¡¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!!
¡¡Y FELIZ CUMPLEAÑOS, YANINA!!
AUNQUE SEA MAÑANA ^^
¡¡¡TE DEDICO ESTE CAPI CON MUUUUUCHO CARIÑO, Y QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS!!!
TODOS LOS CAPITULOS ESTAN REGISTRADOS EN SAVECREATIVE PARA EVITAR PLAGIOS
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NUEVA ERA II. COMIENZO 2ª Parte (Continuacion de "NUEVA ERA II. COMIENZO 1ª Parte").
Para leer este fic, primero tienes que leer el anterior "Despertar", que se encuentra en los 7 bloques situados a la derecha de este blog, "Nueva Era I. Profecía" y "Nueva Era II. Comienzo 1ª Parte". Si no, no te enterarás de nada 😏
CAPITULOS:
PARTE DOS: NUEVA ERA
RENESMEE:
77. ACAMPADA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/08/nueva-era-capitulo-77-acampada.html
78. EL LAGO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-78-el-lago.html
79. EN MEDIO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-79-en-medio.html
80. LICÁNTROPO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-80-licantropo.html
81: DECISIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-81-decision.html
82. CUMPLEAÑOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-82-cumpleanos.html
83. IRRUPCIÓN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-83-irrupcion.html
84. REENCUENTRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-84-reencuentro.html
85. GRIPE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-85-gripe.html
86. FALLO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-86-fallo.html
87. GIRO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-87-giro.html
88. BUENA Y MALA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-88-buena-y-mala.html
89. FELICITACIONES Y PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-89-felicitaciones-y.html
90. APOYO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/09/nueva-era-capitulo-90-apoyo.html
91. CARTA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-91-carta.html
92. INTERESES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-92-intereses.html
93. BENEFICIO COLATERAL: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-93-beneficio.html
94. ECOGRAFÍA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-94-ecografia.html
95. FANTASMAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-95-fantasmas.html
96. MANIOBRA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-96-maniobra.html
97. "NO PUEDO": http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-97-no-puedo.html
98. SANGRE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-98-sangre.html
99. HERIDOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-99-heridos.html
100. PRUEBA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-100-prueba.html
101. ENTRENAMIENTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-101-entrenamiento.html
102. 6 DE FEBRERO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-102-6-de-febrero.html
103. PACIENCIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/10/nueva-era-capitulo-103-paciencia.html
104. UN SER SUPERIOR: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-104-un-ser-superior.html
105. ENVIDIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-105-envidia.html
106. CAMBIO DE PLANES: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-106-cambio-de-planes.html
107. PASAR PÁGINA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-107-pasar-pagina.html
108. LA ESTRATEGIA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-108-la-estrategia.html
109. A CASA: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-109-casa.html
110. DE NADIE (PARÉNTESIS JANE): http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-110-de-nadie.html
JACOB:
111. ¿QUÉ PUEDES HACER CUANDO TUS TRIPAS SON UN MANOJO DE NERVIOS?: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-111-que-puedes-hacer.html
112. MENUDO PANORAMA QUE TENGO DELANTE: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-112-menudo-panorama.html
113. ¡¿Y A MÍ QUÉ DEMONIOS ME IMPORTA EL PODER?!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-113-y-mi-que.html
114. NO, AHORA MISMO NO PODÍA PERDER EL TIEMPO CON ESO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-114-no-ahora-mismo.html
115. VENGA, VENGA, YA QUEDA MENOS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-115-venga-venga-ya.html
116. POR FIN, ¡POR FIN! UN MOMENTO, ¿PERO QUÉ ES ESTO?: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/11/nueva-era-capitulo-116-por-fin-por-fin.html
117. ATROZ (PARÉNTESIS. PARTE 1. RENESMEE): http://jacobnessie.blogspot.com/2011/12/nueva-era-capitulo-117-atroz-parentesis.html
118. VALOR (PARÉNTESIS. PARTE 1. RENESMEE): http://jacobnessie.blogspot.com/2011/12/nueva-era-capitulo-118-valor-parentesis.html
119. SIGUE EL CAMINO DE BALDOSAS AMARILLAS, SIGUE EL CAMINO DE BALDOSAS AMARILLAS: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/12/nueva-era-capitulo-119-sigue-el-camino.html
120. ESTO DEMUESTRA QUE NO SOY UN DIOS, COMO OTROS SE PIENSAN: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/12/nueva-era-capitulo-120-esto-demuestra.html
121. NESSIE, NO ME DEJES... NO ME DEJES...: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/12/nueva-era-capitulo-121-nessie-no-me.html
122. ¡MALDITO CHIFLADO! ¡ELLA ES MÍA!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/12/todos-los-capitulos-registrados-en.html
123. ¡TING! ¡PRIMER ASALTO! ¡QUE EMPIECE EL COMBATE!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/12/nueva-era-capitulo-123-ting-primer.html
124. ¡¿TENDRÁN CARA?! ¡¿PERO DE QUÉ VAN?!: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/12/nueva-era-capitulo-124-tendrian-morro.html
125. LLAMANDO A QUIL, LLAMANDO A QUIL. AQUÍ EL PLANETA TIERRA. CORTO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/12/nueva-era-capitulo-125-llamando-quil.html
126. NENA, CIELO, PRECIOSA, CARIÑO: http://jacobnessie.blogspot.com/2011/12/nueva-era-capitulo-126-nena-cielo.html
= RENESMEE =
PREFACIO
―Vale, preciosa, vamos a
tener a nuestro bebé ―dijo Jake con un tono y una mirada que rebosaban una
reciente y repentina determinación.
