntó
Alice a alguien.
―Todo es culpa de Jane
―chistó mi madre con desaprobación.
―¿De Jane? ―el ceño de mi
chico bajó aún más.
―Pareces tonto ―reprobó
Rosalie, cruzándose de brazos mientras giraba la cara y hacía negaciones con la
cabeza.
―¿Qué ocurre aquí?
―inquirió Esme, saliendo de la cocina.
―Deberías haberle dicho
algo ―incluso Emmett se había dado cuenta.
―¿Decírle el qué? ¿De qué
estáis hablando? ―y el bobo de Jacob seguía sin darse cuenta.
Intenté hablar, pero mi
madre me interrumpió.
―De cuando ella dijo que solo
te habías olvidado de mí porque te habías imprimado.
El rostro de Jacob cambió,
como si se hubiese dado cuenta de algo ahora.
―¿Y por qué ha dicho eso?
―Esme no podía creérselo, y su semblante estaba lleno de crítica y censura
hacia Jane.
―Es obvio que solamente
quería hacer daño ―le respondió Jasper.
¿Pero por qué todo el mundo
seguía aquí?
―Sería mejor que les
dejásemos a solas, ¿no creéis? ―sugirió mi padre, para mi alivio. Él era el
único que sabía lo que pasaba por la cabeza de Jacob y por la mía―. Este es un
tema de pareja que…
―¿Jane dijo eso? ―los ojos
de Alice no podían estar más abiertos cuando cortó a mi progenitor, el cual
suspiró con enfado y me miró con complicidad. Volví a abrir la boca, pero, otra
vez, me vi interrumpida yo también―. Jacob, ¿y por qué no le dijiste nada?
Jake quiso contestar, pero
a él tampoco le dejaron.
―Porque es un idiota
―criticó Rosalie.
Mis labios hicieron el
amago de abrirse para hablar con él.
―Deberías haberle
contestado ―me cortó Alice.
La frase de Alice dio pie a
una pequeña discusión consistente en diferentes reproches hacia Jacob. Me
estaba volviendo loca. Normalmente esta falta de intimidad era un tostón y
resultaba bastante incómodo, pero se podía sobrellevar. Sin embargo, ahora sí
que la necesitaba, y con urgencia. Tenía que hablar con él, pero a solas. Esto
era una locura.
―¡Basta! ―voceé,
apartándome de allí al tiempo que hacía un aspaviento con los brazos. Me detuve
frente a ellos y respiré bien hondo para no pegar otra voz, aunque mi cuerpo y
mis manos se movían con algo de enervación―. Quiero que nos dejéis a solas, por
favor. Necesito estar a solas con mi marido ―les pedí, matizando esa
palabra con ahínco.
―Sí, nos iremos todos
afuera, ¿verdad? ―me apoyó mi padre, mirando con cierta amenaza a los demás.
―Por supuesto ―asintió
Esme, sonriendo con esa dulzura suya que ya relajaba un poco―. Vamos, todos
fuera ―les dijo al resto, azuzándoles con los brazos para que despejaran el
vestíbulo.
Mi familia obedeció y
comenzaron a dejar la casa.
―Te la vas a cargar ―se
burló Emmett cuando se daba la vuelta hacia la puerta.
Jake entrecerró los ojos y
le dedicó una miradita con cara de pocos amigos.
La carcajada de mi tío fue
lo último que se escuchó antes de que se cerrase la puerta.
Por primera vez en siete
meses, la casa se quedó vacía y nosotros estábamos completamente a solas. Se
hizo un silencio que me hubiera parecido de lo más placentero si no fuera por
la razón que lo había propiciado.
―Todo tiene una explicación
―empezó a excusarse Jacob, rompiendo ese mutismo, acercándose a mí.
―¿Ah, sí? Pues ya puedes
empezar a decírmela ―le contesté, dándome la vuelta hacia el saloncito.
Seguía estando que botaba,
porque solo recordar la cara de esa arpía y su sonrisa llena de burla y
triunfalismo, me quemaba el hígado.
La chimenea estaba
encendida. Esme debía de haberla prendido, como venía haciéndolo últimamente en
estas tardes de primeros de mayo, que estaban viniendo especialmente frías,
para ambientar un poco el saloncito. Me dirigí a uno de los sillones que se
situaban frente a las llamas y me senté. Me quité esa molesta pinza del pelo,
tirándola en una esquina del asiento, me revolví el cabello, el cual cayó a un
lado de mi cuello, y crucé mis brazos en mi pecho.
Jacob levantó el sillón de
al lado, cogiéndolo por los brazos, y lo arrimó al mío, girándolo también para
tenerme más de frente. Se sentó, se inclinó hacia delante, apoyando los
antebrazos sobre las piernas, y me miró.
―No se lo rebatiste ―hablé
yo, aún irritada, adelantándome a lo que él iba a decirme―. Solo te limitaste a
decir: “¿cómo sabes eso?” ―y lo entoné con una acidez que me salió más
exagerada de lo que yo tenía pensado.
―Es un malentendido, nena,
te lo juro ―aseguró, clavándome esos ojazos suyos que ahora me observaban
implorantes. Tuve que tomar una buena bocanada de aire para mantenerme firme.
Luego, se acercó más a mí y llevó su mano a mi pierna para acariciarme―. Me
refería a cómo sabía que estaba imprimado. Me extrañó que ella lo supiera, solo
eso. Aro lo sabe por lo que le mostré cuando ellos te secuestraron, y también
porque ese detalle se cuenta en la profecía, es evidente que tuvieron acceso al
libro donde se encuentra, pero ¿ella? No creo que tuviera acceso directo al libro.
Tuvo que contárselo él, aunque no sé a qué fin. En fin, solamente lo dije por
eso, nada más. Ni siquiera le di importancia a la frase, es… tan absurda.
―Pues a mí no me parece tan
absurda ―rebatí.
―¿Por qué? Sabes que es
mentira.
No sé qué me pasó, pero fue escuchar eso y observar su hermoso rostro,
y mi enfado se transformó súbitamente en un nudo enorme que se atragantó en mi
garganta con fuerza. En un segundo, me vi embargada por esa sensiblería tonta
de siempre y me dieron unas ganas de llorar enormes. Me sentí como si estuviese
un poco loca, parecía que, con esto del embarazo, sufriera algún síndrome
bipolar o algo por el estilo. Estupendo.
Me di cuenta de que lo que
más me había dolido de la frase de Jane no había sido la intención con que la
había dicho, el porqué la había dicho, sino lo que había querido insinuar con
ella. Recordaba aquello que me había dicho Nahuel años atrás para separarme de
Jacob, pero lo que él había insinuado es que Jake seguía enamorado de mi madre
y que se había imprimado de mí solo porque le recordaba a ella. En aquel
entonces lo había aclarado con Jacob y ya sabía que eso era mentira, claro, ya
sabía que él se había olvidado de mi madre en ese aspecto. Sin embargo, esto
era diferente. Jamás me había parado a pensar que Jake podía haber olvidado a
mi madre solamente porque se había imprimado de mí. Nunca se me había pasado
eso por la cabeza. Hasta hoy.
¿Era así? ¿Solo se había
olvidado de ella gracias a la imprimación? ¿Qué hubiera pasado si no se hubiera
imprimado de mí? ¿Seguiría enamorado de ella? Entonces, yo, ¿en qué me
convertía? ¿Solo era un segundo plato? ¿Una sustituta que había aparecido en el
momento más oportuno?
Jacob esperaba mi respuesta, sin embargo, no fui capaz de contestar y
ladeé el rostro, presa de esa congoja estúpida, llevando los brazos a mi
hinchado vientre, algo confusa. Jacob se percató, por supuesto.
―No me digas que crees esa
tontería.
―Para mí no es una tontería
―confesé.
―Vamos, Nessie, ya habíamos
hablado de esto hace años, creía que lo teníamos más que superado ―manifestó, hablándome
con voz dulce al tiempo que me observaba con preocupación.