A él se le veía seguro y
confiado, pero yo estaba muerta de miedo. Notaba esas tremendas contracciones
en mi útero, en mi vagina, en mis riñones, retorciéndose y torturándome con
saña, incluso los muslos me dolían, aunque esto podía ser de lo tensas y
agarrotadas que tenía las piernas, tanto, que incluso ya empezaba a notarlas
algo entumecidas. Lo cierto es que tenía muchas ganas de empujar, pero ¿y si
esto se intensificaba más cuando lo hiciera? Ya era insoportable…
―Jake…, no… no puedo
―lloriqueé, haciendo una negación con la cabeza―. Tengo miedo… Me duele mucho…
―Sí, sí puedes ―me alentó, pasando
su suave mano por mi rostro con esa seguridad―. Sé lo fuerte que eres, confío
en ti. Vas a hacerlo muy bien, yo te ayudaré, ¿de acuerdo? Vamos a tener a
nuestro bebé y será un niño precioso.
Sus ojos ratificaban sus
palabras, se clavaban en los míos con esa determinación y confianza. Jake
confiaba en mí, y estaba conmigo. Yo seguía sin estar tan segura, pero su
intensa mirada, y esa fe en mí, me dio fuerzas, así que asentí.
Pero, de repente, hizo el
amago de marcharse. Mi mano se arrojó hacia la suya con rapidez, llena de
ansiedad, y le detuvo.
―Jake, no te vayas… ―le
supliqué, algo presa del pánico.
Sin él estaba perdida. Si
él no estaba a mi lado, no tendría fuerzas para afrontar esto, lo sabía, lo
sentía. Le necesitaba, le necesitaba conmigo.
―Cielo, tengo que coger al
bebé ―me tranquilizó, y su mano suelta volvió a pasar por mi rostro con dulzura―.
No me iré de tu lado nunca, estaré aquí mismo, ¿vale? Lo haremos juntos, estoy
aquí contigo.
Me sentí como una idiota.
Claro, por supuesto que tenía que coger al bebé, ¿cómo era tan tonta? Pero
estaba tan, tan nerviosa… Y tenía tanto miedo… Sin embargo, sus palabras
volvieron a sonar en mi cabeza. Él no se iría de mi lado nunca, estaba aquí
mismo, conmigo, a mi lado. Eso me llenó de fuerzas de nuevo. Respiré hondo,
cerré los ojos, preparándome para afrontar el parto, y asentí.
―Te quiero ―murmuró con una
sonrisa y unas brillantes pupilas que delataban a las claras las ganas que
tenía de ver a Anthony, y lo poco que quedaba para que así fuera.
―Te quiero ―susurré,
curvando mis labios todo lo que pude para corresponder esa misma sonrisa,
aunque los horribles dolores que sentía a cada minuto me lo impidieron.
Su rostro se pegó al mío y
me dio un beso tierno y dulce que me emocionó, haciendo que se aferrara un nudo
enorme en mi garganta. Estábamos a punto de tener a nuestro bebé.
Sus labios se separaron de
los míos enseguida, demasiado pronto, pero su frente aún estaba en contacto con
la mía. Ojalá no tuviera que despegarse nunca.
―Jake… ―solo conseguí que
me saliera un hilo de voz, porque quería tenerle cerca, le necesitaba, pero él
tenía que coger al bebé.
Anthony, mi pequeño
Anthony.
―Todo saldrá bien, estoy aquí
contigo ―susurró él.
Asentí de nuevo y Jake me
regaló otro beso corto. Después, se incorporó para alejarse. Le dejé libre y él
se movió hacia mis piernas abiertas para atender el parto.
―¡Vale, pequeña, empuja! ―me
animó con entusiasmo.
Su animada voz me dio
fuerzas. Cogí aire, me preparé mentalmente para ser valiente y me incliné hacia
delante para empezar a empujar con voluntad.
Mis manos se aferraron a
los cojines con fuerza y no pude evitar gritar cuando llegó otra contracción y sentí
esos intensísimos y desgarradores dolores que se retorcían sin cuartel, eran
insoportables, ¡insoportables! Mi cuerpo ya no dio a más y me dejé caer sobre
ese improvisado respaldo, más que cansada.
―¡Venga, lo estás haciendo
muy bien, preciosa! ¡Empuja, empuja otra vez! ―me estimuló Jake de nuevo.
Preferí no pensarlo. Separé
mi espalda del respaldo, afiancé mis manos a los cojines y empujé otra vez,
chillando inevitablemente, del horrible dolor que sentía con esa siguiente
contracción. ¡Dios! ¡Era horroroso! ¡Dolía demasiado!
―¡No puedo! ―lloré sin
consuelo, cayéndome hacia atrás. Me aterraba la llegada de otra contracción.
Eran muy seguidas, demasiado, demasiado…―. ¡No puedo hacerlo! ¡Me duele mucho!
¡Mucho!
Jacob se desplazó un poco
hacia mí y su mano cogió la mía.
―Claro que puedes hacerlo,
pequeña ―me alentó, acariciando mis dedos―. Sé lo fuerte que eres, esto no es
nada para ti. Vamos, empuja.
Sí, él estaba conmigo, él
estaba a mi lado. Me aferré a esto y asentí, preparándome para otro embiste de
dolores insoportables. Jacob regresó a mis piernas.
―¡Venga, cielo, empuja con
todas tus fuerzas! ―me animó.
Me incliné hacia delante,
apreté los cojines y empujé de nuevo. Mis gritos ya me rasgaban la garganta,
pero apenas pude sentir esto cuando me atacó otra contracción. Lo único que
podía sentir eran esos salvajes dolores en mi bajo vientre, hostigándome sin
cesar. Solo quería que esto se terminase ya, que todo acabase de una vez. Empujar
me aliviaba algo, pero no podía más, el dolor era insoportable, casi no podía
ni respirar, así que me caí rendida en el respaldo.
―¡No puedo! ―gimoteé,
respirando con dificultad.
―¡Claro que puedes! ¡Lo
estás haciendo genial, nena! ¡Eres la mejor mamá del mundo! ¡Vamos, preciosa,
empuja! ―me exhortó, hablándome con entusiasmo.
Sus palabras me animaban,
me hacían recordar que él estaba conmigo, que él estaba a mi lado.
Me incliné hacia delante y
repetí la acción, gritando de dolor. Las contracciones eran muy seguidas y desgarradoras,
pero seguí empujando, aun con todos estos horribles dolores que sentía. Sin
embargo, aunque mi cuerpo me pedía instintivamente empujar, y realmente me
ayudaba a mitigar el dolor, mis fuerzas se agotaron y tuve que reposar en el
respaldo de nuevo para descansar.
Empezaba a pensar que esto
era imposible. ¡Estaba empujando con todas mis fuerzas, ¿por qué su cabeza no
se asomaba ya?!
―¡No puedo más! ―lloré,
desesperada.
―Vamos, nena. Si lo haces
te prometo servidumbre eternamente, podrás hacer conmigo lo que quieras.
¡Servidumbre, servidumbre!
―¡Lo único que quiero hacer
contigo ahora es matarte por dejarme embarazada! ―le grité, yéndome hacia
delante con furia.
Empujé con rabia, tanto,
que los cojines que soportaban a mis manos quedaron hechos trizas.
―¡Así, así! ¡Lo estás
haciendo genial! ―exclamó, entusiasmado.
Pero mi espalda se desplomó
hacia atrás inevitablemente, de lo cansada que estaba. ¡No podía, no podía! ¡Ya
estaba empujando con todas mis fuerzas!
―¡No puedo más! ―volví a
llorar, agotada.
De pronto, escuché esas
palabras que tanto había esperado.
―¡Ánimo, pequeña, ya le veo
la cabeza! ¡Empuja, empuja más fuerte!
Mi Anthony, mi pequeño
Anthony. Tenía que hacerlo, tenía que hacerlo por él.
Me envaré y empujé con toda
mi alma, sacando fuerzas de lo más profundo de mis entrañas, chillando con
coraje y arrojo. Los dolores eran realmente insoportables, pero de repente noté
un alivio enorme y esperanzador.
―¡Ya… ya salió la cabeza! ―me
comunicó Jake con una voz emocionada―. ¡Un último esfuerzo, nena!
La cabeza, la cabeza de mi
bebé estaba fuera. Sí, un último esfuerzo y mi pequeño Anthony ya estaría
conmigo.
No podía más, estaba
exhausta, mis manos apenas podían apretar los cojines, casi no sentía las
piernas, mi garganta ya no podía chillar más y mis pulmones cogían el aire con
agitación y dificultad, no obstante, saqué mis últimas fuerzas de no sé dónde y
empujé, entregándoselo todo a mi niño.
El alivio aumentó cuando
noté que Anthony estaba fuera, y me caí en el respaldo, totalmente agotada,
debilitada y fatigada. Y eso que había sido un parto muy corto. Lo bueno era
que, gracias a eso, me recuperaría enseguida.
Sin embargo, ese llanto que
se oyó acto seguido me dio la vida. Era un lloro ronco, sin embargo, a mí me
pareció lo más bonito que había escuchado en toda mi vida.
Mis ojos enseguida se
fueron hacia mi hijo, y lo que vi me llenó de una emoción que me embargó.
Su padre lo sostenía en sus
manos y le miraba maravillado y emocionado. Mi Jacob, mi amor, y mi Anthony, mi
pequeño Anthony. Las dos personas que más me importaban y amaba del mundo se
encontraban delante de mí. Por fin, por fin les veía a los dos juntos. El nudo
de mi garganta saltó, así como mis lágrimas, que comenzaron a bañar mi rostro,
presa de esta felicidad que sentía.
―Mantenlo así un momento
―dijo Carlisle de pronto.
Estaba tan emocionada y
extenuada, que no sentí la llegada de Carlisle, y mucho menos lo que empezó a
hacerme a mí cuando terminó de cortarle el cordón umbilical a Anthony.
Jacob envolvió a su hijo
con una toalla, le limpió un poco y corrió para traerlo junto a mí, sentándose
a mi lado.
Anthony lloraba sin cesar,
pero en cuanto Jake lo dejó en mis brazos, se calmó y dejó de hacerlo. Sí, él
también lo había sentido. La hondonada de mis brazos estaba hecha para él, su
pequeño cuerpo se amoldaba perfectamente a esa concavidad, como si mis brazos
hubieran sido creados solo para esto.
Entonces, cuando por fin
observé su preciosa carita de cerca, cuando comprobé que era igual a Jake, tal
y como yo había imaginado tantas veces, tal y como había soñado, rompí a llorar
con más felicidad. De pronto, todos los horribles e insoportables dolores que
había sentido se me olvidaron como por arte de magia, porque esto era demasiado
maravilloso, lo más mágico e increíble del mundo. Era el día más feliz de mi
vida, lo más bonito que me había pasado jamás, no había nada comparable a esto,
era imposible de describir.
Todos los meses de espera,
todo a lo que nos habíamos tenido que enfrentar, todos los sufrimientos, habían
merecido la pena con creces. Anthony era un regalo, el tesoro más valioso del
mundo, nuestro tesoro, un milagro que habíamos creado Jake y yo a partir de
nuestro profundo amor. Sí, él había sido creado con el profundo amor que nos
profesábamos, él era la culminación de nuestro intenso amor, él era nuestro
amor. Era nuestro bebé, una parte suya y otra mía.