Genial. Lo que me faltaba
es que él se preocupase por mi culpa.
―Sí, y lo está. Quiero
decir, lo de mamá ―cogí aire y lo expulsé con rapidez―. Pero esto…
―Tú también estás
imprimada, sabes lo que significa, ¿no?
―Ya, pero yo solamente he
estado enamorada de ti, y estoy imprimada desde que nací, es diferente ―mis
pupilas bajaron al suelo y murmuré las palabras―. Me siento como si fuera el
segundo plato con el que te has tenido que conformar. No sé, puede que sea por
culpa de esta sensiblería absurda, ya sabes que últimamente estoy muy tonta,
todo me afecta más.
Jacob se quedó unos
segundos en silencio, escudriñándome con la mirada.
―Ven aquí―me pidió con un
murmullo, cogiéndome de la mano para instarme a que me levantara y me sentara
en su regazo.
Volví la vista hacia él y
miré sus ojos sinceros y seguros, así que me puse de pie y me senté encima de
sus piernas, de lado. Rodeé su cuello con mis brazos y él mi cintura con sus
manos. Las llamas de la chimenea fluctuaban en su rostro, tiñéndolo de unos
tonos azafranados que también se reflejaban en sus brillantes ojos de ébano, y
aunque todavía tenía algunos visos de la pintura, seguía pareciéndome el más
hermoso del mundo. Su cara estaba muy cerca de la mía, y mis mariposas no
podían evitar aletear en mi estómago.
―Yo estoy enamorado de ti
hasta las trancas, te amo con toda mi alma, ¿qué importa cuál fuera el modo en
que nos unimos o nos conocimos? ―empezó a hablar, mirándome con absoluta
convicción y certeza―. ¿Sabes? Me da igual cómo fuera, lo único que me importa
es que te quiero, y que jamás he querido así a nadie. ¿Qué importa la
imprimación? Verás, antes de imprimarme no comprendía en qué consistía esto,
pero ahora lo veo tan claro. Cuando te conocí, cuando me imprimé de ti, no me
enamoré. Me enamoré de ti años después, cuando creciste, pero eso no lo hizo la
imprimación, lo hiciste tú. En el caso de Sam y Emily, o Jared y Kim, por
ejemplo, ambas partes eran adultas, y no tuvieron la oportunidad de comprobar
esto porque se enamoraron con un flechazo, fue un amor a primera vista, pero la
imprimación no hace que te enamores de la otra persona, solamente te vincula. Esto
se puede ver claramente gracias a mi caso y el de Quil, ya que vosotras erais
niñas. Si la imprimación fuera lo mismo que enamorarse, los dos nos hubiéramos
enamorado de vosotras desde el principio, ¿no crees? Pero no fue así, porque la
imprimación solo nos vincula. La imprimación solamente me vinculó a ti de una
forma espiritual, porque eres mi alma gemela, mi única alma gemela, por eso la
imprimación nos unió, no me hubiera imprimado de ti si tú no fueras mi alma
gemela de verdad, y como es lógico, terminé enamorándome de ti. Pero no porque
la imprimación me obligase ―al ver cómo mi semblante iba cambiando, se puso a
hablar con más entusiasmo―. Es que, ¿quién no iba a enamorarse de su alma
gemela? Habría que ser bien idiota como para rechazar o evitar eso. Tú no eres
el segundo plato, para nada. La imprimación no me dijo: “eh, oye, tienes que
quedarte con esta chica, tiene que ser tu alma gemela, te guste o no”. No. La
imprimación me dijo: “eh, oye, esta chica es tu alma gemela, tío, la has
encontrado, tu única alma gemela, te lo digo para que lo sepas, colega, si no
te enamoras de ella es que eres tonto”.
No pude evitar sonreír.
Jacob continuó con su discurso.
―No me olvidé de tu madre
porque me imprimara, me olvidé de ella porque te encontré a ti, todo era por ti
―matizó en un tono suave y dulce, enganchándome con esos ojazos intensos y
penetrantes―. La imprimación no hizo que dejase de querer a tu madre, sino que
ayudó a que mi amor por ella cambiase y pasara a ser diferente primero. Verás,
ante todo quiero que veas que aunque tú no hubieras nacido, tarde o temprano
iba a terminar olvidándome de tu madre, como hace todo el mundo cuando les
rompen el corazón, es ley de vida, lo que pasa es que, en vez de pasar página
en meses o años, como hace la mayoría de la gente normal, la imprimación ayudó
a que lo hiciera en cuestión de minutos, ¿entiendes? En cierto modo me ahorró
mucho tiempo, créeme ―me mostró su sonrisa torcida y otra vez no pude evitar
que mi labio se curvara hacia arriba para corresponderle. Jacob siguió
hablando―. No, en serio. En aquel entonces estaba convencido de que mi alma
gemela era tu madre, estaba empeñado, porque sentía que teníamos una conexión,
un vínculo, pero no me imprimé de ella. Siempre me preguntaba por qué no me
había imprimado de Bella, y eso me tenía muy confundido y desconcertado, hasta
que me imprimé de ti. Entonces me di cuenta de todo, lo vi todo claro y
cristalino. Esa conexión que sentía hacia ella era por ti; sus ojos, en
realidad, no eran sus ojos, eran los tuyos, te estaba viendo a ti todo el
tiempo, te buscaba a ti, y Bella era lo más parecido, por eso me enamoré de
ella, te veía a ti en ella. De hecho, esa conexión que sentíamos Bella y yo
entre nosotros, esa dependencia mutua, desapareció cuanto tú naciste. Siempre
has sido tú, Nessie, estábamos destinados desde el mismo principio de todo. La
imprimación me abrió los ojos. Cuando descubrí que mi alma gemela eras tú y no
Bella, hizo que por fin lo comprendiera todo, que por fin todo cuadrara en mi
cabeza. Por eso lo que sentía por tu madre pasó a ser ese cariño y esa amistad,
ese amor fraternal, ¿comprendes? Nuestra conexión se fue, todo cobró sentido,
todo se colocó en su sitio y todo aquello se desvaneció. Éramos familia,
siempre habíamos sido familia. ¿Eso significa que no la quisiera? Claro que no,
una cosa no quita a la otra. Yo amé a tu madre en su momento, lo que sentía por
ella era real, lo sentía como tal, en ese momento sentía que la quería, pero no
sabía nada de esto, no sabía que, en verdad, eso ya formaba parte de mi vínculo
contigo, que ya entonces te estaba amando a ti. Bella puede que fuera mi primer
amor, sí, forma parte de mi pasado, era parte de mi vínculo contigo, nadie ni
nada puede cambiar eso ―sus ojazos se clavaron en los míos, otra vez con esa
determinación y convicción que ya aceleró mi corazón, y pegó su frente a la
mía, estremeciéndome―, pero mi amor verdadero eres tú, tú eres el amor de mi
vida, no lo era ella, lo eras tú ―empecé a quedarme sin aire cuando me habló
entre susurros―. La imprimación ayudó a que pasara página al instante porque ya
no había dolor en mi corazón. Ya no tenía motivos para sentirlo, pero no por la
imprimación en sí, sino porque te había encontrado a ti, y por primera vez en
toda mi vida, me sentí completo, todo cuadró a mi alrededor, la simetría del
cosmos, todo, sentí una paz inmensa. Además, tu madre ya empezaba a
transformarse, todo había salido bien, y ya no tenía motivos para preocuparme
por ella ―subió su mano hasta mi mejilla y me acarició con sus sedosos dedos―.