Jake acercó su rostro al de
Anthony y le dio un beso tierno y dulce en la frente, preso de la emoción que le
provocaba esa inmensa felicidad que hacía centellear sus ojos, llenándolos de
lágrimas. Ver esa escena me conmovió aún más.
―Jake… ―musité, yo también entre
lágrimas de felicidad, pegando mi frente a la suya―. Es nuestro bebé…
―Sí… ―sollozó él, haciendo
frotar nuestras frentes.
Cómo le amaba, le amaba con
toda mi alma, con todo mi ser. Siempre le había amado hasta la locura y pensaba
que eso era imposible de superar, pero ese amor por Jacob había subido otro
grado más, si cabe, porque a todas las cualidades que me habían enamorado de él
ahora se sumaba que era el padre de mi hijo. Las mariposas de mi estómago
palpitaban solo con mirarle.
―Te quiero ―susurré en sus
labios.
―Te quiero ―musitó él.
Nos besamos con amor y
pasión, mezclado con esa felicidad y esa enorme emoción que nos abrumaba a los
dos, llevándonos casi a la locura. La energía comenzó a fluir a nuestro
alrededor, repartiendo su magia, envolviéndonos, y las mariposas de mi estómago
no podían aletear con más ímpetu. Sí, porque le amaba con toda mi alma, le
adoraba, y porque por fin teníamos a nuestro bebé en brazos. Ahora lo tenía
todo, no podía pedirle más a la vida. Tenía a nuestro bebé, nuestro precioso
bebé, y tenía a Jacob, el amor de mi vida, mi amor verdadero. No podía
describir lo que sentía en estos momentos, era demasiado maravilloso y mágico.
Jacob.
Y Anthony.
Nuestro bebé, él era el
fruto de nuestro profundo amor.
INVASIÓN DE VISITAS
Jake estaba en el
dormitorio de Anthony, cambiándole el pañal por primera vez. Esas cosas también
nos las habían enseñado en las clases de preparación al parto, y Jacob ya le
había puesto su primer pañal hacía un par de horas, así que sabía que lo iba a
hacer muy bien.
Me encontraba en la cómoda
cama de nuestro dormitorio, rodeada de toda mi familia, que acababan de llegar
del aeropuerto. En cuanto Esme pudo contactar con mi madre, todos vinieron
corriendo a casa en taxi, ni siquiera pasaron por la suya para dejar allí las
maletas, no, sino que estas habían terminado en el vestíbulo. Subieron todos en
tropel a la habitación justo cuando Jake acababa de meterse en el cuarto del
bebé.
Mamá se había apresurado a
sentarse en la cama, a mi lado, y mi padre hizo lo mismo, al otro.
Mi madre cogió mi mano y
comenzó a frotarla con las suyas, que estaban heladas. Papá también me
acarició, pero él lo hizo con mi pantorrilla, la cual estaba cubierta por la
sábana y una manta que Jake me había echado por encima. En cuanto Jacob y
Carlisle me subieron al dormitorio, me había quitado el vestido y me había
puesto un camisón para meterme en la cama. No es que tuviera frío, pero sí que
estaba un poco destemplada, puede que fuera de lo molida que me había quedado.
Aunque lo más incómodo era esa especie de pañal que tenía que llevar puesto a
causa de los loquios. Anthony y yo, los dos con pañales. Eso me hizo gracia y
me reí para mis adentros.
―¿Cómo te encuentras? ―me
preguntó ella con una mezcolanza en el rostro entre alegría y preocupación por
mi estado.
―Algo dolorida, pero bien,
muy bien ―sonreí, feliz―. Todo ha sido muy rápido y ha salido genial.
―Enhorabuena, cielo ―me
sonrió ella, algo emocionada.
―Estamos muy orgullosos de
ti ―añadió papá también con emotividad―. Somos muy felices.
―Me vais a hacer llorar
―confesé con un nudo en la garganta.
Mi madre amplió su sonrisa
y volvió a frotar mi mano.
―Vaya notición ―bromeó
Emmett―. No posamos un pie en tierra firme, y ya nos dicen que habías dado a
luz. Podías haber esperado a que llegásemos, me he perdido lo mejor.
―A mí me gusta más así
―opinó Jasper.
Sí, mejor así… La verdad es
que no me imaginaba a Jazz asistiendo a ningún parto. Solo de pensarlo, se me
ponían los pelos de punta. Menos mal que Carlisle se había apresurado a quitar
la alfombra del salón y a quemarla junto con la bolsa negra en la que había
echado todo lo demás, incluidas las toallas con las que me había limpiado a mí
y los cojines que había tenido debajo. Todavía se podían ver los restos del
humo que revoloteaba por el jardín.
―No les hagas caso ―dijo
Rosalie, abriéndose paso entre todos para ponerse a mi lado―. Enhorabuena,
cielo ―se inclinó sobre mí y me dio un beso en la frente.
―Gracias, Rose ―le sonreí.
―Bueno, ¿y dónde está
Anthony? ―quiso saber mamá, mirando a ambos lados―. ¿Y Jake?
―Eso, ¿dónde está Anthony?
―inquirió Alice, entusiasmada, dando una palmada mientras se alzaba sobre sus
puntillas.
―Jake le está cambiando el
pañal ―les desvelé, sonriendo―. Vendrán ahora, no os preocupéis.
―No, ya estamos aquí
―irrumpió él de pronto con una enorme sonrisa de orgullo, trayendo a Anthony en
sus brazos.
Todos se giraron hacia
atrás para mirarle y de pronto el dormitorio se llenó de un ooooooooh enternecido
y encandilado, con un origen más bien femenino.
―Aquí viene la matrona ―se
burló Em.
―Ja, ja ―articuló Jacob con
ironía, aunque sin dejar de sonreír.