Pasé página porque al fin te encontré a ti de verdad, a mi alma gemela, a la
que sabía que sería mi amor verdadero, a la que sabía con total certeza que
sería la mujer que iba a amar con toda mi alma; y lo sabía porque la
imprimación ya me lo anunció, claro, pero no porque me obligase a nada,
simplemente sirvió para ratificarme que tú eras esa persona de la que me iba a
enamorar, a la que iba a amar con toda mi alma, que iba a ser mi amor
verdadero. Y así fue, así es. Y ya entonces, desde ese primer momento en que te
vi, tú eras lo que más me importaba del mundo, nada podía superar eso. Te
quiero, estoy loco por ti, lo sabes, y jamás he sentido esto tan intenso por
nadie, eso es lo único que me importa. El cómo fue o qué fue lo que nos unió me
da exactamente igual, lo importante para mí es que estamos juntos, y por eso
soy el hombre más feliz del universo.
―Jake… ―susurré con
lágrimas en los ojos.
Me abalancé a sus labios
para besarle con toda mi alma, entregándole todo mi ser, todo mi corazón.
Mientras mis labios se movían efusivamente, llenos de emoción, él me apretó
contra su pecho y correspondió mis besos con la misma entrega. La energía
giraba, mis mariposas hacían piruetas en mi estómago, mi corazón iba a
doscientos por hora, y mis lágrimas rodaron por mis mejillas con una felicidad
inmensa, indescriptible.
No sé cuántos minutos
estuvimos besándonos, solamente sé que tuvimos que obligarnos a terminar el
beso y que nos costó lo nuestro. Después de conseguir separar nuestras bocas,
necesitamos de un par de minutos más para recomponernos y volver a este
planeta.
―Espero que ya no vuelvas a
dudar nunca ―dijo con un murmullo.
―No ―sonreí.
―Segundo plato… ―chistó a
modo de burla, sonriéndome―. Mira, esto que voy a decir está un poco feo, y
espero que tu madre no lo oiga, pero si tuviéramos que hablar de platos, ella
hubiera sido un aperitivo y tú el plato principal.
―Sí, la verdad es que suena
un poco feo ―opiné sin dejar de sonreírle.
―Era un símil, nada más ―se
defendió, mostrándome esa maravillosa y blanca sonrisa que lo iluminaba todo―. Solo
lo usé porque tú habías dicho eso del segundo plato, tampoco menosprecio lo que
sentí por ella, solamente lo dije para que lo entiendas.
―Lo entiendo ―asentí―, no
te preocupes.
―Vale.
―Lo único que me molesta es
que Jane quedó como si hubiera ganado algo ―resoplé al recordarlo.
―¿Y qué importa lo que
piense esa enana? ―refutó él, sonriendo―. A mí me da igual. Además, sabe de
sobra que es mentira, solamente lo dijo para herirte.
Lo pensé durante un
instante. Jake tenía razón. ¿Qué más daba lo que ella dijera? Nosotros sabíamos
la verdad, y eso era lo único que importaba. Me di cuenta de que Jane no había
ganado nada en realidad, porque su único fin era herirme, separarnos, y no lo
había conseguido, sino todo lo contrario. Ahora Jake y yo estábamos felices. Me
reí en mi fuero interno con malicia.
―Tienes razón ―sonreí, y mi
sonrisita delataba mis pensamientos.
Justo en ese momento, mi
familia entró en casa como si fuera una estampida, eso sí, silenciosa en pasos,
aunque no en palabras.
―Todavía no habían
terminado, os lo dije ―se oyó decir a papá desde el vestíbulo.
―Bueno, yo creo que sí,
¿no? ―rebatió Alice, que se acercaba al saloncito con sus gráciles y alegres
brincos de siempre―. ¿Ves? Ya no están hablando.
Nuestro pequeño momento de
soledad e intimidad se había terminado. Jacob y yo nos miramos y los dos
suspiramos.
En un abrir y cerrar de
ojos, la estancia se llenó con la presencia de mi familia, que comenzaron a
abarrotar el sofá y la cocina.
―Qué, al final no hubo
bronca, ¿eh? ―bromeó Emmett, dándole un suave puñetazo a Jake en el brazo.
Bueno, por lo menos
habíamos podido hablar y aclarar las cosas.
Ahora mismo, solo me sentía
feliz.