Emmett se carcajeó, pero
cuando mi chico pasó a su lado le arreó una palmada en la espalda para darle su
particular enhorabuena.
―Lo ha hecho muy, muy bien
―le defendí yo con otra sonrisa orgullosa en mi cara.
―Ciertamente ―asintió
Carlisle.
Jacob se acercó a la cama,
haciendo que Rosalie tuviera que apartarse un poco, y se sentó a mi lado, cerca
de la almohada y frente a mi madre. Me dio un beso en la frente y dejó a
Anthony en mis brazos con sumo cuidado.
―Puaj, no te imaginas lo
que una cosa tan pequeña puede soltar por ahí abajo ―afirmó, pasando el brazo
por encima de mis hombros.
Su calidez enseguida me
reconfortó.
Anthony venía envuelto en
una de las múltiples mantitas que mis padres nos habían regalado. El
entretejido amarillo claro era suave y delicado, aunque Jacob le había vestido
con ese diminuto pijama de bebé que a él tanto le había gustado. Se lo había
comprado Alice, junto con más pijamas, pero este le había gustado especialmente
porque tenía un lobito bordado.
Sin embargo, nadie se fijó
en ese detalle, ni siquiera la propia Alice, porque todos se quedaron embobados
con Anthony.
―¡Es guapísimo! ―exclamó esta,
poniendo una de esas voces cursis y ñoñas.
A mi madre se le iluminaron
los ojos cuando le vio de cerca.
―¿Puedo cogerlo? ―me pidió,
se notaba que con la garganta atascada, de la emoción.
Mi padre voló al otro lado
del camastro para ponerse junto a ella, casi no se pudo distinguir ni un
borrón, y se sentó a su otro lado.
―Claro ―accedí sin
pensármelo dos veces.
Mamá extendió las palmas
hacia mí y yo le pasé a Anthony sin más miramientos.
Pero, de repente, cuando vi
que se lo llevaba, no voy a negar que por un momento me entró un poco de
pánico. Conmigo había sido diferente, porque yo era mitad vampiro, era un bebé
más fuerte, pero Anthony era humano. Los brazos de mi madre eran fríos y
pétreos, duros como el acero, y sus manos podían reducir una roca a un simple polvillo
solo con apretar un poco. Y Anthony era tan pequeñito y delicado…
Sin embargo, mamá lo
acomodó con extremada delicadeza y lo arropó con mimo y ternura. Anthony no
parecía muy a gusto al principio, pero luego no se quejó más, esbozó un adorable
y gracioso bostezo y se quedó tan tranquilo, siguiendo con su siesta.
Qué tonta había sido. ¿Cómo
iba a hacerle daño mi madre? Desde luego, no sé por qué me había dado por
pensar eso, puede que fueran estos temores tontos de las madres primerizas.
―Es un bebé precioso ―alabó
mamá con un hilo de voz, observándole maravillada al tiempo que pasaba las trémulas
yemas de sus dedos por el pelo de ébano de Anthony―. Es igual que tú, Jake ―y
sus pupilas ambarinas se alzaron un instante para mirar a mi chico.
Me percaté de la tremenda
emoción que había en ellas.
―Sí ―sonrió él, orgulloso y
satisfecho.
No dije nada sobre los ojos
de Anthony, porque quería que ellos mismos los vieran y se llevasen una
sorpresa.
―Tengo que reconocer que es
el bebé más hermoso que he visto ―declaró papá, mirando a Anthony con una
sonrisa―. Por supuesto me refiero a los niños varones, porque ninguna niña se
asemejará jamás a la belleza de Renesmee.
―Eso lo dices ahora. Cuando
tengas una nieta ya no lo afirmarás con esa contundencia ―reí.
El labio de mi padre se
cayó en picado y adoptó una expresión pensativa, como si acabase de darse
cuenta de que ya era abuelo.
―Se nota que los niños de
La Push son fuertes como robles ―sonrió Em.
―Hay que admitirlo, es un
niño muy, muy guapo ―reconoció Rosalie, mirando al bebé con una sonrisa,
embobada.
―Entonces, eso quiere decir
que yo también te parezco guapo ―soltó Jake con la misma sonrisa orgullosa de
antes.
La cara de Rose cambió de
repente y fingió una de hastío.
―Sigue soñando, chucho
―masculló, mirándole de arriba abajo simulando desprecio.
―Venga, reconócelo, me
adoras, lo sé ―la sonrisa de Jacob se amplió.
―Si te adoro, es solo
porque eres el padre de esta criaturita tan hermosa ―alegó, observando a
Anthony con la misma cara de antes. Después, dirigió la vista hacia Jacob y
volvió a su fingida expresión de aversión―. Y a la vez eso es lo malo, es una
pena que tú seas el padre.
―Acabas de reconocer que me
adoras ―apreció él―. ¿Lo ves? No era tan difícil de admitir, rubia.
Rosalie no dijo nada, pero
puso los ojos en blanco, le dio un manotazo a su melena y giró el rostro hacia
otro lado.
Jake se carcajeó y yo no
pude evitar soltar una risilla también.
De pronto, Anthony despertó
y abrió los ojitos para mirar sin ver nada.
―Oh, se ha despertado ―murmuró
mamá, encantada de que el niño saliese de sus sueños, pero con una expresión de
asombro al mismo tiempo―. Tiene… tiene los ojos verdes ―luego, osciló la mirada
hacia mi padre, que observaba al niño, todavía algo perplejo―. Verde esmeralda…
―su susurro se quebró al final de la frase, deslumbrada.
Después, su vista regresó a
Anthony.
―Sí, es lo malo ―suspiró Jacob―.
Bueno, alguna tara tenía que tener, no se puede ser tan perfecto.
―Jake ―le regañé, riéndome,
dándole un pequeño codazo en las costillas.
Él se volvió a carcajear.
Tenía que reconocer que a
mí, personalmente, me gustaban más los ojos negros de Jake, siempre había
adorado esos ojos brillantes y vivos, pero los ojos de Anthony eran realmente
bonitos, preciosos, como él.
―Vaya, vaya ―vocalizó mi
padre con una entonación un tanto socarrona y maléfica que iba dirigida
especialmente a Jake, aunque también había mucho orgullo en sus palabras―.
Parece ser que no es tan idéntico a ti, sino que mis genes también han querido
hacer acto de presencia. El destino puede ser muy caprichoso a veces, ¿no te
parece?
―Sí, ya, vale, vale, A. J. tiene
tus ojos, ¿y qué? ―rebatió mi chico―. Además, todavía le pueden cambiar de
color, lo he leído en una de esas revistas de premamá.
Entonces, repentinamente,
mi madre se echó a llorar mientras observaba a Anthony con ese deslumbramiento.
Sus ojos no podían descargar nada, pero estaba llorando. Me quedé un poco
descolocada, porque sabía que le iba a hacer especial ilusión, pero no me
imaginaba que tanta. Lloraba con una felicidad que me impactó un poco.
―Soy tan feliz ―susurró,
acariciando la carita de Anthony con el dedo―. Cuando estaba embarazada estaba
convencida de que iba a tener un niño, y siempre me lo imaginaba con los ojos
verdes de tu padre ―me reveló sin dejar de mirar al niño―. Y mira quién era en
realidad. Aunque el mío se parecía a ti, no era como Jacob ―le aclaró acto
seguido a papá, riéndose, todavía con un poso de emoción.
―Eso espero ―rio mi padre.
Todos nos reímos entre
dientes.
―¿Puedo cogerlo yo ahora?
―me pidió Rosalie.
―Uf, no sé yo ―se opuso
Jake para quedarse con ella.
Mi tía le dedicó un mohín
de odio y él soltó otra carcajada.
―Claro ―mi voz temblequeó
un poco al final.
Otra vez este absurdo
temor…
Mi madre se mordió el
labio, un poco disconforme por tener que dejar de tener al niño en sus brazos,
pero se puso de pie y le pasó a Anthony con mucha meticulosidad, sujetándole la
cabeza con cuidado.
Aguanté la respiración
durante ese medio segundo, preparada por si tenía que saltar de la cama aunque
me muriese de los dolores, pero Rosalie también lo acomodó con ternura en sus
brazos, así que pude seguir respirando.
Puede que mi reacción
pudiera parecer extremadamente exagerada, pero me daba igual. Ellos no dejaban
de ser vampiros, esos seres inmortales fuertes y poderosos, y mi hijo era un
indefenso y frágil bebé humano. Cualquier mal movimiento, cualquier fuerza mal
medida, aunque fuera sin querer, podía hacerle mucho mal a mi pequeño Anthony,
que solo llevaba fuera de mi vientre unas horas. Lo siento, pero no podía
evitarlo, me salía instintivamente.
Jake acarició mi brazo para
tranquilizarme, si bien noté que su mano también estaba algo tensa. Era otra
tontería, pero me relajó un montón el saber que Jacob estaba atento a todos los
movimientos, que él actuaría en caso de que sucediera algo, aunque ya había
quedado demostrado que no teníamos nada que temer. Eso sí, siempre había sido
así, siempre me había sentido más protegida con él, y en esta ocasión me pasaba
lo mismo, solo que ahora Anthony también entraba en ese círculo de protección
particular en el que yo me sentía estando junto a Jake.
Rosalie no se percató de
nada de esto. Se dedicó a observar a Anthony mientras le hacía carantoñas y
cucamonas. En cambio, mi padre seguía todos nuestros pensamientos y sensaciones
con respeto.
―Yo también quiero cogerlo
―le solicitó Alice a Rose, poniéndose a su lado para ganar posiciones.
―Creo que sería mejor que
dejásemos que los padres disfrutasen un poco más de su retoño ―intervino mi
padre―. Anthony acaba de nacer hace tan solo unas horas, y seguro que Renesmee
y Jacob se mueren por volver a recuperarlo, ¿verdad? ―nos preguntó.
―Y Anthony seguramente no
tardará en demandar los cálidos brazos de su madre ―añadió Carlisle
acertadamente.
Mis tías se miraron y
suspiraron, pero Rose finalmente asintió. Se acercó a la cama y dejó al bebé en
mis brazos, que ya estaban extendidos hacia él.
―Bueno, pero luego yo
quiero cogerlo un rato ―pidió Alice.
―Sí, sí ―reí yo, acunando
bien a Anthony.
Aparté un poco la manta de
su carita y comencé a acariciar su mejilla con el dedo. Su piel mestiza era
extremadamente suave, como el algodón, y su temperatura era algo inferior a la
mía. Sus ojos eran grandes, aunque ahora volvían a estar cerrados, ya que se
había dormido de nuevo, y tenían la misma forma que los de Jake. Hasta su
pequeña boca era parecida. No pude evitar sonreír.
Jake nos miraba a los dos,
completamente embobado.
―Siempre me he hecho una
pregunta, Doc ―dijo de pronto, mirando al aludido.
―Pues, como dirías tú,
dispara ―le instó mi abuelo con una sonrisa cerrada.
―¿Qué hubiera pasado si en
vez de uno, hubiesen venido dos distintos? Es decir, que hubieran sido
mellizos, uno niño y la otra, niña.
Vaya. Yo jamás me había
planteado eso. Presté atención.
―Pues me temo que su cuerpo
rechazaría ese embrión, al ser totalmente inviable ―afirmó Carlisle sin ningún
atisbo de duda.
―¿En serio? ―pestañeó Jake―.