¡hola a todos! Soy Tamara ^^
ResponderEliminarMUCHISIMAS GRACIAS POR SEGUIR LEYÉNDOME!! NO OS IMAGINAIS LO FELIZ QUE ME HACÉIS!!! =º)
Ains, qué mirada tiene este chico, en serio, wooooooooooooooooou!!!!!!!
Bueno, espero que os guste el capi de hoy ;)Me tengo que ir a trabajar corriendo, jaja.
Lametones para todos!!!
muy lindo capi...esa no logro lo que keria....ja....re sincero jake,....y nessie pobre con esa sencibilidad de embarazada...pobre....ya veremos que traman los vulturis...salu2 y salu2 a todas mis amigas en la distancia...
ResponderEliminarme encanta sigue porfa, esta semana descubri este blog y me he leido todos los capitulos en 3 dias, porfa sigue hasta el final, es genial esta historia....
ResponderEliminarHola Tamara:
ResponderEliminarHuuummmmm.... me encanta como le explica jake a nessie su amor ...eres una romantica lo sabes verdad?.....lo lees y lo sientes... y eso hace que traigas una sonrisa todo el dia y aparte pones esa mirada que esta linda (esta imagen esta de siii !!!!!!) ...simplemente me haces mi dia ...gracias
elsa
Un saludo y un abrazo atodos
Padre!!!! Taylor Mata... no QUE DIGO??? REMATA!!! con esa mirada por Dios!!!! No se que me gusto mas la imagen o el capi.....
ResponderEliminarya... es mentira el capi!!!!
Tonto jake.... Tonta nessie.... Que complique..... una cosa esta clara... ESTUPIDA Jane... LA ODIOOOO!!!
Muy, muy bueno el capi... y ahora hasta el jueves ahiiiii tamara......... Cada vez que leo una capi quedo con una tristeza por la espera a que llegue el otro... creo ke llorare de la ansiedad...
No siendo mas... como siempre eres COOL.. Que digo cool ESTUPENDA!!!
Un Abrazo a todos....
Naty!, Colombia presente!
me encata estos relatos, ¿podrias intensificar un poco esta etapa de su embarazo, com algun tipo de complicacion o algo por el estilo? (si quieres, claro) seguro que se pone interesante con un gran final feliz, pero deseo que no acabes nunca esta historia y que siguas tu ya que la peli no seguira. Confio en que la historia se pondra muy interesante. Un fuerte abrazo...
ResponderEliminarespero con impaciencia los proximos capitulos, tengo unas ansias en leerlos que no se si podre esperar, per que remedio, porfa, sigue.
ResponderEliminarHOLLA TAMARA ....espero que este todo genial .....
ResponderEliminarque capi mas revelador jajajaja tan tierno este Jake me encanto "mi única alma gemela" pero no todo es hermoso...3 dias y empezará todoo que horroor pobre nessie aunq vendra la acción....:)
Saludos a todos mis amigos a la distancia y un inmenso abrazo.......ahh Bienvenida Iris.:)
que tiernooooooooo!
ResponderEliminarBella historia como siempre tama!
Sol^*
Argentina tbn esta presente! xD
Muchísimas gracias, Sol!!!!
ResponderEliminarMe alegro de que te guste *-*
Por cierto, viva Argentina!! jajaja xDD
Lametones
Muchísimas gracias, Sol!!!!
ResponderEliminarMe alegro de que te guste *-*
Por cierto, viva Argentina!! jajaja xDD
Lametones
¡HOLA! SOY NOVIEMBRE:
ResponderEliminarCHICA NO LE FALTA DE NADA A ESTE LIBRO,LOS SENTIMIENTOS HUMANOS DE LA VIDA COTIDIANA, DE UNA EMBARAZADA, EN FIN ESTA EMOCIONANTE Y PREOCUPANTE POR LO QUE PUEDA PASAR CON LOS BICHOS ESOS.
QUE JUGUETONES ESTAN SIEMPRE; Y AHORA CON LA PITURA DE LA HABITACIÓN. GRACIAS POR PONER FOTO, ESTÁ MUY CHULI CON ESE ZOCALO.