Entonces, ¿no podríamos tener unos mellizos como Rachel y Paul?
―Podríais tener gemelos o
mellizos perfectamente, siempre y cuando fueran dos niños o dos niñas, pero no
niño y niña ―ratificó mi abuelo―. Ni siquiera pasaría de ser un cigoto, debido
a los distintos ritmos de multiplicación de las células para crear los
embriones, pero esto requeriría de una larga explicación.
―No, gracias, Doc, creo que
con esto ya es suficiente ―le paró Jake, ya que si dejábamos hablar a Carlisle
terminaría dándonos toda una disertación sobre genética y reproducción.
No solo nos reímos los
demás, el propio Carlisle lo hizo.
El timbre sonó abajo y
nuestras risas cesaron.
―Vaya, qué rápido han
venido ―dijo Jacob, pegando un salto para bajarse de la cama.
Jake había llamado a Embry
para darle la noticia, y, claro, las noticias corren como la pólvora en La
Push, sobre todo entre los miembros de una manada, así que ya empezaban las
visitas.
―¿Ya están ahí? ―inquirí.
―Eso parece ―asintió él,
andando hacia la puerta.
―Han venido todos ―nos
comunicó mi padre―. Familias incluidas, así que prepárate ―me avisó,
sonriéndome.
―Ay, madre ―gimió Jacob,
saliendo por la puerta. El timbre volvió a sonar―. ¡Ya voy, ya voy! ―voceó,
bajando las escaleras.
―Todos quieren conocer al
heredero del Gran Lobo ―suspiré, alegre.
―Iré abajo a preparar algo
para comer ―se ofreció Esme, encantada de la vida.
Salió del dormitorio como
una bala.
―Sí, porque esto irá para
largo ―reí.
Toda la casa se llenaría
pronto de enormes metamorfos, más sus familiares, todos apoltronados donde
pudiesen.
Y así fue, en un plis,
nuestra casa fue invadida por una numerosa tropa que ocupó todo el saloncito y
parte de la cocina. Los miembros de la manada fueron subiendo de dos en dos
para felicitarnos, unas veces acompañados por sus parejas, otras, por otro
hermano lobo. Y nuestro dormitorio también se llenó de los diferentes regalos y
detalles que nos iban trayendo.
Quil vino con Claire. No
venían de la mano ni nada, pero ya todo el mundo sabía que estaban juntos. Sin
embargo, ellos preferían mantener cierta discreción y recato, puesto que a Sam
no le había hecho mucha gracia que hubieran empezado a salir tan pronto. Eso
sí, le había encantado la decisión de Quil de llevar una relación casta y pura
con su joven sobrina, y le había hecho prometer que eso sería así hasta que
ella cumpliera la mayoría de edad. Pobre Quil. No podía evitar que me hiciera
gracia, pero el pobrecito había aceptado esa condición con tal de poder salir
con Claire.
Brenda vino con Seth, y Helen
con Ryam. A mis amigas se les caía la baba con Anthony, y a mí se me abrió el
cielo de alegría cuando ambas me anunciaron que se iban a casar el año próximo.
No pudimos gritar mucho, porque Anthony estaba dormidito, pero se formó algo de
jolgorio.
Las gemelas se plantaron en
el dormitorio junto con Shubael e Isaac, y fue cuando me enteré de que andaban
medio saliendo. Digo medio porque con estos dos nunca se sabía, aunque a ellas
tampoco parecía importarles llevar ese tipo de relación o lo que fuera que
llevasen. Jake ya conocía este dato, por supuesto, como el resto de la manada,
pero creía que yo ya me había dado cuenta y por eso no me había dicho nada. En
fin, hombres.
También vinieron Billy, Charlie
y Sue, por supuesto. Billy no podía estar más orgulloso, su pecho casi estaba a
punto de explotar y todo, no se podía ir con la cabeza más alta. Y Charlie
intentaba ocultar su enorme emoción, aunque pude ver cómo se daba la vuelta un
par de veces para ocultarse y se limpiaba alguna que otra lágrima. Sue se reía
cada vez que veía esa escena.
La que no pudo estar
presente fue Renée, pero mamá la llamó por teléfono para darle la noticia y me
la pasó. Ambas tuvimos una amena y divertida conversación, mi abuela materna
estaba un poco loca. Prometió venir a vernos en cuanto pudiera, y yo sabía que
iba a cumplir su promesa.
Sí, nuestra casa fue el
centro de una celebración que se extendió hasta más allá de la hora de cenar.
No era para menos, porque
el heredero del Gran Lobo, el primer Príncipe de los Lobos, había nacido.
¡Hola a todos! Soy Tamara ^^
ResponderEliminar¡¡MUCHISIMAS GRACIAS POR SEGUIR LEYÉNDOME Y POR SEGUIR AQUÍ, SOIS LOS MEJORES, ini narvel, andres, Kiara, Vicky, Carmen, elsa, YANINA (FELICIDADES!!), Andreina, Carol y ody!!
Bueno, chicos, ya queda poco para que la historia termine. Me da penita, pero la verdad es que necesito descansar un poco de lobos, vampiros, licántropos, magos y demás, ya sueño con ellos xDD Pero voy a escribir un libro con una historia propia, ya lo colgaré aquí, así que seguiremos en contacto, no os preocupéis ;)
Pero, bueno, todavía quedan algunos capis!!!!
De momento, aquí os dejo este, espero que os guste ;)
Pues, sí, nuestro Anthony es igual que Jake y con los ojos verdes de Edward *___* Madre mía, cuando sea mayor, las chicas, o los chicos, quién sabe, se lo van a rifar!!! jajaja.
Lametones para todos y FELIZ NAVIDAD!!!!
Por fín Claire y Quil están saliendo!! Que lindo este capítulo!! Me ha encantado la última frase, es muy linda!!
ResponderEliminarMe da pena que se vaya a acabar ya mismo... pero necesitas descansar.
Un besazo enorme, Estefanía
Que pedazoo de capitulo me encanta!! que peniita da que se acabe ya :( pero bueno toda historia tiene un final y esta historia es lo mejor jejje
ResponderEliminarUn besitoo a todos. ;)
HOLLLAA TAMARA
ResponderEliminarprimero decirte wuauuuu que capi......Ahh profin edward y bells vieron al baby ....Anthony divino me fascina......los abuelitos super consentidores...jajajajaja....
Tammy, andres, kiara, Vicky, Carmen, Elsa, Yanin, Estefania y todos las demas quiero deserales una muy muy FELIZ NAVIDAD y que la asen super junto a sus seres queridos ......Que Dios los bendiga cuidense mucho y nos estamos leyendo ,un abrazo inmenso estilo emmet jaja :)
hola tamara ..este capi genial...ya queda poco para que termine....pero estoy igual contento por que lei una gran historia amiga....haci que cuando empiezes otra historia no te olvides de avisarnos...ok..bueno salu2 y el martes el proximo...salu2 a kiara,carmen,elsa,yanina,estefania,ody.vicky..y las que leen este blog.....salu2
ResponderEliminarhola tamara!!!
ResponderEliminarhola chicos!!!
gracias pamaro por lo de mi cumple muy lindo.... :)
el capitulo estuvo buenisimo, sin palabras...
bueno a todos los chicas y chicos q leen el blog las deceo un na maravillosa moche buena y un feliz navidad..!!!
espero q la pasen bien y lo disfruten con sus seres mas queridos...
nos vemos el martes..
besos y saludos desde argentina YANINA.
volvi soy yani..
ResponderEliminarpor sierto muy linda la cuna...
aora si chau... asta la proxima
hOLIS TAMARA ME ENCANTO El cAPY ESTUBO FABULOSO....!!!!me encanta ke Anthony TEGA LOS OJOS DE Edward Y SE PARESCA A JACOB....!!!! y LA CUNA es hermosa...ke tengas una HERMOSA NAVIDAD y KE LA PASES liNDO TE LO MERECES UN besotE desde ARGntina.
ResponderEliminarCamy...
Hola Tamara
ResponderEliminariiiiiiiiiiii!FELIZ NAVIDAD !!!!!!!!!
y el capitulo genial la imagen wow,(baba) la cuna esta hermosa (n_n) y sobre las vacaciones, chica te las mereces Despues de tan fabulosa historia.
Chic@s que leen esta historia feliz Navidad y que santa les cumpla sus deseos le atine a los regalos (a mi siempre me trae otra cosa y no la que le pido).
En fin saludos a tod@s y Yani happy birthday!!! u_u
FELIZ NAVIDAD!!!!
ResponderEliminarun capi insuperable! t mereces una buenas vacaciones despues d esta historia tan increible...
besos
ody
Hola soy Carol (: Este capitulo es sensacional, haha todo el mundo quería conocer a Anthony, normal, siendo el hijo del Gran Lobo, aunque pobre Alice que no le pudo coger :$ La cuna es muy bonita ;) Una pena que ya se vaya a acabar todo, aunque te mereces un descanso, creo que yo no podría haber escrito tanto, pero sobre todo tan bien como tú.
ResponderEliminar¡F E L I Z N A V I D A D A T O D O S! <3
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los capis estan genial ah sido muy real el parto tanto por jacob como por renesmee me ha encantado... espero que la historiia no acabe nunca. Oye por cierto no elimines nunca este blog porque sino me veré obligada a coiar cada capitulo que hay colgado. Oye conoces algunas otras paginas sobre relatos o historias de renesmee y jake? Porfa contestame porque si esta historia acaba pronto tendre que buscarme pronto otra pagina para ir leyendo aunque el tuyo es el mejor de todos que conste eh!!!
ResponderEliminar¡Hola a todos! Soy Tamara ^^
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS A TODOS POR VUESTROS MENSAJES!!!! SE ME OLVIDÓ DECIROS QUE ESTA SEMANA Y LA QUE VIENE SOLAMENTE PUBLICARÉ CAPIS MIÉRCOLES Y VIERNES. Es que estos días, ya sabéis, entre la familia y todo, no me va a dar tiempo a nada ^^
Bueno, ya os contestaré a todos el miércoles, pero, Carol, GUAU, menudo dibujo que te has marcado!!! Está super chulo!!! jaja, tenía que decírtelo xDD
Iris, pues no conozco ningún fic más, porque yo nunca he estado metida en este mundo de los fan fics hasta que no escribí mi libro ^^ , pero te puedo decir un par de foros donde yo tb estoy colgando los libros en los que tenéis más historias de Jake y Nessie y otras historias del resto de los Cullen ;) Son estos: Foro Crepusculo: http://www.crepusculo-es.com/foro/index.php y Foro de Jacob Black: http://jacob-black.foroactivo.net/ En el primero tenéis que registraros para poder entrar y en el segundo creo que no hace falta para entrar, pero sí para dejar comentarios ;) Las historias están en "Cuentos de miedo" o en "Zona Fics", buscadlos xD
Bueno, y nada más. Nos vemos o leemos el miércoles!!!
Lametones para todos!!
Espero q todos hayan pasado un Muy Feliz Navidad!!!
ResponderEliminarEl capitulo... espectacular como siempre!!!
y como dice Andres, en cuanto comiences otra historia ahi estaremos leyendola!
Besos para todos!! carol, Andres, Ini Narvel, Elsa, Iris, Yani (Y feliz cumple!),Estefania, Tamara y todos los demas!!
Vicky